Instructivo para boicotear una ley de medios

Blog de Gabriel Sosa Plata en El Universal, 27 de abril de 2010

Gabriel Sosa Plata
1. Lo primero que debe hacer es no preocuparse de cualquier iniciativa que se discute en el Congreso. Las cosas están (siempre lo han estado) a su favor. Después de todo usted es o forma parte de un “poder fáctico” o bien no le queda de otra que estar apoyando a ese poder.

2. No se tome la molestia de leer la iniciativa o dictamen de ley. Aunque pudiera ser una ley perfecta e incluso benéfica para algunos empresarios de su industria, seguramente incluirá temas que a usted le molestan y le afectan sus valiosos intereses (radios comunitarias, restricciones a los abusos en publicidad, límites a la propiedad, comercialización de la radio y la televisión de servicio público, etc.)

3. Si la iniciativa se convierte en dictamen o bien se genera algo de ruido sobre la propuesta, dígale a su representante que prepare un manifiesto público (desplegado, pues) en el que, ante todo, afirme, asegure, que de aprobarse se cometería un grave, gravísimo, atentado en contra de la libertad de expresión. Esta fórmula ha sido exitosa durante décadas (hay casos comprobados en México y en toda América Latina).

4. No es necesario que argumente por qué rechaza la ley. Para qué. Usted sabe cómo manejar las emociones de sus audiencias y coincidirá que lo importante es utilizar muchos, muchísimos, adjetivos y llegar a lo más íntimo de los sentimientos de la denominada clase política. Además de destacar que detrás de la “perversa propuesta” se atenta contra la libertad de expresión, puede utilizar frases como “estamos ante un Estado totalitario”, “se trata de implantar un modelo comunista de comunicación” (también puede usar “modelo castrista” o, para estar a la moda, “chavista”), “se perderán miles de empleos”, “es una atentado en contra de las empresas libres y exitosas”, etc.

5. Publique el desplegado en varios periódicos y si lo desea refuerce su campaña con spots (en contra de la iniciativa, claro) en estaciones de radio y televisión, varias veces al día (más o menos siguiendo la técnica de la reiteración característica de la “payola”). Se trata de un mecanismo de presión más que no falla. Es más le garantizamos que con el desplegado basta, pero no está de más utilizar nuestros medios porque también para eso están ¿no le parece?

6. Conviértase en víctima. Usted, que también sabe de telenovelas, cambie el lado de la tortilla. Señale a los demás –especialmente a los legisladores- como los culpables de esa afrenta en contra de la libertad de expresión y el desarrollo de los medios electrónicos. Y diga que lo único que desea es que su empresa, su industria sea escuchada y que (esto tampoco falla) “no se debe legislar al vapor”. También, en su discurso, sea incluyente (aunque en el fondo le interesen un comino los demás) y maneje conceptos como “democracia”, “democratización”, “pluralismo”, “competencia” y que tampoco le gustan los monopolios. En automático, algunos funcionarios y legisladores repetirán sus palabras.

7. Una vez que solicite “audiencia”, estamos seguros que se la darán y así gana tiempo para intensificar su cabildeo con los legisladores que, pese a todo, continúan necios en sacar adelante la reforma. Para eso, le recuerdo, tiene una “telebancada” a su servicio. El día de “audiencia” “apantalle” a los legisladores. Sí, literal, lleve muchas “pantallas” de televisión para su presentación, asegúrese de estar acompañado de muchos abogados (los exfuncionarios gubernamentales le darán más peso) y, en caso extremo, de sus conductores más conocidos.

8. En su cabildeo tampoco son necesarios los argumentos. Un mecanismo super eficaz que tampoco falla es el siguiente: dígale al representante popular (diputado o senador) que si insiste en aprobar ese “bodrio” nunca de los nuncas volverá a salir en la tele o en la radio. Con eso basta. Algunos palidecerán, se pondrán nerviosos, le ofrecerán disculpas y se comprometerán en otorgar un voto en contra de la reforma. También puede utilizar la misma técnica con funcionarios de los gobiernos federal y estatal, aspirantes a gobernador, líderes de partidos políticos. De esta manera, tendrá todos los amarres.

9. Si sigue el pie de la letra estas instrucciones, en menos de 15 días habrá resuelto cualquier amenaza. Será entonces el momento para aprovechar la coyuntura e impulsar con casi las mismas fórmulas descritas, pero al revés, una nueva reforma en la que sólo se integren los asuntos que le interesan y que tendrá que vender como de “interés general”. Si lo hace bien, en muy pocos días todo volverá a ser como antes, incluso mucho mejor…



Profesor e investigador de la UAM Xochimilco.
Columnista del noticiario Pulso de la mañana
y coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación.

El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:

Sosa Plata, Gabriel, «Instructivo para boicotear una ley de medios»
en Revista Mexicana de Comunicación. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/sosa.htm

Fecha de consulta: México,27– abril–2010

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