Muerte al cine como fotografía: todo cine es animación – Apuntes para una nueva teoría cinematográfica

  • Este artículo, que forma parte de una investigación doctoral, se centra en la discusión sobre la propia naturaleza animada de la cinematografía.
  • Se discute sobre la premisa falsa de que el cine es fotografía y por ende se encuentra anclado a la realidad.
  • Esta concepción teórica se basa en el aparato del cinematógrafo y su característica mecánica de producción serial de fotografías.Pero, con el uso de la computadora y los medios digitales, se ha demostrado que toda cinematografía es animación.
Fotograma del cortometraje de  Chris Landreth, en homenaje a Ryan Larkin uno de los pioneros de la animación.

Fotograma del cortometraje de Chris Landreth, en homenaje a Ryan Larkin uno de los pioneros de la animación.

 *Por Edgar Meritano


-Hicimos una película que hablaba sobre el futuro del cine, naturalmente terminamos en el principio del cine”- Martin Scorsese.

En 2012 la película Hugo Cabret del director Martin Scorsese nos hizo recordar de una manera muy emotiva la habilidad intrínseca que el cine tiene para capturar los sueños.

La cinta se encuentra en el tope de la tecnología al servicio del cine, con una construcción de animación, modelado de escenarios y personajes 3D por computadora, imagen de registro óptico, uso de filtros fotográficos insertados por medios digitales.

Por más de 100 años ha existido una división categórica entre la animación y el cine registrado ópticamente, división que no tiene razón de ser, ni industrial ni teóricamente.

El cine es, literalmente, dado a luz gracias a los mismos principios que dieron a luz a la animación. El cine no incorpora técnicas de animación a su lógica, el cine es animación.

Si nos remontamos al origen de la cinematografía, descubrimos que el cine es posible gracias a las técnicas de animación stop motion, que Edward Muybridge desarrolló al colocar múltiples cámaras sobre un camino y sincronizarlas para captar el movimiento de un caballo.

Posteriormente, el desarrollo del cinematógrafo por parte de los hermanos Lumiere, permitió la toma automática de fotografías para después ser proyectadas en la misma secuencia. Así nació el cine. Se puede aventurar y sostener que el cine es parte de la técnica de animación stop motion, una suerte de stop motion fluido.

Distintos teóricos, como André Bazin o Sigfried Krakauer, postularon que la capacidad del cine para representar la realidad provenía de su propia naturaleza fotográfica y sus propiedades documentales para captar lo que se tuviera enfrente.

No obstante, el primer soñador del cine, Georges Méliès, observa que la maravilla del cinematógrafo no radica en su anclaje con la realidad, sino en su capacidad para capturar los sueños,

Méliès creó cientos de películas, de las cuales se conservan menos de cien, y en todas ellas usó técnicas de animación integradas al cine para contar sus historias.

Considerando estos antecedentes, observamos que la separación industrial y teórica entre cine y animación es por completo irrelevante. Podemos darnos cuenta que el momento histórico que se vive hoy en la cinematografía es una evolución natural.

El uso de la computadora en el cine ha borrado el sistema ontológico e innecesario entre animación y cinematografía. Se generan imágenes con calidad fotográfica, sin usar medios fotográficos. Este hecho separa al cine, por fin, de su pesado anclaje con la realidad para darle una naturaleza integral como animación

 

Animación y cinematografía son sinónimos

Hay que asumir que el propio cine y su espacio se pueden construir desde antes del desarrollo del cinematógrafo. En este sentido consideramos el estudio del cine no por su raíz óptica, sino por su origen animado, por su movimiento en la dimensión temporal. Se puede, entonces, tomar como proposición que el cine no es fotografía, ni tiempo, ni realidad; el cine es movimiento.

Fotograma del cortometraje "Ryan"

Fotograma del cortometraje "Ryan"

Analizando el presente de la cinematografía se pueden descubrir cosas sobre su pasado y, de esta forma, es factible especular sobre su futuro.

Conforme el avance de la tecnología cinematográfica, particularmente el desarrollo digital, se muestra que es un error industrial, teórico y epistemológico concebir que el cine es en esencia fotografía. La teoría tradicional cinematográfica se encuentra sustentada bajo esta premisa y trata, exclusivamente, sobre la huella luminosa que deja impresa un objeto al reflejarse en el celuloide.

La teoría marca el inicio del proceso cinematográfico con la invención del cinematógrafo por parte de los hermanos Lumiere, sin embargo, esta concepción es errónea.

La animación ya estudiaba el movimiento en la forma de muchos otros aparatos basados en un fundamento kinético, el Praxinoscópio, el Fentakinoscopio, el Zoetropo y los flipbooks eran capaces no solo de crear la ilusión de movimiento, sino de crear la ilusión de dirección, al tener dirección como concepción vectorial la idea de espacio viene implícita, no puede haber movimiento sin dirección ni dirección sin espacio, cada idea se encuentra subordinada al concepto que lo precede. La dirección en este caso tiene un sentido ambivalente, igual que involucra y define un espacio, el concepto de dirección implica también el de obra, el producto fílmico al ser dirigido por una persona necesariamente toma un camino y tiene un sentido así como una intención.

Esto ubica la fecha la invención de la cinematografía (que no del cinematógrafo) cerca de 1820, cuando comenzó a disertarse sobre el movimiento en la forma de los aparatos antes mencionados.

Para 1872 las fotografías de Edward Muybridge de la carrera de caballos ya implicaban toda la idea de movimiento basado en la fotografía, los hermanos Lumiere sólo perfeccionaron la técnica de registro y de proyección.

Teniendo en cuenta que, según Aristóteles un axioma es una proposición que debe necesariamente conocerse para identificar el objeto de estudio, tenemos que la teoría cinematográfica óptica, o basada en el filme y en el punto de partida histórico del cinematógrafo como invento, ha ignorado el axioma o la proposición lógica, indiscutible y demostrable, de que el cine es animación.

Si, de hecho, tomamos como válida la premisa de que el cine es y está compuesto por la consecución de imágenes y por lo tanto es animación, entonces su anclaje ontológico con la fotografía queda invalidado por los siguientes postulados:

  1. La cinematografía es generada por el movimiento
  2. Es posible obtener la idea de movimiento sin la fotografía
  3. Es posible crear la idea de espacio cinematográfico sin la fotografía
  4. Es posible crear imágenes con calidad fotográfica sin la fotografía

Tómense los postulados anteriores como una demostración clara de que el cine puede separarse de su naturaleza fotográfica, toda vez que su naturaleza primaria es la animación y, por lo tanto, la representación cinematográfica.

Fotograma del cortometraje "Ryan"

Fotograma del cortometraje "Ryan"

La realidad dependerá de cada autor o artista cinematográfico, como una construcción o mero ejercicio de su voluntad creativa, ya que puede tomar la opción de representar a la realidad o no.

Esta premisa es válida tomando en cuenta que el concreto cinematográfico no depende de la huella lumínica que un objeto deje en un soporte fotoquímico o digital, como consecuencia del reflejo de los rayos de luz sobre su superficie.

De hecho, la existencia misma de un objeto reflejante en la realidad pierde relevancia, así como el propio concepto de “toma”, que se basa en la idea de la captura luminosa por un obturador. Sería más pertinente llamarle “encuadre”.

Al carecer el objeto de las propiedades reflejantes, la idea propia de registro lumínico queda invalidada. La cámara virtual solo encuadrará y no registrará el objeto.

Por ello es que catalogó a las teorías cinematográficas ópticas (basadas en la fotografía o que conciben al cine desde el invento del cinematógrafo) como “accidentales”, en el completo sentido aristotélico, ya que son imágenes en secuencia y por ende son atribuibles y pertenecen a la animación.

De esta forma podemos decir que el cine primero fue animación y después fue fotografía (animada). La ilusión de movimiento es dada a partir de la naturaleza animada del cine, no a su naturaleza fotográfica.

La naturaleza universal del cine es animación y se encuentra implícita la generación de movimiento. Esto invalida la separación entre cine y animación.Se deja a la propiedad fotográfica del cine adscrita a los principios kinéticos de la animación como axioma.

Sabemos que el cine existe, su existencia es incluso validada y demostrada por el propio invento de cinematógrafo, no obstante, pareciera de suma importancia la cualidad fotográfica que el propio invento le imbuye al cine, sin embargo, es menester apuntar que el cinematógrafo existe porque existen los principios de animación como imágenes consecutivas, lo cual marca la diferencia esencial entre saber que el cine existe y saber porqué existe.

Las teorías cinematográficas “accidentales”, lo son, porque se detuvieron en el principio más notorio: el fotográfico. Desde este punto de vista se discutió la esencia y pertinencia de la cinematografía, no obstante, estas teorías no ascienden en su descripción hasta la causa animada de la cinematografía, simplemente se usó la característica cinematográfica como su principio de demostración, siendo este un gravísimo sesgo teórico.

La fotografía no encierra en sí misma la idea de cinematografía, es la secuencialidad de las imágenes lo que encierra el concepto. Esto deja al cinematógrafo subordinado a la idea de animación. De estos argumentos se puede concluir que la separación conceptual que existe entre cinematografía y animación no tiene razón de ser; animación y cinematografía son sinónimos.

La película existe sólo cuando es proyectada

El concepto de animación engloba al cinematográfico, volviéndose un principio universal. Es imperativo remarcar que equiparar al cine con la fotografía supone una falacia. La propia fotografía encierra en su definición la negación del movimiento.

Al congelar el movimiento en el espacio podemos entonces, bajo esta proposición, deducir que la fotografía es antikinética y se contrapone a la propia idea de cinematografía. El hecho de que a partir de la fotografía se pueda hacer cinematografía radica en el principio lógico de la consecución de imágenes fijas en una proyección, lo cual ata al principio cinematográfico al espacio cronológico o tiempo, con un principio y una finitud. De estas proposiciones deducimos que mientras la fotografía es y deja de ser en cuanto la imagen se desvanece o se destruye, se termina con el objeto congelado en el tiempo y, por ende, niega los principios kinéticos, haciendo que la dimensión cronológica sea innecesaria.

La cinematografía ocurre y transcurre toda vez que sea proyectada y en el tiempo en el que ha sido proyectada. No más, no menos. Su condición elemental es la del movimiento ocurrido en un espacio y en un tiempo determinados y finitos, a diferencia de la fotografía que no ocurre, sino que es en tanto el soporte físico exista.

La cinematografía, en adversidad a la fotografía, ocurre. El soporte físico donde se encuentre es simplemente un almacenaje de las imágenes que permite su proyección, entiéndase a este soporte como la cinta donde se encuentran las imágenes, CD, DVD, Blue Ray, dispositivo USB o cualquier otro material que lo contenga.

Mientras el dispositivo de almacenaje contenga el producto fílmico, es irrelevante cómo y dónde se encuentre, debido a que la cinematografía sólo es en cuanto ocurre. De esta forma, podemos inferir que nuestras videotecas y cinetecas no tienen películas, las películas son imposibles de tener en un sentido de apropiación.

Las cintas y los DVDs únicamente contienen información fotográfica o digital que permiten la proyección de las imágenes para que el cine ocurra cuando es proyectado y este objeto proyectado es imposible de “tener” ni de detener. Es efímero, y si bien podemos volverlo a proyectar cuantas veces queramos, la película únicamente ocurrirá tanto y en cuanto sea proyectada en una pantalla dada, no más y no menos tiempo del que dure.

Las proposiciones expuestas en estos párrafos validan la proposición evidente de que no es la fotografía la que encierra el principio de la cinematografía, sino la consecución de imágenes/animación la que permite la existencia del objeto cinematográfico y este existe toda vez que el objeto cinematográfico sea proyectado y no en ninguna otra circunstancia.

Lo expuesto en los párrafos anteriores nos deja con una interrogante: ¿Qué es entonces lo que se ha estado investigando en 100 años de cine?

Si de hecho las proposiciones básicas que han descrito a la cinematografía son falsas y se han tomado como verdad, creando silogismos y conclusiones tomadas como verdaderas, pero basadas en un principio lógico que tomó como reales principios simplemente notorios, que no encierran verdades universales sobre el fenómeno, entonces estamos ante 100 años de teoría cinematográfica falaz.

Fotograma del cortometraje "Ryan"

Fotograma del cortometraje "Ryan"

La teoría cinematográfica debe estar basada en el principio universal de que es animación y que la animación permite la experiencia cinematográfica. Si este precepto lógico es tomado en cuenta, encontraremos entonces que el cine no incorpora animaciones a su lógica de narración. El cine es animación, por ende, es un paso no solo lógico sino imperativo que use técnicas de animación en su narrativa, porque de hecho es en esencia animación.

Dado lo anterior, no resulta sorprendente tener películas como Tin Tin (Spielberg, 2011) o Hugo Cabret (Scorcese 2011). Lo que resulta sorprendente es que el cine se haya tardado 100 años en asumirse como animación.

*Doctorante en Comunicación por la UNAM, especializado en estudios cinematográficos

 

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3 comentarios a este texto
  1. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Este artículo, que forma parte de una investigación doctoral, se centra en la discusión sobre la propia naturaleza animada de la cinematografía. Se discute sobre la premisa falsa de que el cine es fotografía y por ende s……

  2. Hola, discúlpame por la crítica, pero si hay y ha habido una distinción entre animación y cinematografía tiene que ver con la forma en la que el cine se produce, no con el medio de producción en sí. Es decir, no con si es producido en celuloide, cinta digital, o completamente digital y tampoco si se guarda en DVD o en un carrete sino si es producido con gente real y no tiene alteraciones digitales o si está hecho con CGI. El axioma que supone al cine-fotografía como una representación de la realidad se basa en qué tan reales son los objetos que son capturados por la cámara, claramente en movimiento -siendo esto fotografía animada- por lo que su separación con la animación depende de la creación y manipulación o no -incluso desde los tiempos del stop motion- de los objetos a ser capturados por la cámara y no de que la cámara le de o no movimiento a los objetos.

  3. La Pradera Feliz: Estoy de acuerdo contigo, la fotografía en realidad constituye un elemento óptico y es independiente al medio no sólo que se produce, sino que se reproduce.

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