El clan de los Marx

  • La capacidad que tenían para improvisar  y su humor crítico los convirtió en íconos del teatro en Broadway y después del cine.
  • “Una noche de Opera” (1935), “Un día en las carreras” (1937) y “Una tarde en el circo” (1939) son algunas de sus películas más recordadas.

Fotografía: "The Marx Brothers, 1928" por Michael Donovan @ Flickr

Por José Alfredo Flores Rocha

Colaborador de la publicación CineAdictos que edita la FES- Acatlán

Hablar de los Hermanos Marx es abordar una parte muy importante de la cinematografía internacional, un cine creado por estos genios del humor irreverente  y desde luego de una época plagada de grandes contrastes. Bastaría recordar el “crack financiero del 29”, el ascenso al poder de Adolfo Hitler en Alemania y los inicios de la segunda guerra mundial.

Con su irreverencia y su humor ácido, ellos llevaron al cine sonoro a alturas insospechadas hasta ese momento. Los Hermanos Marx son sin suda alguna un ícono de la cultura cinematográfica internacional que surgieron como estrellas del séptimo arte en el momento justo que el cine sonoro comienza a invadir las salas de cine del mundo.

Atrás quedaban sus triunfos dentro del teatro musical en Broadway y es durante el crack del 29 que emergen como auténticas figuras de la cinematografía, que con sus frases aparentemente absurdas pero llenas de ingenio ayudan al pueblo norteamericano a refugiarse tras una grave crisis internacional que estalla y termina con la ilusión  de prosperidad de millones de familias.

De Broadway a Hollywood

Hijos de migrantes alemanes judíos asentados en Nueva Cork, estos hermanos comenzaron su trabajo artístico como músicos, de allí que sea muy conocido el talento que especialmente tenían tres de los cinco hermanos. Groucho tocaba la guitarra, Chico era un extraordinario pianista, mientras que Harpo era un virtuoso del arpa.

Por ello, no es casualidad el éxito que obtuvieron en la década de los veinte al ser considerados estrellas del teatro musical en Broadway, donde se estrenaron en 1924 con “I´ll say she is”, un año después la versión teatral de los “Cuatro cocos” y en 1928, “Los conflictos de los Hermanos Marx”.

Gran parte de su éxito radicaba en la capacidad que tenían para la improvisación  y su humor crítico lleno de ironía, se habla también de su gran capacidad para retratar de una forma muy sencilla las situaciones cotidianas de la vida y por inyectar en ellas grandes dosis de ironía, los Hermanos Marx vinieron  a romper con el tipo de humor de Chaplin y Búster Keaton, de allí que su peculiar estilo para hacer comedia vino a revolucionar el trabajo  que hasta ese momento habían puesto en práctica algunos de los cómicos más reconocidos que les antecedieron.

Para los estudios Paramount el talento de estos hermanos no pasó desapercibido ya que para 1929 llevaron a la pantalla grande “Los cuatro cocos” que era una adaptación de la obra que en su momento ellos mismos habían presentado en teatro, a esta película le siguieron otros 14 títulos con gran éxito. El trabajo de los Marx pronto fue reconocido por el público que acudía a las salas de cine de aquella época, aparejado al éxito artístico llegó también el éxito económico.

Pronto los Hermanos Marx se convirtieron en unas celebridades al firmar un contrato bastante jugoso con Paramount, las dos primeras películas que hicieron fueron sendas adaptaciones de sus obras en Broadway, “Los cuatro cocos” (1929) y Animal Crackers (1930). Para 1931 su tercer largometraje fue “Monkey Bussiness” que fue el primer trabajo que no se basó en un espectáculo anterior.

El éxito en Paramount y MGM

Una de sus cintas más destacadas dentro del séptimo arte fue “Plumas de caballo” en 1932, donde realizaban una sátira de la “ley seca”, este trabajo les valió ser considerados para la portada de la prestigiosa revista Time. Para 1933 los Hermanos Marx realizaron su última película  para los estudios Paramount y que llevaba por título “Sopa de ganso” y que resulto todo un éxito al estar dirigida por el talentoso director Leo Mccarey.

Tras abandonar Paramount, los Hermanos Marx pasaron a formar parte de la Metro Goldwyn Mayer; para esta casa productora hicieron: “Una noche de Opera” (1935), “Un día en las carreras” (1937), “Una tarde en el circo” (1939), “Los Hermanos Marx en el Oeste” (1940) y “Tienda de Locos (1941).

Poco antes de la del rodaje “Tienda de locos” el grupo anunció  que se retiraba del cine, sin embargo debido a la difícil situación financiera por la que pasaba Chico debido a su incontrolable afición por el juego, los obligó a realizar un par de películas más para United Artists. Terminada su carrera dentro del cine Chico y Harpo actuaron de manera esporádica en casinos y centros nocturnos, mientras que Groucho  comenzó su carrera como animador de televisión en 1947 y hasta 1960 presentando el programa de humor “You Bet your life”.

Para 1974, tres años antes de su fallecimiento, Groucho aceptó  por parte de la Academia de Ciencias y Artes un Oscar honorario a nombre de los Hermanos Marx.

 

El artículo anterior se publicó originalmente en CineAdictos
y debe de citarse de la siguiente forma:

Flores Rocha José Alfredo, «El clan de los hermanos Marx «,
en CineAdictos, Num.96, septiembre, 2010

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