Televisión digital: ¿otro fracaso?

  • La Cofetel busca adelantar el «apagón analógico» para octubre de 2016, cinco años antes de lo previsto.
  • Grupos opositores al gobierno de Calderón obstaculizan la propuesta acusándola de ser una estrategia electoral.
  • «Me pregunto si realmente hay interés en mejorar la competencia en los próximos meses ante lo necesitado que se ve el PAN y el gobierno federal de que los grandes conglomerados del sector lo apoyen en la recta final del sexenio», asegura Sosa Plata.

Fotografía: "Kicking Television" por Daniel Horacio Agostini @ Flickr Publicado originalmente en la Revista Mexicana de Comunicación: Televisión digital: ¿otro fracaso? | Revista Mexicana de Comunicación

Por Gabriel Sosa Plata

Publicado originalmente el 14 de septiembre de 2011 en La silla rota

Al presidente Felipe Calderón lo han comparado con Cristina Fernández, de Argentina, por su intento de otorgar subsidios para la adquisición de decodificadores y televisores digitales. Pero no lo comparan con sus homólogos estadounidenses, que han hecho prácticamente lo mismo. No es lo mismo el “populismo” argentino que el “populismo” del país vecino.

Así que el nuevo intento de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) de avanzar en la digitalización de la televisión abierta no tiene por lo visto mucho futuro, porque principalmente legisladores del PRI y las televisoras no están de acuerdo con la “raja” política que pudiera obtener el gobierno de Calderón con la entrega de los equipos en las elecciones de 2012 y porque hay empresas y actores políticos que desean permanezca el status quo.

La nueva propuesta de la Cofetel, difundida este lunes, busca, entre otros objetivos, adelantar el “apagón analógico” al 31 de octubre de 2016 y no el 31 de diciembre de 2021, como se prevé -aunque no de manera definitiva-, en el acuerdo foxista de política de TDT de julio de 2004 y que actualmente continúa vigente. También propone un programa escalonado de “apagones locales” que iniciaría en las ciudades de Tijuana y Tecate para el año 2012 y continuaría en el resto de las ciudades del país en los años siguientes.

Para superar uno de los principales obstáculos para la recepción de la tecnología digital, se busca ahora desarrollar un programa para la adquisición de decodificadores y antenas, con una inversión de 17 mil 325 millones de pesos, y crear fondos de apoyo para las televisoras públicas. Al parecer, los cuantiosos recursos ya se encuentran en el proyecto de presupuesto 2012.

La Cofetel establece en su propuesta que para anular el uso político en la entrega de los equipos, la política de apoyos recaería en otras instancias.

“Se recomienda –dice el documento- que el programa de subsidios sea financiado por el Estado, pero administrado y operado por un tercero. Ello no sólo permitirá una penetración más eficiente a cargo de especialistas en la instalación de equipos receptores entre toda la población (que podrían contar con compromisos, objetivos y métricas específicas y verificables), sino que permitirá evadir un debate que, a la fecha, sólo ha detenido la modernización de la televisión en nuestro país”.

Sin embargo, ya comenzaron las descalificaciones, como ocurrió con el decreto presidencial de septiembre de 2010, hoy suspendido por la Suprema Corte de Justicia, luego de la controversia constitucional presentada por legisladores del PRI y otros partidos. Como recordará, este decreto tuvo el objetivo de adelantar el “apagón analógico” en el 2015 y apoyar también con subsidios el equipamiento en los hogares, pero a diferencia de la nueva propuesta tenía mucho más debilidades legales y operativas.

El presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía de la Cámara de Diputados, Gerardo Flores, y actor fundamental en dicha controversia, escribió este martes un artículo en El Economista para asegurar que el documento de la Cofetel no está fundado ni motivado y que lo único que busca es regalar televisores (o decodificadores) en un año electoral.

Flores se ha sumado a otras voces de legisladores y columnistas que insisten en que la nueva propuesta será un fracaso y, en efecto, así será porque dos de los principales involucrados (operadores y legisladores del PRI) no tienen ningún deseo de que avance. No hay voluntad política para concretarla. No desean que el presidente ni el PAN ni la Cofetel prosperen con su nueva iniciativa porque no están dispuestos a asumir los costos políticos ni económicos, derivados estos últimos de las inversiones que deberán anticiparse para digitalizar todos los canales en las fechas propuestas.

A cambio de la posibilidad de que los grandes operadores lleven a cabo la “multiprogramación” en sus canales digitales para ampliar su oferta, de obtener nuevos ingresos por el arrendamiento de capacidad a terceros y de mantenerse en una situación de privilegio en el mercado de la televisión, la Cofetel y el gobierno en su conjunto prácticamente no han obtenido ningún apoyo para sacar adelante su propuesta y otras en materia de radiodifusión que afectan los intereses de la industria.

A esta falta de consensos, que podría agravarse con más recursos jurídicos, se agregan las declaraciones recientes de empresarios de la radio y de Televisa en el sentido de que el mercado publicitario es tan acotado en México, que ya no cabe ni un jugador más. “Los legisladores hablan de la tercera cadena, la cuarta cadena, la quinta cadena… no hay espacios para más televisoras, pero no lo entienden”, dijo Alejandro Quintero, vicepresidente corporativo de comercialización Televisa, en una reunión con periodistas efectuada el pasado jueves.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Radiodifusores del Valle de México, José Manuel Aguirre, dijo que es un “ataque” a la industria la modificación de la norma de FM para permitir que haya nuevas concesiones en esa banda.

Quizás por eso el presidente Calderón, en su mensaje a los 300 líderes más influyentes de México, dijo:

“Pero también, preguntémonos, amigas y amigos, si no será cierto que en México en muchas de las empresas del sector privado, de las más fuertes, y quizá algunas entre las 300, se habla de competencia, pero se trabaja mucho para que no haya competencia. Cuando hay un mercado cerrado se hace todo lo posible para que no se abra, y se interponen recursos judiciales, se hacen muchas cosas para que no avance la competencia”.

El presidente tiene razón, pero en la práctica muchas de las decisiones gubernamentales (desde la “licitación 21” hasta la concentración de cableras en Televisa) han contribuido a fortalecer la concentración de medios de comunicación y telecomunicaciones en el país. Por eso me pregunto si realmente hay interés en mejorar la competencia en los próximos meses ante lo necesitado que se ve el PAN y el gobierno federal de que los grandes conglomerados del sector lo apoyen en la recta final del sexenio.

Twitter: @telecomymedios

1 comentario a este texto
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