Regularían sets callejeros

Cineadictos

Alejandro Novel Orozco
Colaborador de la publicación Cineadictos que edita la FES- Acatlán

Una nueva ley ronda a la cinematografía en México, se trata de la propuesta presentada a mediados de septiembre de este año en la Asamblea Legislativa del DF por los diputados del PRD, Tomás Pliego y Mauricio Toledo, con objeto de regular las filmaciones en la capital del país, la cual podría servir para poner orden a los sets en vía pública.

Añejo es el problema que enfrentan los realizadores de cine para echar a andar alguna filmación, siempre sujetos a interpretaciones del uso de vía pública por parte de autoridades delegacionales, quienes manejan este asunto con formas y tarifas diferentes, e incluso a la voluntad de policías preventivos, quienes no han desaprovechado el vacío legal y la inexistencia de un órgano específico designado para llevar a cabo el trámite de permisos y avisos para filmar y, en múltiples ocasiones, han extorsionado a cineastas y a cualquier tipo de realizadores de audiovisuales.

Bien sabemos que los equipos de filmación en la calle, por pequeños que éstos parezcan, sí representan complicaciones viales e infinidad de molestias para los vecinos, porque los camiones de escenografía, vestuario, iluminación, maquillaje, camerinos, equipo de producción, almacén, comedor y todos los vehículos que transportan a quienes participan en un rodaje, hacen uso de los estacionamientos disponibles y su permanencia se vuelve literalmente “insoportable”, no importa si quedan sólo un día o, como ocurre en producciones de mayor presupuesto, durante semanas.

El hecho es que ahora en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se han interesado en dar protección legal a los cineastas para evitar que pierdan miles de pesos en caso de una cancelación por culpa de asuntos burocráticos, pues se han registrado casos en los que aunque se cuente con los permisos necesarios, se les ha impedido realizar los rodajes de películas o grabaciones de comerciales y series de televisión.

Ha pasado el tiempo límite en que los diputados anunciaron que la “ley de filmaciones” sería aprobada en la Asamblea Legislativa del DF, con objeto de que entrara en vigor a partir de enero de 2009, y todo indica que los demás diputados no consideran que es prioritaria su aprobación pues, además, debemos recordar que, por iniciativa de productores y diversas personas involucradas en el cine, como la Asociación Mexicana de Filmadoras, se viene gestionando un ordenamiento jurídico desde septiembre de 2007, pero que no fue sino hasta un año después cuando la presentaron como anteproyecto de ley.

De concretarse, la ley de filmaciones ayudaría mucho a los que hacen cortos, largometrajes y todo tipo de audiovisuales en la vía pública, pero de no afianzarse, sólo quedará en buenas intenciones, al igual que ha ocurrido, hasta ahora, con la iniciativa de la misma bancada perredista para crear un nuevo fideicomiso de apoyo a la producción, distribución, exhibición o promoción del cine nacional; de crear un festival de cine en la Ciudad de México para impulsar la promoción de películas del país y regresar la exhibición cinematográfica a todos los sectores de la sociedad.

En las páginas de CineAdictos, hemos señalado en varias ocasiones la necesidad de contar con leyes que realmente incentiven la producción de películas, que den al cine mexicano más espacios en las salas y una competencia más equitativa ante el aplastante sistema de distribución y exhibición del cine de Estados Unidos; por ello la importancia de destacar que esta propuesta es, aunque mínima, un buen paso para crear condiciones que realmente obliguen a quienes gobiernan este país a poner más atención en la industria cinematográfica.

Si se legislara adaptándose a lo que realmente se necesita para ser competitivos, en cuanto a la regulación de filmaciones en vía pública, se crearía una comisión de filmaciones del DF, a cargo de la Secretaría de Cultura, con el fin de incentivar y regular la industria audiovisual, la cual contaría con una ventanilla única encargada de emitir permisos normales, urgentes y para modificaciones de escenas, sin necesidad de pasar por toda la burocracia que actualmente afecta las filmaciones. Si los cineastas, nacionales y extranjeros, se sienten seguros filmando en México, esto redundará en una buena imagen, en un apoyo para atraer turismo y generar empleos. Para quien lo dude, baste recordar la gran cantidad de películas y programas que se realizan en la ciudad de Nueva York, lo que es un factor determinante para llevar visitantes a la “Gran Manzana”.

Acabar con vacíos jurídicos, corrupción y exceso de trámites, unificar cuotas y costos por rodar o grabar en calles, avenidas y parques, en el Metro o cualquier transporte público, eliminar la duplicidad de petición de permisos o la necesidad de autorizaciones para estudiantes con fines académicos, periodistas para la realización de reportajes o documentales y de turistas que quieran captar imágenes de la capital, o de cualquier escenario del país, generará una mayor y mejor visión de México.

Los productores, además de apoyos económicos y morales por parte de las diferentes instancias de Gobierno, requieren estímulos e incentivos fiscales, ser bien tratados y que se respete su trabajo. Por ello es buena la propuesta de que los permisos de filmación en la vía pública sólo les cuesten entre 500 y cinco mil pesos, dependiendo del lugar que elijan, y también que se contemplen multas de 100 a 500 días de salario mínimo para aquellos que no sigan las reglas y violen las normas para filmar en vía pública.

El artículo anterior se publicó originalmente en Cineadictos
y debe de citarse de la siguiente forma:

González Orozco, Novel Alejandro, «Regularían sets callejeros»,
en Cineadictos, Num. 79, noviembre, 2009.

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