Perfil del periodista online
- El comunicador debe adelantarse a las necesidades del usuario, explotar los foros de discusión, el chat, o la posibilidad del correo electrónico para satisfacer esa demanda.
- En la era digital se debe localizar todas las fuentes que le interesen, procesar la información, contextualizarla y clasificarla con criterios de prioridad.
Por Lizy Navarro Zamora
Publicado originalmente en RMC 73
Así como los periódicos online tienen nuevas características, los periodistas que trabajan en esos medios deben prepararse para ocupar los puestos que demandan las circunstancias actuales. Y aun aquéllos que no laboran directamente en la edición en línea deben tener más conocimientos, pues la competencia es cada vez mayor.
Para Jacques Arlandis, director científico del Instituto de Telecomunicaciones del Audiovisual en Europa, todos los que están en la red tienen la oportunidad de ser periodistas, además de que pueden redactar, grabar e introducir su información directamente en el sistema cibernético. Sin duda, la profesión se ha transformado.
Con los periódicos electrónicos desaparecen los empleados de las imprentas de prensa, desde el encargado de las bobinas al controlador, pasando por el tipógrafo, el grafista o el fotograbador, pero surgen nuevas actividades.
La redacción, la habitación física donde conviven los periodistas, se ha sustituido por una redacción virtual, que existe en las redes telemáticas, pero el ciberespacio no será capaz de sustituir el trabajo periodístico. El usuario tendrá la necesidad de contar con alguien que le seleccione, informe, interprete y juzgue los hechos que acontecen en el mundo. La técnica puede ayudar eficazmente en el proceso productivo y en su transmisión, pero no sustituir a quienes se encargan de buscar las informaciones, seleccionarlas, valorarlas y comunicarlas.
Sus peculiaridades
Entre las principales características y actitudes del periodista on line, están las 10 siguientes.
1) Periodista multimedia.
La generalización de las técnicas y el impacto sobre la obtención, transmisión y explotación de la información ejercen una influencia sobre el periodista, que no debe ser el profesional de un solo medio de comunicación.
Es en los contenidos donde, al igual que ahora, se debe basar la labor del redactor. Es necesario volver a la idea del periodista global, al periodista con una formación integral frente a la enfermiza obsesión del periodista especializado. Su formación debe ir dirigida en todas las direcciones, de modo que pueda desempeñar su papel con toda normalidad en la radio, la televisión, las autopistas o cualquier medio impreso, pues no hay que reducir al mundo del periódico o las revistas.1
El periodista de Internet debe entender que está frente a un nuevo medio con diferentes soportes. En estos momentos muchos periodistas aplican las técnicas de la radio, la televisión, la prensa, del espacio web y de los celulares. Además, dentro de lo que es la redacción on line está el webmaster, los redactores, los diseñadores, apoyos gráficos y editoriales y más personal para las fases interactivas del medio.
2) Anticiparse a la demanda del lector.
En la aldea global para el usuario de los medios de comunicación será imprescindible la información en el momento, tiempo y forma oportunos. El periodista debe adelantarse a las necesidades del usuario, explotar los foros de discusión, el chat, o la posibilidad del correo electrónico para satisfacer esa demanda. Quien cumpla ese cometido se adecuará a los nuevos tiempos. De acuerdo con el perfil del usuario, el periodista trabajará su información.
3) Conocimientos de informática y de las nuevas tecnologías.
Un corresponsal de un periódico ya no tendrá que enviar su crónica a la redacción por medio del fax o del teléfono. Le bastará conectar su computadora a un módem para realizar esa transmisión a la computadora central. Será un especialista en el uso de las nuevas tecnologías. Realizará sus entrevistas virtuales, conversará con el entrevistado en su computadora sin tener la necesidad de acudir físicamente a un lugar.
Existen programas informáticos a través de los cuales un reportero, o cualquier otra persona, puede enviar sus textos por teléfono celular a su redacción, mientras un módulo reconoce su voz y la transmite a una computadora que la traduce en texto. Este sistema garantiza un 90 por ciento de seguridad con un vocabulario de 60 mil vocablos y una velocidad de 30 a 50 palabras por minuto: más rápido de lo que mucha gente puede teclear.
Tal es el caso de la agencia de información Reuters, que elige sus contenidos multimedia y los distribuye por diferentes formatos vía correo electrónico (ftp, http, etcétera) De hecho, en la mesa de redacción los periodistas seleccionan las noticias en sus propios idiomas, las ordenan según un criterio de prioridad informativa y las vinculan con fotografías, gráficos, audio o video, distribuyéndolas en paquetes actualizados automáticamente, de forma constante y en tiempo real vía Internet.
4) Explotar Internet como una fuente de información.
Bibliotecas virtuales, información jurídica y parlamentaria, agencias de noticias, instituciones, entre otros recursos, están en Internet para el periodista. Sólo basta buscar la información en la red para dar con el sitio adecuado en el momento preciso.
El periodista deberá contar con suficientes criterios para valorar la veracidad de las informaciones que obtenga. Muchos de los datos que viajan en la red no son fuentes confiables tanto para el usuario como para el periodista, pero este último deberá de cotejar y verificar sus fuentes.
Los editores estadunidenses tienen la necesidad de contar ya con verdaderos especialistas en la investigación de información a través de las redes electrónicas, administración y manejo de bases de datos y análisis estadísticos. Si antes buena parte de la dificultad y del valor del trabajo periodístico bien hecho radicaba en la simple y dificultosa captación de información, ahora se va a primar el análisis profundo y acertado del periodista acerca de las más diversas cuestiones, puesto que el acceso a un volumen más abultado de material informativo lo va a tener fácilmente con ayuda de las redes electrónicas.2
A la labor del periodista se añaden nuevas tareas de investigación y contextualización sujetas a las coordenadas de una audiencia cada vez más próxima de la redacción.3
En Internet una de las desventajas es constatar la credibilidad de las fuentes y la veracidad de los datos. El anonimato frecuente detrás de las informaciones es un motivo para dudar de ellas. Por lo mismo, los poseedores de un título o de una marca que haya obtenido ya el reconocimiento del mercado tradicional, serán más consultados en el ciberespacio.
El periodista digital debe localizar todas las fuentes que le interesen, procesar la información que le ofrecen, contextualizarla y clasificarla con criterios de prioridad. También debe discriminar entre las fuentes originales y las que utilizan información de segunda mano.4
En las publicaciones, el periodista debe ofrecer el acceso a todas las fuentes de información original para que el usuario pueda ampliar su conocimiento acerca del tema. No hay limitaciones de tiempo y espacio para no hacerlo.
Según una encuesta realizada por la Sociedad Interamericana de la Prensa, nueve de cada 10 periodistas de América Latina utiliza Internet en su labor profesional. El sondeo fue efectuado entre 700 editores y periodistas de Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú y Venezuela; 53 por ciento aseguró que carece de capacitación en el área tecnológica.
5) Periodista interactivo.
La interactividad del periodista será otra fuente de información. Los usuarios comunicarán al medio sus informaciones y dudas, que servirán de base al periodista para realizar su trabajo en forma completa.
Frente a quienes han teorizado sobre la nueva utopía del orden virtual –en la que se destruye al mediador como manipulador al servicio de intereses concretos, y se abre el caudal inmenso del acontecer y del conocer a la autogestión individual–, el papel del mediador sale reforzado con el concepto de periodista interactivo, incluso en las tareas de crear soluciones especializadas y personalizadas a la medida de las demandas de los distintos segmentos de audiencia.5
El periodista consultará sus fuentes de información por Internet y, a su vez, éstas interectuarán con él. En la actualidad algunas fuentes de información tradicionales en el ámbito económico, político, social o cultural ya no convocan a una rueda de prensa en un determinado lugar, sino que a través de las redes telemáticas se realizan las entrevistas. El periodista obtendrá los discursos de los políticos o de toda fuente que haya dado una conferencia.
La información, imágenes y audio, se enviará por las redes telemáticas. El comunicador no tendrá que acudir a su centro de trabajo para enviar la nota. El periodista estará en contacto directo con el usuario, podrá hablar con él, sabrá qué opina sobre su trabajo y cuál y cómo es la información que necesita.
El periodista está obligado a considerar la interacción del usuario que, como lector, es consumidor, generador y fuente de información y hasta autor al mismo tiempo. Sobre todo, está más obligado a saber escuchar a los lectores.
El periodista digital que trabaje para un colectivo determinado de interactores actuará como inspirador y animador de la inteligencia colectiva del grupo. Su habilidad consistirá no sólo en tomar la iniciativa en el proceso de información, sino en saber canalizar todo el conocimiento que se genere en el seno del grupo.6
6) Más hábil.
El periodista podrá enloquecer ante la abundante información que tendrá en sus manos para redactar una noticia. Deberá tener una gran habilidad, inteligencia y capacidad de selección para buscar y encontrar la información que necesita. Se comprometerá a organizar su tiempo porque sus fuentes son cada vez más numerosas.
El periodista será pieza clave en la creación del nuevo manual de instrucciones del uso de la información. Requiere manejarse en un entorno tecnológico sofisticado con la misma rapidez, calidad y confiabilidad. Los periodistas de la red deben serlo de tiempo real, pues la exigencia del público será mayor.
7) Responsabilidad social.
Tendrá que fortalecer los principios éticos y deontológicos.
No obstante, nosotros abogamos por una concepción del periodismo distinta a la que se ha abierto paso en esta sociedad de la información. Abogamos por una información que otorgue a los medios el papel de organizadores de la convivencia. No estamos de acuerdo con la tesis de que por encima de la libertad de información está la libertad de comercio.7
Muy reconocida fue la visión del futuro periodista que ofrece Steve Yelvington, editor del Star Tribune.
Para formularnos el papel del periodista del futuro, deberíamos remitirnos a los orígenes de la profesión. Al principio, el periodismo era una profesión que prestaba un profesional. Ahora, los medios de comunicación cumplen otras funciones: producen un periodismo corporativo.8
Y el vington subrayó que la facilidad con que cualquier persona puede publicar informaciones en la red da sentido al periodismo profesional. Hacen falta profesionales que señalen lo que es importante, lo que es verídico y lo que es inútil, sin claudicar ante intereses comerciales.
Tal responsabilidad social es la que el periodista ha debido tener en todo medio de comunicación sin importar si se trata de la prensa, la radio o la televisión. Con el desarrollo de Internet, así como de cualquier tecnología, el comunicador deberá cumplir con dicha función social.
En el marasmo globalizado que viven hoy las sociedades, la prensa escrita y electrónica no ha sabido responder cabalmente a las necesidades informativas básicas de la gente […] Asistimos así al surgimiento del quinto poder: el de la dominación mediática. Y los periodistas nos hemos prestado a ello. Nuestro papel como periodistas no es la de mutarnos en simples generadores de contenidos de los grandes consorcios tecnológicos, que mediante el acaparamiento de la tecnología y de la conectividad diseñan un mapa de la red que amenaza con cancelar la utopía que muchos compartimos: construir en Internet el ágora universal.9
Se unen la necesidad de conseguir que el periodismo riguroso no se vea ahogado por la tendencia creciente a convertir la noticia en espectáculo y la importancia a asegurar que en este nuevo paisaje cibernético el trabajo periodístico no pierda ni calidad ni perspectiva, puesto que ahora cualquiera puede lanzar a la red mensajes de todo tipo y es muy fácil manipular las informaciones, los textos, las imágenes y los videos.10
El periodista deberá cumplir con los principios deontológicos de la profesión como son: explicar la verdad, respetar a las fuentes y a los sujetos de información, no mezclar la información y la opinión, no mezclar la información y la publicidad, o la información y la propaganda.
8) Trabajo continuo.
El periódico on line no se esperará 24 horas para actualizar sus contenidos, sino que continuamente, conforme vayan ocurriendo los hechos, presentará al usuario lo más importante del momento. Las salas de redacción estarán trabajando de manera continua: habrá varios turnos y no sólo personal de guardia. Aquí es importante recordar que el usuario del periódico no será solamente el de su localidad, país o continente, sino que traspasará las fronteras. Mientras en América es de día, en Europa de noche y continuamente la gente necesita estar informada.
El periodista estará plenamente conciente de su pertenencia a un equipo y grupo editorial, que compite día a día con otros para satisfacer la demanda de información de los usuarios.
9) Preparación.
El periodista deberá tener una mayor preparación, tanto en Ciencias de la Información como en cultura general. La inmediatez y la rapidez con que tendrá que transmitir la información requerirá de una capacidad para cometer el menor número de errores posible. El hecho de transmitir una información de manera inmediata no será un pretexto para la desinformación o equivocación.
Con la renovación tecnológica, el periodista del diario sobre papel ha tenido que modificar sus hábitos de trabajo al asumir responsabilidades y funciones que antes no eran suyas: corrección y producción de textos, diagramación, acceso a bancos de datos para textos y fotos, entre otros cometidos. Estos cambios, a los que ha tenido que ir adaptándose, han sido un paso intermedio para el nuevo periodista –el periodista electrónico, si se nos permite llamarle así al que tiene que trabajar en contacto con las nuevas redes telemáticas– al enfrentarse ante un nuevo medio. Al igual que el medio electrónico (cuyo futuro aún desconocemos), la figura del nuevo profesional está por crearse.
Los periodistas tendrán que aprender a trabajar para un sistema multimedia porque van a recibir y emitir información de diferente modo.11
10) Profesionalización.
El movimiento de concentración de las empresas de medios impresos o audiovisuales y la competencia resultante han trastornado la lógica de la información y su tratamiento. La generalización de la comunicación integral en las instituciones políticas y en las empresas para revalorizar una imagen, o simplemente para informar o promover actividades, entraña una profesionalización muy acusada de las tareas de la comunicación.
Paradójicamente, la legítima necesidad de que se hable de alguien o de reafirmar su presencia en un contexto de competencia multiforme difumina las fronteras entre comunicación, periodismo y economía. Los caminos de los profesionales de la comunicación –los periodistas–, los industriales y los políticos se entrecruzan cada vez más.
Esta confusión, que da lugar a ciertas amenazas sobre la información, se manifiesta de distintas maneras: presiones diversas, insuficiencia del periodista –que se convierte en un simple recadero de imágenes o despachos recibidos a través de la red de redes–, estandarización de los contenidos y tratamiento sensacionalista y espectacular de las imágenes. Estos son otros tantos fenómenos que socavan la credibilidad de la información y provocan una crisis de confianza en el público, en los directivos y aun en los propios periodistas.
La calidad de la información sólo puede venir respaldada por profesionales del contenido: los periodistas. Su independencia también está presente y uno de los sitios en que se da con mayor apertura es en los portales.
Algunos periodistas disponen de menos tiempo para realizar sus investigaciones y para escribirlas. El tiempo está limitando la calidad de la investigación. Los responsables de la redacción deben alimentar el contenido de varios medios con un personal limitado. Los periodistas, obligados a tener un tema final de la jornada, se limitan entonces a aquello que pueden tratar sin esfuerzo.
En los periódicos on line aparece una nueva figura, la del asistente del periodista, encargado de recoger, valorar e integrar los materiales de interés testimonial, tensión informativa, opiniones y contenidos de los correos electrónicos enviados por los lectores de la edición digital.12 Es evidente que ante la cantidad de información existente en la red, muchas empresas demandan los servicios de este tipo de trabajadores.
Los periodistas tendrán estas características y los cambios en la profesión no se detendrán.
Notas
1) José R. Vilamor, Nuevo Periodismo para el nuevo milenio, Olalla, Madrid, 1997, p. 209.
2) Emy Armañanzas, Javier Díaz Noci y Koldo Meso, El periodismo electrónico, Ariel, Barcelona, 1996, p. 47.
3) Bernardo Díaz Nosty, Informe Anual de la Comunicación, Grupo Zeta, Madrid, 1998, p. 44.
4) Quim, Gil, “Diseñando el periodista digital”, en http://www.saladeprensa.org.
5) Ibidem.
6) Ibidem.
7) Fernando Quirós Fernández, Estructura Internacional de la Información, Síntesis, Madrid, 1998, p. 9.
8) Quim Gil, “Net Media muestra cómo evoluciona el periodismo en la era de Internet”, en Ciberp@ís, 15 de julio de 1999, p. 8.
9) Gerardo Albarrán de Alba, El quinto poder, en el Segundo Congreso Americano de Periodismo en Internet, 12 de noviembre de 2000, Ciudad de México.
10) Concha Edo, “Los columnistas y la interactividad con los lectores”, en http://www.saladeprensa.org.
11) Emy Armañanzas, Javier Díaz Noci y Koldo Meso, op. cit., p. 46.
12) Bernardo Díaz Nosty, op. cit., p. 43.
Doctora en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Investigadora de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Correo electrónico: lizynz@uaslp.mx