Saldos de las elecciones 2012
La política en tacones
- Todos los partidos políticos deberán hacer un análisis exhaustivo de la dinámica de las redes sociales.
- El fracaso del PAN deberá verse, entre otras cosas, bajo la lupa de la perspectiva de género.
Por Pilar Ramírez
Las postrimerías de la campaña electoral 2012 dejan al descubierto interesantes saldos que deberán ser tomados en cuenta por los partidos políticos y por la ciudadanía, pues la vida política no concluye con una campaña, por muy cargada que esté de oportunidades y decisiones importantes, como la de este año. Son lecciones de la cultura política mexicana que a veces muestra una evolución sorpresiva y otras exhibe prácticas viejas, anquilosadas y anacrónicas.
La sociedad mexicana se mostró temerosa del cambio. Según datos de José Antonio Crespo, 70% del electorado rechazaba la permanencia del PAN en el poder, mientras 60% no deseaba el retorno del PRI, no obstante lo cual, tampoco se aventuró con la opción de la izquierda y prefirió una alternancia con lo conocido. Esta es una lección que deberá revisar en forma especial la izquierda mexicana y tomar decisiones congruentes con esta característica del electorado, si logra establecer acuerdos mínimos que le permitan márgenes aceptables de acción que la muestren ante la ciudadanía con una unidad y congruencia aceptables.
Esta resistencia a tomar riesgos estuvo sin duda alimentada por la siniestra campaña negativa del PAN que intentó atajar en todo momento la reflexión del electorado con una oferta mediática plagada de mentiras y determinismos que a fuerza de repetición se convertían en opiniones políticas y premisas para elegir al calor de una frase emotiva. Ésta forma de conducir las campañas es un asunto sobre el cual se debe pensar ampliamente. ¿Este tipo de campaña es compatible con la prohibición de los actos que generen presión o coacción a los electores que establece la ley electoral? ¿Se puede sostener que los partidos políticos son realmente entidades de interés público cuando impiden el crecimiento político de los ciudadanos? ¿Puede considerarse parte de la formación política que en teoría debe impartir un instituto político? También corresponderá al siguiente Congreso discutir los procedimientos para hacer valer la obligación que tienen los partidos de abstenerse de propaganda o expresiones que denigren a instituciones, partidos y personas, porque la autoridad electoral actúa con tal lentitud en estos casos, que el PAN siguió la conseja “denigra que algo queda” en lo que se determinaba la validez o nulidad de su propaganda.
El fracaso del PAN deberá verse, entre otras cosas, bajo la lupa de la perspectiva de género. Un partido político donde esta perspectiva está ausente, cuyos gobiernos aplicaron políticas contrarias a los derechos de las mujeres y legisladores que promovieron iniciativas lesivas a las población femenina, algunas veces en franco desacuerdo con los compromisos internacionales que ha suscrito México, no podía esperar el voto femenino sólo con una conminación emotiva para lograr el voto de las mujeres hacia una candidata. Si el PAN intenta su reconstitución, así sea por el pragmatismo que le ha caracterizado en los últimos años, deberá reconsiderar su postura hacia los derechos femeninos y entender que la lucha de las mujeres es por la igualdad.
Todos los partidos políticos deberán hacer un análisis exhaustivo de la dinámica de las redes sociales. No pueden abordar a los usuarios de internet como si se tratase de los espectadores tradicionales de la televisión. El tratamiento de las redes sociales por parte de los partidos políticos fue tímido y demostró desconocimiento y falta de pericia para manejarse frente a esta nueva ciudadanía, que tiene una forma diferente de comunicarse.
Cada acto de gobierno deberá tener en cuenta que los ciudadanos han ido madurando la idea del poder de su voto, lo cual quiere decir que el brío que cobró el PRI en esta elección puede caerse estrepitosamente en la siguiente si el electorado se siente defraudado. Haber alcanzado la alternancia hace doce años no fue suficiente para que la ciudadanía le permitiera al PAN permanecer en el poder. La rebelión ciudadana que significó echar al PRI de Los Pinos no fue suficiente para aguantar un gobierno federal más vestido de azul. En síntesis, el poder es volátil, si se le quiere conservar no puede ser con una cuenta de muertes que parece interminable, tampoco con un desprecio por los gobernados como el que mostró el gobernador de Jalisco, porque a los ciudadanos se les podrá olvidar si un funcionario no cumplió el compromiso 512 pero no olvidarán que su gobernador se las mentó por objetar la forma imprudente en que se gasta los recursos públicos; la histórica mega mentada contra el gobernador Emilio González Márquez, inscrita en el Récord Guiness, sólo fue el preámbulo de la derrota del PAN en Jalisco.
Todavía quedan pendientes asuntos importantes para dar por concluida la campaña electoral 2012. Uno de ellos es la confiabilidad de las autoridades electorales con la revisión de los casos impugnados; si pasan esta prueba, la sociedad mexicana habrá dado un paso importante hacia adelante en la construcción de su democracia y el gasto de recursos podrá adquirir un sentido positivo.
ramirez.pilar@gmail.com
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