Ideas periodísticas
- Colección de ideas y reflexiones del ejercicio periodístico expresadas por cuatro artesanos de la tecla informativa: Manuel Buendía, Victor Roura, Manuel Blanco y Edmundo Valadés.
Por Omar Raúl Martínez
Publicado originalmente en RMC 69
Habida cuenta de que mayo y junio abrigan fechas que tienen por destinatario al periodismo y a sus hacedores (mayo 3, Día Internacional de la Libertad de Prensa; 24, natalicio de Manuel Buendía; 30, asesinato del autor de “Red Privada”; junio 7, Día de la Libertad de Expresión), en esta oportunidad ofrecemos a nuestros lectores una crestomatía de ideas y reflexiones en torno a facetas variopintas del ejercicio periodístico expresadas por cuatro artesanos de la tecla informativa: Manuel Buendía, Victor Roura, Manuel Blanco y Edmundo Valadés, cuya sustancia cruza los recovecos e intersticios que le dan alma a su vocación.
He aquí, pues, una serie de trazos reflexivos a manera de decálogos mínimos para nuestro periodismo…
Manuel Buendía
- El periodismo es definitivamente una forma de poder. Los periodistas podemos inducir y modificar ciertas conductas sociales, del gobierno y de los grupos políticos. Influimos en los mecanismos de la sociedad. Ejercemos un poder. Nada más que yo me preguntaría, como otros que lo han preguntado antes: ¿quién diablos nos dio ese poder? ¿Lo tomamos por asalto? ¿Lo heredamos?
- Es preciso reconocer un hecho ineludible: la pasividad de los lectores de periódicos sin duda ha contribuido a bajar aún más los niveles profesionales del periodismo y en ciertos casos a envilecerlo.
- Periodista que diga que no es vanidoso, una de dos: o no es periodista o está mintiendo. Y claro, instalados en la autocomplacencia no nos damos cuenta de que nuestros conocimientos, nuestras técnicas de investigación y de redacción se van quedando atrás, van siendo obsoletas, no nos damos cuenta tampoco de que comienza a formarse en nuestro espíritu una herrumbre.
- En realidad, nada nos acerca más al ridículo que pavonearnos con la idea de que ya lo sabemos todo y que nada ni nadie nos puede enseñar algo nuevo, interesante y útil para hacernos mejores practicantes del oficio.
- El periodista debe fijarse como inspiración o como lema el ser distinto y mejor en cada amanecer. Tiene que cambiar, tiene que modificarse constantemente. El estancamiento, así ocurra a una edad temprana, es el mejor signo de la caducidad y de la muerte.
- Los tres males del periodismo mexicano son la impunidad, la solemnidad y la mediocridad. Quizás esta última sea uno de los peores, junto con la corrupción y la baja calidad profesional de muchos periodistas.
- No basta con “querer” ser periodista; es necesario, absolutamente imprescindible, que se tengan aptitudes reales.
- El periodismo es esencialmente información. Por tanto, el periodismo es un instrumento de la comunicación social y, en consecuencia, es parte de la política.
- Es verdad, una triste verdad, que el sistema ha concedido privilegios a ciertos periodistas que han estado dispuestos a tomarlos, o servirse de ellos, para vivir y medrar, y para desertar de sus deberes sociales.
- Hablar de ética entre nosotros los periodistas es como mencionar el cilindro: casi todos afirmarían que lo pueden tocar, pero no muchos se ofrecerían como voluntarios para cargar con él.
Víctor Roura
- Hay periodistas que guardan en la cartera su libertad de expresión.
- Hay límites en el periodismo: los que imponen los cuadros directivos. Y hay tabúes también: los que imponen los propios prejuicios, la fe religiosa, los intereses políticos.
- Cuando por fin obtuvo su libertad de expresión, no supo qué hacer con ella.
- El periodismo cultural es eminentemente político.
- No es periodista aquél que dice la verdad, sino el que sabe cómo decirla.
- La práctica delinea al periodista, no lo hace.
- La libertad de expresión es un asunto de crítica y autocrítica personales.
- Todos son capaces de coordinar las páginas que no son las suyas, de mejorar el diseño, de dar órdenes de información precisas, de corregir textos ya editados, de disciplinar a los reporteros de otras áreas, de dirigir incluso el periódico mejor que el propio director: no hay mejor director, pues, que el que aún no lo es.
- La prensa es una mentira de la literatura.
- La prensa no es el cuarto poder. El poder de cuarta, tal vez.
Manuel Blanco
- En el vasto mundo de la información es importante lo que se diga, pero asimismo el cómo se diga.
- El saber mirar y saber escuchar es la regla de este penoso pero muy noble ejercicio.
- Forzado a desempeñarse entre la novedad y la rutina, el reportero difícilmente tiene la posibilidad de una verdadera elección.
- Redactar, definitivamente, no es transcribir. Tampoco es la reducción de un texto en los términos estrictos de aquella gramática aprendida y memorizada en la escuela primaria. Redactar es traducir.
- Las prisas y las carreras nunca justifican el desaliño.
- El oficio también es corruptor y complaciente con aquellos que están dispuestos a aceptarlo todo.
- En el mundo a veces solemne pero siempre irreversible de la información, lo que no se vale es llegar tarde.
- El reportero que empieza tiene que aprender a descubrir una verdad subyacente: que necesita ganarse su libertad por cuenta propia.
- El de la escritura es un oficio que se aprende todos los días y nunca lo termina uno de aprender.
- 10. El periodismo puede ser y de hecho es, en lo cotidiano, una búsqueda afanosa y constante, y una práctica de la libertad.
Edmundo Valadés
- La tarea del reportero es interpretar, simplificar y popularizar.
- Cualquier cosa que haga a la masa reír, llorar o vitorear es noticia.
- La clave de la noticia política es buscar su significado.
- El periodismo idiomáticamente es un obstáculo para la literatura.
- El mundo entero es un escenario, y los hombres y las mujeres que se mueven en él son simplemente actores. El periódico sirve como espejo de la actuación humana de tan vasto escenario: capta y refleja el drama de la vida real.
- Un reportero alerta sabe perfectamente por instinto que la lucha por la supremacía formula una nota donde no existía ninguna.
- Las simpatías del lector responden al sufrimiento, la soledad, la impotencia o las ansiedades de los menos afortunados.
- El reportero político opera sobre realidades inconcretas, y en la política lo más importante es el significado, su repercusión y sus antecedentes. Los políticos ocultan sus verdaderas intenciones, no son sinceros, actúan casi siempre tras un camuflaje, y ante eso se corre el riesgo de equivocarse.
- La crónica recoge el ambiente de un hecho, lo pintoresco, lo vibrante, lo inusitado, según el ángulo desde el cual se coloque el periodista.
- La comedia desempeña un papel comparativamente menor pero divertido en el drama de las columnas en blanco y negro. Incidentes cómicos, relatados con maestría, añaden sal y pimienta al menú de un diario.
Las anteriores ideas fueron extraidas de los siguientes libros: Manuel Buendía en la trinchera periodística (Fundación Manuel Buendía y Universidad de Xalapa), El destino del telegrama (Ediciones del Ermitaño), Hojas de la memoria periodística (Fundación Manuel Buendía y Unidad Obrero y Socialista), y Edmundo Valadés tiene permiso (Instituto Sonorense de Cultura).