Encuestas electorales y representaciones colectivas

  • Hubo 144% más encuestas en 2012 que en 2006: 2 mil 254 en total.
  • La espiral del silencio y la teoría de la construcción de las representaciones sociales son enfoques teóricos que permiten explicar la influencia de las encuestas.
  • «Habrá quienes desde la academia mantengan una posición contraria frente a éstos y otros enfoques teóricos y aseguren, con información confiable,  que los medios no tienen ninguna influencia en los indecisos. Pero así como las propuestas seleccionadas para este texto se apoyan en estudios muy acuciosos, quienes sostengan la posición contraria lo hacen también con datos confiables», dice Benassini.

Fotografía: Saludand @ Flickr

Por Claudia Benassini

El jueves 26 de julio se publicó el séptimo informa del Instituto Federal Electoral (IFE) que se concentra en la cantidad de encuestas generadas durante el proceso electoral. Al día siguiente Fabiola Martínez y Alonso Urrutia, reporteros de La Jornada precisaron las cifras:

144 por ciento más respecto al 2006 y 503.8 por ciento en relación al de 2009; el documento detalla que se monitoreó de enero a julio (precampaña, intercampaña, campaña y hasta el 15 de julio) 2 mil 254 encuestas originales y 4 mil 433 menciones y réplicas en medios de comunicación de estos sondeos”.

El viernes 27 de julio el tema se mantuvo en las agendas informativas de la prensa escrita. Lo había estado en semanas previas a propósito de la diferencia de más de 12 puntos entre sus pronósticos y los resultados finales. A propósito de la decisión de las encuestadoras agrupadas en la AMAI de revisar sus metodologías e incluso someterse a valoraciones externas –tema abordado en este espacio hace tres semanas. Asimismo, Andrés Manuel López Obrador ha hecho diversos señalamientos sobre el  papel que habrían tenido las encuestas en las decisiones del electorado. Un asunto que, de acuerdo con la nota ya mencionada de La Jornada, condujo a Leonardo Valdés Zurita, consejero presidente del IFE a negar que los sondeos influyan sobre los electores:

Desde la tarea académica tuve el privilegio de conocer a detalle la metodología para la construcción de las encuestas y (…) tengo la convicción de que los ciudadanos mexicanos difícilmente se dejan influir por las encuestas que se publican en los medios de comunicación y, sobre todo, en materia electoral”.

El domingo 29 de julio la prensa volvió al tema, a propósito de las declaraciones del consejero Lorenzo Córdova. Según Carolina Rivera de Milenio Diario:

Lo que tiene que venir en los meses siguientes, evidentemente al margen de su es propaganda o no (…) es un análisis muy serio a partir de esos datos, que ya son públicos y que intentan explicar qué es lo que ocurrió”. (…) “Hay un problema metodológico, me da esa impresión… sí creo que tenemos que hacer esta reflexión para analizar por qué las encuestas, lejos de ser una fuente de certidumbre, hoy fueron fuente de incertidumbre, lo que es peor aún, fuente de disputa política y jurídica

 

¿Influyen o no?

Como puede observarse, existen diferencias al menos de precisión sobre el papel que habrían tenido las encuestas en los comicios del domingo 1º de julio. Mientras Valdés es contundente al afirmar que no influyeron en la decisión de electorado, Córdova, tiene una posición que al menos parcialmente se suma a la del AMAI. Sorprende la contundencia con la que el consejero presidente pretende invalidar los juicios a los que se han visto sometidas las encuestadoras durante las últimas semanas. Y más sorprende que haga sus afirmaciones “desde la tarea académica”, cuando es desde esta actividad que se ha generado el mayor número de aportaciones al respecto.

Vayamos por partes. Hay un grupo significativo de votantes –que puede variar de un partido a otro- que ha tomado su decisión incluso desde antes de las campañas. Para estos votantes el resultado de las encuestas no es significativo. En cambio sí lo es para quien no ha tomado una decisión por razones que van desde la decepción por dar su voto a una opción que no cumplió con sus expectativas, hasta quienes van a votar por primera vez. Estos votantes son los que se identifican como indecisos y son los que intentar atraer los partidos políticos en procesos electorales. Recordemos que en sus respectivas giras de campaña Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto, Gabriel Quadri y Josefina Vázquez Mota –citados en orden alfabético- se refirieron a las estrategias para captar el interés de los indecisos.

 

La espiral del silencio y las representaciones sociales

En este contexto, la abundante literatura que se ha generado sobre el tema ha mostrado que la familia y los amigos son importantes fuentes de referencia para los indecisos arriba caracterizados. Pero también las encuestas son fuente importante para la toma de decisiones. Hace un par de décadas la socióloga alemana Elisabeth Noelle Neumann formuló la teoría de la espiral del silencio. Basada en el análisis de un cúmulo de encuestas sobre diversos temas –sobre todo electorales- la autora llegó a la conclusión de que los indecisos se manifiestan como tales en los sondeos de opinión. Pero el resultado de esos sondeos podría ayudarlos a elegir a quien va arriba por la sensación de subirse a lo que Noelle Neumann llama el carro ganador. A pesar de la frecuencia con que se presenta la espiral del silencio, en pocas ocasiones –menos en México- es utilizada como una herramienta para analizar los resultados electorales.

Una segunda perspectiva, también estudiada en procesos electorales con énfasis en la televisión, es el papel de los medios en la construcción de representaciones sociales. Un proceso en el que prensa, radio y sobre todo televisión participan no necesariamente de manera voluntaria. Su punto de partida es que la realidad que nos ofrecen los medios está sujeta a distorsiones no necesariamente voluntarias, sino producto de las condiciones de trabajo, de la selección de los temas a tratar y del abordaje de los mismos. Estas decisiones se toman con base en criterios económicos: costo del tiempo en medios electrónicos, distribución del espacio en la prensa que obliga a dar cabida a lo más importante. Estas representaciones sociales juegan un papel importante en la toma de decisiones: quiénes y en qué orden están presentes en la televisión, qué tratamiento informativo reciben y, desde luego los resultados de las encuestas periódicamente presentados, cuyas estadísticas en este proceso se mencionaron al principio de este texto.

Hasta aquí la presentación de dos enfoques teóricos vigentes muy utilizados para el análisis del papel de los medios en los procesos electorales. Dos enfoques comprobados que dan cuenta de que sí es posible que las encuestas hayan jugado un papel en decisión del electorado el 1º de julio. Sobre todo si tomamos en cuenta las importantes diferencias en cuanto a preferencias entre Peña Nieto  y López Obrador que se mantuvieron presentes hasta el último levantamiento. En este contexto, habrá quienes desde la academia mantengan una posición contraria frente a éstos y otros enfoques teóricos y aseguren, con información confiable,  que los medios no tienen ninguna influencia en los indecisos. Pero así como las propuestas seleccionadas para este texto se apoyan en estudios muy acuciosos, quienes sostengan la posición contraria lo hacen también con datos confiables.

 

 

Finalmente, señor Valdés Zurita, una cosa es tener acceso desde la academia a la metodología para la elaboración, procesamiento e interpretación de las encuestas electorales. Y otra muy distinta es que de los resultados de estas mediciones pueda inferirse que no hay ninguna influencia en la toma de decisiones de los electores. Desde luego, los enfoques teóricos arriba presentados no contemplan las estrategias para la compra de votos que en este momento se debaten en el Tribunal Federal Electoral. Más bien hemos intentado mostrar que los caminos de la academia nos conducen a que las encuestas electorales sí pueden ayudar a la toma de decisiones de los electores indecisos. Ahora nos mantenemos a la espera no sólo de la sentencia sobre los comicios de julio, también de los resultados del debate que sostienen los encuestadores a propósito de los resultado en su mayoría fallidos, que pudieron contribuir a la construcción de las representaciones colectivas.

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1 comentario a este texto
  1. Información Bitacoras.com…

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