Encuentro de jaraneros

La política en tacones

Pilar Ramírez

Hace una década Rafael Figueroa recibió una llamada con la que, como diría Vito Corleone, le hicieron una oferta que no podía rehusar: hacer dos programas para la estación de radio del sistema estatal de comunicación de Veracruz que estaba por salir al aire y se llamaría Radio Más, como su gemela de televisión. Miguel Ángel Sánchez de Armas, a la sazón director general de Radiotelevisión de Veracruz, mejoró aún más la oferta informándole que sería un trabajo por el que recibiría cero pesos y cero centavos, dado que como la radio estatal no existía todavía formalmente en la estructura de gobierno, no tenía asignado un presupuesto, de modo que acudía a los amigos para poder ofrecer programas de calidad y con un perfil que justificaran la existencia de una radio estatal, los puentes de amistad tendidos en muchos lugares los usaba también para hacer acopio de música, pues lógicamente tampoco había dinero para comenzar a formar la discoteca.

Ante tan atractiva propuesta, Figueroa no tuvo más remedio que sucumbir a la querencia de toda su vida: la música y atender la petición de amistad. Nacieron así los dos programas más longevos de la radio estatal, Encuentro de jaraneros, dedicado al son jarocho, la tradición musical que da sello e identidad a Veracruz y Como suena la clave que recupera otra corriente que la entidad comparte con las antillas: la música afrohispana; y puso al servicio de Radio Más un amplio y variado repertorio de discos de jazz que coleccionó en sus tiempos de ejecutante de trompeta, cuando tocó en la legendaria banda Atrás del Cosmos, dirigida por el saxofonista Henry West.

En general, sólo las radios culturales pueden mantener por tan largo tiempo programas dedicados a una música considerada “típica”, “regional” o “folclórica”. Lo extraordinario de este caso es que son programas que concitan un genuino interés del público porque ofrece a sus audiencias una programación musical basada en el conocimiento y la información.

El programa de Rafael Figueroa ha tenido la virtud de dar cuenta de un fenómeno que ha ocurrido con la música veracruzana y que la distingue de otras tradiciones musicales que sólo se tocan en eventos escolares cuando se intenta realzar la identidad mexicana pero que son como piezas de museo que casi nadie escucha en su casa, en el coche o en la radio como entretenimiento cotidiano.

El son jarocho es una tradición que ha logrado permanecer viva, ha adquirido nuevos bríos y tiene representantes en muchos rincones del estado de Veracruz y en otras latitudes del mundo donde los migrantes del estado no sólo han trasladado su vida sino también su cultura. Por eso hay festivales de son jarocho en cuatro ciudades de California: Los Ángeles, San Diego, Santa Ana y Santa Bárbara, en Chicago, en Austin y en el Distrito Federal, además de grupos de buena calidad en varias entidades del país.

Existe una importante corriente de soneros jarochos que están produciendo viejos y nuevos sones, o sones viejos renovados, música que sabe a tradición y a innovación. Encuentro de jaraneros conjuga la experiencia de Rafael Figueroa como músico, su herencia familiar que le proveyó desde siempre el conocimiento y trato directo con los mas destacados representantes del son jarocho y su conocimiento como investigador del tema, parte del cual ha vertido en el libro Son jarocho: guía histórico musical.

Para celebrar los diez años de Encuentro de jaraneros, Figueroa, productor, conductor y también productor artístico, ha puesto en circulación un disco sumamente atractivo, del mismo nombre del programa, con lo que aprovecha y hace un guiño al Encuentro de jaraneros de Tlacotalpan que se celebra en las Fiestas de la Candelaria, uno de los principales lugares en que se realizaron las grabaciones de los grupos incluidos en el disco, pero no el único.

Esta producción fonográfica es singular porque reúne exclusivamente a grupos de jóvenes que son representantes del aire renovado del son jarocho. Las piezas que interpretan estos doce grupos, además de la calidad musical son un mensaje estimulante en estos días en que vemos a una juventud mexicana asediada por la violencia y la criminalización sólo en razón de su juventud.

En el disco aparecen, entre otros, el grupo Son Candela formado por cuatro jóvenes talentosos que no rebasan los veinticinco años y que conjugan su juventud y todo el brío de su ejecución con la experiencia y tradición de Rafael Figueroa Alavés en el contrabajo. El grupo Los Macuiles ejecuta un Colás merecedor de aplauso, mezcla de son jarocho con toques de jazz, flamenco y rap. Están también los Pájaros del alba y grupos que se han formado fuera de Veracruz como Pa’su mecha (en Tijuana) y las No que no, una agrupación formada por mujeres. Hay que oír a todos estos jóvenes artistas, dignos representantes de su tradición y de su tiempo. Enhorabuena al Encuentro de jaraneros, a Como suena la clave y a Radio Más por sus diez años de vida. El disco lo pueden encontrar en www.comosuena.com


Periodista y colaboradora de la RMC

El artículo anterior se debe de citar de la siguiente forma:

Ramírez, Pilar, «Encuentro de jaraneros» en Revista Mexicana de Comunicación en línea,
México, abril.
Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/politica.htm
Fecha de consulta 9 de abril de 2010.

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