“El muro, solo pretexto; Trump quiere de rodillas a los migrantes”

Entrevista con el doctor Alejandro Álvarez Béjar

México perdió más de dos millones y medio de empleos en la agricultura. Así se explica la hemorragia de las migraciones. Además, el salto colosal en la migración tiene que ver con los desplazamientos forzosos causados por la guerra contra el narco. El gobierno impuso la militarización de esa guerra contra las drogas y lo que tenemos es un vaciamiento de habitantes en muchos pueblos y ciudades mexicanos. Lo que hicimos en estos años fue exportar el bono demográfico hacia Estados Unidos.

Foto: Nacho Ruiz / Cuartoscuro

Foto: Nacho Ruiz / Cuartoscuro

Por  José Reveles

“El muro fronterizo es una farsa y no va a servir para nada. Trump lo sabe, pero quiere gastar dinero, quiere que se firmen contratos con empresarios y que se reactive la industria de la construcción. Yo le revisaría las cuentas, pues es un negocio de 22 mil millones de dólares. Y es también una falsa solución al problema de la migración. Estados Unidos necesita a los migrantes y los dejará pasar, con todo y muro, pero bajo estricto control”.

Esto dice el doctor Alejandro Álvarez Béjar, un economista de la UNAM que ha seguido la ruta del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) desde hace más de cuatro lustros. Y reitera:

“Trump está criminalizando a todos los migrantes mexicanos. La pregunta es: ¿quiere acabar con la migración? No. Quiere ponerla de rodillas para poderla explotar mejor. Estados Unidos necesita a los migrantes, aún por razones demográficas, porque ellos tienen una población madura que
envejece rápidamente y nosotros una población joven, dinámica, que le sirve a ese país. Si bien le urgen los jóvenes migrantes calificados, los quiere mantener bajo control. Trump infunde miedo, pero en el fondo es él quien teme que los migrantes se conviertan en el núcleo de organización de las protestas de los trabajadores explotados en Estados Unidos”.

Para Álvarez Béjar, con más de 45 años de docencia e investigación, a Trump le conviene distorsionar la realidad y así presentarse como víctima tanto en el tema de la migración como en el TLCAN.
Según el presidente estadounidense, el TLCAN es el peor tratado que su país ha firmado jamás porque México se llevó los mejores empleos industriales y ahora tiene una balanza comercial superavitaria sobre EU de 60 mil millones de dólares anuales. Álvarez desteje esta visión sesgada:

“El TLCAN fue una propuesta de Estados Unidos a México, después de que ellos habían firmado ya con Canadá. Se supone que fue diseñado para dar trato preferente a Canadá y México y poner obstáculos a los competidores de fuera de esta región. Y tenemos como paradoja que China simplemente se incorpora al marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y con eso y su competitividad es suficiente para colocarse como segundo socio comercial de EU, por encima del TLCAN”.

En realidad el tratado vino a consolidar un espacio de restructuración de la industria estadunidense con el despliegue histórico de las actividades de la maquila en el norte de México. Y en China también. Con el traslado de grandes fábricas de manufactura estadounidense hacia México, suroeste de los EU y China, se obtuvo como ventaja la imposición de un modelo de restructuración y modernización con escasa o nula acción sindical local y con salarios bajos en las nuevas ubicaciones.

“Es un engaño de Trump decir que se enviaron fuera los mejores salarios. No fue tal. Mandaron trabajos en tránsito de maquilización o ya de franca maquila. Todos los expertos coinciden en que la automatización eliminó más trabajos en la manufactura que el propio TLCAN. Entonces, si Trump presiona a las empresas para que se salgan de aquí y vuelvan a EU, muy probablemente lo que va a ocurrir es que solo va a acelerar el proceso de modernización y robotización que ya está en curso en la economía norteamericana. No está en condiciones de cumplir lo que ofrece, que es crear empleos”.

El TLCAN vino a amarrar las reformas neoliberales en México, concluye Álvarez Béjar. La orientación más importante era que nosotros dejáramos de ser una economía que crecía sustituyendo importaciones y comenzar a ser una economía que creciera dando impulso a las exportaciones. Crecíamos para adentro y querían que creciéramos hacia afuera.

“Y es verdad, crecimos para afuera, pero nos transformamos en una industria orientada a importar. Las empresas más exitosas en las exportaciones, las de autos y electrónicos, tienen más importaciones que exportaciones. Lo único que se hace es ensamblar del lado mexicano. Y ahora busca Trump una excusa para gravar esas transacciones y tratar de corregir unas finanzas públicas que están muy deterioradas debido, entre otras cosas, al peso de la guerra. EU tiene 17 años en guerra en Afganistán y todavía no puede acabar. Solo esa guerra ¡le ha costado más de 5 millones de millones de dólares!”.

México cumple el papel de plataforma de importación de partes automotrices para poder exportar a Esta-dos Unidos. De esa manera sesgada, es verdad que tenemos superávit con Estados Unidos, pero somos deficitarios con el resto del mundo.

“Perdimos centenares de miles de empleos industriales bien pagados y los que estamos creando son los peor remunerados. Los teníamos mayores de 5 salarios mínimos y ahora los que se están creando son solo de entre dos y tres salarios. Nosotros tenemos unas cifras de comercio exterior espectaculares, pero las cadenas de valor no incluyen bienes mexicanos. Son todos importados. Perdimos más de dos millones y medio de empleos en la agricultura. Por eso la hemorragia de las migraciones. Eso trajo de malo el TLCAN: México exporta más que toda América Latina junta, qué espectacular. Pero tan solo estamos sirviendo de plataforma de exportación a base de una ventaja espuria: la ventaja de los bajos salarios. El problema es que cuando tú te planteas, como dice Carlos Slim, que hay que crecer hacia adentro, ¿pues cómo vas a crecer si no hay dinero? ¿Cuál mercado?”

El comercio que importa dentro del TLCAN cuenta con el poder adquisitivo de no más de 15 millones de mexicanos. “Somos 122 millones; entonces es el 12 por ciento. Es el mercado real. Las cifras del comercio exterior se convierten en un cuento chino”.

El bono demográfico (el momento en la historia en que un país cuenta con el mayor número de jóvenes en edad productiva) se le ha ido a México como agua entre las manos. Y una buena parte del bono demográfico se expulsa por las migraciones a EU. Otra tiene que ver con los desplazamientos forzosos por causa de la guerra contra el narco. Imponer la militarización en esa guerra ha provocado el vaciamiento de pueblos enteros.

“Las grandes ventajas del TLCAN no se ven por ningún lado. El tratado se firmó en condiciones de asimetría muy graves y esas asimetrías se ampliaron con el tiempo. En vez de mejorar, nos hicimos más vulnerables. El TLCAN encadenó nuestras debilidades. De modo que así como la quinta maravilla, no lo fue, no lo es y desgraciadamente ni renegociado lo va a ser”, concluye el experto.

Entre los saldos negativos del TLCAN está la militarización del combate al narco y el hecho de que el poder financiero de los traficantes está intocado. Es momento de decir: “se acaba la Iniciativa Mérida, que el ejército regrese a los cuarteles y que llegue a su fin la estúpida guerra, porque si vemos tantos muertos, decenas de miles de desaparecidos, tantos desplazados por la violencia, entonces para lo que fue creada la guerra no sirve, porque ni siquiera ha cesado o disminuido el flujo de drogas. Estamos produciendo más que antes y eso es absurdo y criminal”.

 

 

Deja una respuesta