Batalla en las ondas televisivas


La globalización de la televisión sigue su expansión y nacen nuevas modalidades de luchas ideológicas, políticas, bélicas y morales centradas en torno a la información internacional.

Durante muchos años, CNN ha tenido su desarrollo internacional tanto en inglés como en otros idiomas adecuados a sus destinatarios, y hoy día sigue siendo la gran voz e imagen informativa de la interpretación desde Estados Unidos de todo cuanto ocurre en otros países. Por su padre, Al Yazira surgió con tal fuerza que se ha erigido como la intérprete árabe de los hechos que ocurren en algún país de la misma cultura. Ha sido un choque muy desigual entre ambos canales, ya que la difusión en inglés de CNN Internacional y sus recursos de cobertura satelital y otras infraestructuras son incomparablemente superiores a los de Al Yazira, que sólo emite en árabe y con infraestructuras reducidas.

Con la llegada del nuevo siglo y en particular con los ataques y amenazas del terrorismo internacional han comenzado a cambiar los planteamientos. Se han retirado las emisiones radiofónicas dirigidas desde Europa y Estados Unidos hacia los países de la ex Unión Soviética y viceversa, pero se han emprendido otros objetivos hacia los puntos geopolíticos que mayores problemas generan al asociarlos directa o indirectamente con el terrorismo y otras amenazas.

Hoy día, CNN Internacional busca un canal socio en países de culturas diferentes como la India y en especial en los países árabes para adentrarse en su población en su idioma y según su forma de vida y cultura. Al Yazira, endemoniada por la emisión de videos-proclamas de grupos terroristas árabes y de secuestrados, impulsa la estrategia de emitir en idiomas distintos del árabe y en particular en inglés para llegar más lejos y a otras culturas. De hecho, puede apreciarse cómo ha ido entrando en algunas de las plataformas europeas hasta integrarse incluso en las ofertas regionales, como ha sucedido en la propuesta que la empresa Retecal, una red privada de cable de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, ofrece a sus abonados con subtitulaciones en español. La explicación de estas penetraciones se debe a la presencia de amplios núcleos  de inmigrantes árabes en la zona correspondiente que quieren recibir información con una interpretación propia de su cultura y no sólo con la del país donde están ubicados. De esa manera, la televisión internacional establece nuevas relaciones en los procesos migratorios mundiales.

Desde América Latina, en concreto desde Venezuela con el apoyo de otros países del área, ha surgido el canal internacional Telesur, cuyo objetivo es contrarrestar la invasión de los canales de Estados Unidos, especialmente la de CNN Internacional en español. La idea no es entrar en Estados Unidos sino reducir el impacto de los canales televisivos externos e imponerse en América Latina con un filtro propio. El proyecto ha sentado tan mal en Estados Unidos que la Cámara de Representantes ha aprobado un presupuesto especial para financiar los canales de radio y televisión que emitan en español hacia Latinoamérica, en especial en Venezuela.

Junto a la batalla de ondas que mantienen estos grandes polos televisivos se planifican otras variantes. Algunos países han lanzado canales internacionales de información diseñados por algún organismo público o privado para impulsar su presencia en los demás países, con la intención de expandir su visión del mundo y la propia imagen cultural, social y comercial. Estados Unidos (CNN, CNBC y otros canales), Reino Unido (BBCWorld), Italia (RAI Internacional), España (TVE Internacional) y México (Galavisión o Canal de las estrellas) tienen canales internacionales con mayor o menor presencia en otros países, pero las nuevas relaciones internacionales atravesadas por el dinamismo de la televisión global ensayan otros enfoques más agresivos de expansión o de autodefensa frente a la penetración de otras culturas. La televisión no sólo sirve como difusión de imagen o de crisol de la realidad internacional de un país. El cambio actual se produce porque se quiere entrar políticamente en la batalla de las ondas y hacer frente a la interpretación o manipulación ajenas.

La BBC del Reino Unido lanzará en 2007 BBCWorld en árabe como contrapeso a las emisiones en inglés de Al Yazira. El objetivo es ampliar su cobertura a todo el mundo para llegar a más de 200 millones de personas de habla árabe. Se orientará a los inmigrados árabes ubicados en Europa y Estados Unidos, además de penetrar en el corazón de los países árabes. Con ello se rompe el obstáculo del idioma y se incrementa la confrontación política y cultural al promover la mirada sobre el mundo europeo y árabe desde una cultura diferente a la de los destinatarios. BBCWorl en árabe utilizará, además, una estrategia multimedia a través internet y la radio. No se busca lucro alguno sino una influencia ideológica en la opinión pública de los países árabes. De hecho, se podrá captar gratis por satélite o por algunas de las plataformas de cable de cada lugar destinatario.

Francia prepara también su canal internacional CFII (Chaïne Française d´Information Internationale) para finales de 2006, con la participación del 50% del canal público Françe Télévision y del privado TF1. Según el Gobierno, se pretende “ofrecer una información pluralista sobre la actualidad mundial prestando una especial atención a la europea y multilateral, al mismo tiempo que una obertura sobre la cultura francesa y los debates de sociedad”. Se promueve la difusión de la cultura francesa y de sus valores sobre los hechos informativos de los países destinatarios. Este canal cubrirá todo el mundo, aunque con especial interés Europa, África y Oriente próximo. Inicialmente emitirá en francés, luego en inglés y árabe y, posteriormente, en español. Para su cobertura utilizará el satélite, el cable e internet.

Russia Today prepara su emisión en inglés para llegar a Europa, Asia, África y Estados Unidos con la finalidad de dar su propia versión de lo que hoy día sucede en Rusia e interpretar, desde su punto de vista, lo que ocurre en otros países.

La batalla se produce en otros frentes con intenciones a veces muy belicosas, como está ocurriendo entre los canales árabes israelíes, recíprocamente. En las elecciones legislativas de enero de 2006 de la Autoridad Nacional Palestina se estrenaron dos proyectos televisivos; por un lado, el de Hezbolá desde Líbano con el canal Al Manara, y por otro, el de Hamás, bautizado con el nombre de Al Aqsa (denominación de una de las mezquitas de Jerusalén), con objeto de atraer a su favor las votaciones de los palestinos dentro y fuera de sus territorios.

El enfrentamiento se lleva incluso a situaciones morales, de choque de contenidos según la sensibilidad de los países o de imposiciones de la censura por parte de determinados gobiernos, como ha ocurrido con la presencia de algunos programas de TVE Internacional en Filipinas. La censura de este país prohibió a los canales locales de cable que redistribuyen TVE Internacional que emitieran, en enero de 2006, el programa Días de cine, dedicado a informar sobre estrenos y rodajes cinematográficos, por haber mostrado en ediciones anteriores “contenidos inmorales” (un manoseo de pechos) en la presentación de una película de Roman Polanski. Seis meses antes ya había sancionado a TVE y prohibido que los canales locales sintonizaran con ella.

Estos movimientos de confrontación entre países por intereses políticos y culturales para impulsar su interpretación de la realidad propia y ajena, y contrarrestar la de los demás es una manifestación de los nuevos derroteros televisivos. Constituye una batalla dialéctica que reproduce lo que ocurrió durante muchos años con la radio exterior, denominada también de ondas cortas, tanto con un objetivo bélico durante la Segunda Guerra Mundial como con un empeño de desgaste político y social del enemigo durante la guerra fría entre los dos bloques hegemónicos del poder mundial: Estados Unidos y la Unión Soviética, cada uno con la adhesión y empuje de sus países aliados. La guerra se planteó entonces mediante el discurso oral; ahora la confrontación se efectúa con toda la potencia de las imágenes televisivas reforzadas por los anclajes orales que orientan su interpretación.

Todo ello es un síntoma del papel transversal que está adquiriendo la televisión al aparecer vinculada tan estrechamente a las relaciones internacionales de unos países con otros. De esa suerte, la televisión es mediadora de discursos políticos y culturales, pero también es utilizada como arma bélica y como censura a la libertad de información o contra determinados contenidos que no están en la línea política de algunos países; es un choque de culturas y de civilizaciones plasmado en una batalla de ondas televisivas.

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