De muros y murallas…mentales

Juego de Ojos

Miguel Ángel Sánchez de Armas

Si el pez por la boca muere, los políticos encuentran su cárcava en los discursos que otros les escriben.

Esto pensé al escuchar el bello opúsculo que doña Hillary Rodham Clinton, antigua primera dama y hoy secretaria de Estado norteamericana, leyó en ocasión del vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín. Muy sentidas frases nos sirvió la señora. Urgió a las naciones del mundo a unirse en contra de lo que llamó “nuevas amenazas globales”, animó a no ver hacia atrás sino al futuro y en una figura poética expresó que la noche que el muró cayó “no fue el fin sino el renacimiento de nuestra historia”.

He aquí otra de sus frases esplendentes: “Necesitamos integrar una más fuerte alianza para derribar los muros del siglo XXI y para enfrentar a quienes se ocultan tras de ellos: terroristas suicidas que asesinan y mutilan a niñas en camino a la escuela, dirigentes que privilegian su propio futuro por encima del de sus pueblos”.

Viniendo tal panegírico de la representante del país que consume el 20% de los recursos mundiales en beneficio del 5% de la población del planeta, sus palabras adquieren nuevos y profundos significados. ¿Será el anuncio de que Estados Unidos hará un acto de contrición y revisará su nueva doctrina de “seguridad nacional” que coloca muros en la frontera con México?

Si tal fuere el caso, y doña Hillary realmente fue sincera, quizá la veamos al frente de un movimiento para derruir el “muro de tortilla”. Entonces podría repetir su pieza oratoria en una ceremonia en El Chamizal y parafrasearse a sí misma en los siguientes términos:

“Necesitamos integrar una más fuerte alianza para derribar los muros del siglo XXI y para enfrentar a quienes se ocultan tras de ellos: legisladores que promueven leyes que atentan contra los derechos humanos de migrantes que buscan una vida mejor, dirigentes que dan la espalda a su propia historia, políticos que creen que su propio futuro está asegurado por encima del de los pueblos del mundo”.

Acerca de los muros y murallas, hace unos meses escribí algo que hoy me siento motivado a compartir, en parte, con mis lectores:

“[…] viajaría a Washington para entrevistarme […] en la Casa Blanca o en Camp David y explicar, con peras y manzanas, que en la historia de la humanidad el único muro que ha sido exitoso ha sido el de Pink Floyd. Y pondría algunos ejemplos:

“Doscientos años antes de Cristo, un tal Qin Shi Huang pensó que sería buena idea construir una muralla para detener a los nómadas que amenazaban su imperio (nómada en chino antiguo = migrante). Y como además sentía su civilización amenazada, hizo que el pensamiento no conformista fuera una ofensa capital y sentenció a miles de intelectuales a años de trabajo forzado en la construcción del muro. Pero al cabo del tiempo los migrantes de todos modos pasaron, los críticos persistieron, el mandarín tuvo que incorporar las nuevas lenguas a su sociedad y ya sabemos en qué terminó la Gran Muralla.

“Algunos siglos más tarde un francés que era ingeniero y Ministro de Guerra tuvo la genial idea de construir un muro para contener a los odiados boches (boche en galo = migrante peligroso) y así nació la Línea Maginot, con su propia red ferroviaria, cañones de gran calibre y viviendas climatizadas para la tropa; toda la estructura estaba hecha de hormigón y el grosor de los muros era el más ancho que se conocía en este tipo de edificaciones. Nomás que cuando los boches decidieron que era tiempo de avanzar le dieron la vuelta, porque los muros y las murallas tienen el pequeño inconveniente de ser estáticos. So much por ese muro.

“Más adelante, la nomenklatura a cargo del paraíso de los trabajadores en Berlín Oriental decidió que era tiempo de proteger a las masas contra la decadencia occidental (decadencia en el discurso oficial = migración indeseada). Y de nuevo la burra al trigo: levantaron un muro. Pero no cualquier muro. Fue uno de cuarta generación, de hormigón armado, de 3.6 metros de alto y con 45,000 secciones independientes de 1.5 metros cada una. Además, se protegió la frontera con una valla de tela metálica, cables de alarma, trincheras para evitar el paso de vehículos, una cerca de alambre de púas, más de 300 torres de vigilancia y treinta búnkers”.

¿Suena conocido? Creo que a Hillary nadie le ha dicho que su propio país burló el muro con un puente aéreo y ayuda económica y que, barrera de cuarta generación y todo, miles lo brincaron hasta que un día una turba iluminada lo hizo pedacitos y algunos se hicieron ricos vendiendo los trozos por varias veces su valor original.
Veamos qué tiene que decir la Secretaria con respecto al “Tortilla Wall”.

Profesor – investigador del departamento de Ciencias de la Comunicación de la UPAEP, Puebla.
Presidente honorario de la Fundación Manuel Buendía.
Correo electrónico: sanchezdearmas@gmail.com

El siguiente es un ejemplo de cómo debe de citar este artículo:

Sánchez de Armas, Miguel Ángel, 2009: «De muros y murallas…mentales»,
en Revista Mexicana de Comunicación en línea, Núm. 118, México, octubre. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/Tables/rmxc/magsa.htm
Fecha de consulta:12 de noviembre de 2009.

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