Los cincuenta años de los premios Ariel

Cineadictos

Adriana Cervantes Soto

Colaboradora de la publicación Cineadictos que edita la FES- Acatlán

El mes pasado, los creadores cinematográficos nacionales fueron convocados en el Palacio de Bellas Artes, donde asistieron figuras como Silvia Pinal, Pedro Armendáriz, Diana Bracho, Susana Zabaleta, los directores Carlos Reygadas y Ricardo Arnaiz, el motivo era celebrar la premiación a lo mejor del cine nacional. No se entrega un Oscar, ni un Globo, ni una Palma, se otorgan, desde 1947, los Arieles, para reconocer el trabajo y la dedicación de los hombres y mujeres del Séptimo Arte en nuestro país.

El Ariel es una creación del escultor Ignacio Asúnsolo, es una estatuilla inspirada en un ensayo de José Enrique Rodó que representa el anhelo del ser humano por triunfar. Su historia se remonta a la “época de oro” del cine en México, etapa que significó la consolidación de una industria fílmica fuerte, desde el aspecto artístico y técnico, derivada de la poca producción de cintas estadounidenses y europeas, registrada durante la Segunda Guerra Mundial. Esta situación fue aprovechada por los creativos mexicanos que explotaron la formula del melodrama y cautivaron al mercado nacional y latinoamericano, quienes en 1946 se reunieron para constituir legalmente una Asociación Civil: la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas.

Esta asociación tiene como propósitos primordiales, desde su creación, promover el adelanto de las artes y ciencias cinematográficas, reconocer públicamente los trabajos sobresalientes en la producción de películas mexicanas y estimular la investigación en todo lo referente a las ciencias del cine. Entre los miembros fundadores se encontraban actores, actrices, escritores, fotógrafos, escenográfos, músicos y abogados como Celestino Gorostiza, Raúl de Anda, Fernando Soler, Ignacio Fernández Esperón “Tata Nacho”, Antonio Castro Leal, Carlos Pellicer, Alejandro Galindo y Gabriel Figueroa, entre otros.000

En este 2008 se llevó a cabo la ceremonia número 50; Pedro Armendáriz, el presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, fue el encargado de iniciar el evento. La presencia de Andrés Bustamante como presentador marcó el carácter relajado de la entrega, e incluso el discurso de apoyo a la producción nacional se sintió poco enérgico.

Entre los premiados estuvieron la actriz Silvia Pinal por su trayectoria de más de medio siglo en la pantalla grande (Ariel de Oro); el escritor Vicente Leñero, quien recibió la Medalla Salvador Toscano por su trabajo como escritor y guionista; el Ariel Honorario de Oro fue para Fernando Morales Ortiz por haber sido pionero en esta asociación. Se recordó, además, a los que ya se fueron, como el dramaturgo Emilio Carballido y la actriz Alejandra Meyer.

Tuvo como invitados musicales a Carlos Prieto, Lila Downs, Ely Guerra y Maldita Vecindad. Entre las películas ganadoras estuvieron Luz Silenciosa, de Carlos Reygadas, con cinco Arieles; Kilómetro 31 con cinco también; La Leyenda de la Nahuala por único y Mejor Largometraje Animado; Parpados azules, de Ernesto Contreras, por ser la Mejor Ópera Prima; la cinta argentina XXY consiguió el Ariel por Mejor Película iberoamericana.

Los Arieles de Mejor Actor y Mejor Actriz fueron para Jorge Zárate por Dos abrazos e Irene Azuela por Quemar las naves, película que también recibió otro reconocimiento por Mejor Música Original, de los compositores Joselo Rangel y Alejandro Giacomán. Mientras, la cinta de Paul Leduc El Cobrador únicamente se llevó el reconocimiento al Mejor Guión Adaptado.

Al final, a pesar de haber quedado de manifiesto, con esta entrega de Arieles, que el 2007 no fue un buen año para el cine nacional, no cabe duda que hay producciones realizadas con calidad que han sido reconocidas en diversos festivales a nivel internacional, por lo que la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas y los creativos deben trabajar para rescatar y fortalecer la industria fílmica en nuestro país a fin de que el público mexicano regrese a las salas y vea lo Made in Mexico.

El artículo anterior se publicó originalmente en Cineadictos
y debe de citarse de la siguiente forma:

Cervantes Soto, Adriana, «Los primeros cincuenta años de los premios Ariel»,
en Cineadictos, Num. 72, abril, 2008

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