Contra la discriminación en tiempos de YouTube

Fotografía: "Discrimination" por Carlos Smith @ Flickr

Por Jorge Tirzo**

Los periodistas y los medios debemos evitar la discriminación. Eso ya lo sabemos.

El manejo de nuestro lenguaje refleja nuestro esquema de creencias y pensamientos. Eso también lo sabemos.

Aunque digamos no discriminar, nuestras palabras pueden decir lo contrario. No digo nada nuevo. Absolutamente todo eso ya lo sabemos.

No conozco ni un medio mexicano que acepte abiertamente que discrimina o estereotipa a un grupo social. Es impensable. Todos decimos lo contrario. Y sin embargo…

Cuando giraron una orden de aprehensión contra el cantante Kalimba, algunos medios dijeron cosas como: «Se las vio negras». Como si el color de su piel tuviera algo que ver con las acciones que cometió o no cometió.

Si se va a hablar sobre la marginación que viven los trabajadores manuales latinos en Estados Unidos, es común englobarlos dentro del quimérico conglomerado de «los migrantes». Como si todos los migrantes fueran trabajadores manuales, como si todos hubieran cruzado la frontera sin papeles, o como si todos fueran igualitos. Sin rostros. Sin historias.

Todo eso ya lo sabemos. Supuestamente, todos sabemos también que el periodismo se trata de contar historias. ¿Entonces por qué muchas veces escribimos, leemos, vemos o escuchamos «historias» con personajes planos, sin rostro? Historias sin historias.

No hay que confundirse. Este Premio no tiene como objetivo que los medios hablen como el Super Portero, aquel personaje de Eugenio Derbez que interrumpía cada pocos segundos para corregir una frase y cambiarla por otra más «polite». El Premio Nacional Rostros de la Discriminación promueve una comunicación más social y más responsable -como supuestamente debería ser todo el periodismo-. Este premio fomenta la producción de historias que realmente sean historias. Que incluyan en vez de excluir. Que retraten en vez de marginar.

Desde la Fundación Manuel Buendía exhortamos a que se unan todos los colegas reporteros, editores y demás eslabones de la cadena informativa. Eso incluye a los lectores, espectadores, radioescuchas; en fin: A todos los que antes englobábamos con el concepto de «audiencia».

Años atrás, un comentario emitido en la televisión podía llegar a pasar desapercibido, fuera bueno o fuera malo. Hoy, la democratización de los medios de comunicación que ha permitido Internet, vuelve cualquier comentario susceptible de ser replicado infinidad de veces a través de redes sociales, páginas web, blogs o canales de video. Por poner un ejemplo, un comentario homofóbico de un conductor de televisión puede pasar desapercibido. El video en YouTube de dicho comentario puede alcanzar millones de visitas en pocos segundos. Es cierto, podemos aprovechar esos millones de visitas para denunciar y sacar a la luz los claroscuros de los medios; pero si los utilizamos mal, esos canales pueden reforzar exponencialmente los estereotipos y prejuicios negativos.

Seguramente el hombre araña estaría de acuerdo conmigo cuando digo que el gran poder que nos da la red trae consigo una gran responsabilidad. Responsabilidad de elaborar productos informativos de alta calidad. Responsabilidad de elaborar un periodismo inclusivo que fomente la tolerancia. Responsabilidad de respetar las diferencias y responsabilidad de fomentar la igualdad de oportunidades.

Los periodistas ya no somos los únicos en los procesos comunicativos. El periodismo se está convirtiendo en un proceso horizontal, interconectado y basado en la retroalimentación. Debemos escuchar, tolerar, respetar e incluir a todos los tuiteros, blogueros, comentaristas y demás miembros de lo que antes llamábamos audiencias. Hoy, son nuestros compañeros en el oficio de comunicar.

Por eso celebramos la inclusión de la categoría de Internet dentro del Premio. Si bien es cierto que estamos ante un medio todavía incipiente y lleno de territorios por explorar, eso no debe ser pretexto para poblarlo de información basura. Al contrario. Tenemos un nuevo medio con nuevas potencialidades. Ocupémoslo para fomentar un periodismo de alta calidad, inclusivo y socialmente responsable.

No dije nada nuevo y sin embargo quedan muchas cosas por hacer. Hay que comenzar a hacerlas…

*Coordinador Editorial de la RMC en línea / Profesor de cátedra ITESM CSF

**Palabras pronunciadas en el lanzamiento del 7mo Premio Nacional Rostros de la Discriminación, el 11 de abril de 2011 en la CDHDF.