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Ley Federal de Telecomunicaciones: ¿Qué sigue?
- Recuento sobre lo que se aprobó en la Cámara de Diputados, los inconformes y los pendientes.
- «No queda claro cuál será del destino de las docenas de canales que saldrán de las frecuencias asignadas a Televisa y Azteca por vía de la digitalización del medio. La propuesta no dice nada al respecto. Quizá ahí esté una parte del arreglo…», dice Benassini.
Por Claudia Benassini F.
El jueves 21 de marzo se aprobó en la Cámara de Diputados la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones. En un par de ocasiones he expresado en este espacio mi escepticismo ante este escenario que se incrementa a partir de la aprobación. Más de 400 legisladores aprobaron la iniciativa, a la vez que desecharon los mas de 90 artículos reservados para su discusión en el pleno. Contra todos los pronósticos, la llamada Telebancada tuvo que esperar a otra ocasión para mostrar el músculo. Únicamente las fracciones del Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano así como una pequeña fracción del PRD mostraron su descontento. La propuesta pasó la primera aduana; sigue la discusión y aprobación en el Senado y lo mismo en los 32 congresos locales toda vez que la iniciativa implica modificar siete artículos de la Constitución.
¿Qué se aprobó?
De entrada, todo indica que tendremos dos nuevas cadenas privadas y una pública; un Instituto Federal de Telecomunicaciones; 100% de inversión extranjera en el sector y acceso masivo a Internet. Asimismo, a través del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) se asignarán, refrendarán y revocarán las concesiones de radio y televisión; se buscará evitar la concentración –también en telefonía- y, a través de la Comisión Federal de Competencia Económica se combatirán los monopolios. Asimismo, el Instituto también fijará la dominancia en estos sectores, que deberán desincorporar los respectivos activos. En resumidas cuentas, estamos frente cambios trascendentales en materia de telecomunicaciones: un nuevo escenario en toda la palabra.
Los inconformes.
En este contexto, la semana pasada comentábamos sobre las reservas del empresariado frente al proyecto. Reservas que se han incrementado después de su aprobación. Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, afirmó hace un par de días que el organismo que preside estará atento al cumplimiento de la ley. Ya no se habló de ñáñaras, aunque sí de recelo para invertir. Adicionalmente, en días pasados los diputados que no pudieron presentar sus artículos reservados expresaron también su desacuerdo frente a lo aprobado. También denunciaron los acuerdos entre PAN, PRI y una fracción del PRD que ya tendrían planchada la reforma y así la llevaron al pleno. De cualquier manera, vistas las cosas desde este ángulo, la mayoría parece estar de acuerdo con lo aprobado en San Lázaro.
Los pendientes.
Dos son los asuntos pendientes en este momento. El primero, el proceso de discusión y aprobación de la Ley Federal de Telecomunicaciones. El segundo, la aplicación de la iniciativa aprobada. Con respecto al primer punto, hace un par de semanas Jorge Meléndez Preciado comentaba en este espacio que “sabemos que el asunto no es tan sencillo, porque del proyecto elaborado por los miembros del Pacto por México a la aprobación por los congresos estatales y nacional hay que pasar varias aduanas, no muy sencillas ya que esos poderes fácticos tienen peso en todos lados. Y no darán su brazo a torcer fácilmente, aunque la mayoría festeje el asunto”. Ya se pasó la primera aduana, pero estas afirmaciones –escritas antes del 21 de marzo- siguen teniendo vigencia.
Con respecto al segundo pendiente, la puesta en práctica de la iniciativa, podrá argumentarse que todavía falta tiempo para iniciar las actividades correspondientes. Ni tanto, quizá durante la segunda mitad del año comenzaremos a ver las primeras medidas. En este contexto, llama a suspicacia le letra chiquita, la parte del acuerdo que no entendemos hasta que lo vemos en los hechos. Algo así como el desencanto de los legisladores que no tuvieron oportunidad de presentar sus reservas al pleno. Claro que es mucho más complejo.
¿Cómo se estructurará el Ifetel? Porque todo indica que el personal de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) se trasladará al nuevo Instituto, salvo los comisionados y los titulares de mandos medios. ¿Cómo se designará a los consejeros? Porque todo indica que deberán cubrir una serie de requisitos. Pero si la decisión pasa por el Congreso, hay el riesgo de que los partidos –algunos en connivencia con las televisoras- se repartan el pastel, como ha sucedido con el IFE y se busca hacer con el IFAI. La perversión de las instituciones. Y lo que falta en materia de licitación de las dos cadenas, la licitación para la explotación de las bandas de 700 Mhz y 2,500 Ghz, y los criterios para la entrada del capital extranjero en el sector. Y lo que se añada.
Epílogo: Las reacciones de los aludidos.
Sorprende, en este contexto, la bienvenida a la competencia por parte de Emilio Azcárraga Jean, de la que nos ocupamos hace dos semanas. Ricardo Salinas Pliego se ha mantenido en el silencio. Carlos Slim no ha sido muy prolífico en declaraciones aunque todo indica que ha dado el visto bueno a la propuesta, con todo y la feroz caída de las acciones de América Móvil en la Bolsa Mexicana de Valores. Pero para contentarse adquirió los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 y los de Brasil dos años más tarde. Pero el silencio y la complacencia suenan más a un reacomodo de sus intereses que a la pérdida de espacios. Como ya habíamos soslayado, Azcárraga ingresará a la telefonía y seguramente Slim a la televisión. Habrá nuevos tiradores a los que les tomará tiempo ingresar a la televisión y compartir el pastel publicitario con Televisa y Azteca.
En este contexto hacemos la última reflexión. En la página 42 de la iniciativa se indica que la transición digital terrestre terminará el 31 de diciembre de 2015. Y se añade que “Los concesionarios y permisionarios están obligados a devolver, en cuanto culmine el proceso de transición a la televisión digital terrestre, las frecuencias que originalmente les fueron concesionadas por el Estado, a fin de garantizar el uso eficiente del espectro radioeléctrico, la competencia y el uso óptimo de la banda de 700 MHz”. Es decir, devolverán las llamadas señales espejo con las que hicieron las pruebas para la transición a la televisión digital. Pero no queda claro cuál será del destino de las docenas de canales que saldrán de las frecuencias asignadas a Televisa y Azteca por vía de la digitalización del medio. La propuesta no dice nada al respecto. Quizá ahí esté una parte del arreglo…
Información Bitacoras.com…
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