¿Por qué México debería mirar más hacia Indonesia? (II)
- Dos países bañados por las mismas aguas
- En esta segunda entrega del reportaje sobre Indonesia, el editor de RMC conversó con la embajadora mexicana adscrita en este país, quien refiere que pese a la distancia geográfica, ambas naciones tienen similitudes que las acercan más de lo que se piensa.
Por Raúl López Parra
YAKARTA-Indonesia.- Si tomáramos un vuelo directo de la Ciudad de México a Yakarta, la capital de Indonesia, en el avión comercial más grande del mundo, el Airbus A380, a una velocidad de 945 Km/h tardaríamos 17 horas y 49 minutos en llegar. Pero tal ruta no existe. El tiempo promedio de vuelo actual es de 25 horas, volando sobre el Océano Pacífico, haciendo escalas en Europa o Estados Unidos.
La conectividad es uno de los factores determinantes que propician el mayor intercambio comercial, cultural y turístico entre las naciones, por ello, México busca acortar las distancias con Indonesia.
“Me sorprende que la gente siempre hable de la distancia. Sí, en efecto, vivimos del otro lado del mundo. Es real, tenemos doce horas de diferencia o trece. Pero la gente va a Los Ángeles y no le parece lejos. De México a Los Ángeles se puede caminar.
Se llama Los Ángeles, no The Angels. Fue México. Entonces, una de las barreras, más de ánimo mental, es que la gente deje de decir que estamos lejos.
Es real, las 25 horas de vuelo no te las quita nadie, no importa si te vas por Europa o te vas por Asia. Son 25 horas de vuelo y 36 horas de casa a casa. Como sea que sumes, eso es real, pero el mundo es cada vez más pequeño”.
Son las palabras de la Embajadora de México en Indonesia, Melba Pría, quien desde su nombramiento, en 2007, ha sido la encargada de trabajar para que las distancias entre ambos países se acorten.
En octubre de 2013 se dio un paso importante con la firma de un acuerdo aéreo entre los gobiernos, el cual fue atestiguado por el presidente Enrique Peña Nieto, en su visita a Bali, junto con su homólogo Susilo Bambang.
De este modo, Aeroméxico y Garuda, las aerolíneas insignia de cada país, pueden compartir códigos de operación para, eventualmente, ofrecer un vuelo de conectividad Ciudad de México-Yakarta, con escala en Tokio, Japón, donde ambas compañías tienen presencia.
Este acuerdo se concretaría en 2014 y sería el primer código compartido entre aerolíneas del Sudeste Asiático y de Latinoamérica, un reflejo del dinamismo económico que viven las regiones.
En la actualidad, las aerolíneas que utilizan la ruta del Golfo y Europa son las ganadoras en uno de los mercados aéreos con el mayor crecimiento del tráfico de pasajeros en el mundo: Latinoamérica.
De hecho, Aeroméxico es la única aerolínea latinoamericana con presencia en Asia, y la única que conecta de forma directa a China con esta región. El eventual código compartido con Garuda es sólo un ejemplo de cómo México comienza a fijarse más en el Sudeste Asiático y, de forma más amplia, en la región Asia Pacífico.
En este sentido, qué papel juega Indonesia. Si miramos los números la respuesta es obvia. Es el cuarto país más poblado del mundo, con 251 millones de personas. Es el Estado laico que tiene la mayor población musulmana del orbe, cerca del 86% profesa esta religión, el resto se divide entre hindúes, budistas y cristianos.
Se habla poco de Indonesia en las noticias internacionales, porque China e India acaparan los reflectores, pero esta nación ha sido una de las contadas que ha mantenido tasas de crecimiento por arriba del 5 % de su PIB, incluso en los momentos más álgidos de la crisis financiera global de 2008. Ello gracias a que el 60 % de su crecimiento económico depende de su consumo interno, lo que hace que el archipiélago más grande del planeta, con sus 17, 508 islas, (de las cuales 6 mil están deshabitadas) sea un destino atractivo para la inversión.
Si bien al cierre del 2013 el valor de su moneda, la rupia, se devaluó, y tuvo el peor desempeño entre las divisas asiáticas, los analistas financieros prevén que para 2020 Indonesia estará entre las 10 economías más grandes del globo, y por ello hay que seguir de cerca lo que pasa en este país.
“Los mexicanos estamos más acostumbrados a mirar al norte de Asia, principalmente China, Japón, Corea (del Sur). Tenemos una relación muy intensa.
En el caso de Japón, son nuestros socios comerciales más importantes en Asia, con una relación muy vieja y madura. Son relaciones muy atrayentes para México, y tienen un importante elemento económico, además de lo cultural y de lo político y de lo estratégico de esas relaciones.
En el caso del sudeste asiático, no solamente Indonesia, la presencia de México no es poca: tenemos seis embajadas en los diez países de ASEAN”, comenta la embajadora mexicana.
Y es justo Indonesia el país que, por su tamaño, juega un rol de liderazgo en la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ANSEA).
La visita del presidente mexicano a este país, en el marco de la reunión de líderes de la APEC, ha servido para relanzar esta relación. Fue el único mandatario que sostuvo un encuentro bilateral oficial con el presidente indonesio, y fue la primera vez, desde hace 41 años, que un presidente mexicano pisa estas tierras. Por su parte, el presidente indonesio, Susilo Bambang, realizó una visita de Estado a México durante el mandato de Felipe Calderón.
Pese a la distancia geográfica, Indonesia y México tienen muchos temas en común que los acercan en sus destinos. Ambos son candidatos permanentes a formar parte del grupo de los países emergentes industrializados que integran el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Ambos necesitan avanzar en las reformas estructurales para garantizar un mayor crecimiento económico.
Los dos padecen problemas de corrupción en un alto grado. También coinciden en el combate a la violencia criminal, aunque de diferente naturaleza. México concentra sus esfuerzos contra el narcotráfico mientras que Indonesia hace lo propio para erradicar el terrorismo islamista.
Otra similitud es que los dos tienen como vecinos a naciones desarrolladas cuya relación es problemática, que va de la cooperación a la disputa por la intromisión en asuntos internos. México comparte frontera con Estados Unidos, la nación más poderosa del planeta, e Indonesia es una de las naciones más cercanas geográficamente a Australia, país catalogado como una potencia mediana.
Pero no todo el panorama es negativo. Ambas naciones tienen la ventaja de contar con una población joven, un bono demográfico que puede ser la fuerza que impulse el desarrollo.
Cuentan con gran diversidad de recursos naturales y son destinos atractivos para el turismo, campo en el que los países firmaron un memorando de entendimiento en el que México puede mostrar cómo promueve la marca país en el extranjero, mientras que Indonesia enseñará cómo promover el turismo en el mercado asiático. En el Índice de Competitividad Turística 2013 del Foro Económico Mundial, México ocupa la posición 44, un puesto arriba que China, mientras que Indonesia está en el lugar 70.
El potencial de cooperación entre ambas naciones es amplio. México e Indonesia son miembros del G20, de la APEC, entre otros organismos multilaterales.
Los dos países han votado de igual forma en más del 88 % de las veces en la Asamblea General de las Naciones Unidas. ¿Mera coincidencia? En opinión de la embajadora no es así y se ha trabajado muy de cerca con Indonesia:
“Por qué no dos países que están geográficamente distantes pueden tener visiones estratégicas de sí mismos y del otro que ayuden.
Con todos los países tenemos una buena relación, pero hay países con los que tenemos que tener una relación estratégica y éste es uno de ellos.”
En este contexto, la embajadora detalla lo que implicó la visita del presidente mexicano a Indonesia, que coincidió con el 60 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas.
“La presencia de un jefe de Estado que le interesa a la región y que impulsa a la región nos ayuda muchísimo. La estrategia que se estableció en la relación con Indonesia fue que nosotros debemos tener un marco jurídico que cada vez que Indonesia piense en América Latina, piense en nosotros”.
Durante el encuentro oficial entre ambos gobiernos se firmaron cuatro acuerdos en distintos campos como el aéreo, mencionado arriba, en turismo, salud y en materia de impuestos, los cuales se suman a los que se han signado con anterioridad.
“El tamaño de la cooperación es muy grande y los temas son muy grandes”, indica la embajadora .
“Firmar es lo fácil”, pero se requiere dar seguimiento a los acuerdos, por lo cual se diseñaron programas de trabajo en cada uno de ellos para realizar al menos una actividad mexicana y una indonesia al año, indica Melba Pría.
“No pretender que vamos a hacer 10 actividades con diez acuerdos. (hacer) una que le interesa a México y otra a Indonesia”.
Desde esta mirada estratégica, México e Indonesia también forman parte del bloque económico conocido como el MIKTA, el cual nació en octubre de este año, donde también participan Corea del Sur, Australia y Turquía. Éste último país fue visitado por el mandatario mexicano como parte de su estrategia para apuntalar la integración del bloque.
El MIKTA esta integrado por naciones consideradas como medianas potencias y en desarrollo, que buscan integrarse económicamente e influir en el contexto internacional.
Para ello se debe elevar el intercambio económico entre estas naciones. En la actualidad, la relación de México con Indonesia en este terreno es desequilibrada, según explica la embajadora.
“Tenemos un comercio muy desigual con los indonesios. Los indonesios nos venden mucho de pocas cosas. Nos venden hule, aceite de palma, ropa, muebles, pero las cantidades son muchas. Cuando nos venden hule, caucho, con dos contenedores es un mundo, son toneladas. Cuando nos venden ropa. No es tanta, pero nos venden bastante ropa.
“Los mexicanos les vendemos muchas cosas pero poca cantidad. Los que más vendemos aquí es tubo sin costura, para el extraer el petróleo. México le vende a Indonesia prácticamente hecho (el tubo) y en el país lo terminan. Les vendemos desperdicio de aluminio.”
El valor del comercio bilateral sumó 1.3 billones de dólares en 2012, el triple de lo registrado en la década pasada, pero una cifra aún muy alejada de lo que representa el tamaño de ambas economías. Al respecto la embajadora mexicana comentó:
“Los productos mexicanos empiezan a entrar a Indonesia. Es un mercado difícil de entrar porque hay muchos actores para poder importar. Es un mercado muy cuidado. Hablan de libre comercio pero es muy acotado, pero cuando uno entra, el tamaño del mercado es tan grande que las posibilidades son inmensas”.
La diplomática comenta que la empresa mexicana de salsas La Costeña tardó cuatro años en concretar su entrada al mercado, pero ha tenido un buen recibimiento entre los consumidores indonesios, ya que también consumen picante como los mexicanos.
“Tuvimos un bazar al que invitamos a La Costeña a participar y el primer día vendieron todos los productos”, indica.
Entre otras compañías mexicanas con presencia en Indonesia, se encuentra Tenaris, fabricantes de tubos. Corona, que es la cerveza importada de mayor venta en este país.
Un caso peculiar es Kidzania, empresa mejor conocida como La Ciudad de los Niños. Abrió sus puertas en 2007, en Yakarta, y a la fecha es uno de los lugares favoritos por los niños indonesios.
Xavier López Ancona, el creador del concepto, dijo en una entrevista para CNN-Expansión que fueron los empresarios indonesios los que propusieron llevar la franquicia a su país, tras ver el éxito de la que operaba en Japón. Una muestra de que el empresario mexicano no suele contemplar a Indonesia dentro de su cartera de inversiones. Kidzania ha resultado una sorpresa incluso para los propios empresarios mexicanos
Al respecto la embajadora nos comentó:
“Los mexicanos vendemos mucho en Malasia pero no en Indonesia. Ahora estamos enamorando a la Chata (empresa de alimentos típicos, con sede en Sinaloa) porque aquí hay una comida indonesia que se llama randam, que es muy parecida al chilorio. Entonces hay gusto para la comida mexicana porque les gusta la comida con sabor, no necesariamente picante”.
La embajadora considera que existen oportunidades de negocio para los empresarios mexicanos pero éstos no miran con más detalle hacia el Sudeste Asiático.
“(En México) tenemos inversión de indonesios en una mina de plata, pero los mexicanos todavía no acaban de salirse de la zona de confort que significa Estados Unidos. Nuestro comercio con Japón es muy importante, con China también empieza a crecer”.
La diplomática mexicana refiere que las embajadas pueden ayudar a hasta cierto punto, pero está en las manos de los emprendedores concretar los negocios.
“Yo tengo un desayuno al mes con empresarios de diversos sectores: este es el momento de hacer negocios con Asia”.
La embajadora detalla las oportunidades para acrecentar el comercio entre ambas naciones:
«En economías tan grandes como la indonesia y la mexicana siempre se quiere crecer más, porque un punto de crecimiento significa mucho dinero, no solamente para la economía macro, sino lo que significa para el día a día de las personas.
«Indonesia necesita crecer mucho porque tiene 250 millones de personas y de esa población más de la mitad son jóvenes. Ahí esta su gran bono demográfico.
«Para México es importante tener un socio que crece tanto, y meterse en su mercado. Tú quieres estar en un mercado que crece, porque tú capacidad de crecimiento es mayor. Es un ganar-ganar. Si me asocio con mercados en creimiento la capacidad de crecer de mi economía es mucho mayor».
Para concretar las inversiones ya se cuenta con un marco jurídico y el siguiente paso es «promover y vender y vender y promover», señala Pría.
¿Debe ser México un puente entre Indonesia y Latinoamérica?
«Yo no sé si México debe ser el puente con América Latina. Si yo fuera chileño, no entendería que México pueda ser puente. Pero Indonesia está muy interesada en la Alianza del Pacífico. Entonces como América Latina puede ser que los países se pongan de acuerdo y digan nosotros vamos para allá (Asia).
«El primer presidente de Indonesia decía: ‘no somos vecinos distantes porque nos baña el mismo mar´. Yo creo que México tiene que ser parte de América Latina no representante de América Latina».
“Los indonesios sienten que México no es tan lejos, pero los mexicanos sentimos que (ellos) están lejos. Pues ¿cómo? si viajamos lo mismo”, indica Melba Pría.
En cierto modo, el soft power mexicano ha contribuido para acortar las distancias entre estos países bañados por el mar Pacífico.
¿En qué consiste este soft power? La respuesta en la siguiente entrega.