¿El fin de una era?: Los periódicos en 2020

  • José Luis Martínez Albertos es uno de los investigadores que señaló el 2020 como la fecha de desaparición de los periódicos.
  • José Luis Esquivel cuenta su experiencia con Martínez Albertos.

Por José Luis Esquivel Hernández

Publicado originalmente en RMC 131

Quizás el español José Luis Martínez Albertos, a sus casi 80 años, siga tomando nota de los cambios que predijo en su libro El ocaso del periodismo, pero no ha sido solamente él quien se ha aventurado a señalar tal fecha como fin de los diarios de papel, pues Jeff Jarvis también tituló “Los periódicos en el 2020” a uno de sus trabajos del año 2005 en que señaló: “La tecnología, lejos de ser una amenaza, puede convertir a los periódicos en algo nuevo y con un costo más bajo”.

En octubre de 1997 me embarqué para Madrid, amparado en la beca que me concedió la Universidad Autónoma de Nuevo León para obtener un doctorado en Ciencias de la Información que imparte la Universidad Complutense. Y cuál sería mi sorpresa que me encontré con la edición de un libro titulado El ocaso del periodismo, de José Luis Martínez Albertos, toda una autoridad en la academia en España y autor, desde 1972, de innumerables obras como La noticia y los comunicadores públicos  y el conocido Curso general de Redacción.

Martínez Albertos fue cabalmente quien me ayudó en los trámites de inscripción desde Monterrey y me orientó a mi llegada al Departamento de Periodismo I de la Facultad de Ciencias de la Información, como director del mismo. Así es que la aparición de la primera edición de su texto en diciembre de 1997, me llevó a sostener varias conversaciones en torno al tema y al tono apocalíptico de su título.

“Es un análisis sobre cómo, con la ayuda de las nuevas tecnologías, se está preparando algo nuevo que pueda superar con ventajas el modelo de periodismo que nosotros estamos viviendo todavía. Viejo y nuevo periodismo, periodismo del futuro; éstos son los campos en que se mueve la reflexión crítica de mi libro”, apuntó, como en la solapa del mismo, el prestigiado académico.

En efecto: no se trata de un diagnóstico pesimista ni de un pronóstico sobre el final de a labor informativa en sí, que no va a terminar nunca, sino sobre las innovaciones cada vez más aceleradas que van haciendo realidad el vaticinio de Marhsall McLuhan sobre la “aldea global”, y que escriben un antes y un después en el periodismo en general.

Acababa de ser difundido El mundo digital, de Nicolás Negroponte, que no anunciaba el futuro sino que puntualizaba que el futuro había llegado ya. Por tanto, Martínez Alberto, con cierto tinte derrotista, se aventuró a señalar en su libro que llamaba “ocaso del periodismo” al fin de la era de papel por la revolución que implicaba la aparición de nuevos soportes, y también a la muerte del periodismo escrito para el reinado del periodismo audiovisual.

A mi llegada a Madrid tal era el panorama que se vislumbraba en la enseñanza del periodismo, pues la producción de manuales sobre tan novedoso tema en España no había sido más tardía que, por ejemplo, la producida en inglés, tanto en otras partes de Europa como en Estados Unidos, ya que El periodismo electrónico y Medios de comunicación en Internet, respectivamente, aparecieron en la editorial barcelonesa Ariel en 1996 y en Anaya Multimedia de Madrid en 1997, a cargo de Javier Díaz Noci y K. Messo, mismos autores que en 1999 produjeron Periodismo en Internet, en Bilbao, dentro del Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco.

Así fue como, de pronto, me enfrenté a todo lo que tenía que ver con la comunicación digital que, en pleno aterrizaje del milenio y en los albores de un nuevo siglo era una realidad palpable en un país de la Europa occidental o, si se prefiere, de la Unión Europea, que tiene la tradición más larga en enseñanza e investigación en periodismo.

La consigna de los profesores era que los alumnos estuviéramos preparados para lo que se esperaba como aluvión dentro de la carrera, al quedar atrás en diciembre de 1982 el Arpanet y el primer servidor en 1991, porque si Macintosh había sacudido al mundo en 1984 con la 128K y el uso del ratón, así como la ejecución de comandos en la pantalla a través de ventanas, también era un presentimiento de que vendría algo más novedoso después de la aparición de internet en 1993, cuando Marc Andreesen, fundador de Netscape, convirtió a ésta en medio de prensa a través de la versión 1.0 en diciembre de 1994.

Ahora sabemos cuánta razón había en esas conjeturas optimistas al ver cómo el primer navegador puso en órbita a los usuarios, abriendo nuevos canales que han modificado poco a poco el panorama informativo como ocurrió en 2008, cuando el genio norteamericano Steve Jobs  comercializó el iPhone3G y luego, en 2010, el primer iPad, obligando a otros a competir en la producción de herramientas de alta tecnología.

Con el surgimiento de Facebook y Twitter, más otras redes sociales, también quedó atrás la anécdota de los diarios estadunidenses The Chicago Tribune y San José Mercury Center  de ser los primeros en reproducir sus páginas en 1992 y 1993 en American On Line (AOL), así como el hecho de que el segundo inició en 1995 la edición específica para la red de redes. Hoy, las nuevas tecnologías ya están absorbiendo a los tradicionales lectores de papel y a diarios como el prestigioso The Christian Science Monitor, de Boston que, a pesar de sus cien años en el mercado, a fines de 2008 decidió dejar de publicar su edición diaria, concentrándose en su audiencia en internet, y dejó sólo una versión tipo revista en papel los fines de semana.

International Data Group también inició poco a poco, desde 2007, su migración redituable a Internet, con el beneplácito de sus clientes, en vista de que sus ingresos por publicidad en la red empezaron a rebasar sus ganancias en medios impresos que tratan temas de alta tecnología.

Quizás el español José Luis Martínez Albertos, a sus casi 80 años, siga tomando nota de los cambios que predijo en su libro El ocaso del periodismo, pero no ha sido solamente él quien se ha aventurado a señalar tal fecha como fin de los diarios de papel, pues Jeff Jarvis también tituló “Los periódicos en el 2020” uno de sus trabajos del año 2005 en que señaló: “La tecnología, lejos de ser una amenaza, puede convertir a los periódicos en algo nuevo y con un costo más bajo”.

Al buscar respuesta a la pregunta: ¿cómo serán los periódicos en 2020?, Jeff Jarvis cita a Jeffrey Cole, del Centro para el futuro digital de la Escuela de Annenberg de la Universidad Southerm en California, quien concluye de su última investigación sobre el uso de internet que los jóvenes que en esa fecha tendrán entre 25 y 38 años de edad, “nunca habrán leído un periódico de papel”.

También Phil Meyer en su libro El periódico que desaparece, si la tendencia actual continúa, el último diario norteamericano de papel se publicará en 2040.

 

 

Profesor en la Facultad de Comunicación de la UANL. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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