Concurso de microficción y minicuento: «Cuéntame uno de periodistas» – Convocatoria: Diciembre 2011
Cada mes, la Revista Mexicana de Comunicación convocará a su concurso de creación literaria sobre periodismo y medios de comunicación.
Procedimiento
1) Revisar la convocatoria del mes con el tema de ese concurso. Será una frase, una idea o un personaje relacionado al mundo del periodismo y los medios.
2) Utilizar el tema o el personaje como punto de partida para escribir una microficción de máximo 140 caracteres o un minicuento de máximo una cuartilla (Consultar las definiciones anexas).
3) Escribir el minicuento en los comentarios de la convocatoria del mes o la minificción a través de Twitter con el hashtag #ConcursoRMC
Jurado
El jurado estará compuesto por miembros del Consejo Editorial de la RMC, los Editores, así como un escritor invitado.
Premiación
Habrá un solo ganador mensual.
Su cuento será publicado en una sección especial de la edición en línea de la RMC. Además del reconocimiento, el premio consistirá en un paquete de libros editados por la Fundación Manuel Buendía y ejemplares de la RMC.
El ganador deberá recoger su premio en las oficinas de la RMC/FMB ubicadas en Guaymas 8-408, Col. Roma, México, D.F.
Publicación de resultados
La convocatoria se publicará el primer día de cada mes.
Se recibirán trabajos hasta el día 25 de cada mes y sólo se aceptarán los que hayan sido publicados en los comentarios o a través del hashtag #ConcursoRMC. No se aceptarán propuestas vía correo electrónico o impresas.
Los resultados se darán a conocer en la convocatoria del mes siguiente.
Las mejores microficciones y minicuentos serán antologados para su posterior publicación en la edición impresa de la RMC.
Diferencia entre microficción y minicuento
“¿Cómo podría diferenciarse el micro-relato del minicuento?
En el minicuento los hechos narrados, más o menos realistas, llegan a una situación que se resuelve por medio de un acontecimiento o acción concreta.
Por el contrario, el verdadero desenlace del micro-relato no se basa en una acción sino en una idea, un pensamiento. Esto es, el desenlace de un minicuento depende de algo que ocurre en el mundo narrativo, mientras que en el micro-relato el desenlace depende de algo que se le ocurre al autor.
Esta distinción no es siempre fácil. Otra característica esencial del micro-relato es la fusión de géneros. Algunos elementos narrativos lo acercan al cuento convencional, pero el micro-relato se aleja de los parámetros del cuento y del minicuento porque participa de algunas de las características del ensayo y del poema en prosa.”
Dolores M. Kock en Diez recursos para lograr la brevedad en el micro-relato. Recuperado de Ciudad Seva: http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/tecni/10recur.htm
Convocatoria: Diciembre de 2011
El tema de este mes será:
¿Por qué eres periodista?
Se recibirán trabajos hasta el 25 de diciembre de 2011. Los resultados se publicarán el 1 de enero de 2012.
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Imagen: JRGMontero @ Flickr Cada mes, la Revista Mexicana de Comunicación convocará a su concurso de creación literaria sobre periodismo y medios de comunicación. Procedimiento 1) Revisar la convocatoria del m……
Estimados, quisiera saber si el concurso es a nivel local o podemos participar periodistas de otros países de habla hispana. Saludos
Estimada Dyana,
Pueden participar desde cualquier lugar del mundo. El único inconveniente es que en caso de resultar ganadores, ustedes tendrían que cubrir los gastos de envío de sus libros y revistas. Otra opción sería enviar a alguien por sus libros.
Gracias por tus comentarios. Estoy a tus órdenes para cualquier otra duda.
Saludos.
Jorge Tirzo
Coordinador editorial RMC
Saludos.
Quiero concursar este mes en el tema «Cuéntame una de periodistas». Mi microrrelato se inspira en un personaje hermoso creado por un reportero nato como lo fue Gabriel García Márquez. Espero que lo disfruten. Maru
En Macondo
La encontraron muerta en el piso junto al comedor. En la mano derecha sostenía una bola macilenta, roja, ensangrentada, del tamaño de un puño. En la mano izquierda, cerrada, un papel arrugado con una frase sin sentido:Encontré el animal.ÚrsulaEn el pecho, encima del seno izquierdo, un hueco: rota la piel, roto el músculo, rotas las costillas y nada en el lugar donde debía estar el corazón.A el Gabo, con humilde admiración e inmenso respeto.
[…] Publicado originalmente en la Revista Mexicana de Comunicación: http://mexicanadecomunicacion.com.mx/rmc/2011/11/29/concurso-de-microficcion-y-minicuento-cuentame-u… […]
¡Gracias por participar, Maru! Queda al pendiente de los resultados que publicaremos en enero. Saludos.
¿Por qué razones no le dieron crédito a Dolores Koch, autora del párrafo que incluyeron para que nosotros tracemos la frontera entre el minicuento y el minirrelato?
Estimado Alberto,
Claro que hicimos referencia tanto a la autora como al medio donde se publicó originalmente. Si revisas, tras la cita se encuentra la ficha bibliográfica y el enlace a la página donde se aloja en Ciudad Seva.
Saludos.
La habitación del colgado.
Que tristeza inunda mi mente cuando recuerdo los hechos relacionados con la habitación número seis de aquel infame Motel de paso… Los equipos de auxilio debieron usar hachas para abrir la puerta… el hedor era insoportable, provocando todo un boato entre los inexpertos rescatistas voluntarios.
Mi trabajo como reportero me llevó hasta ahí, a unos 5 kilómetros de la salida a la carretera estatal. Con cámara y scanner en mano me dirigí al sitio donde algunos compañeros habían dado el soplo. Un empleado del hotel estaba inquieto, un hombre había ocupado una habitación desde hacía días y no había salido de ella en ningún momento… Luego olores extraños y desagradables llenaron el ambiente del casi vacío Motel de paso… de esos que se llenan nada más cuando furtivos amores quieren escapar y no ser vistos por nadie en medio de la noche con el anonimato de un camino vecinal apartado de todo y sin alumbrado. Los amantes silentes los prefieren por que el silencio es tal que pueden murmurar palabras de amor lascivo sin ser molestados… “El sitio perfecto para hallar un colgado” Me dije con una sonrisa maliciosa una vez que le pregunté al capitán de socorro qué habían encontrado tras el uso vigoroso de las hachas en la puerta.
Luego ese hedor… el puñetazo de aroma nauseabundo que me tomó por sorpresa; algunos muchachos voluntarios se apilaban unos con otros en una coladera contigua, descargando un vomito acre, de ese que solo puede ser emitido por las más profundas entrañas, ese que es vertido al mundo una vez que se conoce el perfume de la muerte… a lo que olemos finalmente cuando la vida se apaga y se ve de nosotros todo hálito… y solo queda una carcasa llena de líquidos que se descomponen a velocidades vertiginosas… es ese vértigo el que hace que el estómago literalmente se convulsione.
Ayudado por un pomo de agua de colonia que tenía en mi auto palié la peste hasta donde pude, pero no asomó a mi rostro la pena o el decoro cuando un par de horcajadas se me salieron delante del médico legista y de su ayudante. Me miraron como solo esos hombres de espíritu frío pueden ver a un incipiente reportero, con desdén, con ese sesgo de decir: “…y eso que aun no has visto nada” y fue ahí cuando la pregunta insigne golpeó mis adentros… ¿Por qué me dedico a esto? No tuve respuesta para ello en mi cabeza… solo hice mi trabajo… por que sí, supuse, encogiéndome de hombros.
[…] Concurso de microficción y minicuento: “Cuéntame uno de periodistas” – Convocatoria: Diciemb… Habrá un solo ganador mensual. Su cuento será publicado en una sección especial de la edición en línea de la RMC . Además del reconocimiento, el premio consistirá en un paquete de libros editados por la Fundación Manuel Buendía y ejemplares de la RMC . Premiación […]
#ConcursoRMC ESTE MINICUENTO ESPERO LES AGRADE..
EL PRIMER INTENTO.
El radiante sol campirano cubría en todo su esplendor el valle, desde lo
alto de una loma, Horacio Cantón contemplaba una gran actividad en el poblado,
las casuchas de palma y paredes de lodo, reflejaban un panorama grisáceo y
verde esmeralda, las calles apenas trazadas por el transitar cotidiano de sus
moradores, confluían en una iglesia en el centro, el paso apresurado de
animales de carga se confundía con todo tipo se sonidos y colores.
Era la primera
vez que pisaba aquella comunidad y sin duda. Su estancia en Cruz Santa, tenía
una razón elaborar el gran reportaje de su vida, y comenzar su trabajo en el
modesto periodo en la capital.
.-“que mi familia
y todos mis conocidos se sientan orgullosos”-se repetía-sobre todo luego de las
criticas que recibió cuando eligió esa carrera, “sin futuro”-le decían-.
Desde su arribo a Cruz Santa percibió algo extraño en su gente, después
de todo, esas personas vivían como ermitaños, el conjunto de casas estaba
enclavado en lo más profundo de la sierra montañosa, lejos y olvidados de los
discursos oficiales de progreso.
Con enorme ganas de comer, busco algo, sin encontrar nada. Muy
cansado buscó una piedra bajo la sombra de un encino, hasta allí llegaba
el olor a tierra húmeda y el ruido del agua en una barranca cercana.
Sorpresivamente un olor extraño a petate quemado, o algo que recuerda le habían
ofrecido compañeros desmadrozos en una juerga, penetró el ambiente, fuerte y
picante; Eso lo regreso a la realidad, reaccionó y frente él estaba Santos, un
compañero de la universidad.
-¿Qué haces aquí?, ¿te ves muy bien?, ¡nunca más se supo de ti!; le
dijo, en espera de muchas respuestas.
– ¡Me va mejor que nunca!, por cierto búscate tu pueblo, aquí eres un
extraño,… dijo bajando la voz; y se alejó apresuradamente.
Haciendo una mueca, sorprendido pero restándole importancia, enfiló sus
pasos hacia el otro lado de la calle. Busco el río e intento refrescarse. A esa
hora comenzaba a caer la noche. Unos murmullos llegaron hasta sus oídos, iban
acercándose, luces en movimiento, puso en alerta sus sentidos. Algo no estaba
bien.
Giro completo el cuerpo y vio como el grupo compacto de hombres con
machetes en mano y mujeres enfurecidas, corría a su encuentro. Pensó
esperarlos; ¡ahí esta!, ¡ese es!; entonces su sentido de sobre vivencia
reaccionó, olvidó su cansancio y corrió con toda la fuerza que le quedaba sin
voltear la mirada.
No iba a quedarse para averiguar porque provocaba toda esa furia, tiene
que ver con ese olor fuerte y penetrante que percibió seguramente, pensó.
Jalando bocanadas de aire, llegó a la loma donde apenas unas horas antes
llegó ilusionado. Imaginó que la gente se había quedado atrás, volteó un
segundo hacia las casuchas, y repitió dándose valor. ¡Aun así quiero ser
periodista!. Se perdió entre los arbustos. Le quedaban varias horas de camino.
hola me gustaría saber si entro al concurso seria urso pocible que me dieran una constancia por a ver partisipado?
SUCESOS
En
primero de periodismo aprendí que los hechos son sagrados y las opiniones
libres. Que los criterios de selección de noticias se basan en el conflicto, la
proximidad, el impacto, la actualidad o el interés. Mi vida jamás ha sido
interesante. Mis veintiséis años se podrían sintetizar en una entradilla de
menos de 200 caracteres o incluso, si me apuran, en un tweet. Ahora, realizaba
prácticas en un diario local en la sección de sucesos. Recogía teletipos, me
encargaba de entrevistar a mujeres maltratadas, homicidas, conductores ebrios,
policías y meretrices. El trabajo estaba mal remunerado, pero aun así, para un
estudiante en su último año de carrera cada día en la calle suponía una
aventura.
Me
pasaba horas y horas en la morgue o en el edificio central de la Guardia Civil
ojeando los partes. Asistía a los juicios. Y tomaba notas con las que más tarde
confeccionada las informaciones. A veces, me creía Mariano José de Larra y daba
a mis artículos un toque romántico.
—Nada
de poesía, ni figuras retóricas —me
advertía don Justo antes de revisar mis escritos, mientras daba un lenguetazo a
su petaca de whisky—. Las noticias deben ser claras y veraces. Con eso basta.
Si utilizas sinestesias, metáforas o pleonasmos dedícate a la literatura. El
periodismo, hijo, trata de explicar y construir la realidad, no de inventársela.
Un
día al llegar al periódico toco cambió. Nadie reparaba en mí. Mis compañeros me
esquivaban en el ascensor, en la redacción o a la hora del café. Yo les
hablaba, pero ni caso. Me ignoraban igual que a un bicho raro. Más de una vez
pensé en desnudarme delante de ellos para ver si así conseguía una reacción. Un
gesto. Un grito. Una palabra. Nada. Me molestaba su indiferencia. El hecho de
ser un becario me convertía en invisible y, a veces, me sentía capaz de
atravesar las puertas cerradas y las paredes.
Hoy,
ojeando un periódico antiguo, lo he comprendido todo al ver mi esquela
publicada en la página treinta y tres.
Dentro del tema del mes
En homenaje a los periodistas caídos en la labor y como critica a la censura
La nota de mañana
Por Emilio Flores
Son las once de la noche, un comando armado me intercepta; soy subido a un vehículo, mientras me preguntan donde trabajo, viene a mi mente porque estoy aquí, que les digo; cuando siento el primer golpe; respondo soy periodista, mientras revisan mi bolsillos y me despojan de mis pertenencias, preguntan a que te dedicas, escribo notas para un periódico, vuelven a preguntar pero que haces, respondo ya te lo dije escribo notas, para quien; vuelven a preguntar, respondo mientras repiten una y otra vez las dosis de ánimo para responder con violentos puñetazos a mis costillas, ya te dije y ahí tienen mi credencial. Mientras esto sucede recuerdo bien a Rabasa al que leí en mi infancia como, quien tuvo mayor influencia sobre mi vida, por los inesperados caminos del azar, no pude desviar mi itinerario y me enrole al periodismo, aquí estoy aun vivo por el momento.
Mientras se ensañan con mi humanidad, ya no me quejo; el dolor es imperceptible, mientras se adentran por una brecha oscura y desierta, se escuchan en sus radios, órdenes de su jefe, no las entiendo, probablemente me he bloqueado, por mi mente pasa lo que tenazmente busque, siempre pensé ser mediador entre los generadores de noticia y la sociedad, un divulgador de ideas y pensamiento, de las acciones que transitan por este mundo globalizado.
Pero por el escenario convulso en el que vivimos, la divulgación de ideas va en detrimento de la prensa y también de la percepción de lo que nos rodea, pues ahora se busca vehemente y obsesivamente controlar el flujo de la información, lamento que se haya disipado ese cuarto poder del que hablaba mi ilustre tocayo hace dos siglos.
Estoy fuera del auto, suenan disparos, creo que esta vez no seré el mediador sino la noticia.