Iniciativa juvenil

El origen de Facebook

José Luis Esquivel Hernández

Mark Zuckerberg, creador de Facebook – Fotografía de Andrew Feinberg @ Flickr

Facebook, iniciada el 4 de febrero de 2004, es el resultado de la iniciativa de un joven emprendedor que, viendo cómo el mundo entró en la vorágine de la necesidad de estar más y mejor comunicado, lanzó la red social a nombre propio, pero de inmediato desencadenó una serie de disputas entre otros que se dicen sus creadores.

Sin embargo, el joven Mark Zuckerberg, a los 20 años de edad, consiguió finalmente quedar asociado con una de las mayores revoluciones de la comunicación digital, a la que Twitter se sumó dos años después con enorme éxito.

Facebook fue creado originalmente para estudiantes de la Universidad de Harvard, pero luego de serias innovaciones en el sitio web de redes sociales, se logró su perfeccionamiento y, del mismo modo, su acceso a cualquier persona, al grado de alcanzar en 2007 la mayor cantidad de usuarios registrados en comparación con otros sitios web orientados a estudiantes de nivel superior, especialmente después de que en 2008 lanzó su versión en francés, alemán y español.

Su sencillez logró diferenciarlo de los otros sitios, pues con tan sólo ingresar el correo electrónico y nombre, el usuario tiene la posibilidad de intercambiar fotografías, videos y comentarios, dejando de lado el anonimato.

Desde la masificación de Internet a comienzos de siglo XXI, la opinión pública no había sido tan tomada en cuenta como ocurrió con Facebook y las demás redes sociales, pues los usuarios navegan no sólo con la tecnología de punta a sus anchas sino en absoluta libertad, y sólo falta que su cobertura llegue a las clases económicamente más desprotegidas en el planeta, para hablar de absoluta democracia.

La caída de los punto.com hacia el año 2000 obligó a reconfigurar todo lo que tenía que ver con el lenguaje del online y poco a poco el poder llegó a las audiencias que con un sólo click tienen la potencialidad de mirar, crear, lanzar convocatorias para eventos masivos y compartir todo lo que se les ocurra, llenando el ciberspacio de una información abundante como no lo había visto nunca antes la civilización humana.

Mark Zuckerberg hoy mismo saborea las mieles del dinero y de la fama, pero no les tan familiar a los nuevos reporteros de las noticias que son los ciudadanos en general, porque a éstos les basta con vivir su era explosiva de millones de textos en la pantalla con editores que multiplican los contenidos también por millones, con una forma de interactuar con la información, que nada tiene que ver con las formas anteriores.

Lo más sorprendente es el tiempo en que demoró Facebook en alcanzar 50 millones de usuarios: en los últimos nueve meses logró 100 millones de nuevos usuarios para sumar un total de 400 millones. Tal cifra equivale al cuarto país más densamente demográfico del orbe. Pero atrás de Facebook viene empujando fuerte Twitter con 100 millones de usuarios, acostumbrados ya a contenidos frescos y relevantes, con no más de 140 caracteres, y ganando espacios noticiosos como medio de comunicación.

¿Y sabe usted en qué se finca lo sorprendente? Se finca en una realidad incontrovertible: la radio tardó 38 años en alcanzar 50 millones de usuarios, en tanto que la televisión, 13, e Internet, cuatro años. Así que es válido formularse otra pregunta: ¿Hasta dónde iremos a llegar con esta revolución tecnológica que tendrá como arma letal el teléfono móvil o celular?

Por eso insistimos en que Zuckerberg, programador destacado por su amor y obsesión a la tecnología y su espíritu competitivo, nunca imaginó los alcances de su travesura, surgida una noche mientras se embriagaba luego de ser rechazado por una chica. “Encuentro de caras en Harvard: el porces” (“Harvard Face Nash; the process”), escribió en su blog con ánimo de desahogarse.

Su objetivo era bajar fotografías de sus compañeros de clase y compararles con fotografías de animales de granja para, de ese modo, permitir a los visitantes de lo que deseaba denominar  Facemash.com, opinar sobre ambas y determinar cuál le parecía más atractivo, y pronto, casi en su cumpleaños número 20, aquel joven logró echar a andar la plataforma, logrando así que 450 personas tuvieran acceso a la misma.

Esa travesura fue reprobada por los directivos de Harvard al acusar a Zuckerberg de haber infringido la seguridad informática y violado la privacidad de la institución, y se ordenó la baja definitiva de la pàgina. Pero el estudiante se fue a su dormitorio con otro sentimiento: el de haber llamado la atención y hacerse famoso  entre sus compañeros, algunos de los cuales le declararon su enemistad por acusarlo de robo de la patente.

Divya Narendra, por ejemplo, alegó que diez meses antes del hallazgo de Mark, ella tuvo en sus manos la red social como alumna de Harvard Zukerberg su base de datos, además de ayudarle de otras formas en su iniciativa, para al final pedirle trabajo sin ninguna respuesta positiva.

Después de trasladar su empresa a Palo Alto y obtener ingresos superiores a 15 millones de dólares, el visionario emprendedor estadunidense ha sido tentado por muchos para comprarle su compañía y ha sido coronado por Forbes como el millonario más joven.

**Profesor en la Facultad de Comunicación de la UANL. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

3 comentarios a este texto
  1. Como siempre un trabajo excelente, del maestro, del amigo José Luis Esquivel, bendiciones

  2. Como siempre un trabajo excelente, del maestro, del amigo José Luis Esquivel, bendiciones

  3. Como siempre un trabajo excelente, del maestro, del amigo José Luis Esquivel, bendiciones

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