El día de Internet
Excelsior, Dinero, 19 de mayo de 2009.
Proyecto Internet
Octavio Islas
En el marco de la Segunda Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, celebrada en Túnez, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la designación del 17 de mayo como “Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información”, de acuerdo con lo asentado en al artículo 121 del documento WSIS-05/TUNIS/DOC/6 (REV.1)-S, con fecha de 28 de junio de 2006:
“Es necesario contribuir a que se conozca mejor internet para que se convierta en un recurso mundial verdaderamente accesible al público. Hacemos un llamado para que la AGNU declare el 17 de mayo Día Mundial de la Sociedad de la Información, que se celebrará anualmente y servirá para dar a conocer mejor la importancia que tiene este recurso mundial en las cuestiones que se tratan en la Cumbre, en especial, las posibilidades que puede ofrecer el uso de las TIC a las sociedades y economías, y las diferentes formas de colmar la brecha digital.”
Los principales promotores en América Latina del Día Mundial de Internet son la Asociación Argentina de Usuarios de Internet; la Asociación Chilena de Usuarios de Internet; la Asociación Colombiana de Usuarios de Internet; el capítulo ISOC en Ecuador, así como la Asociación Mexicana de Internet (Amipci).
En México carecemos de una asociación de usuarios de internet. Sin embargo, la Amipci ha asumido la responsabilidad de organizar en México el Día de Internet.
El domingo 17 de mayo debimos celebrar el Día de Internet. No obstante, con oportunidad el consejo directivo de la Amipci determinó posponer al lunes 22 de junio las actividades del congreso Día de Internet, en el Castillo de Chapultepec, considerando las pertinentes medidas adoptadas por la Secretaría de Salud para contener la epidemia de influenza A (H1N1).
Debemos tener presente que en sentido estricto los festejos del Día Mundial de la Sociedad de la Información son responsabilidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), entidad que suscribió los acuerdos firmados por el gobierno mexicano en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información.
El arquitecto Pedro Cerisola, quien se desempeñó como titular de SCT durante el gobierno foxista, no asistió a ninguna de las reuniones organizadas por Naciones Unidas para evaluar el estado del arte de la sociedad de la información.
Dada la ausencia de Cerisola, Jorge Álvarez Hoth, entonces subsecretario de SCT, asumió el liderazgo de la delegación mexicana. En el discurso que dictó Álvarez Hoth en Túnez, afirmó que “en México hay un Observatorio de la Sociedad de la Información… con la participación de dependencias de gobierno, federales, estatales y locales, las cámaras y asociaciones, la academia en general y la sociedad civil en conjunto”. Quizá el subsecretario no lo sabía, pero en esas fechas, y todavía seis semanas después de tan rimbombante anuncio, el “Observatorio” de esa índole al que remitía el portal del gobierno mexicano en internet era el sitio de un grupo de prestigiados expertos… de Cataluña”. Tan delicadas y objetables son las mentiras como las omisiones.
En el sitio web de la SCT, sorprende advertir que no merecieron mención alguna las celebraciones del Día Mundial de la Sociedad de la Información y/o el Día de Internet.
Vale la pena recordar que en febrero del año en curso, para “reimpulsar el Sistema Nacional e-México”, la SCT determinó transformar la Coordinación del Sistema Nacional e-México en la Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento.
La Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento, que aún no consigue publicar su organigrama en el portal de la SCT, y esta dependencia, no sólo omitieron destacar que el domingo 17 de mayo se celebra el Día Mundial de Internet y/o el Día Mundial de la Sociedad de la Información, peor: pasaron por alto que precisamente este año celebramos el vigésimo aniversario de internet en México, pues en febrero de 1989, el Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey, estableció el primer enlace dedicado a la red de la National Science Foundation, hoy internet.
Es más importante conocer y apreciar la historia que publicar el organigrama pendiente de la Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento.
Investigador del Proyecto Internet-Cátedra de Comunicación Estratégica y Cibercultura,
Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.
El anterior artículo debe citarse así:
Islas, Octavio, «El día de Internet»,
en Excélsior, Proyecto Internet, Dinero, 19— V — 2009.
Crónica de una muerte anunciada
Excelsior, Dinero, 12 de mayo de 2009.
Proyecto Internet
Octavio Islas
El gobierno federal anunció que la Coordinación del Sistema Nacional e-México se convierte en la Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (CSIC), lo anteior con el objetivo de reforzar el compromiso del gobierno para disminuir la brecha digital entre los mexicanos, además de disminuir las diferencias socioeconómicas entre los mexicanos que limitan el acceso a la tecnología.
Su predecesora, la Coordinación General del Sistema Nacional e-México, adscrita a la Secretaría de Comunicación y Transportes, fue creada en 2001 por el entonces presidente Vicente Fox, quien destacó que el principal objetivo de e-México era “reducir la brecha digital entre el gobierno, los sectores y regiones del país, en particular las zonas más alejadas y pobres”.
El sistema ofreció a la comunidad contenidos en educación, salud, comercio, turismo, servicios gubernamentales y otros para “promover un desarrollo más acelerado y equitativo, con especial atención a las zonas más marginadas”.
El doctor Julio César Margáin y Compeán fue designado primer coordinador del Sistema Nacional e-México. Él tuvo frecuentes diferencias con Abraham Sotelo Nava, quien reportaba a Ramón Muñoz, entonces responsable de la Oficina Presidencial para la Innovación Gubernamental (OPIG). Sotelo era el principal estratega de los programas de gobierno electrónico.
A comienzos de 2004, el doctor Margáin renunció a la Coordinación del Sistema Nacional e-México sin explicar cuál fue el destino final de un donativo realizado por la Fundación Bill & Melinda Gates, por 30 millones de dólares.
El ingeniero Javier Pérez Mazatán fue designado responsable de la Coordinación General del Sistema Nacional e-México. El 20 de septiembre de 2006, Mazatán presentó el Information Technologies Cooperation Center México-Corea, en el viejo Palacio Postal, ubicado en las calles de Tacuba y Eje Central, en el DF, el cual fue designado durante el gobierno de Fox como “Centro Nacional e-México”. Para quienes asistimos al referido acto —incluyendo, por supuesto, a los destacados investigadores coreanos—, resultó penoso poder advertir la imposibilidad de tener acceso a internet en el interior del “Centro Nacional e-México”.
Por esas fechas, ni siquiera el presidente Fox consideraba a e-México como el principal proyecto de su gobierno en lo relativo a la sociedad de la información. El programa Enciclomedia —también un rotundo fracaso— acaparaba el interés de Fox.
El presidente Felipe Calderón designó al tercer coordinador general del Sistema Nacional e-México: Alejandro Hernández Pulido, quien durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo se desempeñaba como asesor de la Coordinación General de Comunicación Social de la Presidencia. Durante el gobierno de Fox, Hernández Pulido se desempeñó como tesorero de la asociación UNETE.
Como principal responsable de la Coordinación General del Sistema Nacional e-México, Hernández Pulido no fue capaz de elaborar la agenda digital que permitiría definir las acciones necesarias para poder perfilar a México en el rumbo de la sociedad de la información y el conocimiento.
Según la clasificación del Índice de Preparación para la Conectividad —Global Information Technology Report 2008-2009—, referente que permite evaluar las acciones emprendidas por los gobiernos en su tránsito a la sociedad de la información y el conocimiento, México fue ubicado en la posición 67. En la variable “entorno” ocupó el lugar 75, en “preparación para la conectividad” la posición 76, y en utilización el lugar 53. En cambio, Chile fue ubicado en la posición 39, Costa Rica en la 56 y Brasil en la 59.
Tras el rotundo fracaso de Hernández Pulido, en los primeros días de febrero la Coordinación del Sistema Nacional e-México recibió nuevo nombre: Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. El nuevo titular es León David Pérez Hernández.
Con el cambio de nombre del Sistema Nacional e-México, el gobierno calderonista por supuesto no consigue impedir la percepción del fracaso. En el portal de la SCT, el apartado dedicado a la nueva Coordinación de la Sociedad de la Información y el Conocimiento no ofrece información alguna, pues “se encuentra en construcción».
Investigador del Proyecto Internet-Cátedra de Comunicación Estratégica y Cibercultura,
Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.
El anterior artículo debe citarse así:
Islas, Octavio, «Crónica de una muerte anunciada»,
en Excélsior, Proyecto Internet, Dinero, 12— V — 2009.
El periodismo cultural de José Luis Esquivel
México cuenta con una valiosa historia del periodismo cultural
Carmen García Bermejo
Periodista de El Financiero y colaboradora de la RMC
Durante 25 años, José Luis Esquivel Hernández fue reportero en varios medios informativos en Nuevo León y, a la vez, profesor de la carrera de Ciencias de la Comunicación en ese estado. Preocupado por el bajo nivel educativo de los alumnos y de que la prensa y medios electrónicos han perdido su responsabilidad social, escribió el libro Periodismo Cultural.
En México, los medios de comunicación se han enfrascado en una absurda competencia comercial en la que sólo les importa los índices de audiencia o el número de lectores y ejemplares vendidos. Así, han perdido su responsabilidad social al difundir programas y noticias frívolos, de escándalo, que fomenta -entre la población- un apetito feroz por todo aquello que viene a ser alimento chatarra para el espíritu, afirma José Luis Esquivel Hernández, quien está convencido de que la actitud de los jóvenes de hoy es consecuencia de esa siembra que ha hecho, principalmente, la televisión con sus programas pueriles y vacíos de contenido.
Advierte que frente a esas conductas lascivas, el juicio será devastador cuando generaciones futuras analicen lo que los mexicanos leían y veían a finales del siglo XX y principios del XXI: “Tan sólo hay que observar -agrega- quiénes son los actuales líderes políticos y los ídolos de la sociedad. No es posible que los jóvenes admiren a los futbolistas, cuando son banales e incultos, ni siquiera saben hablar cuando se les entrevista. Las jóvenes quieren ser como Galilea Montijo. Lo más lamentable es tener como periodistas-modelo a Paty Chapoy, Juan José Origel, Adela Micha…, mismos que imparten conferencias a los jóvenes de las universidades privadas acerca de su ‘profesión’. Por favor”.
Desde hace casi 30 años, Esquivel Hernández es profesor de Comunicación en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y afirma en entrevista que los alumnos no están exento de esta realidad porque toda esa telebasura que reciben a través de los medios, vuelve ligero el estómago -en este caso la mente-, mientras que la cultura exige una educación de los sentidos y de todo lo que es el ser para poder gravitar alrededor de lo trascendente y no sólo de lo espectacular.
Explica que cuando los alumnos de periodismo egresan de las universidades, lo que menos piensan es ser reportero de las secciones culturales de los medios de comunicación. Incluso desde que son estudiantes y se les encargan trabajos periodísticos buscan entrevistas con representantes de la farándula. Los muchachos, al seguir la tónica de lo que ven o leen en los medios de comunicación, se enredan y van detrás del deportista y de todos los famosos de la pantalla chica buscando hablar de temas que no trascienden.
El también autor de Historia de la prensa, expresa que una forma de proporcionales a los estudiantes opciones diferentes a las que les presenta la televisión es introduciéndolos a otras fuentes del conocimiento. De esta forma elaboró su libro Periodismo Cultural (Esquivel Esparza Editores/UANL), donde presenta una revisión de lo que ha sido esta área y desglosa desde el concepto de cultura, la aparición de la imprenta, el surgimiento del El Ateneo de la Juventud, las revistas literarias, los grupos culturales, los suplementos culturales, como La Cultura en México, hasta llegar a lo que hoy en día se llama el nuevo periodismo.
Esquivel Hernández asegura que su interés es mostrar que México cuenta con una valiosa historia del periodismo cultural, que no surgió con las figuras de Carlos Monsiváis o de Elena Poniatowska: “Somos herederos -afirma- de las mejores plumas en el periodismo. Pero los estudiantes, y la sociedad en general, no conocen el trabajo que nos legó Ignacio Manuel Altamirano, Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Manuel Gutiérrez Nájera, Enrique González Martínez, José Joaquín Fernández de Lizardi. Era necesario escribir este contexto para quitarnos esa venda que prohíbe ver más allá de la figuras mercadotécnicas que en la cultura mexicana se han fabricado. Es verdad que Monsiváis y Poniatowska son fundamentales en el periodismo. Pero hay muchos más”.
Confirma que en esta época la sociedad vive serias contradicciones. Él mismo se sorprende de haber publicado un libro sobre periodismo cultural, mientras buena parte de los periódicos de circulación nacional han desaparecido sus secciones culturales o las han fusionado con las de espectáculos: “Borrar las secciones culturales de los medios de comunicación electrónicos e impresos —asevera— es un retroceso del periodismo nacional que no alcanzan a comprender la función social que esta área cumple dentro de un medio de comunicación”.
Explica que cuando alguien atenta contra la formación integral de aquellos a quienes sirve, está mutilándoles el futuro porque produce entes para una sociedad castrada: “Por qué nos dicen los políticos —continúa— que el desarrollo de un país está en la educación, si sabemos que más del 70 por ciento de los mexicanos se educa a través de los medios electrónicos de comunicación, especialmente de la televisión. Por qué seguir atados a esta formación con la frivolidad. Tenemos que aceptar que un país se proyecta a futuro, en la medida en que la sed de trascendencia de sus habitantes se ligue a la altura de los mejores pensadores”.
Esquivel Hernández apunta que cuando un medio de comunicación elimina su sección cultural o les reduce sus páginas o la fusiona con la sección de espectáculos, contribuyen a la formación de “mentes enanas” a las que lo único que les importa es la frivolidad: “Es como si estuviéramos muy contentos —precisa— de que todos los niños, desde edad temprana, consuman alimentos chatarra. Si protestamos contra eso, por qué no hemos de protestar con la basura de programas de televisión que diariamente nos recetan los medios electrónicos y la banalización del periodismo que ahora se pretende al fusionar las secciones de cultura y espectáculos. No es lo mismo por más pretextos que quieran dar”.
Revolucionar conciencias
A finales de abril, José Luis Esquivel Hernández publicó otro libro: Periodismo preguntón en diez lecciones/Didáctica de la entrevista de prensa (UANL/Fundación Manuel Buendía), que ya circula en librerías. Pero de su ejemplar Periodismo Cultural expresa: “A nosotros nos interesa mucho que las expresiones artísticas y la cultura mexicana sea canalizada hacia el espíritu de los jóvenes porque los regiomontanos estamos a 200 kilómetros de Estados Unidos y, obviamente, no conocen nada de lo que es la historia del México antiguo. A los jóvenes les queda muy lejos la cultura Olmeca y, por su mala preparación, ni siquiera saben dónde está La Venta, en Tabasco. Saben de Chichén Itzá porque fue promovida comercialmente como maravilla del mundo. Pero su cultura general está por los suelos.
Esto mismo ocurre en el ámbito de la literatura, las artes plásticas, el teatro, el cine, la música de concierto, etcétera. Fue a partir de 1990 cuando, en Monterrey, se empezaron a construir museos. Antes, no había nada. Nuevo León apenas comienza a despertar a la cultura. Los periódicos no tenían secciones culturales. A partir de 1980 empiezan a tomar ese sesgo, pero las notas culturales se mezclaban con bodas, cumpleaños, bautizos y cócteles privados dentro de la sección de Sociales. Ahora la situación ha cambiado, pero el periodismo cultural sigue teniendo un bajo perfil dentro del ámbito informativo”.
Pero Esquivel Hernández admite que los profesores también llevan su carga de culpa de que en el país exista ese periodismo chatarra: “Admito —señala— que si las universidades no rescatan al alumno de esa frivolidad, de ese chantaje emocional, de esa espectacularidad en donde sitúan a la sociedad los medios de comunicación, será difícil que haya una revolución de las conciencias. Los alumnos sí están dispuestos a aprender otras cosas, pero como no se les presentan opciones diferentes, siguen la corriente y aborrecen ciertas clases.
Por ejemplo, cuado ingresan a mi clase y empiezan a sacarle la carnita a la noticia cultural los estudiantes van involucrándose en otros ambientes. Es necesario que la escuela haga voltear a los alumnos hacia las alturas del conocimiento y del saber trascendente, no sólo de lo ligero o cotidiano. Está bien que el periodismo es información de actualidad, pero la noticia cotidiana, el manejo de los medios, es fugaz por el alud de sucesos noticiosos que nos transmiten. Hay que buscar que esa noticia tenga un contexto de trascendencia”.
El siguiente es un ejemplo de cómo debe de citar este artículo:
García Bermejo, Carmen, «Acoso a la prensa», en El Financiero,
México, Núm. 33, 399, 10 –V– 2009, Cultura.
El caso de la corbata
Juego de Ojos
Miguel Ángel Sánchez de Armas
Hoy cedo el espacio a la colaboración de una persona identificada y querida, quien por razones de pudibundez me pide publicar y guardar su anonimato. Los lectores apreciarán que estamos ante el texto de un experto que además posee un fino sentido del humor. El autor piensa que esta emergencia nacional dejará algunas cosas buenas, entre ellas un avance en la cultura cívica y de la prevención y otra… ¡la eliminación de la corbata!, esa prenda inútil y vana que normalmente se coloca alrededor de un gran ego. A mi me hubiera gustado escribir este texto, y sin problemas pude haber reclamado su paternidad, pero el pudor profesional me obliga a colocar este aviso. Vale.
Resulta que Fox no cometió uno más de sus memorables dislates cuando envió saludos a Berlusconi quien estaba enfermo de “influencia”: sólo hablaba en italiano antiguo.
Hacia el siglo XV, en italiano se empleaba la palabra para referirse al contagio de una enfermedad, entendido como la ‘influencia’ que la dolencia de una persona ejercía sobre otra. Durante algún tiempo mantuvo este sentido y también el de ‘brote’ de alguna enfermedad.
La palabra italiana, tomada del bajo latín influentia, ya era empleada con ese sentido en tratados de medicina desde el siglo XIV. Los historiadores recuerdan que en 1504 hubo en Italia una epidemia de fiebre escarlatina, que se llamó influenza di febre scarlattina (epidemia de fiebre escarlatina). Dos siglos más tarde, en 1743, surgió, también en Italia, una gran epidemia de gripe, que en poco tiempo se extendió por toda Europa, que se llamó influenza di cattarro (brote o epidemia de catarro), nombre que luego se abrevió a influenza y restringió su significado a la gripe.
Esta palabra ya había sido adoptada en el francés en 1782 como denominación de la gripe, y por la misma época llegó al inglés. En 1843 aparece por primera vez en esta última lengua bajo la forma flue, en una carta en la que el poeta inglés Robert Southey informaba que estaba afectado de gripe. Esta grafía pasó más tarde a la actual flu. En español, el registro más antiguo que encontramos data de 1895, en la pluma de Benito Pérez Galdós, en su Torquemada y San Pedro: “A las nueve, bajó Cruz del Águila, dando el brazo a su amiga Augusta, y por la escalera se lamentaban de que Fidela, retenida en cama por un pertinaz ataque de influenza, no pudiera asistir a la misa. Pasaron al salón, y del salón, juntas con las otras damas, a la capilla, ocupando sitios de preferencia en el presbiterio”.
En el Diccionario de la Academia, este nombre de la gripe sólo apareció en la edición de 1927 definido como “italianismo por trancazo o gripe”.
Hace una semana, todos estábamos en la zozobra… que provoca, sí, el enfrentarse a algo desconocido. Estamos de acuerdo en eso, mas no en que se exageraron las medidas o la percepción colectiva de riesgo…
¿Que el bicho ha resultado menos contagioso y letal de lo que se pensó en un principio? ¡Albricias! Lástima que más de 150 mexicanos no puedan decir lo mismo. ¿Que la influenza estacional mata a cientos de miles cada año? Todo un dato. Sin embargo, para una existe una forma efectiva de protección “extrínseca” (una vacuna), en tanto que para la otra sólo contamos -por el momento- con la capacidad de generar una cultura de la salud. El cólera dejó grandes enseñanzas en ese sentido. El miedo a contraerlo ayudó a disminuir las defunciones por Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) en la mayor parte de los países del continente, particularmente entre los menores de 5 años. Insisto: no teníamos información de a qué nos estábamos enfrentando.
Creo, por otra parte, que esta experiencia nos debe dejar grandes enseñanzas. Si nuestras autoridades no están preocupadas por el altísimo nivel de desconfianza de la sociedad civil es porque son rotundamente imbéciles, sin duda. Si las autoridades de salud no están ocupadas en mejorar el sistema de vigilancia epidemiológica, tenemos un problema muy grave en nuestro país. Vean críticamente lo siguiente: la mamá de un amiga cercana enfermó de una fuerte gripa a principios de abril, se atendió en una clínica privada y se recuperó sin grandes problemas. ¿Supo de ese caso la autoridad sanitaria? ¡Por supuesto que no! Y bajo el supuesto de que haya sido por el nuevo bicho, ese caso puso en riesgo a un buen número de personas. Imaginen que su capacidad de contagio y letalidad fueran superiores a las mostradas hasta ahora. ¿Qué estaría pensando mi amiga si hubiera contagiado a algún miembro de su familia?
Por otra parte, este evento nos lleva a revisitar muchos de esos pequeños hábitos que conforman los grandes pilares en que se sustenta nuestra convivencia y estilo de relación con los demás en lo colectivo. Si la emergencia logró mejorar aunque sea un poco la percepción de riesgo y lleva a que la gente se lave las manos con más frecuencia, ya ganamos. Quizás tengo excesiva confianza en los humanos, mas sí creo que muchos no pensarán igual respecto a ciertas medidas básicas de higiene después de esto. Y desde lo individual es más complejo aún: muchos han visto coartada su libertad de movimiento, incluso a la distancia, como yo. ¿Cómo introyectas el hecho de que no puedes desplazarte a tu libre albedrío? ¿Qué hacer con tanto tiempo libre, sin recurrir a las opciones consumistas sobre las que se sustenta nuestro estilo de vida? ¿Cómo te comunicas con los hijos, con la pareja, con el perro, después de 48 horas de encierro, cuándo ya todos los posibles temas se han agotado? ¿Cómo lidias contigo mismo? El tedio es un mar aceitoso y oscuro que agobia a cualquiera. En fin… desde la distancia creo que hay mucho que aprender de este evento, sin duda. Y también, que una vez más quedó demostrado que pese a toda la tecnología y amenidades de las que disfrutamos hoy día, en el fondo seguimos siendo esos pobres cuasi humanos que temen profundamente a la oscuridad.
Molcajeteando…
Desde la bella Lima mi amigo y colega Juan Gargurevich manda la siguiente reflexión, titulada “El periodismo que nació con una peste”.
Daniel Defoe solo tenía cinco años cuando una terrible peste asoló Londres matando a no menos de cien mil personas, entre los años 1664 y 1666. Era pues un sobreviviente. Pero el impacto de la tragedia había marcado tanto la memoria londinense que el gran escritor no tuvo problemas para recoger testimonios, historias, y redactar el libro Diario del Año de la Peste que fue publicado en 1720.
Algunos tratadistas lo describen como el “primer gran reportaje” de la historia del periodismo, calificación difícil de aceptar porque Defoe no estuvo allí y sólo contó lo que le contaron, añadiendo de su imaginación lo necesario para convertir aquel relato en una novela, pero histórica. Ya lo había hecho poco antes con su célebre personaje “Robinson Crusoe”, que recogía la historia del marinero inglés Alexander Selkirk abandonado por castigo en un isla desierta (peripecia que recogió también Garcilaso de la Vega, como se recordará).
Defoe se enfrentó entonces al dilema de combinar el relato de cosas que efectivamente sucedieron con ingredientes literarios que enriquecieran el relato, creando así una pieza de clasificación difícil pero sobre todo sentando bases para lo que muchos años después llamaríamos “Nuevo periodismo”. Las herramientas de la literatura aplicadas al periodismo, ni más, ni menos. La historia es contada en primera persona por un personaje que es “inspector” y que recorre Londres. Va relatando los esfuerzos de sobrevivencia, los dramas de las familias que se encierran y van muriendo, los sufrimientos de los agonizantes, el problema del entierro de los infectados, la huída de los ricos y la Corte, el incendio al final de la plaga. Es en suma un relato estremecedor, redactado en desorden y sin los cánones actuales y que, efectivamente, se parece mucho a los relatos que presentan los cronistas actuales, aquellos del Nuevo Periodismo.
Hay otras novelas que tienen a la epidemia como eje de la historia, como la célebre La Peste de Camus, que comienza con una invasión de ratas en Orán, en 1940 y casi acaba con la población. Y varios films también, como El húsar en el tejado con Juliette Binoche, que dramatiza una peste en Francia. Pero el Diario de Defoe es una pieza magistral de literatura y periodismo que ningún aspirante a periodista se puede dar el lujo de no leer.
edidas preventivas. Siga las indicaciones de la autoridad. Cuídese y cuide a su familia.
Profesor – investigador del departamento de Ciencias de la Comunicación de la UPAEP, Puebla.
Presidente honorario de la Fundación Manuel Buendía.
Correo electrónico: sanchezdearmas@gmail.com
El siguiente es un ejemplo de cómo debe de citar este artículo:
Sánchez de Armas, Miguel Ángel, 2009: «El caso de la corbata»,
en Revista Mexicana de Comunicación en línea, Núm. 115, México, mayo. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/Tables/rmxc/magsa.htm
Fecha de consulta: 6 de mayo de 2009.
Influenza porcina y medios
Comentario para el noticiario Pulso de la Mañana que se transmite en Radio Educación.
Telecom y medios
Gabriel Sosa Plata
Tiene razón Ernesto Piedras al afirmar que la epidemia de influenza porcina tiene la característica de ser el primero de los fenómenos de salud pública en la era de la llamada sociedad de la información, en México. Por lo mismo, esta emergencia se convertirá en un interesante objeto de estudio que será analizado desde diferentes disciplinas.
En cuanto al comportamiento de los medios, es prematuro tener una evaluación seria. Pero desde ahora y con los riesgos que esto implica, aventuro algunos planteamientos muy generales.
Uno de ellos es que, en general, la radio y la televisión se convirtieron en ecos fieles y acríticos de las fuentes oficiales. La reiteración de las medidas preventivas y de los datos confusos proporcionados particularmente por las autoridades sanitarias del gobierno federal y del gobierno del Distrito Federal, fue la norma. ¿Qué más allá de eso? Muy poco. Salvo algunas excepciones, los medios han reflejado muchas de sus debilidades: ausencia de investigación, editorialización, en ocasiones excesiva, ignorancia y por supuesto desinformación sobre un tema que los tomó, como a muchos, desprevenidos. Los medios han sido funcionales a las políticas de comunicación del gobierno calderonista en esta nueva tragedia nacional.
Profesor e investigador invitado de la UAM Cuajimalpa.
Columnista del noticiario Pulso de la mañana
y coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación.
El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:
Sosa Plata, Gabriel: 2009, «Influenza porcina y medios», en
Revista Mexicana de Comunicación on line, México, mayo, Núm. 115. Disponible en:
http://www.mexicanadecomunicacion.com.mx/Tables/rmxc/sosa.htm
Fecha de consulta: 5 de mayo de 2009. (ejemplo)
Ignorancia
Botica
Jorge Mélendez Preciado
Frente a un acontecimiento de graves proporciones como epidemia de la influenza, las autoridades y medios de comunicación hacen patente su ignorancia y su descrétido ante la sociedad.
Desde el inicio hubo cuestionamientos acerca de las declaraciones oficiales sobre la enfermedad, pues algunos creían que se trataba de un montaje y otros aseguraban que era incluso una medida preelectoral.
La desconfianza de la gente es evidente debido a las burlas gubernamentales de lo sexenio anteriores, además de las crisis económicas, la cuales han cultivado el desprestigio de los funcionarios.
Por su parte, en el extranjero se dijo que la epidemia era un asunto vital y se asumieron las propuestas oficiales. En televisión y radio se bombardeó de informaciones varias. Sin embargo existe una pregunta que se hacen miles de mexicanos: ¿cómo aceptar las recomendaciones de locutoras que hablan de salud para vender artículos que afectan al ser humano?. Además,
Se habla del calentamiento en el mundo, el desbarajuste económico y social, desempleo y falta de oportunidades a los jóvenes pero seguimos como si nada pasara. Saldremos adelante, y luego persistirá un esquema que nos lleva al colapso, a la degradación cultural. Nuevamente recurrimos al Fondo Monetario Internacional y a los organismos científicos mundiales para salir del hoyo.
Lo trascendente, empero, es invertir en ciencia a pesar de la crisis, modificar la educación, abrir los medios y posibilitar la supervisión de quienes llegan al poder. De otra manera, una nueva influenza y un temblor más grande que el padecido serán parte de la catástrofe que se avecina.
Ejemplos
Quedan como muestras de lo bueno: la serie radiofónica El explicador de Enrique Ganem (MVS), donde se habla a fondo de la ciencia; los comentarios de Javier Cruz en el noticiario de Carmen Aristegui; los artículos de Javier Flores en La Jornada, las opiniones en varios diarios y la eficacia del laboratorio gubernamental Birmex.
Y de lo malo: el acarreo de Ulises Ruiz en la inauguración de un hospital; la actitud de Marcelo de los Santos al no evitar un juego de futbol; la ausencia de Enrique Peña Nieto, paralizado ante un acontecimiento capital, y muchos otros son ejemplos de insensibilidad y negligencia.
Lectores
Afortunadamente, el jueves 23 de abril por la mañana, se pudo realizar la conmemoración del libro. En el DF, la biblioteca de Paco Ignacio Taibo I, ese hombre generoso, jovial y desprendido, fue regalada a los asistentes en un acto del gobierno capitalino. En el lugar estuvieron sus hijos y la eficaz Paloma Sáiz, quienes entregaron cuatro mil ejemplares. El autor de “El gato culto” hubiera estado feliz.
Adiós
Luego de seis años al frente del Archivo General de la Nación, Jorge Ruiz Dueñas pudo reestructurarlo, conseguir el terreno para que se edificara en otro sitio y el presupuesto respectivo. El archivo, pues, camina en buena ruta. Su amplia trayectoria lo mismo en la administración pública que en las letras, posibilitará al escritor y poeta encontrar el horizonte adecuado
Relevo
Deja la presidencia de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (Amedi), Javier Corral, a quien en su partido, Acción Nacional, lo querían dejar fuera de una diputación por órdenes de Felipe Calderón, dicen sus compañeros, y llega el investigador y autor de libros notables en comunicación, Raúl Trejo Delarbre. Seguramente vendrá una mayor actividad de esa indispensable agrupación.
Certera
En nuestro país “se ha desarrollado…lo que se ha dado en llamar una televisión pública, que ha sido más bien, en el mejor de los casos, una televisión cultural o educativa, y más frecuentemente una televisión gubernamental”, asegura Patricia Ortega Ramírez autora del libro La otra televisión. Estas palabras las deben tomar en cuenta Volpi y Sariñana, para no cometer los yerros que vemos con frecuencia.
Grave
Desapareció el Comité de Mediación que intentó servir de interlocutor entre el EPR y el gobierno federal. Ello porque las autoridades no quisieron dar informes acerca de Alberto Cruz y Edmundo Reyes, desaparecidos. Un militar que participó en la guerra sucia me dijo: “Están muertos hace tiempo”. Terrible para la salud pública.
Periodista de la RMC
Correo electrónico: jamelendez@prodigy.net.mx
El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:
Meléndez Preciado, Jorge, «Ignorancia», en El Financiero,
México, 27–IV– 2009, Botica, Cultura.
Nuevos jugadores
Botica
Jorge Mélendez Preciado
A pesar de todo, se intenta evitar que el duopolio televisivo ordene la vida política y social del país. Al fallar una vez más los legisladores —los partidos políticos sólo tienen el cuatro por ciento de opiniones favorables, encuesta de Gobernación—, los cuales tienen miedo de enfrentarse a Salinas Pliego y Azcárraga Jean, por todos lados surgen nuevas opciones, algunas fallidas. Dos casos en éste aspecto son Cadena Tres e Infinito. La primera anuncia la serie 24 como exclusiva, la cual puede verse en internet; mientras que El Universal da publicidad amplia a un canal que repite los viejos esquemas. Lo interesante es Dish, que por estos días llega a la capital de la República ; en otros sitios logró más de 120 mil suscriptores; por menos de 150 pesos se puedan sintonizar los canales más demandados; para ellos se unieron MVS y Telmex. Éste anuncia en los celulares noticias gratuitas, algo que nuevamente crispará la relación con Televisa, ya que la empresa de Emilio cobra por el servicio. Las radios comunitarias, no importa la embestida contra ellas, van adelante y abren frecuencias en diversos lugares de la República. En fin, que ante una legislación obsoleta, la alianza de la presente administración con el oligopolio- por eso la derrochadora erogación de casi mil 800 millones de pesos en año electoral-, el temor de diputados y senadores y una débil sociedad civil que no empuja con fuerza las transformaciones necesarias, existe un panorama caótico que traerá dolores de cabeza a muchos. Más si Cofetel y Cofeco son órganos para los amigos y la SCT sirve para nada. Revuelto panorama. audiovisual.
Para vivir mejor… en el error
Pata de perro es un horrible libro acerca del gran artista de la lente Héctor García. La autora de la biografía es Norma Inés Rivera. Los textos, las imágenes, la presentación están para llorar. Dice, por ejemplo, Héctor García Sánchez, hijo del maestro, la autora “toma textualmente algunos de los artículos que el fotógrafo escribió en su columna semanal ‘Chiles verdes’, así como en otras publicaciones, y los agrega como parte de sus testimonios”. Todo está mal realizado. Se le echa la culpa a otros, pero no a las autoridades. Por cierto, los anuncios de la presentación incluían el logotipo calderonista: “Para vivir mejor”. Nadie se quejó de ello, siendo que se inscribe en la propaganda actual para que los albiazules triunfen en las elecciones
En contra
Un importante grupo de politécnicos, entre ellos César Enciso y Ramiro Aguirre, lanzaron una carta abierta a Fernando Sariñana, quejándose no sólo por los cambios que hubo en el canal del Politécnico, sino que incluso se le haya quitado el nombre de esa venerable institución. Es cierto que poca injerencia tenía el IPN en la programación, si acaso algunas emisiones, pero resulta abominable que se ignoren las leyes al respecto y la designación sea por dedazo del ejecutivo. Cristina Pacheco regresará a la pantalla, los llamados hombres de negro ojalá vuelvan a las 22 horas, pero la muestra de prepotencia nadie la quita, no obstante las rectificaciones. Y en el 22 hay nuevas series; la llegada de Pedro Palou sorprende, no por su añeja amistad con Volpi, sino por el desastre que dejó en la UDLA y la censura a un periódico estudiantil.
Desigual
Interesante pero en ocasiones muy poco creativa es la exposición de David la Chapelle. Sus autos en desgracia y algunas fotos de artistas conocidos, no son de lo más afortunado. Indudablemente el diluvio es la obra más interesante y significativa, a pesar de textos incorrectos. Y es que la sociedad va para una desgracia mayúscula de no varia el rumbo actual. La luz surgirá, no sabemos cuándo y dónde.
Aquí estoy
Todos los días nos llegan invitaciones para chatear y para ingresar en un club de amigos por la red. Pero las rechazamos sistemáticamente. Sin embargo, el tema es interesante y Paula Sibilia lo abordado con mucha creatividad en su libro La intimidad como espectáculo. La analista nos presenta, detalladamente, como en este mundo los quince minutos de fama son lo máximo (véase el caso de la inglesa, Susan Boyle).
Periodista de la RMC
Correo electrónico: jamelendez@prodigy.net.mx
El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:
Meléndez Preciado, Jorge, «Nuevos jugadores», en El Financiero,
México, 21–IV– 2009, Botica, Cultura
En torno a la propaganda
Juego de Ojos
Miguel Ángel Sánchez de Armas
La propaganda es un instrumento de la comunicación y sirve para condicionar la actitud y conducta de un cuerpo social, y para apoderarse del espíritu de los hombres y conquistar sus convicciones. Sus raíces están en el inicio mismo de la humanidad: difícilmente se encontraría una sociedad o un grupo en donde la dirigencia (llámese directorio, Senado, triunvirato, consejo de ancianos, dictador, sátrapa, gobernador, gran sacerdote o jefe de la tribu) no se haya empeñado en conducir a la masa por el sendero de sus propias creencias, principios e intereses; de donde se puede establecer que todo líder es en alguna medida un propagandista.
Los estudios modernos de la propaganda entienden que ésta no opera aisladamente, sino en el contexto de la superestructura ideológica y política. Y si bien no puede sustituir a aquéllas, se ha convertido en una refinada herramienta de persuasión bajo cuyo influjo las antiguas constantes del pensamiento se han convertido en variables y por lo tanto sujetas a manipulación dentro de estrategias para lograr el consenso social respecto de hechos o fenómenos definidos.
A diferencia de otras formas de persuasión, la propaganda recurre preferentemente a estereotipos, potencia los elementos emotivos, busca crear en la masa un sentido de comunión y hermandad y pone el acento en los enemigos comunes, en las costumbres ajenas y en la inferioridad de los valores de los otros.
Además de herramientas sociológicas y conceptuales, cierto tipo de propaganda necesita líderes. El líder debe poseer una gran capacidad de sintonía con la masa. Parece claro que si bien la propaganda requiere de un individuo al frente de un movimiento de masas, es insuficiente si no se organiza y se aplica una política de comunicación compleja, estructurada a partir de los principios de la doctrina, y cargada de simbolismos que permitan insertar en la masa determinadas imágenes mentales que justifiquen y den sentido a su participación en el movimiento.
“El hombre promedio, y con mayor certeza las masas, sucumben casi infaliblemente al poder de la palabra, sin preocuparse por la verdad inherente de la misma”, escribe Eugen Hadamovsky en el único libro conocido sobre la doctrina de la propaganda nazi, el más prolífico movimiento retórico del siglo XX. La teoría nazi de la propaganda daba enorme importancia a la palabra hablada y a la presencia del orador ante la masa: mientras que el redactor de impresos no puede conocer a su auditorio, el agitador puede ir modulando su discurso conforme observa la reacción de los presentes: “debe subir al estrado con el fervor de un predicador evangélico, ya que es la pasión, no el argumento racional, la clave de la persuasión. Ser un líder significa capacidad para movilizar a las masas”. Los Nazis comprendieron que para mantener el poder no bastan la coerción o la fuerza, pues incluso en una dictadura las masas deben ser convencidas. Goebbels escribió: “El nacionalsocialismo se expandió no por sus periodistas, sino por sus oradores”.
Según Goebbels, “una buena propaganda no tiene necesidad de mentir, y más aún, ella no debe mentir. La propaganda no tiene ninguna razón para temer a la verdad. Es un error creer que el pueblo no puede soportar la verdad, porque sí puede, ciertamente. Se trata de explicar al pueblo la verdad de una manera tal que él la comprenda. La propaganda que se sirve de una mentira, prueba por eso que lucha por una mala causa. No podrá triunfar a la larga”.
En ausencia de cierto tipo de censura, la propaganda estrictamente hablando es imposible. Para llevar a cabo la propaganda debe establecerse una barrera entre la gente y el hecho. El acceso a los hechos verdaderos debe limitarse antes de que alguien pueda crear un pseudoambiente (como explicaba Lippmann) que le parezca prudente o deseable.
La propaganda no es publicidad, mercadotecnia o periodismo. La diferencia entre estas técnicas es el tipo de conducta que se proponen modificar. En el caso del mercado, se pretende que el consumidor lleve a cabo un acto de consumo, mientras que en el ámbito político, se trata de que se adhiera a una ideología o creencia. Según diversas escuelas, la propaganda se nutre de una mayor complejidad pues su fin es modificar principios de organización social muy resistentes al cambio. Otra de las discrepancias es que la publicidad comercial se dirige al individuo, mientras que el público objetivo de la propaganda es el grupo social para identificar al ciudadano con los valores del conjunto. Tampoco es periodismo, ya que la propaganda simplifica, esquematiza y uniforma los mensajes, mientras que el periodismo tiene un carácter informativo y argumentativo.
El aparato de propaganda nazi desarrollo una eficaz técnica cuyos once principios fueron estudiados –y en muchos casos apropiados- por otras naciones. Estos son:
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
6. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.
Otra estrategia de la propaganda nazi fue la escenografía. Para mantener el interés de los asistentes a reuniones en donde esencialmente se repetía una y otra vez el mismo mensaje, el partido organizaba los encuentros a la manera de festivales en donde la música, los desfiles y las banderas, daban a las multitudes un sentido de comunión nacional. El ser parte de la masa transformaba a los asistentes. Según un testimonio, personas que asistían por primera vez a las concentraciones para escuchar al Führer salían diciendo: “Este hombre ha dado sentido a lo que he buscado durante años; por primera vez alguien materializa mis deseos”.
Las escuelas contemporáneas de propaganda proponen tres categorías: a) propaganda negra; b) propaganda blanca y, c) propaganda gris. La negra tiene sus expresiones en conflictos armados, cuando, según lo expresara Esquilo, la primera víctima es la verdad. La blanca es aquella que resalta las virtudes y los valores nacionales, como “La hora nacional” mexicana. La gris, aquella que se lanza fuera de las fronteras con el ánimo de presentar la superioridad de un modo de vida sobre otro, como sería el caso de “La voz de América”.
Molcajeteando…
La escritora española Lucía Echevarría, ganadora del Premio Planeta, dijo en una entrevista que ‘murciélago’ era la única palabra en idioma español que contenía las cinco vocales. Un lector, José Fernando Blanco Sánchez, envió la siguiente carta al periódico ABC:
“Vi en la televisión estatal a Lucía Echevarría diciendo que ‘murciélago’ es la única palabra en el idioma español que contenía las cinco vocales. Mi estimada señora, piense un poco y controle su ‘euforia’. Un ‘arquitecto’, ‘escuálido’, llamado ‘Aurelio’ o ‘Eulalio’, dice que lo más ‘auténtico’ es tener un ‘abuelito’ que lleve un traje ‘reticulado’ y siga el ‘arquetipo’ de aquel viejo ‘reumático’ y ‘repudiado’, que ‘consiguiera’ en su tiempo, ser ‘esquilado’ por un ‘comunicante’, que cometía ‘adulterio’ con una ‘encubridora’ cerca del ‘estanquillo’, sin usar ‘estimulador’. Señora escritora, si el ‘peliagudo’ ‘enunciado’ de la ‘ecuación’ la deja ‘irresoluta’, olvide su ‘menstruación’ y piense de modo ‘jerárquico’. No se atragante con esta ‘perturbación’, que no va con su ‘milonguera’ y ‘meticulosa’ ‘educación’. Y repita conmigo, como diría Cantinflas: ¡Lo que es la falta de ignorancia!”
Profesor – investigador del departamento de Ciencias de la Comunicación de la UPAEP, Puebla.
Presidente honorario de la Fundación Manuel Buendía.
Correo electrónico: sanchezdearmas@gmail.com
El siguiente es un ejemplo de cómo debe de citar este artículo:
Sánchez de Armas, Miguel Ángel, 2009: «En torno a la propaganda»,
en Revista Mexicana de Comunicación en línea, Num. 115, México, abril.
Fecha de consulta: 15 de abril de 2009.
Más allá de los demonios
Las potencialidades de la lectura
Uno de los postulados bajo los cuales se perfila el siglo XXI, en el ámbito de las prácticas juveniles, parte de una interrogante: ¿leer o dejar de leer libros? Ante el argumento de que con los medios digitales el lector se vuelve un autor capaz de situarse en el eje del escenario y tomar sus propias direcciones de lectura, el libro impreso amenaza con caer en el desuso y el olvido.
Carmen Gómez Mont
El problema no es una cuestión de moda, sino de prácticas culturales en estrecha relación con formaciones neuronales. Los jóvenes usuarios de medios digitales creen y afirman que todo el mundo se encuentra en la Red y que por lo tanto ya no es necesario leer en libros. ¿Qué beneficios aporta la lectura cuando se localiza información más rápidamente por la Red y de manera más sintética? ¿Por qué gastar en comprar libros cuando los encontramos en formato electrónico y de manera gratuita?
Ahí está el lanzamiento de Kindle de la empresa Amazon y Cybook de Sony, entre los más importantes lectores portátiles de e-books. Estos dispositivos pesan hasta 175 gramos, permiten hojear rápidamente y almacenan hasta 1000 libros. El precio es 15% menor que los impresos.
Por más espectacular que parezca la innovación a los clientes compulsivos de las tecnologías digitales, habría que señalar que a pesar de sus avances no es lo mismo leer en papel que en pantallas electrónicas, por más que se simulen las funciones de un libro.
Un hecho es innegable: la sociedad está dejando de leer y eso compete tanto a jóvenes como a adultos. El abandono de esta práctica ha llegado a tal grado que algunos escritores lo han considerado un desastre social. Docentes de todo el país están sumamente preocupados porque consideran que los que tienen acceso a la Internet, piensan “que todo está en la Red”. Pero no todo lo que se escribe ni todas las obras importantes creadas, están en la virtualidad, incluyendo materiales de autores contemporáneos. El problema no radica ahí. Veamos por qué.
Saber leer es un arte que se olvida si no se practica. Esto tiene que ver con la capacidad de comprender lo que se lee, de permanecer en las humanidades, de formar el espíritu. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el lugar 43 de 57 en comprensión de lectura.
Danielle Sallenave, investigadora francesa, analiza esta experiencia a raíz de un libro que escribió Nous, on n´aime pas lire (A nosotros no nos gusta leer). Después de trabajar en varios bachilleratos franceses, argumenta que la mayoría de los estudiantes aspira a ganar mucho dinero, “dominar a los otros, caminarles sobre el estómago para llegar a ser alguien, embrutecerse de fútbol y de juegos por TV”. Estos son los objetivos de sus vidas.
Christine Rosen, otra investigadora preocupada por el tema, emplea el término gente de pantallas (people of the screen). Afirma que cuando se aborda la problemática de leer libros en papel o en pantalla, por lo general se cae en posturas extremas. Es común encontrar en el discurso el principio de remplazo pero no de complementariedad libro-pantalla.
En Estados Unidos, la mitad de jóvenes entre 18 y 24 años confiesa que no encuentra ningún placer en la lectura y que su tiempo límite de resistencia voluntaria en esta práctica va de 7 a 10 minutos por día. De acuerdo con un estudio realizado en 2007 por la National Endowement for the Arts, la lectura impresa tiene la capacidad de formar mentes críticas y analíticas (potencial que desarrolla la lectura por Internet), pero además se forman ciudadanos comprometidos con sus diversas realidades.
Otro de los falsos argumentos es la idea de que a mayor uso de Internet, menor capacidad de lectura. Parece que la relación que realmente explica tal tendencia tiene que ver más con la formación escolar y el nivel socioeconómico que con el acceso de un nuevo medio. Se ha demostrado que son compatibles los usuarios de Internet con los lectores e investigadores en materiales impresos. En cambio, en las clases menos favorecidas, si no existe una formación previa de lectura desde el hogar, cuando se usa la Internet, los libros quedan en el olvido. La clave radica en el amor por lo libros que pueden enseñar los padres a sus hijos, y no tanto en el acceso a una tecnología, como el libro digital.
Neurocientíficos como Susan Greenfield señalan que al estar horas frente a pantallas, nuestro cerebro genera un exceso de dopaminas, bloqueando actividades propias de la corteza prefrontal donde se controlan actividades relacionadas con la capacidad de medir el riesgo y medir las consecuencias de las propias acciones.
También se ha observado que leer libros en pantalla y leer en impresos es diferente. En el primer caso, el lector es el amo, es el autor de la lectura y la organiza libremente; mientras que en el segundo, el lector estudia al autor: su perspectiva y disposición para el aprendizaje son diferentes. Por otro lado, el usuario en línea es “promiscuo, diverso y volátil”, mientras que la lectura en libros tiende a ser más ordenada, y lógica. Jacob Nielsen señala que cuando leemos en pantalla lo hacemos en forma de F, buscando en las páginas el eje de la información. Esto no es leer sino buscar información, extraerla y guardarla.
Está emergiendo un nuevo tipo de lectura en la virtualidad; sin embargo, no puede remplazar a la lectura en libros impresos. La pérdida de una práctica que ha acompañado al hombre durante siglos, tendrá consecuencias en sus formas de razonar y de actuar. Para no caer en el fatalismo, será necesario reconocer que una y otra manera de leer tienen sus propias potencialidades y que es necesario mantener vivas a las dos. La clave está en saber combinarlas y complementarlas a fin de no satanizarlas.
La involución
Botica
Jorge Mélendez Preciado
Cincuenta años de Canal 11, antes también llamado XEIPN, son para festejar, no obstante los vaivenes y retrocesos. No hay, desde luego, una línea continua en su evolución. Pero casi siempre trató de brindar series importantes en ciencia, música, información, espectáculos y, obviamente, cultura en su más restringida acepción. Varios de sus directivos estuvieron ligados al Politécnico. Cuando menos yo trabajé con dos personajes que dieron libertad y aliento: Rodolfo Porras —fallecido en un accidente— y Ramón Vázquez (1971-1973). En, México y su economía, que coordinaba Mario Acevedo Manzano, incluso entrevisté para un primero de mayo a Valentín Campa, Juan Ortega Arenas y Demetrio Vallejo; no hubo el menor corte o reclamo. Mientras que en Libros en imágenes, de Enrique Bucio, dialogué con autores de ciencias sociales: Enrique Semo, etc., sin ningún problema. Tal vez por lo que dijo luego Pablo Marentes (encargado de la emisora 1978-1982), se podía hacer el crimen perfecto debido a su baja audiencia. Pero incluso en la administración de Juan Saldaña (1977), hice noticiarios con Verónica Rascón y Miguel Ángel Granados Chapa —felicidades nuevamente, maestro— y hubo absoluto respeto. Al llegar Alejandra Lajous plantee varios proyectos y nunca hubo respuesta, pero que duda cabe, Primer plano fue un oasis en la pantalla chica. Después, al llegar el panismo, todo cambió. En el calderonismo la situación es de salta patrás. Eso de querer hacer barras muy atendidas, en las mañanas dando clases de modas y peinados y en las noches con series policiacas, es algo que está probado no mantiene atención en la televisión pública. Lo mismo contratar a estrellitas famosas para conducir programas. Mover al antojo a los llamados hombres de negro y los diálogos de Cristina Pacheco es no entender nada. Sariñana fallará, ni duda cabe.
Exhibidos
Los políticos van a la “telera” a pesar de todo. Lo mismo canta mal que exhiben su falta de ideas, lo que traerá mayor abstencionismo entre los jóvenes. En la Expo 2009 de Televisa, vimos que ni Beatriz Paredes ni Germán Martínez ni, mucho menos, Jesús Ortega, supieron contestar las preguntas superficiales que les plantearon varios muchachos. Ella no logró resolver el acertijo de por qué no es culpable Luis Echeverría de las matanzas de jóvenes, el panista fue no sólo inexacto sino llamado mentiroso por el solaztequista y Chucho parecía que estaba ante un mitin callejero en donde quería arengar a las masas. Infinidad de chavos se quedaron con ganas de plantear algo, “el tiempo no lo permite”, dijo la moderadora. ¿Entonces para que reunir multitudes que irán de escenografía? Con el fin de hacer patente quién convoca a miles.
Adelgazamiento
No hay semana en donde sea evidente la crisis de los impresos. Ahora fue notorio en Reforma, cotidiano en el cual habrá despidos de colaboradores, según comentan, y, además, reducción de espacios para los comentaristas y menos páginas. Ello forma parte de la gran crisis que se vive a nivel mundial en los diarios. En EU y Francia es evidente la transformación en los informativos: de papel a internet. Aquí hay portales que tienen un año en pantalla (Notineta, por ejemplo), aunque no logran todavía la publicidad para ser autosuficientes. ¿No sería hora de llevar a cabo un encuentro de periodistas que analicen las transformaciones actuales? Digo
Saldrá adelante
Luego de una exitosa plática acerca de la música, entrelazada con la literatura y el cine, donde la mayoría de los asistentes fueron jóvenes, José Agustín se disponía a firmar libros de su autoría cuando, por la avalancha, cayó en el foso de la orquesta y se fracturó seis costillas y hasta parte del cráneo. El accidente fue terrible, dicen varios de los presentes, más porque la ambulancia llegó a los 15 minutos del suceso. El acapulqueño se recupera en Puebla, aunque el ayuntamiento de la ciudad y quienes dirigen las actividades culturales deberían saber que en este tipo de encuentros se debe contar con una serie de medidas de protección con el fin de evitar riesgos mayúsculos.
Un instrumento más
Google es una sociedad inventada en 1996 por Sergey Brin y Larry Page, que cotiza en bolsa desde 2004. A dicha herramienta se le ha tratado de encontrar todas las virtudes, incluso decir que nos llevará a la democracia cultural. Pero en realidad, no es tal ya que en su información no existe realmente ni “cultura ni democracia”, al decir de Barbara Cassini en: Googléame. Un estudio serio, difícil y profundo del asunto.
Periodista de la RMC
Correo electrónico: jamelendez@prodigy.net.mx
El siguiente es un ejemplo de cómo debe citar el anterior artículo:
Meléndez Preciado, Jorge, «La involución», en El Financiero,
México, 6–IV– 2009, Botica, Cultura.