Prometheus, (2012)

Por Ricardo Ruiz

Con un lastre muy pesado y condenada a la comparación constante, Prometheus es el regreso de Ridley Scott a la franquicia que catapultó su nombre a finales de los años 70 al entregar una de las películas de terror más icónicas de todos los tiempos: Alien.

La suntuosidad maravillosa de Prometheus es el aliciente para el ojo que atrapa al espectador en la historia. Con una fotografía impecable y brutalmente estética, Scott nos cuenta un antecedente a sus historias, Blade Runner y Alien, con la intención de generar nuevas líneas discursivas sobre una franquicia sobreexpuesta y cansada.

El problema de esta entrega reside principalmente en dos cuestiones: la inevitable comparación con Alien y grandes huecos en un guión poco consistente en lo que se refiere a la criatura por sí misma. El primer problema es del espectador y, afortunadamente, es curable. Si entendemos Prometheus como una precuela que debe responder a parámetros de éxito en taquilla y a la narrativa contemporánea de las películas en general, entonces resulta bastante acertada al alejarse de la tensión silenciosa y morbosa de Alien.

El segundo problema es un poco más grave, ya que el ciclo de vida de la criatura había quedado absolutamente claro durante toda la franquicia: la audiencia lo comprendió, lo aceptó y le dio credibilidad, obteniendo así un monstruo perfecto y totalmente verosímil. Prometheus, en su afán de generar paralelismos a la historia, no logra sino romper el ADN y arrugarlo sin lógica hasta evolucionar a la criatura “conocida”… o lo más cercano a ésta.

Lo anterior es totalmente comprensible. Si partimos de que Damon Lindelof, escritor de LOST, está detrás del guión, y fuimos testigos de esta serie, entenderemos que los cabos sueltos y las preguntas sin respuesta son su especialidad. Lo difícil de comprender es cómo una historia con dos años de producción y con el director más importante para la franquicia se aprobó hasta llegar a este punto. La explicación reside en la misma justificación: había que apegarse a las formas actuales de hacer cine para lograr un éxito en taquilla. Y lo hicieron.

Agradecemos no ver un remake de Alien. Sobre todo, y aunque quizás un servidor podría ser el más interesado, es refrescante deshacerse de Ellen Ripley y tener a Noomi Rapace en el papel de la nueva heroína. En definitiva Scott deja muy claro hasta dónde intentó alejarse lo más posible de la historia original respetando gran parte de la idea.

Finalmente, Prometheus es un gran acierto a nivel de entretenimiento. Escenas de gran adrenalina y lugares nostálgicos que preceden a Alien envueltos en un ambiente 3D producido con gran inteligencia, hacen de este filme un deleite visual y sonoro; eso sin mencionar la actuación de Michael Fassbender, quien se destaca del elenco que en ocasiones reacciona de forma poco creíble, gran parte por culpa del guión.

Totalmente para fanáticos de la franquicia y en búsqueda de nuevas audiencias, Prometheus es una parada obligada que se debe disfrutar sin pensar que veremos al Ridley de Alien, sino a uno más agresivo y ambicioso con una nueva historia qué contar.

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3 comentarios a este texto
  1. Información Bitacoras.com…

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  2. De acuerdísimo, visualmente es impecable pero el guión no está a la altura. Aún así es «una parada obligada» para todo aquél que se presum afan de la mitología alien.

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