Revistas literarias de éxito
Un pueblo sin poesía es un pueblo sin alma.
Una nación sin crítica es una nación ciega.
Octavio Paz
Por: José Luis Esquivel Hernández
Octavio Paz, tras renunciar como embajador en la India por la matanza de Tlatelolco en México 68, se encontró con que empezaba a profesionalizarse el periodismo cultural en México, pues Julio Scherer García, director de Excélsior a partir de agosto de ese año, estaba apostando, como lo hizo desde que fue ascendido a subdirector años antes, a hacer del suplemento “Diorama de la Cultura ” y de Revista de Revistas unos medios acreditados en este campo donde contó con la colaboración de Vicente Leñero y de Ignacio Solares.
La semilla sembrada por Fernando Benítez en el primer suplemento exprofeso «México en la cultura» del diario Novedades, en 1949, daba ya muy buenos frutos para cuando el futuro Premio Nóbel de Literatura se incorporó a la actividad que tanto le apasionaba.
A su llegada a la capital mexicana, Paz se encontró con quien sería su gran amigo: Alejandro Rossi (1929-2009), nacido en Florencia pero avecindado desde 1951 en nuestro país después de una breve estancia en Venezuela y salidas a estudiar filosofía en Alemania y en Oxford, Inglaterra. De regreso en los años 60, Rossi trabó una relación intelectual y de hermano con Paz, quien un día le platicó, embelesado, su sueño de ser editor. Ese sueño consistía en lanzar a la luz pública una revista como la que había planeado infructuosamente con Tomás Segovia en París y que tanto necesitaba ahora hacer en México. Pero no sabía cómo aterrizar el proyecto.
PLURAL.- Entonces, providencialmente, Paz recibió la invitación de Julio Scherer García (1927), para que hiciera un semanario. Pero Octavio no tenía la intención de convertirse en periodista de tiempo completo (“le dije a Scherer que no tenía ni humor, ni tiempo ni talento para una idea así”, platicaba el propio escritor), y ofreció hacer una publicación mensual de orden cultural. De modo que así fue como nació la revista Plural, cuyo primer número apareció en octubre de 1971, contando con la jefatura de redacción de Ignacio Solares y de Tomás Segovia, además de la pluma de afamados escritores, entre ellos José de la Colina , Juan García Ponce, Salvador Elizondo, Gabriel Zaid y Enrique Krauze, llegado de Siempre!, aunque Alejandro Rossi no tuvo nada que ver con los primeros números, pues debió marchar a Italia por cuestiones académicas.
Sin embargo, al regresar a México, Octavio Paz lo invitó en la primavera de 1973 a platicar para que colaborara en la revista, y no fue sino hasta septiembre de ese año de 1973 que empezó a escribir la columna “Manual del distraído” que pronto adquirió carta de ciudadanía y los lectores la buscaban con fruición, de modo que se pegó más al trabajo con el subdirector Kazuya Sakai, pintor, traductor, hombre de múltiples talentos.
Las reuniones del Consejo de Redacción tenían lugar en la casa de Octavio Paz, en Lerma, y eran sumamente participativas y se discutía mucho, con posturas ciertamente diferentes, según recuerda el propio Alejandro Rossi. “Teníamos la percepción de que Plural era no sólo un ‘éxito’ intelectual sino económico: la primera revista literaria que iba a los kioscos con ventas relativamente elevadas, gracias al apoyo incondicional de Julio Scherer García”, decía el culto escritor, consciente de que aquí se publicó la mejor literatura en español de esos años y, en traducción, la mejor del mundo.
Hasta que vino el golpe contra Excélsior en julio de 1976 y el grupo dePlural decidió condenar el manotazo del presidente Luis Echeverría, ante el silencio ominoso de la televisión, la radio y la gran prensa mexicana. EnSiempre!, de José Pagés Llergo, el 28 de julio aparecen las fotografías de Octavio Paz, Eugenio Anguiano Rock y Roberto Guajardo Suárez con una declaración histórica:
Ante los cambios ocurridos recientemente enExcélsior, los firmantes, miembros del Consejo de Redacción de Plural, declaran:
Plural nació hace cinco años con un propósito claro: ser
. un sitio de reunión de la imaginación creadora y del
pensamiento crítico.
…………………………………………………………….
De ahí nuestra indignación ante la forma en que se ha
procedido en contra de Excélsior y sus dirigentes.
VUELTA.- Mientras Julio Scherer marchaba el 8 de julio por la calle Reforma de la ciudad de México del brazo de Abel Quezada y seguido de Vicente Leñero, Gastón García Cantú y otros colegas de Excélsior, Octavio Paz se fue por otra puerta a platicar con su grupo, en el que de nuevo estaba Enrique Krauze; estaban decididos a planear una revista independiente, dado el éxito de Plural, tratando de resumir en el título de Vuelta el propósito de que estaban de regreso, que era un retorno, aunque la referencia a un poema de Paz titulado así debió ser tomado en cuenta.
Con el paso de los días surgió la idea de pedirle un cuadro a Rufino Tamayo, no regalado sino a precio bajo, sin la comisión de la galería, para organizar una rifa y tener un fondo de dinero suficiente que sustentara el arranque de Vuelta. Pero a Octavio Paz le daba una vergüenza enorme hacerle la solicitud de la pintura a su amigo Rufino Tamayo, pese a la confianza que los unía y pese a que el famoso escritor había sido uno de sus más decididos defensores frente a la omnipresencia de los muralistas.
En la organización de la rifa participó mucha gente, pero sobre todo Celia Chávez, la mujer de Jaime García Terrés, que tanto colaboró en la revista, destacando también la generosidad de Ulalum González de León y de Esther Seligson, además de Olbeth Hansberg, esposa de Alejandro Rossi, empeñada en vender boletos no obstante estar en cama por una intervención quirúrgica.
Y así fue como empezó a caminar Vuelta, cuya presentación el 15 de noviembre del primer número fechado el primero de diciembre de 1976 no puede entenderse sin ese cuadro memorable que se sacó en la rifa Hugo Margáin, un filósofo, alumno de Alejandro Rossi, precisamente. Y también hay que enfatizar la presencia de Gabriel Zaíd, el pensador crítico más original del México contemporáneo; de José de la Colina , de gran talento literario y experto en revistas e imprentas; de Aurelio Asiain, de Sonia Levy, secretaria, y de quien fuera dueño de Contenido (y después también de Actual), Armando Ayala Anguiano, quien dio muchos consejos prácticos a los fundadores del nuevo mensuario y les presentó a Guillermo Mendizábal, propietario de Editorial Posada, para usar –a precios muy rebajados- sus instalaciones, tanto para formar los primeros números de la revista como para imprimirla y distribuirla comercialmente.
PROCESO Y UNOMÁSUNO.- Entretanto, en otro frente, también se avivaron algunos sectores culturales para apoyar a Julio Scherer García con una subasta también de obras de arte, conducida por Raquel Tibol, gracias a la donación de artistas para que la empresa Comunicación e Informacón, S. A. obtuviera recursos adicionales que, junto con la suscripción popular de las acciones, permitieron el 6 de noviembre de 1976, con la solidaridad, igualmente, de Guillermo Mendizábal y de José Pagés Llergo, echar a andar el semanarioProceso, donde doña Raquel hizo de su columna de arte una lectura lúcida, a veces molesta pero nunca prescindible, de acuerdo con el propio director.
Finalmente, como resultado de ese golpe a Excélsior, no debe ignorarse la lucha de Manuel Becerra Acosta hijo y quienes creyeron en él para fundarunomásuno en noviembre de 1977, y que en sus primeros años fue un diario de referencia e innovaciones en el campo de la cultura y de la fotografía de prensa, pero después significó un chasco en muchos sentidos que la historia revirtió al dar pie a que naciera La Jornada , en septiembre de 1984, cuando los inconformes con el promotor de unomásuno se dieron cuenta del engaño, lo que no ocurrió conProceso ni con Vuelta, pues su estabilidad fue el mejor galardón de los soñadores y sus fedatarios.
En los primeros cuatro números de Vuelta, Alejandro Rossi figuró como director suplente mientras Octavio Paz daba cursos en Harvard, donde puso en juego su red de amistades para conseguir inaugurar la revista con textos de Jorge Luis Borges, Bioy Casares y Calvino, además del suyo que empieza así:“Dejamos Plural para no perder nuestra independencia”, secundado por Gabriel Zaíd en el número dos de esta manera: “El genio demagógico o maquiavélico de Echeverría tuvo mucho de ilusión colectiva”. Y Zaíd no se explicaba “por qué un sexenio que se presentó con bigotes zapatistas, con gestos cardenistas, con frases allendistas, con tramoya tercermundista, acabó haciendo un número alemanista”, en referencia al gobierno de Miguel Alemán Valdés, empresario y primer dueño de la televisión mexicana.
Enrique Krauze pasó de Secretario de Redacción desde 1977 a subdirector en diciembre de 1981, y 15 años después hasta el final, responsable de las finanzas de la publicación como consejero delegado.
Veintidós años más tarde, Enrique Krauze reconoció que la revista de Octavio Paz era y fue siempre de él, con el 55% de las acciones en manos de su mujer Marie-José, de modo que a su muerte, en abril de 1998, Vuelta cerró su última página, y él decidió entonces crear Letras Libres, donde el propio Krauze rindió homenaje a la publicación de Paz escribiendo “Apuntes para una biografía de Vuelta” en el número 246 de diciembre de 2006.
LETRAS LIBRES.- Enrique Krauze, quien desde el primer número deVuelta había hecho un estudio de “Plural (1971-1976)”, como crónica del atentado contra la revista, y una evaluación y nota luctuosa a la vez, trabó una amistad sólida de 23 años con Octavio Paz que se tradujo en acuerdos y convenios al más puro estilo padre-hijo. Por eso decidió seguir su propio camino con la fundación de Letras Libres en enero de 1999, una vez que probó en la misma década de los 90 que su vocación empresarial estaba firme al crear en septiembre de 1991 Editorial Clío, y en abril de 1998 empezó a producir los programas de historia, “México Siglo XX”, al ser impactado por los programas documentados de la BBC de Londres, durante uno de sus viajes por Inglaterra.
Enrique Krauze nació el 16 de septiembre de 1947, y en torno a la fecha de su cumpleaños número 60 sus editores –Tusquets y el Fondo de Cultura Económica- organizaron tres mesas redondas para examinar su tarea. En la primera se analizó su papel como empresario cultural. La segunda estuvo dedicada a su vocación de biógrafo. Y la tercera versó sobre su carácter de observador político.
“Letras Libres es de las escasas revistas que, de manera permanente, se esfuerza y logra inyectarle al debate político racionalidad, ilustración, aliento, y al debate cultural, sentido, pasión y ánimo ordenado”, leyó José Woldenberg en el homenaje a Krauze, y publicó el texto el 27 de septiembre de 2007 en Grupo Reforma.
“En un espacio público dominado por el inmediatismo y estridencia,Letras Libres contribuye a trascender el ruido y la coyuntura. Y en medio de un magma cultural amorfo, donde todas las expresiones tienden a igualarse, donde el relativismo extremo desearía hacer saltar por los aires toda jerarquía, Letras Libres apuesta por un gusto anudado a una tradición que asume que existen cualidades y grados de elaboración”, señaló Woldenberg, quien ponderó el esfuerzo intelectual que tiende a elevar el nivel de la discusión en muy diferentes campos, sin que se trate de compartir todos y cada uno de sus textos, de sus ideas y en algunas ocasiones de sus obsesiones y causas.
Woldenberg elogió ese día también la labor de Editorial Clío, por un lado, y los programas de televisión, por el otro, “pues la difusión cultural, tan precaria entre nosotros, tan descuidada, tan famélica, se ha encontrado en Krauze un promotor que intenta acercar el conocimiento a franjas muy amplias de personas que se encuentran marginadas de los circuitos culturales y educativos, a través de medios que muchos desprecian”.
NEXOS.- Simultáneamente a la aparición de Vuelta, un grupo de intelectuales definidos a sí mismos como de izquierda comenzó a planear una revista concebida de acuerdo con la idea de Enrique Florescano, finalmente director-fundador de Nexos, cuyo primer número, de tamaño tabloide, comenzó a circular en enero de 1978, en una época en que la cerrazón política e informativa hacía que los intelectuales llevaran el debate y sus propuestas a esta clase de medios impresos, y no como ahora en que la apertura ha permitido a los líderes de opinión y a la mayoría de la gente hacer uso de la prensa en general y de la radio e inclusive, poco a poco, de la televisión.
Por eso se considera que Vuelta y Nexos, desde fines de la década de 1970, fueron una rama de México en el árbol de la cultura y la literatura occidental y junto con Proceso contribuyeron a formar una poderosa opinión ciudadana y a arrastrar a la plaza pública a los actores que enlazarían sus esfuerzos e ideales para alcanzar mejores aires democráticos.
Como ya dijimos, Nexos apareció en tamaño tabloide y a dos tintas, con el subtítulo de “Sociedad-Ciencia-Literatura”, pero al volverse rentable adquirió el tamaño revista, y desde el primer editorial expuso con precisión su proyecto:
Nexos quiere ser lo que su nombre anuncia: lugar de cruces y vinculaciones, punto de enlace para experiencias y disciplinas que la especialización tiende a separar, a oponer incluso. Aspira a ser un foro donde se expresen los problemas de la ciencia y la tecnología, la investigación económica y social, el ensayo literario, la historia y la realidad política.
Nexos fue dirigida entre 1978 y 1982 por su fundador Enrique Florescano, y por Héctor Aguilar Camín entre 1982 y 1995, pero el escritor se llevó una carretada de críticas por haber hecho negocios para la revista a costa del gobierno del Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), con quien trabó una amistad convenenciera que el mismo ex-mandatario denunció por despecho con documentos y facturas de por medio.
Correspondió a Luis Miguel Aguilar la celebración del vigésimo aniversario en enero de 1998 con un número especial de colección en el que participaron 50 autores, con Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes en primer término, en tanto que el 25 aniversario, en enero de 2003, Nexos dedicó un número especial a la felicidad, en el que de nuevo presidieron los escritos García Márquez y Fuentes.
José Woldenberg, Director, y Rafael Pérez Gay, Director General, tuvieron a su cargo los festejos por el 30 aniversario en 2008, con un número especial donde se solicitó a diferentes especialistas unas “numeralias” sobre las transformaciones más significativas en sus respectivos campos entre los años 1977 y 2007. Así, vemos, por ejemplo, que en aquel año éramos 62.3 millones de mexicanos y, treinta años después, la explosión demográfica nos sitúa en 105.8 millones, según Rodolfo Tuirán. (Hoy, en 2011, somos 112,322,757).
TIERRA ADENTRO.- Si hay en nuestro país un catálogo sobresaliente por su capacidad para difundir lo mejor y más reciente de la creación literaria desarrollada por los jóvenes, tal es el del Fondo Editorial Tierra Adentro que, desde 1978 -–surgido como parte de los proyectos del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA)–, este catálogo suma ya algunos centenares de títulos en torno a la literatura mexicana, y en especial de la poesía, cuyo premio anual “Elías Nandino” es todo un alarde de constancia en más de 30 ediciones a cargo del gobierno del Estado de Jalisco a través de sus instituciones culturales. El fundador de la publicación es Víctor Sandoval.
GATOPARDO.- Una de las publicaciones mensuales de gran prestigio tiene el sello de la calidad editorial de Colombia pero con impresión en nuestro país: se trata de Gatopardo, que desde 1998 ha cautivado el buen gusto de los amantes de la cultura, bajo la dirección la dirección de Guillermo Osorno Covarrubias, y que en 2009 hizo una recopilación de sus mejores historias para darlas a luz en un libro titulado Crónicas de otro planeta.
La Revista de la Universidad de México es la mejor en su género y goza de fama desde que nació hace décadas por su gran labor en la difusión de la cultura. Su último director es el chihuahuense Ignacio Solares (1945), quien fue galardonado con el premio de periodismo cultural “Fernado Benítez” en la Feria del Libro de Guadalajara, en diciembre de 2010, lo que habla de su importante obra y trayectoria.
Ciertamente hay otras publicaciones de educación superior en el siglo XXI, siendo la más nueva Ibero/Revista de la Universidad Iberoamericana , a partir de febrero de 2009, bajo la dirección de Carlos Deveaux Homs y con la presentación inicial del Rector José Morales Orozco en el número inaugural donde aparece también un artículo de Miguel Ángel Granados Chapa, un ensayo de Gabriel Zaid, poemas de José Emilio Pacheco, además de entrevistas con Roberto Hernández, Héctor García y Elena Poniatowska.
OTRAS REVISTAS.- No debemos dejar fuera otros esfuerzos bien consolidados a pesar de la tremenda crisis financiera que le pega muy duro a este tipo de medios, como Algarabía que llegó a los estantes en el 2001 y de la mano de María del Pilar Montes de Oca Sicilia celebró su décimo aniversario en mayo del 2011, dedicando un gran espacio a la fundación de Nueva York y donde apareció una nota luctuosa por el asesinato de su primo Francisco Sicilia, hijo del poeta Javier, de la ciudad de Cuernavaca. Su director editorial es Francisco Masse. No obstante las dificultades, no deja de aparecer mes a mes en un formato media carta vertical, que llama la atención por esa rareza y por la variedad de su contenido bien elaborado “que genera adicción”, según su eslogan.
La pluma del Ganso, desde 1996 y todavía en el 2012 lucha bimestralmente a brazo partido en un mercado difícil y sólo por el apoyo de los propios lectores se entiende su presencia, pues al abrir los espacios a los suscriptores para difundir sus mismos trabajos, ha hecho que se siga tomando en cuenta y que su director Dantón Chelén Franulic continúe adelante con banderas desplegadas.
Lenguaraz es una publicación trimestral que surgió en 2004 como “literatura para no leerse” y su directora Ximena Anstain en el 2011 no ceja en su empeño de afianzarla en un mercado sin mucha demanda pero al menos la suficiente para competir, pues los publicistas no apoyan con vigor este tipo de publicaciones, al menos como lo hacen con las de contenido frívolo y superficial o las sociales que van dirigidas al jet set.
La Tempestad merece un apunte especial al final de este capítulo por ser un esfuerzo nacido en la zona metropolitana de Monterrey y por llegar bimestralmente al volumen 12 con su número 74 con una presentación y contenido impecables, a cargo de José Antonio Chedraud, director general, y de Nicolás Cabral, director editorial.
Paso de gato: revista mexicana de teatro se ha abierto camino, trimestralmente, en un mundo tan especializado desde el año 2001, de la mano de Jaime Chabaud, y su constancia le ha valido varios reconocimientos, como la mejor revista de teatro del mundo 2009-2010, que le otorgó la Universidad de Buenos Aires, Argentina, así como la medalla especial del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral 2010, de España.
El Bhúo nació en 1998 pero es fruto de amor de las inquietudes de René Avilés Fabila y el hecho de que se trate de un medio de distribución gratuita, la hace merecer mejor atención. Su autor, al abandonar el diario Excélsior, deseó continuar la publicación del mismo nombre que había fundado en dicho diario, pero al no superar crisis e infinidad de dificultades económicas para imprimirla, terminó por desaparecerla en papel y vincularla a blogs y páginas electrónicas por medio de internet .
Estilo México es una publicación mensual que tiene como Presidente CEO a Fernando Botero Zea, hijo del artista colombiano Fernando Botero, además de contar en la dirección general con Jesús Echeverri y en la edición con Sagrario Saraid Jurado Yánez. Fue fundada en 2003 y al llegar al número 100 en abril de 2012 la celebración, previa a los festejos por su décimo aniversario en 2013, no omitió la enorme cantidad de entrevistas con escritores y políticos famosos, así como los tópicos culturales que han hecho historia.
Obviamente hay múltiples muestras de medios impresos que aún siguen abriéndose paso en el mercado cultural de México, muy a pesar de los signos en contra que lanzan día a día las tecnologías de punta enfocadas a la comunicación digital. Algunas sobreviven entre lectores aficionados a la historia así como a los viajes y aunque éstas tienen un sello turístico, contienen una gran dosis de alta cultura. Pero las que más se siguen significando son las de los centros de estudios superiores del país, como Armas y Letras de la UANL, y las que han surgido de la vocación y arrojo de muchos promotores en varias ciudades a lo largo y ancho de nuestro país.
Es muy loable que estas iniciativas sigan adelante si se toma en cuenta que de aquellos suplementos culturales que inició Fernando Benítez en 1949 solamente continúan su ejemplo dos en México: «Laberinto» de Grupo Milenio y «La Jornada Semanal», y es una lástima que aquí El Malpensante de Colombia no haya encontrado imitadores porque no hay un Mario Jursich, su director, que impulse el peridismo literario al estilo Etiqueta Negra, si bien es cierto tenemos una revista Emeequis que pondera la crónica como arte entre los jóvenes y contamos con un medio de periodismo investigativo, Contralínea, que se codea en algunos textos con el estilo de los buenos escritores.
Lo importante es que no dejemos de ver cómo la gota de agua perfora la roca dura que es el mercado de las revistas lietarias de éxito.