Arte y tecnología: En homenaje a Steve Jobs
- iTunes, Garage Band y otras tecnologías de Apple han permitido una explosión en la producción artística contemporánea.
- Steve Jobs jugó un papel central al promover tecnologías accesibles para cualquier usuario.
- «El arte no sólo puede hacerse a través de las Mac, sin embargo hay una enorme coincidencia entre quienes poseen una y generan arte por computadora», asegura Carmen Gómez Mont.
Por Carmen Gómez Mont
Publicado originalmente en RMC 128: Disponible en Kindle Ebook
Desde los orígenes de Apple, Steve Jobs, su equipo y empresa se han preocupado por adentrar la computación en el arte, y desde tal perspectiva es justo hacer un reconocimiento a su labor.
Los artistas han incursionado en el camino de la expresión humanística ante las ciencias duras. Gracias a ellos, la computación ha podido ofrecer espacios amigables para todos aquellos no formados en la programación.
Desde McLuhan hasta los recientes festivales de cine por celular, los artistas han seguido avanzando en propuestas innovadoras, muchas de ellas realizadas gracias a los implementos que ha desarrollado una empresa como Apple.Esto no quiere decir que el arte sólo pueda hacerse a través de las MAC, sin embargo hay una enorme coincidencia entre quienes poseen una MAC y generan arte por computadora. Por otro lado, el manejo del color y de la imagen ofrece una calidad insuperable en las pantallas Macintosh.
Los artistas hoy día se siguen adentrando en los caminos de la imaginación no sólo gracias al diseño de estos artilugios sino a un creciente abanico de posibilidades que han llegado a la Internet. Uno de los rubros más importantes parte de la cantidad de materiales relacionados con el arte y sus diferentes formas de expresión a través de una plataforma como la de iTunes. Materiales abundantes en temas relativos a las artes visuales desde donde se ofrecen cursos de capacitación hasta cientos de grabaciones sobre las bellas artes y los museos.
En una de sus últimas obras “Le sacre de l´amateur” (Seuil,2010), Patrice Flichy señala que la creación de obras artísticas en Internet ya no deriva de un campo especializado de ingenieros en informática, sino de cientos de miles de aficionados que al establecer contacto con programas informáticos como el iMovie, iPhoto, Photo booth o Garage band, realizan obras de gran valor artístico por Internet. Según Flichy, los aficionados han ganado experiencia que puede rivalizar con la de los grandes artistas consagrados en el campo del arte y formas de expresión del siglo XXI. Ello sería impensable sin el avance en la computación y en Internet. Cabe destacar en dicho terreno, como se verá más adelante, la creación de plataformas como My-Space, Flickr, You Tube y blogs desde donde se escriben relatos y experiencias personalizadas. Todo ello no significa que quienes se forjan de esta manera vayan a hacer desaparecer el mundo de las grandes artes; se trata –como señala el mismo Flichy– de un fenómeno totalmente nuevo cuyas dimensiones se desconocen en la actualidad.
Autores como Michel de Certeau e Ivan Illich hablaban de la posibilidad de adquirir conocimientos singulares de parte de estos jóvenes y compartirlos con sus compañeros, y es efectivamente lo que hacen a través de las redes. Este tipo de aficionados no responde a la clásica imagen del creador que se encuentra solo: esa imagen ideal y romántica que correspondió a los siglos XIX y XX. Los artistas digitales del siglo XXI trabajan en colectivos con quienes comparten sus descubrimientos y entre quienes difunden sus hallazgos. Desde esa perspectiva se trata de una manera totalmente nueva de expresarse y de hacer arte.
En tal marco, Flichy aborda un tema sumamente interesante al hablar del amateur que es al mismo tiempo creador. Se trata de un fan de sus artistas favoritos, pero que al mismo tiempo se apropia de sus obras, las mezcla y al final obtiene un producto creativo. Se trata de un remix a partir del cual los artistas crean obras donde la autoría ya no es tan clara. En la raíz de esa práctica subyace el copy and paste, pero tendiente a crear una nueva versión de una obra más de cien veces recompuesta.
Uno de los mejores ejemplos se da también a partir de la posibilidad de crear mezclas muy singulares de la música. Basta con una mezcladora y un aparato Hi-Fi. Se pasa así –como señala Flichy– de un DJ amateur a un DJ creador cuyas destrezas las adquirió confrontándolas y compartiéndolas directamente con su grupo. El siguiente paso será ofrecer sus obras musicales a los amigos en un CD. En este caso se trata de una autoproducción.
En esa perspectiva, el proyecto informático de Steve Jobs puso el acento en el potencial creativo de sus aparatos, logrando hacer pasar a cientos de miles de aficionados del estatus experimental a semiprofesional.
Al no tener que someterse a las exigencias de la industria cultural, el creador-aficionado es más libre que el artista profesional quien padece la normativa de sus editores y, sobre todo, los gustos del mercado. El aficionado compone por placer y por gusto: su mayor satisfacción parte de un principio de colaboración y de ver sus materiales circular entre los amigos. Desde este ángulo bien se dice que el creador digital posee un gran altruismo, pues difícilmente sus obras se pueden comercializar.
Los fotógrafos digitales igualmente trabajan sus productos a partir de las herramientas que les ofrece la computación, donde Apple resulta un espacio privilegiado para el trabajo de imágenes. Muchos de ellos suben sus fotografías a las plataformas especializadas como Flickr o Picasa: lo hacen sin ningún interés comercial y por el simple gusto de ver circular sus obras por la red.
You Tube, por ejemplo, ha sido una de las principales plataformas para compartir estas obras. Aproximadamente mil millones de videos son reproducidos en You Tube cada día por casi 445 millones de usuarios a nivel global. Aunque no todas las obras son de calidad, tales datos hablan del potencial de dicha plataforma y del nivel de producción de los internautas en un solo rubro, en este caso el video. La gran boga de enviar archivos a los amigos sobre museos y obras de arte en general se encuentra por lo general hospedado en You Tube.
El 70% de las obras creadas en You Tube, señala Flichy, derivan del video casero y son obra de un remix nuevamente. Dailymotion es otra plataforma de gran valor para la difusión de obras artísticas.
A manera de conclusión: difícilmente podría pensarse en el arte digital del siglo XXI si no hubiera existido un proyecto de las dimensiones de Apple y dentro de él gracias a una persona como Steve Jobs. Si bien él ya no estará ahí, su concepción e impulso al trabajo de creación y mirada experimental seguirán avanzando a lo largo de los años. Los artistas, y gracias a ellos, han contribuido en gran medida a impulsar el humanismo en la tecnología.
Investigadora. Correo electrónico:
cegomo_8@hotmail.com
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: iTunes, Garage Band y otras tecnologías de Apple han permitido una explosión en la producción artística contemporánea. Steve Jobs jugó un papel central al promover tecnologías accesibles para cualquier usuario. “El a……
Es Steve Jobs, no Steve Jones.
Deberían poner más atención en los detalles del artículo antes de publicarlo. Algo tan sencillo como el nombre de la persona de la que se está hablando no debería tener errores.
Corregido. Gracias por notificarnos sobre dicha errata. Lamentamos los inconvenientes.
Saludos.