Reflexiones sobre la propiedad cruzada de medios

Espejeos Mediáticos

  • La propiedad cruzada ha formado parte del desarrollo de los medios de comunicación
  • Se corre el riesgo de atentar contra la pluralidad
  • «Se argumenta que los medios no quieren arriesgar por figuras nuevas y recurren a las más conocidas por las audiencias.  Con esto las opciones se restringen a un puñado de opiniones con más coincidencias que diferencias», dice Benassini.

Fotografía: "Televisa camera 1" por Dan Sagollo @ Flickr

 Por Claudia Benassini

Durante los últimos meses ha cobrado relevancia en México el debate sobre la propiedad cruzada de medios. Se trata de un fenómeno que describe las maneras en que los propietarios-concesionarios de medios impresos y electrónicos participan en diversos medios. Un fenómeno que, adicionalmente, no está regulado y con ello contribuye al incremento de la concentración de los canales de información y comunicación. El asunto se ha discutido recientemente en diversos foros con especial referencia a las telecomunicaciones cuyos órganos reguladores, especialmente la Cofetel, no contempla las propiedades cruzadas para la asignación del espectro[1].  Sin embargo, no se trata de un escenario reciente en los medios mexicanos. El resto de este espacio se destinará a dar cuenta de sus antecedentes y desarrollo, para finalizar con una reflexión sobre sus implicaciones con énfasis en la pluralidad de ideas.

 

Antecedentes: algunos ejemplos

En México la propiedad cruzada de medios se inició prácticamente con los medios de comunicación. Basta recordar a José García Valseca, incursionó en la empresa periodística desde la década de 1930. Sin embargo fue durante los cuarenta cuando construyó su emporio, conformado por una cadena de periódicos ubicados en distintas ciudades del país, además del periódico deportivo Esto, fundado en 1941. Años más tarde rebautizó unificó su cadena bajo el nombre de El Sol…, al que agregaba los nombres de las ciudades en que se ubicaba. Durante la administración del presidente Luis Echeverría la Cadena García Valseca fue estatizada debido a un adeudo de su propietario. A partir de entonces se rebautizó como Organización Editorial Mexicana (OEM) y con ese nombre fue vendida en 1975 al empresario Mario Vázquez Raña.

Años más tarde el empresario, presidente vitalicio del Comité Olímpico Mexicano, incursionó en la radio a través de ABC, que cuenta con estaciones en distintos puntos del país[2]. Un medio que desde principios de la década de 1940 dio origen a los grandes grupos que persisten hasta la fecha: Radio Fórmula –Rogerio Azcárraga Madero-, Radio Centro –familia Aguirre Gómez[3]– y Multimedios Radio –familia González- son tan sólo tres ejemplos de la concentración en el medio. Este último ha incursionado también en la prensa a través de Grupo Milenio y más recientemente obtuvo la concesión de un canal de televisión de paga para la difusión de contenidos informativos.

En este contexto, la televisión parece ser el medio más codiciado. Desde sus orígenes ha funcionado bajo un sistema similar que se inició en 1955, con la consolidación de Telesistema Mexicano, Televisa más adelante. Este grupo, junto con Televisión Azteca, concentra actualmente el 90% de estaciones repetidoras más una cadena nacional por cada grupo. A su vez, Televisa tiene intereses en la radio, la industria editorial y la televisión de paga a través de Cablevisión y SKY. Asimismo, la familia Vargas tiene la concesión del grupo radiofónico MVS y del canal 52 en sistema de televisión de paga y de MAS-TV, que busca competir con Cablevisión. Y desde hace años, grupos radiofónicos han buscado incursionar en la televisión hasta ahora sin conseguirlo[4]. En suma, la propiedad cruzada en México abarca prensa, radio y televisión. El siguiente paso natural: las telecomunicaciones.

 

De los medios tradicionales a las telecomunicaciones: una mirada

En este sentido, la televisión es el paso natural hacia las telecomunicaciones. Uno de los caminos es el triple play, es decir, la posibilidad de ofrecer paquetes que incluyan teléfono, televisión por cable e Internet. Hasta el momento Televisa, vía Cablevisión es el principal operador de estos servicios, a los que en fecha reciente se ha incorporado Grupo Azteca a través de Total Play. Hay además otros grupos menores que participan en este sector, al que recientemente se ha unido SKY, el sistema de televisión por satélite ligado a Televisa. El otro camino: la búsqueda de concesiones de banda ancha para ofrecer diversos servicios de telecomunicaciones, Internet, el más importante[5]. Uno más, la oferta de servicios vía empresas telefónicas; hasta el momento Televisa y las cableras –agrupadas en la Canitec[6]– han frenado la posibilidad de que Grupo Carso logre la modificación del título de concesión de Telmex para ofrecer televisión de paga. En otras palabras, estas modalidades de convergencia tecnológica son dictadas por los grandes grupos mediáticos y todo indica que ése será el camino cuando llegue el apagón analógico.

De lo anterior se desprende que las telecomunicaciones constituyen hasta el momento el punto culminante de la propiedad cruzada de medios. En este proceso sobresalen Televisa y Televisión Azteca. Pero es evidente que grupos mediáticos como los arriba descritos y otros más que no se han mencionado por razones de espacio está conscientes de las implicaciones de no participar en el sector. Adicionalmente, los investigadores del ramo han documentado las maneras en que el llamado duopolio de la televisión ha bloqueado la entrada de competencia en el sector e incluso buscan retirar obstáculos como el retiro de la concesión de la banda 3.5 Ghz a MVS[7].

 

Reflexiones finales

De lo anterior se desprende que la propiedad cruzada ha formado parte del desarrollo de los medios de comunicación. A partir de su consolidación en un medio, las empresas han buscado incursionar en otros. Y lo han logrado en parte porque, como se indicó al principio, no hay una legislación que marque límites a la propiedad de los medios y que propicie la competencia. En este contexto, hablamos de los mismos grupos que van tras el mercado de las telecomunicaciones para consolidar sus respectivas propiedades cruzadas de medios. Para cerrar este análisis hacemos las siguientes consideraciones:

  1. Como ya se indicó, los estudiosos del tema han dado cuenta de la excesiva concentración que prevalece al interior de los medios, sobre todo la televisión. Este escenario ha dificultado la entrada de la competencia al sector, bajo el supuesto de que la publicidad es insuficiente para anunciarse en una tercera opción televisiva. En este contexto, Televisa y Azteca han invertido sumas considerables en la actualización de sus equipos para transmisión y recepción de señales. En este sentido aventajan a cualquier alternativa que busque competir. El caso más reciente es el Canal 28 concesionado a Olegario Vázquez Raña, que se hace llamar “tercera cadena”, que también es una propiedad cruzada de medios. El motivo: cuentan con unas cuantas estaciones repetidoras dispersas en algunos puntos del país. En estas condiciones no puede haber competencia abierta con dos grupos que tienen una red nacional cada uno y otros canales de cobertura diversa.
  2. Desde luego, este escenario no ha desanimado a los propietarios de los medios a incursionar en sus respectivas propiedades cruzadas. La opción está en la televisión de paga –siguiendo el ejemplo de Grupo Multimedios– que implica la búsqueda y obtención de la concesión, la colocación en uno o más sistemas de paga y, quizá lo más importante, la búsqueda de financiamiento.
  3. La falta de competencia propicia una mala calidad en los contenidos. Se ha documentado que el mercado de la televisión de paga ha crecido de manera importante. Además, como se mencionó en el apartado previo, la opción para las propiedades cruzadas de medios está en la televisión de paga. Pero la televisión abierta cuenta con una audiencia cautiva que puede sintonizar sus canales a través de los sistemas de paga. Una mirada a los contenidos de los dos grupos televisivos da cuenta de la baja calidad de sus producciones, de la falta de alternativas en los mismos horarios y, en suma, que compiten mutuamente por conquistar a la misma audiencia.
  4. Por último, aunque no menos importante, la propiedad cruzada de medios atenta contra la pluralidad de ideas. Las mismas plumas y voces circulan indistintamente por prensa, radio y televisión abierta y/o de paga. Se argumenta que los medios no quieren arriesgar por figuras nuevas y recurren a las más conocidas por las audiencias.  Con esto las opciones se restringen a un puñado de opiniones con más coincidencias que diferencias. En resumidas cuentas, a la falta de competencia se suman la mala calidad de la oferta programática y las pocas variantes en materia de opinión. Si ante este escenario los legisladores no toman las medidas pertinentes es porque forman parte del Congreso justamente para defender los intereses de un grupo que ostenta la propiedad cruzada de medios. La telebancada, que tiende a representar los intereses de estos grupos está ahí para defender sus intereses, no los de las audiencias, las grandes perdedoras de la propiedad cruzada de medios.

 



[1] Villegas, Claudia, IQ Financiero, en Milenio Diario, 24 de mayo de 2012.

[2] Su hermano Olegario, presidente del Grupo Ángeles también ha incursionado en los medios a través del periódico Excélsior, el grupo radiofónico Imagen –dos estaciones en frecuencia modulada- y el canal 28 de televisión abierta.

[3] El iniciador de Grupo Radio Centro fue Francisco Aguirre; desde su muerte ha sido manejado por sus hijos, quienes se han encargado de ampliar el número de estaciones que conforman el grupo.

[4] Por ejemplo, la familia Aguirre participó en la subasta de Televisión Azteca, finalmente otorgada a Ricardo Salinas Pliego. Además de participar en el mercado televisivo, los Aguirre buscaban recuperar el Canal 13, concesionado a su padre en 1968 y vendido a Somex cuatro años después. Otro ejemplo: Clemente Serna, cabeza visible de Radio Programas de México, quien hasta la fecha se ha quedado en el camino.

[5] Por ejemplo, MVS tiene la concesión de la banda 2.5 Ghz, que recientemente le fue revocada y entró a un litigio. Para más información sobre los argumentos de la empresa véase http://www.mvs.com.mx/inicio

[6] La Cámara Nacional de la Industria de la Televisión por Cable, estrechamente ligada a Televisa dada su participación en el sector.

[7] De acuerdo con los argumentos de MVS, Televisa estaría involucrada en el retiro de la concesión.

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3 comentarios a este texto
  1. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Espejeos Mediáticos La propiedad cruzada ha formado parte del desarrollo de los medios de comunicación Se corre el riesgo de atentar contra la pluralidad “Se argumenta que los medios no quieren arriesgar por figuras nueva……

  2. Excelente artículo!! La propiedad cruzada de medios es un feudo que impide escuchar y lo peligroso es que las legislaturas son obedientes a sus agendas temáticas, que no son lo único que hay que atender en este país. ¿Cuándo estará en agenda el tema del agro y la sustentabilidad? ¿Cuándo hablaremos de políticas regionales diferenciadas para tender sequías? ¿Cuándo se retomará la estrategia de fomento a mercado interno y plataforma de exportaciones? ¿Tendremos que esperar a que «los medios» lo consideren importante?

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