Águila o Sol: el periodismo que sólo busca contar historias

aguila o sol

 

Kristian Antonio Cerino Córdova

Víctor Manuel Ulín Hernández

Ángel Valdivieso Cervantes.

Águila o Sol, periodismo subjetivo, nació un lunes 18 de febrero de 2013. Sin embargo, el proyecto periodístico empezó a cocinarse un semestre atrás.

En una hoja de libreta, Ángel Valdivieso, Kristian Antonio Cerino y Víctor Manuel Ulín, esbozaron el propósito o los fines que perseguirían con Águila o Sol.

De entrada consideraron importante privilegiar el periodismo literario o narrativo, independientemente de publicar notas informativas y opiniones.

Pensaron, sobre todo, en un sitio web de fácil acceso y navegación, en donde hubiera un trato especial por los géneros interpretativos: la crónica, el reportaje, el perfil y la semblanza.

Así, el periódico Águila o Sol (www.aguilaosol.mx)comenzó a circular -en la red de redes- como la propuesta del suren el panorama nacional, que se sumó a otras propuestas digitales: Animal Político, Sin embargo, Lado B, Diez4, Proyecto 10, Veracruz 212, etcétera.

Después de ser periodistas locales y corresponsales en diarios capitalinos y agencias, los periodistas de Águila o Sol consideraron imprescindible promover el periodismo literario o narrativo.

Sobre el caso, el periodista Alejandro Almazán precisa que algunos creen que el periodismo “nunca” podrá ser literario: suponen que es como si se nos ocurriera llevar a un tipo feo al salón de belleza. O a un inculto a la biblioteca.

A los periodistas de Águila o Sol nos interesa contar una o muchas historias. Contarlas con sus detalles y con sus respectivos procesos reporteriles.  Realizar, lo que señala el periodista Daniel Santoro, un cruzamiento de datos para comprobar la autenticidad de las fuentes que habrán de darle certeza a la historia.

Hace poco, un colega me dijo con ganas de darme un golpe en la cara y burlarse: a ustedes -refiriéndose a los que hacemos Águila  o Sol- se les escapan las notas.

Desde luego acepté que se nos “escapan” las notas. Pero la intención de Águila o Sol es centrarnos en el cómo de los hechos más allá de la nota informativa y el diarismo.

La preocupación no es quién publica, antes que otros, la mejor noticia. La inquietud es quién la escribe mejor. De esto alguna vez habló Gabriel García Márquez, el premio Nobel de literatura.

El nombre de Águila o Sol es porque el periodismo suele tener una o dos, o más versiones de los hechos. Al menos una moneda presenta dos caras; el periodismo más.

El slogan de Águila o Sol es “periodismo subjetivo”. Se llegó a la conclusión -con base en lecturas- que el periodismo lo hace un sujeto para ser leído por muchos sujetos. Esto no significa que se busque construir un periodismo “informal”, sin lo que algunos llaman “la rigurosidad”. Todo lo contrario.

Quien aún crea que un reportero debe ser objetivo tiene problemas serios. Desde que un solo individuo redacta, se cae en la subjetividad. Más vale creer en la honestidad, que en la objetividad. Y eso es lo que un cronista hace: cuenta la historia desde una verdad intachable (Almazán, 2008)

En el comité editorial de Águila o Sol están algunos periodistas extranjeros y mexicanos. Lo está Alberto Salcedo Ramos, una referencia obligada para entender -a través de crónicas y reportajes- lo que sucede en América Latina.

Pero también están: Alejandro Almazán, Diego Enrique Osorno, Marcela Turati, Humberto Ríos Navarrete, Omar Raúl Martínez, entre otros.

En Águila o Sol se promueven estos valores:

Veracidad. Ajustarse profesionalmente y en todo momento a la fidelidad de los hechos con exactitud, equilibrio e imparcialidad, apoyándose en la corroboración y la contextualización de las informaciones.

Independencia. Postura deseable para describir, analizar y comentar los sucesos con veracidad y responsabilidad, evitando la intromisión de actores políticos y económicos en el proceso informativo.

Responsabilidad. Capacidad de dar respuesta racional ante las implicaciones o decisiones o consecuencias de las tareas informativas, anteponiendo  el beneficio social y los valores democráticos.

Integridad profesional. Suma de valores tales como la honestidad, la rectitud, la honradez, el profesionalismo y la probidad, entre otros, que un ser humano y un medio de comunicación hacen suyos para responder de manera asertiva y ética a la realidad que los circunda; este conglomerado valórico cobra cuerpo en la medida que el periodista y el medio rechazan posturas interesadas en la cobertura informativa que pudieran comprometer su independencia o poner en riesgo la veracidad.

Servicio. La voluntad por ofrecer a la gente información, reflexiones y comentarios útiles sobre el acontecer público para conocer y comprender su entorno, así como para tomar decisiones con conocimiento de causa que tiendan a elevar su calidad de vida.

Los puntos anteriores fueron tomados del libro Códigos de Ética Periodística en México que escribió Omar Raúl Martínez, director de la Revista Mexicana de Comunicación.

¿Quiénes son nuestros maestros?

Los mismos periodistas.  Los escritores. Lo que nos dicen sus textos. Los editores y sus observaciones. Y los lectores. Leemos constantemente lo que nos ofrece el periodismo en todas sus presentaciones, pero igualmente creemos  -y lo cree así el escritor colombiano Santiago Gamboa- que la formación sólo fortalece  el oficio a través de la literatura.

¿Cómo es el periodista de Águila o Sol?

Es una persona hábil, paciente. Y debe saber mirar como lo plantea Jon Lee Anderson, periodista del The New Yorker.

El mismo Ryszard Kapuscinski escribió cuáles eran, a su entender,  los 5 sentidos del periodista: estar, ver, oír, compartir y pensar.

Almazán lo concibe así: el cronista nunca debe dejar de oler, ver, escuchar, degustar y tocar. Ni en los sueños. Bueno, en los sueños no hay aromas. Eso está comprobado por los científicos. Quizá sólo al olfato lo podemos dejar descansar en la duermevela.

¿Qué historias estamos contando?

Todas. Alguna vez leímos que Alma Guillermo Prieto, la cronista mexicana, dijo que las historias a perfilar no sólo están entre los pobres, sino también entre los inalcanzables.

Las historias no están siempre en las ciudades o capitales;están por todas partes y son de muchos sabores. Mentira que la mejor fuente periodística es la política. Conocemos a muchos periodistas que anhelan cubrir la fuente presidencial o estar en las cercanías del gobernador. ¡Qué aburrimiento!

Las historias están en la calle y en los pueblos.

Carlos Fuentes, autor de Aura y La región más transparente, escribió que la novela debe ambientarse en las ciudades por su caos. Sin embargo, para los periodistas y los cronistas las mejores historias están ocultas, en la ruralidad y también en la misma ciudad en donde los periodistas que viven allí ya enfermaron de ceguera.

Desde el nacimiento hasta nuestros días, en Águila o Sol se han publicado un sinfín de historias. Algunas son políticas (en menor escala), y otras son culturales, deportivas, económicas y sociales.

Si bien el proyecto se orquestó en Tabasco,poco a poco se expande entre otros estados del país como Chiapas y  Campeche, por la cercanía con nuestro territorio. La idea es demostrar que hay tantas cosas por contar. A veces creemos que hemos olvidado el verbo contar.

En octubre de 2013, los periodistas de Águila o Sol organizaron el Foro Nacional de Periodismo Narrativo con la participación de Alejandro Almazán, Juan Veledíaz, Daniela Rea y Diego Enrique Osorno.

Días después en Villahermosa, Tabasco, varios periodistas comprendieron lo imprescindible delperiodismo literario o narrativo, y empezaron a realizar sus primeros ensayos sobre la crónica.

Incluso, se redactaron relatorías con los planteamientos de Almazán, Veledíaz, Rea y Osorno, con el fin de explicar que el periodismo narrativo implica un proceso exhaustivo  de investigación y redacción.

¿Qué es lo fundamental para encontrar una buena historia?

El olfato. La disciplina. La constancia. La lectura.  Los diálogos. Y los viajes.

A un jefe de información se le acaban los temas porque no abandona la oficina climatizada, el olor a café y a galletas. Es, de todos en el organigrama de la empresa, el sedentario del periodismo. Y justo aquí se necesitan de sedentarios, de trotamundos, de ser patas de perros. Sólo en el contacto con los otros, habremos de encontrar esa historia que ni quisiera habríamos sabido de su existencia.

Algo sucede con Águila o Sol que hemos retomado algunas ideas de revistas como Gatopardo, Soho, El Malpensante: hemos vivido con indígenas, hemos trepado árboles y trenes, hemos danzado con cabezas de cerdos, hemos escalado torres, platicado con el clon de García Márquez, limpiado cráneos en Pomuch, hemos conversado con ciegos, con prostitutas, con soldados que desertaron del ejército por dedicarse al sacrificio de pavos. En fin, hemos y estamos en la búsqueda de esas historias que nadie quiere publicar, porque una catarata le impide ver aquí el periodismo.

¿Adónde vamos?

A demostrar que no todo está contado.

A unas semanas de cumplir un año (2014) con Águila o Sol, la meta es ambiciosa y única: conocer, describir a los otros, leer y escribir.

 

Referencias bibliográficas:

Almazán, Alejandro. Contar cuentos reales. Revista Mexicana de Comunicación. Núm. 113. Octubre-noviembre 2008.

Kapuscinski, Ryszard. Los cínicos no sirven para este oficio. Editorial Anagrama. Tercera edición. 2007.

Martínez, Omar Raúl. Códigos de ética periodística en México. Editorial Bosque de Letras / Fundación para la libertad de expresión / Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Fundación Manuel Buendía. 2009.

 

 

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