Dos hilos y dos dedos de frente

Carlos M. Hornelas Pineda

 

«Es 2010: el reloj de la historia está sonando de nuevo” dice Javier Aguirre ante las cámaras de televisión en el spot de presentación de la llamada “Iniciativa México”, la nueva estrategia mediática de Televisa que se suma a su campaña de festejos por el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana.

Precisamente en este marco, Televisa ha reducido los problemas de México a una metáfora futbolera: “si se quiere se puede”. Sólo es cosa de voluntad. Se ha creído su propio discurso promocional: por encima de la violencia, el narcotráfico, el encono político, la discriminación y la pedestre administración de justicia “el fútbol nos une”. Así el fútbol, se convierte en el epicentro del discurso patriotero que pone la solución a nivel de la cancha, en donde todos estamos involucrados y somos iguales. Finalmente ¿quién no quiere ponerse “la verde”?

Por esta razón se eligió a Javier Aguirre, como vocero de la ya simbiótica relación entre el gobierno y Televisa. Se juntaron el hambre con las ganas de comer pues el gobierno federal ha roto las marcas establecidas por Fox en gasto en materia de comunicación social y está ávido de buenas noticias. El presidente sermonea en el extranjero que la apreciación de los problemas nacionales son exageraciones de los medios y llama a la “unidad nacional”. Aunque hasta ahora sólo Televisa interpreta que dicha unidad es la del discurso oficial. Por ello el director técnico de la selección aparece en el spot como el líder moral del “cambio deseado” para 2010, lleno de buenas intenciones, con un alto grado de emotividad y, además, en Paseo de la Reforma, en el Ángel de la Independencia, locación en la cual se conmemora eso precisamente -la independencia- pero más recientemente lugar emblemático para la celebración de cada triunfo del tri.

Desde la última modificación a ley electoral ocurrida en 2007, en la cual se canceló la posibilidad de que cada partido político gestionara sus necesidades de comunicación social directamente con las televisoras; que dicha difusión se hiciera en tiempos oficiales sin cargo al erario; que el IFE fuera el encargado de gestionar dichos tiempos y mandara las pautas respectivas de transmisión; tanto Televisa como Tv Azteca han instrumentado diversas estrategias mediáticas para cuestionar la legitimidad de las decisiones y formas de operar de los tres poderes, particularmente de los legisladores.

Desprovistos de los otrora cuantiosos recursos en ese renglón, que representaban buena parte de sus ganancias, ahora se practica la llamada “publicidad integrada”, como la ha bautizado Jenaro Villamil, en la cual se incluye en el paquete mediático infomerciales, entrevistas, capítulos de telenovelas, promoción turística, realización de enlaces en vivo, programas de espectáculos, encuestas sobre resultados electorales y otros más. Con ello deja claro cómo ha vendido el proyecto a diversas organizaciones sociales, a la sociedad en general y en particular a los gobiernos estatales y federales: lo que no pasa en pantalla, simplemente no sucede.

El campo de acción de este tipo de comunicación social va desde la política hasta los comerciales contratados por grandes almacenes, incluso con su elenco exclusivo, como el caso de Angélica Rivera “La Gaviota” en el Estado de México que a la postre dejaría su lugar a Lucero, debido a que su propia telenovela se había hecho realidad, pues se comprometió con el gobernador del Estado de México y presidenciable, Enrique Peña Nieto. A través de sus anuncios comerciales, podemos ver un día a Andrea Legarreta en Soriana y otro a Jacqueline Bracamontes en “la Cómer”, ambas asegurando que cada uno de los almacenes ofrece los mejores precios.

Para este año, Televisa ha refinado la técnica del Policía Bueno y Policía Malo. Mientras se reserva ciertos temas por “respeto a la dignidad de las personas” como el caso de Diego Fernández de Cevallos, lucran con el seguimiento de Paulette. Mientras difunde imágenes de ejecuciones y entrevista a una funcionaria sobreviviente de un atentado contra su persona, dedica un programa de Tercer Grado para que Aguilar Camín esclarezca que no nos está yendo tan mal. Es más bien una apreciación surgida por la reiteración de estas notas en los medios.

Mientras ataca a la Corte de Justicia, a los legisladores y exhibe algunos funcionarios, presenta “las Estrellas del bicentenario” para deleite de cada gobernador que promueve su Estado.  Mientras queda bien con la maestra y realiza “Todo el mundo cree que sabe”, invita a Vítor, el conductor de una pesera a que conduzca “100 mexicanos dijieron”. Mientras realiza series sobre mujeres asesinas y sus contenidos son cada vez más violentos y gráficos en horarios no propios para menores de edad, nos recuerda que “la música es mejor en familia”.

¿Qué es entonces lo que desea obtener Televisa con “Iniciativa México”, su último producto mediático? De acuerdo con lo que han dado a conocer, se integrará a través de los siguientes ejes: calidad de vida; desarrollo comunitario; justicia y derechos humanos; buen gobierno y rendición de cuentas; y medio ambiente. Quedan ausentes – de acuerdo con Rafael Cardona- los temas de la inseguridad y la violencia. La meta es presentar una serie de propuestas surgidas de la “sociedad civil” para comprometer a políticos y funcionarios en acciones concretas a instrumentar desde el 2010. Al menos eso es lo que dice. Si uno fuera mal pensado –que no lo somos- creeríamos que lo que realmente está detrás de esto es la coordinación, cooptación y neutralización de las Asociaciones Civiles y las Organizaciones no Gubernamentales que no sean afines al gobierno en turno. Vaya, que se trata de domesticar a esa oposición a través de un discurso magno y espectacular en los medios.

Tal vez, para que dicho discurso se oiga más fuerte y más claro Televisa pueda requerir de dos hilos de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad, ahora que es la única empresa postora para dicha licitación y se acerca el mundial. Claro que si no es cierto, puede ser el argumento de una buena telenovela, después de todo parece que Javier Aguirre se equivocó en primera instancia y ya no somos un país jodido. Pero ¿ tú qué haces por México? ¿Tienes el valor o te vale?

El anterior artículo debe citarse de la siguiente forma:

Hornelas Pineda, Carlos M., «Dos hilos y dos dedos de frente», en
Revista Mexicana de Comunicación en línea, México, junio 2010

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