Precursores del cinematógrafo
Cineadictos
Novel Alejandro González Orozco
Colaborador de la publicación Cineadictos que edita la FES- Acatlán
Antes de que existiera el cinematógrafo hubo inventores que intentaron crear mecanismos para reproducir imágenes en movimiento. La invención del cine fue la culminación de un largo proceso de experimentación sobre la obtención de vistas del mundo real, la proyección y la persistencia de la visión en la retina.
Desde el punto de vista científico, el cine se desarrolló antes de que sus posibilidades artísticas o comerciales fueran conocidas y exploradas. Uno de los primeros avances científicos se dio con las observaciones de Peter Mark Roget, secretario de la Real Sociedad de Londres que, en 1824, publicó un importante trabajo sobre la persistencia de la visión ante los objetos en movimiento, y quien estableció que el ojo humano retiene las imágenes durante una fracción de segundo después de que deja de tenerlas delante. Fue un descubrimiento que estimuló a otros científicos a investigar y demostrar este principio.
La obtención de imágenes se basa en el principio de la cámara oscura desarrollada en el siglo XVI con relación a la perspectiva renacentista, y los sistemas de proyección en la Linterna Mágica con la que Athanasius Kirscher proyectaba transparencias fijas. En 1798 Etiènne Robertson la usó para proyectar sus fantasmagorías y en la época victoriana se convirtió en juguete de niños.
Tanto en Estados Unidos como en Europa realizaron experimentos al animar gráficos dibujados a mano como forma de diversión. Se descubrió que si 16 imágenes de un movimiento, que transcurre en un segundo, se hacen pasar sucesivamente también en un segundo, la persistencia de la visión las une y hace que se vean como una sola en movimiento.
A parte de la evolución de estos experimentos, se inventaron mecanismos para simular el movimiento de la realidad. Los aparatos fueron: Fenakitoscopio, Estroboscopio, Taumátropo, Zoótropo, Praxinoscopio, Zoopraxiscopio y el Teatro Óptico.
No obstante estos inventos, seguía pendiente el problema de fijar las imágenes obtenidas, lo que no se logró sino hasta 1827 con Nicéphore Niépce, quien logró captar una imagen fotografiada sobre una plancha de zinc impregnada con alquitrán, el cual, al exponerlo a la luz se endurecía y las partes restantes se eliminaban con aceite de lavanda y petróleo.
En las décadas de 1870 y 1880 los procedimientos fotográficos se fueron perfeccionando, permitiendo sacar fotos en menos tiempo y en soportes más flexibles.
El análisis fotográfico del movimiento se desarrolló en las siguientes etapas: En 1872, Eadweard Muybridge descompuso el movimiento de un caballo a galope mediante 24 cámaras alineadas. En 1874, Jules Jansson registró el movimiento de los planetas con su revólver fotográfico y, en 1882, Etiènne Jules Marey estudió el vuelo de las aves con su fusil fotográfico. La unión de fotografía, análisis del movimiento y sistemas de proyección facilitó la aparición del cine.
Conozcamos a grandes rasgos los aparatos que fueron precursores del cinematógrafo.
Fenakitoscopio. Juguete, inventado por Joseph-Antoine Ferdinand Plateau, para demostrar su teoría de la persistencia retiniana en 1829. Consiste en varios dibujos idénticos, en posiciones ligeramente diferentes, distribuidos por una placa circular lisa. Cuando esa placa se hace girar frente a un espejo, se crea la ilusión de una imagen en movimiento.
Estroboscopio. Fue creado por Simon von Stampfer, y permite visualizar un objeto como si estuviera parado o girando muy lentamente. Está dotado de una lámpara, normalmente de descarga gaseosa de xenón, similar a las empleadas en los flashes de fotografía, con la diferencia de que en lugar de uno sólo, emite una serie de destellos consecutivos y con una frecuencia regulable, ello permite ver objetos moverse lentamente.
Taumátropo. También llamado Rotoscopio, es un juguete que se le atribuye a John Ayrton Paris. Consiste en colocar dos imágenes sobre una placa circular oscura, cada una a un lado, y hacer rotar el círculo mediante dos cordeles situados en ambos costados. El giro produce, por la persistencia retiniana, la ilusión de que ambas imágenes están juntas.
Zoótropo. Es una máquina estroboscópica compuesta por un tambor circular con unos cortes, a través de los cuales mira el espectador para que los dibujos dispuestos en tiras sobre el tambor, al girar, parezcan en movimiento. La serie de dibujos impresos en sentido horizontal en bandas de papel eran colocadas en el tambor giratorio montado sobre un eje; en la mitad del cilindro, una serie de ranuras verticales permitían que, al girar el aparato, se percibieran las imágenes en movimiento. Un ingenio algo más elaborado era el praxinoscopio, del inventor francés Charles Émile Reynaud.
Praxinoscopio. El espectador mira por encima del tambor, dentro del cual hay una rueda interior con unos espejos formando un ángulo y que reflejan unas imágenes dibujadas sobre tiras de papel situadas alrededor.
Zoopraxiscopio. Fue creado por Eadweard Muybridge en 1879. Proyectaba imágenes situadas en discos de cristal giratorios en una rápida sucesión para dar la impresión de movimiento. En el primer proyector, las imágenes eran pintadas en el cristal como siluetas; una segunda serie de discos, realizados entre 1892 y 1894, usaba dibujos perfilados impresos en los discos fotográficamente y coloreados a mano. Algunas de las imágenes animadas eran complejas, incluyendo múltiples combinaciones de secuencias de movimientos de animales y humanos.
Teatro Óptico. Lo desarrolló Émile Reynaud, basándose en el praxinoscopio, que permite ofrecer un espectáculo a partir de la proyección de dibujos animados móviles, dispuestos en una banda flexible provista de perforaciones que discurren con una frecuencia de 15 imágenes por segundo frente a un sistema de lentes e iluminación.
Linterna Mágica. Aparato que proyecta sobre un lienzo o pared una serie de figuras pintadas en vidrio, similar a un aparato actual para transparencias.
El artículo anterior se publicó originalmente en Cineadictos
y debe de citarse de la siguiente forma:
González Orozco, Novel Alejandro, «Precursores del cinematógrafo»,
en Cineadictos, Num. 75, septiembre, 2008.
