Michel Gondry y lo gondriano

  • El director de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004) visitó el Festival de Cine de Morelia 2011
  • Crónica a dos voces de su conferencia de prensa y la presentación de Be Kind Rewind (2008).

 

Michel Gondry – Por Jorge Tirzo para RMC

Por Jorge Tirzo y Rebeca Martínez

J.T.- Michel Gondry es más normal de lo que pensé. Después de haber visto Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, La ciencia del sueño y la mayoría de sus oníricos videos musicales, pensé que sería un excéntrico artista más cercano a Salvador Dalí que a Luis Buñuel (Por poner un ejemplo de lo onírico en el cine).

 

-Seguramente va a llegar caminando al revés o en cámara lenta

-¡Sí! Seguro cuando responda una pregunta hablará como cuando el personaje de Steve Carrel balbucea las noticias en El regreso del Todopoderoso

-O quizás diga un discurso como Dumbledore cuando inaugura las clases de Hogwarts con palabras inconexas

 

No recuerdo quién dijo qué cosa, pero la conversación entre mi novia -también asistente de reporteo- y yo fue más o menos así. Era el penúltimo día del Festival Internacional de Cine de Morelia 2011 y esperábamos la conferencia de prensa del director francés.

Michel Gondry resultó más normal de lo que pensamos. Sin peinados extravagantes, risas macabras ni discursos dadaístas, apareció en el teatro José Rubén Romero en el centro de Morelia. Un poco después de lo programado, eso sí. Cabello corto, camisa a cuadros y pantalones vaqueros. Ni siquiera un atuendo al estilo de Elton John o por lo menos del personaje de Gael García Bernal en La ciencia del sueño.

R.M.- Yo también me lo imaginaba bien locochón vestido con un traje de ganzo como el de Björk. Me encantó que fuera una persona tan normal, sobre todo cuando dijo que no sabía nada del cine mexicano. Los reporteros no dejaban de preguntarle qué le gustaba de nuestra cinematografía y creo que me hubiera caído mal si hubiera inventado algo nada más para quedar bien con el público. Para mí tuvo un valor muy especial que dijera la verdad y que incluso se equivocara al pensar que el brasileño Fernando Meirelles (Ciudad de Dios, 2002) era mexicano.

Se me hizo una persona muy sencilla. Pensé que su mente iba a ser igual de loca que los productos que ha creado, pero cuando le preguntaron sobre qué música escuchaba cuando escribía, no dijo nombres de bandas alternativas o procedentes de un país con nombre impronunciable. Increíblemente dijo que a Michael Jackson. ¿Esa mente se inspira con el rey del pop? Jamás lo hubiera adivinado.

Me cayeron mal todos los reporteros que seguían insistiendo en que dijera cosas complicadas o muy elaboradas, ¿Todavía no se habían dado cuenta de que Gondry es una persona normal.

J.T.- Los reporteros lo interrogaban sobre su estilo y sus influencias cinematográficas. Él contestaba que le hacían preguntas muy académicas o complicadas. Le preguntaron por sus videos musicales más comerciales, menos emparentados con su obra de ficción. Su respuesta, reveladora: ¿Cómo decirle que no a los Rolling Stones aunque su idea no fuera la que más le agradara? Quedé totalmente convencido.

La primera señal de que Gondry tampoco está del todo cuerdo fue cuando comenzó a hablar de su proyecto The Film Factory. Se trata de facilitarle a todo el mundo la realización de su propia película. Gondry y sus secuaces habilitan una sala amplia con sets de la vida cotidiana (una sala, un auto en movimiento, un dormitorio, etc.), los interesados llegan con una idea para grabar (una anécdota, un recuerdo, un sueño o lo que sea) y entre todos lo realizan de la manera más sencilla posible. Al final todo el mundo sale con algunos minutos de película donde ellos mismos son los actores, directores, editores y todo lo demás.

¿Algo sobre Eterno resplandor…? Que si la vuelve a ver una vez más vomitará. ¿Algo sobre La ciencia del sueño? Que fue muy grato trabajar con Gael. ¿Algo sobre Björk? Que es una gran amiga y siempre le lleva proyectos ya bien delimitados. ¿Algo sobre sus gustos musicales? Que escucha a Michael Jackson cuando escribe. ¿Algo más que quiera agregar…? Autógrafos. Muchos. Fotografías. Muchas. El teatro se vacía para acompañarlo a la proyección de su película Be Kind Rewind.

R.M.- Gondry me sorprendió de nuevo cuando lo vi recorrer la alfombra roja en tan sólo dos segundos. Esperaba verlo pavonenádose por ésta, autografiando películas, sacándose fotos y dando entrevistas a todos los que se encontraban alrededor -como cierto director de Kill Bill-. Me cayó súper bien.

Cuando llegamos a la proyección de su película ya hasta le habían puesto un saco y eso que no hacía frío. Tal vez su equipo quería que el público pensara que era una persona más complicada de lo que en realidad es. A nosotros no nos engañaron.

Dijo que aunque la película que íbamos a ver estaba llena de bromas, en realidad era algo en lo que él creía profundamente. Pensé que estaba loco cuando que el film trataba de un chico que se cargaba de electricidad y se convertía en un imán ambulante. En ese momento supe que Gondry era quien yo esperaba.

Michel Gondry al piano – Por Jorge Tirzo para RMC

J.T.- El momento más gondriano de Gondry fue cuando anunció que iba a tocar el piano. El público de la sala comenzó a murmurar como si no pudiera creer lo que estaba por presenciar. Los camarógrafos iniciaron su batalla de codazos y empujones para llegar hasta el frente y captar la mejor toma. Nosotros estábamos justo a un lado del piano, pero fue difícil ver por tanto hombre-cámara alrededor.

Se armó un silencio. Tenso. Emocionado. Expectación total.

Luego vino una nota desafinada. Luego otra igual. Luego otra y tal vez una más… y ya.

A fin de cuentas Gondry sí está un poquito loco.

R.M.- Yo estaba como adolescente viendo a Justin Bieber. Eso empeoró cuando dijo que nos iba a tocar una pieza en el piano de la sala (¿piano en una sala de cine? ¿Gondry tocando el piano ahí? Me suena a una escena sacada de una película de Gondry).

Super emocionada saqué la cámara para no perderme ese momento inolvidable y único en la vida: Gondry iba a demostrar que no era nada de lo que yo esperaba. Eso creí hasta que escuche las notas desafinadas y revueltas que tocó.

O sea, ¿sí está loco? Si hubiera hecho lo que yo esperaba, se habría convertido en un director de ensueño, algo así como un Justin Bieber cinematográfico. Seguro tendría en la pared de mi mente un montón de pósters con su foto enmarcada con corazones. Gracias a su locura, los pósters se rompieron y en mi cabeza se convirtió en un hombre real: loco, ignorante, tímido y fan del pop.

Enhanced by Zemanta

Deja una respuesta