Inicia el fin de la tv abierta

El Universal,Opinión, 5 de marzo de 2010

Gabriel Sosa Plata

Suena desmedido, pero es así: estamos viviendo el comienzo del fin de la tv abierta. El intenso debate que sobre este tema se lleva a cabo en Estados Unidos y las acciones recientes del gigante de la tv en México, Televisa, son signos de un cambio del modelo de la radiodifusión y las telecomunicaciones

En el país vecino, suenan las alarmas de emergencia para las empresas tradicionales de tv. El espectro que utilizan es muy valioso, fundamental, para el plan de banda ancha móvil que la Comisión Federal de Comunicaciones (CFC) anunciará este mismo mes, con inversiones superiores a los 25 mil millones de dólares y una meta ambiciosa: al menos 100 megabytes de acceso en cada uno de los 100 millones de hogares.

Aunque en un principio se especuló que el gobierno buscaba recuperar a la fuerza el espectro de la tv abierta, bajo el argumento de que su uso es ineficiente y que la prioridad para el Estado es llevar banda ancha a todos los rincones del país, ahora la propuesta es que se conviertan en “socios”, cedan sus frecuencias voluntariamente y obtengan un beneficio económico por las subastas de los canales devueltos.

Para hacer factible el plan de banda ancha móvil del gobierno y satisfacer las necesidades del mercado actuales y a futuro con dispositivos como el iPhone y el iPad, el espectro ocupado por la tv es indispensable, ya que la disponibilidad actual de frecuencias es insuficiente. También parten de un hecho incuestionable: 90% de los estadounidenses reciben sus programas de tv a través del cable y el satélite.

La tv abierta, tal como la conocemos, ha dejado de ser importante en audiencias y mercado publicitario, salvo en pequeñas comunidades, a las cuales también se pretende llevar la banda ancha móvil. El presidente de la CFC, Julius Genachowski, dijo el 24 de febrero que su propuesta es “ganar-ganar”: ganan las empresas, que tendrán más flexibilidad para aplicar modelos de negocio en las comunidades a las que sirven, y el público, que tendrá más y mejores servicios.

Pero no todo es color de rosa. La Asociación Nacional de Radiodifusores (NAB, por sus siglas en inglés), que aglutina a las poderosas empresas de la tv y radio en Estados Unidos, no comparte del todo las estrategias de la CFC. Afirman, con toda razón, que ya devolvieron los canales analógicos liberados como consecuencia de la digitalización y que apenas se está por cumplir un año del apagón analógico.

También dicen que sus planes en tv móvil, con la tecnología ATSC A/153 (misma que se podría adoptar en México), avanzan de manera importante. De hecho, el próximo mes de abril, ocho estaciones de tv en Washington comenzarán transmisiones con tecnología móvil y ese mismo mes saldrán al mercado los primeros dispositivos para recibir el servicio. Los acuerdos con las empresas de telefonía celular para ampliar el mercado de la tv móvil, van por buen camino, afirma la NAB.

No obstante esta estrategia, el futuro de la tv abierta quedará en parte definido con el plan de banda ancha que anunciará la CFC. Asociaciones de consumidores en aquel país también están preocupadas porque dicen que el duopolio de telefonía-tv por cable se consolidará y que se está por pasar de un esquema de libre recepción en tv abierta en comunidades marginadas, a uno de pago por el servicio de banda ancha.

Televisa, a la baja

Y mientras en Estados Unidos se debate el futuro de la tv abierta, en México el modelo de radiodifusión comienza a tener cambios importantes. Si bien la tv continúa siendo la “reina” (algo deteriorada, por cierto), en la industria del entretenimiento e información en cuanto a cobertura, audiencia y mercado publicitario, también hay tendencias que parecen irreversibles.

Lo que sucede con el gigante de la tv es representativo. Para Grupo Televisa, como precisa el colega Francisco Vidal, la tv abierta representaba en 2003 64.4% de sus ventas; en 2008 disminuyó a 43.7% y en el 2009 (al tercer trimestre) a un 38.9%, la participación más baja en una década.

Por el contrario, sus ingresos en el sector de las telecomunicaciones han crecido de forma importante. En el 2003, las ventas por este rubro (Sky, cable y otros servicios de telecomunicaciones) representaban el 4.1%; para el 2008 subió espectacularmente al 32.2% y para el 2009 (tercer trimestre) estaban por igualarse a los de tv abierta con un 36.7%. Por eso, afirma el economista, si la alianza con Nextel se concreta y obtiene el preciado espectro para telefonía móvil, Televisa se transformará en un firma convergente.

Esta realidad de menor inversión publicitaria en tv abierta, se debe contrastar con el crecimiento en los últimos años de la tv restringida. Al tercer trimestre de 2009, se contaba en el país con 7 millones 613 mil suscriptores en tv satelital, por cable y microondas. Esta cantidad representó hasta el mismo periodo, el 27.2% de los hogares del país, es decir, 2.5% más comparado con los resultados de 2008. Un porcentaje similar existe en acceso a Internet.

A la luz de lo que ocurre en Estados Unidos y considerando el crecimiento en México de la telefonía celular, tv de paga y las necesidades de banda ancha, es impostergable que el gobierno de Felipe Calderón haga una evaluación exhaustiva de la política de transición analógico-digital de la tv, sus plazos respectivos y la recuperación de espectro, bajo los principios de mayor competencia, accesibilidad, transparencia y pluralidad. Se está en muy buen tiempo para replantear el modelo.

Profesor e investigador de la UAM Xochimilco.
Columnista del noticiario Pulso de la mañana
y coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación.

El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:

Sosa Plata, Gabriel, «Inicia el fin de la tv abierta»
en Revista Mexicana de Comunicación. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/sosa.htm

Fecha de consulta: México,5– marzo–2010

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