Pablo y el aprendizaje conectivo

El entorno digital posibilita un nuevo modelo de aprendizaje

Ceremonia de titulación de Pablo Álvarez

El caso del estudiante que presentó su examen profesional en ingeniería, desde Los Ángeles, California, mientras que sus sinodales se encontraban en México, DF,  es muestra de las transformaciones y potencialidades que permiten las tecnologías de la información y la comunicación en el sistema educativo. Estamos ante el surgimiento de un nuevo modelo de aprendizaje derivado de los entornos digitales.

Por Raúl López Parra

22 de febrero de 2011. Los Ángeles, California. A las 10:00 horas, Pablo Álvarez Tostado saluda a sus sinodales que se encuentran a dos mil 500 kilómetros de distancia, reunidos en Ciudad Universitaria donde son las 12:00 horas, tiempo de México. Con este saludo, y con equipos de videoconferencia instalados en ambos países, inició su examen para obtener el título de ingeniero mecánico por la Facultad de Ingeniería de la UNAM.

La voluntad y la tecnología hicieron posible que Pablo, quien dejó truncos sus estudios para irse a trabajar a Estados Unidos, tuviera la oportunidad de titularse a distancia, ya que por cuestiones migratorias no podía salir del país. En esa travesía, Pablo culminó sus estudios gracias a la disposición de sus profesores para que presentara sus exámenes extraordinarios en la Escuela de Extensión de la UNAM en Los Ángeles, y a la asesoría de Francisco Solorio, su director de tesis, a quien sólo había contactado vía correo electrónico, y acaso una llamada telefónica. Fue en el examen profesional donde el profesor conoció el rostro de su alumno.

“Es una verdadera sorpresa verte al fin. Tuvimos un contacto muy estrecho vía computadora a lo largo de poco más de 12 meses, pero ponerle rostro a la persona detrás de todos esos e-mails, resulta muy agradable”1 , comentó el profesor mientras miraba la pantalla que transmitía la imagen de su pupilo.

Durante el examen, uno de los sinodales le preguntó a Pablo por qué había seleccionado como tema el “Diseño hidráulico de un sistema de riego por goteo para una huerta aguacatera pequeña”.

Él respondió:

“Me hubiera sido mucho más sencillo salir y estudiar con alguna plantación estadounidense, pero quería proponer un sistema útil para mi país”.

En la exposición de su trabajo, Pablo explicó a detalle el proceso de producción del aguacate tipo Hass, que se da en Uruapan, Michoacán. Esto llamó la atención de otro sinodal quien le cuestionó cómo, si no podía salir de EU, había realizado una investigación tan minuciosa.

“¿Qué cómo hice mi tesis desde acá? La parte teórica quizá fue un poco más sencilla: visitaba las bibliotecas públicas angelinas; sin embargo, con lo que tuve que indagar en México, la investigación tomó otro cariz, casi detectivesco, pero con la experiencia obtenida al presentar mis exámenes a distancia, o de apoyar en la ESELA, vi el poder de una computadora y un teléfono bien utilizados. A veces, hacía búsquedas por Internet; otras, echaba mano de la sección amarilla y llamaba a Uruapan, sin siquiera estar seguro de quién me respondería del otro lado, pero incluso así, poco a poco, el rompecabezas tomó sentido”, explicó a su jurado.

Este acontecimiento es la cristalización de lo que algunos teóricos habían previsto: que las comunicaciones electrónicas centrarían la educación en el estudiante y no en el aula; en el autoaprendizaje en lugar de la tradicional relación enseñanza-aprendizaje.

El caso de Pablo es muestra de las transformaciones y potencialidades que permiten las tecnologías de la información y la comunicación en el sistema educativo. Algunos sostienen que estamos ante el surgimiento de un nuevo modelo de aprendizaje derivado de los entornos digitales.

En opinión de Carlos Scolari, el usar el adjetivo digital tiene sus días contados porque cada vez explica menos, en la medida en que las sociedades avanzan hacia la digitalización, dejará de ser un descriptor para enunciar características que vienen con esta palabra como la interactividad, la hipertextualidad, la multimedia.

Lo digital es, sin duda, un elemento básico de los nuevos medios pero desde una perspectiva teórica aporta poco a la caracterización de las nuevas formas de comunicación.2

 

El colectivismo y el aprendizaje en la era digital

Los avances tecnológicos y la asunción de la comunicación digital o comunicación interactiva están impactando la forma en cómo se gestan los aprendizajes en el siglo XXI.

En 2004, George Siemmens presentó una propuesta de teoría pedagógica llamada Conectivismo, para responder a las nuevas relaciones de aprendizaje propias de la era digital.

El autor refiere que las tres grandes teorías del aprendizaje conductismo, cognitivismo y constructivismo se desarrollaron en una época en la que el aprendizaje no había sido impactado por la tecnología. En los últimos 20 años, justamente, la tecnología ha reorganizado la forma en la que vivimos, nos comunicamos y aprendemos.3

Siemmens considera que estas teorías centran el concepto del aprendizaje que ocurre dentro de una persona. Incluso los enfoques del constructivismo social refieren que el aprendizaje es un proceso social, pero promueven el protagonismo del individuo (su presencia física). Estas teorías, sostiene el autor, no hacen referencia al aprendizaje que ocurre fuera de las personas.

Siemens expone:

Las teorías de aprendizaje se ocupan del proceso de aprendizaje en sí mismo, no del valor de lo que está siendo aprendido.  En un mundo interconectado, vale la pena explorar la misma forma de la información que adquirimos.  La necesidad de evaluar la pertinencia de aprender algo es una meta-habilidad que es aplicada antes de que el aprendizaje mismo empiece. Cuando el conocimiento es escaso, el proceso de evaluar la pertinencia se asume como intrínseco al aprendizaje.  Cuando el conocimiento es abundante, la evaluación rápida del conocimiento es importante.  Inquietudes adicionales surgen debido al rápido incremento de la cantidad de información.  En el entorno actual, a menudo se requiere acción sin aprendizaje personal, es decir, necesitamos actuar a partir de la obtención de información externa a nuestro conocimiento primario.  La capacidad de sintetizar y reconocer conexiones y patrones es una habilidad valiosa.4

Si consideramos este planteamiento, Pablo, nuestro ingeniero graduado, recurrió a información sobre procesos que él no había experimentado y no tenía la oportunidad de hacerlo. A pesar de estar en California, conocía con precisión cómo se procesaba el aguacate en Uruapan. Es decir, su proceso de aprendizaje fue conectivo, al ensamblar información dispersa para generar un conocimiento sin experimentarlo.

Al respecto, Karen Stephenson indica:

 La experiencia ha sido considerada la mejor maestra del conocimiento. Dado que no podemos experimentar todo, las experiencias de otras personas […] se convierten en sustitutos del conocimiento. ‘Yo almaceno mi conocimiento en mis amigos’ es un axioma para recolectar conocimiento a través de la recolección de personas.5

La teoría conectivista señala que el aprendizaje es un proceso que ocurre al interior de ambientes difusos de elementos centrales cambiantes –que no están por completo bajo control del individuo–. El aprendizaje (definido como conocimiento aplicable) puede residir fuera de nosotros (al interior de una organización o una base de datos): está enfocado en conectar conjuntos de información especializada.6

Los principios que se derivan del Conectivismo son los siguientes:

  • El aprendizaje y el conocimiento yace en la diversidad de opiniones.
  • El aprendizaje es el proceso de conectar nodos o fuentes de información.
  • La capacidad de aumentar el conocimiento es más importante que lo que ya se sabe.
  • Es necesario nutrir y mantener las conexiones para facilitar el aprendizaje continuo.
  • La información actualizada y precisa es la intención de todas las actividades del proceso conectivista.
  • La toma de decisiones es, en sí misma, un proceso de aprendizaje.

En la medida en que se han desarrollado los social media o medios sociales,  caracterizados por el espíritu colaborativo  –donde son los mismos usuarios quienes aportan información y su conocimiento–, transforman las relaciones docente-alumno. El esquema en el que el profesor presentaba los contenidos y el alumno sólo atendía, está dando paso a un esquema en el que el alumno comparte conocimientos con el docente, porque en la web 2.0 puede acceder a información, incluso de mayor actualidad que la presentada por su mentor. En este sentido, Scolari considera que los docentes están perdiendo el poder de ser los detentadores del conocimiento, que viene desde el modelo de la escuela tradicional.

Ahora tenemos tecnología que genera terror porque justamente el maestro no la domina. El chico la domina más que el maestro y eso rompe un poco esta relación de poder que estaba establecida. Yo creo que hay que formar una nueva generación de maestros con otro tipo de mentalidad.7

Existe una planta docente que mira con recelo el uso de la web 2.0 para incorporarla en sus estrategias didácticas de enseñanza. Se mira a los desarrollos tecnológicos como meros instrumentos que ayudan a desempeñar mejor ciertas tareas, pero no consideran que ello implique mayores cambios en la relación con el estudiantado. Se soslaya el hecho de que la tecnología también acarrea una transformación de los entornos tanto culturales como cognoscitivos de quien la utiliza.

Como ejemplo de estas transformaciones se encuentra el Entorno Personal de Aprendizaje, la forma de conceptualizar las trayectorias de conocimiento que las personas realizan en Internet. El alumno toma control de su propio aprendizaje a partir de la gama de contenidos y servicios disponibles en la web. Para escribir su tesis, Pablo generó su propio entorno de aprendizaje. Su profesores, en este caso, fueron sus guías en el proceso, pero en lo esencial, él transitó a partir de sus propios entornos educativos. Buscó sus referencias bibliográficas en las bibliotecas angelinas y con la “ayuda de una computadora y un teléfono” indagó lo necesario para conocer el campo práctico.

El caso de Pablo es un parangón, porque además de evidenciar las posibilidades comunicativas que permite la tecnología, también demuestra las habilidades de aprendizaje que se desarrollan a partir del desarrollo de los entornos digitales. El reto, como expone Scolari, es cambiar la mentalidad de los docentes de la vieja escuela, quienes aprendieron a enseñar con libros, mientras ellos eran los mediadores del conocimiento.

Los escenarios actuales sugieren que el papel de los docentes será el de guiar a los estudiantes en sus indagaciones en la web social para identificar qué información es valiosa y cumple con los elementos científicos para su formación, de la que es paja o simplemente charlatanería. El magisterio tendrá que transformarse en un gestor de conocimiento y constructor de diálogos entre estudiantes, incluso de otras latitudes. El debate ya no sólo se queda en el aula, también puede trasladarse al ciberespacio para generar una discusión colectiva.

Mientras se siga pensando que lo que ocurre en la web social no impacta en el aula, el docente seguirá quejándose de que sus alumnos no le atienden. El reto es que los docentes naveguen juntos con sus estudiantes, aprendan de ellos y los guíen en su travesía virtual. Casos como el de Pablo, que son vistos con asombro por lo novedoso, serán moneda corriente y formarán parte de las realidades educativas. Aquellos docentes que comprendan que el uso de la tecnología no se remite a un hecho instrumental, sino que configura un sistema comunicativo y cultural que impacta en el aprendizaje, estarán en condiciones de ser los garantes de la formación de sus alumnos; de lo contrario, crecerá el divorcio entre los métodos de enseñanza-aprendizaje tradicionales, con los esquemas cognitivos de la era digital.

Notas

1) Para reconstruir los hechos del examen profesional o las citas fueron tomadas de http://www.grillaenelpoder.com.mx/edicion/index .php?option=com_content&view=article&id= 1089&catid=36:noticia&Itemid=56

2) Scolari, Carlos. (2008) “Hipermediaciones. Elementos para un Teoría de la Comunicación Digital Interactiva”, pág 84. Gedisa, Barcelona, España

3) Siemens ,George(2004) “Conectivismo: Una teoría de aprendizaje para la era digital”. Consultado en http://www.aulablog.com/planeta/node/40021

4) Siemens, Op Cit.

5) Citada en Siemmens, Op Cit

6) Siemenes Op Cit

7) Palabras de Scolari tomadas de la entrevista disponible en http://www.youtube.com/watch?v= WR3lO1i5dag&feature=player_embedded# at=188

 

Editor de RMC. Profesor de la FES Acatlán, UNAM.

 

1 comentario a este texto
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