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BOTICA R184

Reportero

Reportero (Photo credit: Achifaifa)

Por Jorge Meléndez Preciado

Concurrencia

Diversas organizaciones internacionales coinciden, de diferente manera, la protección a los informadores mexicanos es un cuento no obstante las varias  instituciones que se han creado. La Fiscalía que ha cambiado de de jefe y actualmente la dirige una mujer, simplemente es una nulidad que ni siquiera da la cara a quienes reclaman por compañeros asesinados. Las otras agrupaciones, de la PGR a la secretaría de Gobernación, no hacen más que declaraciones absurdas y quienes las integran, viajan a diferentes reuniones para decir falsedades y tratar de hacer de la mentira su razón última. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), dice que las leyes para cuidar a los reporteros es simplemente letra muerta. El respetado medio The Guardian insiste que los homicidios de compañeros ni siquiera conmueven a la autoridad. Y si además sabemos que en México no se combate la tortura, sino más bien se defiende a los abusadores, sabremos porque las cifras de caídos- hay varias, según el medio- van en aumento. Recientemente ultimaron en Tijuana, BC (el cual se presumía como un lugar más seguro), a Ramón Abel López, del sitio “Tijuana Informativa”. Lo secuestraron delante de varios compañeros y tengan la seguridad que ni siquiera habrá investigación al respecto, ya que a ninguna autoridad le preocupa el asunto o tiene miedo averiguar. Pero eso sí, Felipe Calderón, e incluso Enrique Peña, irán presumiendo que hay libertad de información en nuestro país, claro, hasta que los elogios se conviertan en reclamos, algo que ya empiezan a efectuar  aquellos medios afines al panista que ya lo notan  débil y de salida. Hay un esfuerzo de los periodistas por organizarse en los últimos años. Eso y no otra cosa permitirán que  mediante supervisión y reclamos pueda haber menos impunidad. Esperar que la solución venga de arriba, es siempre vana ilusión.

Buen inicio

Una jornada internacional de quienes están contra los recortes presupuestarios- que afectan a  la mayoría y no a los tiburones financieros- se llevó a cabo el 13 de este mes. Hubo desde cacerolazos- símbolo de la derecha contra Salvador Allende y ahora utilizado por los rebeldes- hasta plantones y enfrentamientos con los policías. Es cierto que en ocasiones la protesta fue limitada, pero  empieza a prender un movimiento el cual  impulsan ampliamente los jóvenes (sin futuro), y  al que se sumarán todos aquellos que no tienen más que sus cadenas, pues  nunca serán ciudadanos. Y en el mismo  participarán, no lo dude, informadores que ven cerrar sus fuentes de empleo o trabajan recibiendo cobros ridículos.

Más pronto de lo que se esperaba

En Morelos las protestas de reporteros se hacen presentes. Lo mismo porque se agredió al Sol de Cuernavaca (informa la Casa de los Periodistas) que por la represión  a diversos compañeros que fueron a cubrir una protesta de ciudadanos a las afueras del Congreso Local de esa entidad.  La actual administración de Graco Ramírez tiene pocos días y no ve la suya.  (Por cierto, en Veracruz, Javier Duarte, regañó a diversos  periodistas extranjeros, según éste, porque hablan mal del estado donde se han asesinado a más periodistas en los últimos años).

Buque que se hunde

Son tan graves los problemas del diario El País que se pretende liquidar a la tercera parte de su personal y mediante pagos recortados sacar a los mayores de 55 años. Mientras eso sucede, uno de los directivos, Juan Luis Cebrián, se embolsa decenas de millones de euros al año. Y otro, Javier Moreno, quiere con mano de hierro resolver las cosas. La Revista Semanal de El País ha enflacado como si tuviera cáncer. La situación, desgraciadamente, empeorará.

Dos

Isabel Arvide escribe: Mis generales (Temas de hoy). Ella, es cierto, ha tratado en la intimidad a una buena cantidad de esos señores de la guerra. En la contraportada lo dice muy bien y recio. El libro ha causado gran molestia en cuando menos un ex secretario de la Defensa, me aseguran. Manuel de autoprotección para periodistas de Andrés A. Solís Álvarez (del propio autor), es una pequeña gran obra que se pregunta al inicio por qué hacer este libro, y desarrolla correctamente los peligros del reportero y cómo enfrentarlos; indispensable hoy.

jamelendez44@gmail.com

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