Para conocer al general (III)

Juego de ojos

Lázaro Cárdenas, prezydent Meksyku

Lázaro Cárdenas, prezydent Meksyku (Photo credit: Wikipedia)

Miguel Ángel Sánchez de Armas

 

De mi libro “El peligro mexicano. Comunicación y propaganda en la expropiación petrolera de 1938”, tomo este tercer apunte sobre la personalidad de Lázaro Cárdenas, como mi contribución al debate abierto sobre los motivos del General en el episodio de la expropiación petrolera.

Al iniciarse la década de los treinta, Cárdenas era un prominente miembro del ala progresista de la élite militar en que se apoyaba el general Plutarco Elías Calles, quien después de ocupar la presidencia de 1924 a 1928 se había erigido como el Jefe Máximo de la Revolución, cuya mano y humor guiaban y ordenaban la vida política e institucional del país. Al aproximarse la sucesión presidencial de 1934, México transitaba por una situación delicada. Las aguas bravas de la guerra civil no terminaban de amainar; la relación con Estados Unidos, nunca fácil, marchaba entre notas belicosas; la anémica economía parecía hundirse y el asesinato del presidente electo Álvaro Obregón en julio de 1928 había sumido a México en la incertidumbre.

Cárdenas era entonces Secretario de Guerra y Marina, ex gobernador de Michoacán y discípulo predilecto de Calles. Tanto por su edad—35 años— como por su brillante y eficaz carrera militar y lealtad indiscutible a la Revolución —y según algunas conjeturas porque sería un incondicional del Jefe Máximo—, Calles impulsó la candidatura presidencial del joven michoacano, para quien ordenó preparar un programa de gobierno llamado Plan Sexenal, a cuyos lineamientos se tendría que sujetar el candidato del Partido Nacional Revolucionario (pnr).

La percepción de que sería un peón en el tablero callista no escapó ni a los observadores extranjeros. Herring observó que en 1934 a Cárdenas se le consideraba débil y bien intencionado, “el hombre más ingenuo de México”; opinión que seis meses después de su destape había cambiado a “loco” y luego a “enfermo, con rumores sombríos de una fiebre que pronto daría cuenta de él […] pero hoy [1938] sus enemigos difícilmente pueden encontrarle un calificativo”. Herring llega a la conclusión inevitable: Cárdenas se puso a la altura de los mejores.

Una vez oficializada su candidatura, Cárdenas emprendió una vigorosa y extendida campaña proselitista que se desarrolló sin incidentes y con una oposición de bajo perfil. Una vez electo, asumió la Presidencia tan acotado como sus antecesores, con callistas en posiciones clave y cardenistas en minoría y neutralizados. Rodolfo Calles, hijo del Jefe Máximo, ocupó la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas; las secretarías de Guerra, de Hacienda y de Gobernación, así como el Departamento del Distrito Federal y la presidencia del pnr fueron entregadas a incondicionales de Calles.

Pero Cárdenas bien pronto dio muestras de no estar dispuesto a prolongar esta situación. Para desembarazarse de la influencia de Calles, se apoyó no solamente en ciertos sectores leales del ejército –base fundamental del poder de todos los gobiernos anteriores-, sino de manera muy particular en los obreros y campesinos, en cuyo nombre habría de gobernar. Para 1935, Cárdenas pudo enfrentarse con buen éxito al caudillo sonorense […]; las fuerzas adictas al presidente en el ejército, el gobierno y las organizaciones de masas fueron empleadas en tal forma que rápidamente dieron al traste con los esfuerzos de Calles por recuperar el poder.

Uno de los mayores méritos del cardenismo fue recuperar la autoridad política y administrativa de la Presidencia, casi desaparecida en las dos décadas anteriores por la guerra civil que dividió tanto a las fuerzas políticas como a los sectores económicos en ascenso. Caudillos, civiles y militares, tanto como la burguesía debilitada, giraban en torno al poder presionando por sus intereses; el poder político estaba diseminado por todo el país en grupos divergentes o antagónicos. Las consecuencias adversas no sólo eran de origen interno, sino también resultado de la crisis mundial del final de los años veinte.

A lo largo de su carrera militar y política, Cárdenas no vaciló en tomar medidas radicales cuando fueron necesarias y las circunstancias le eran favorables, aunque también podía mantener una estoica paciencia en la adversidad. Para el estudioso de hoy —y sin duda  para los observadores de su época— sobresale su inclinación a seguir sus propios instintos e ir en contra del “sentido común” político prevaleciente —lo que hoy llamaríamos lo “políticamente correcto”— cuando lo juzgaba necesario. La legalización del Partido Comunista y el asilo a Trotsky –pese a la oposición de grupos empresariales y conservadores- la reforma agraria que no hizo excepción de las tierras en manos de extranjeros y de prominentes “revolucionarios”, el impulso a la educación socialista, el apoyo al uso de la huelga como herramienta de negociación frente a los empresarios, la expropiación de las empresas petroleras extranjeras y –particularmente simbólico- el exilio del Jefe Máximo Plutarco Elías Calles y el desmantelamiento y transformación del partido político de Estado fundado por este caudillo, son ejemplos de ello.

Desde la Presidencia, Cárdenas llevó a cabo una intensa labor corporativista y organizó al pueblo en sus actividades políticas, económicas y culturales. En cinco rubros estratégicos su acción tiene particular relevancia: 1) relaciones obrero–patronales; 2) economía nacional; 3) reforma agraria, 4) educación y 5) relaciones internacionales.

Para entender al cardenismo es pertinente aclarar que pese a las acusaciones lanzadas desde la derecha, esta corriente política no equiparaba socialismo con sovietización. “No se trataba de sovietizar al país, de establecer o de organizar los soviets de obreros, campesinos y soldados sino de armar una alianza popular para defender los intereses de la Revolución Mexicana”, dice Córdova.

En México, la de Cárdenas es la memoria política más viva después de la muerte, reencarnada en obras públicas, en escuelas, en poblados, en corrientes electorales y como sinónimo de tiempos políticos mejores. En paráfrasis de Pericles, de Cárdenas podría decirse que tuvo como tumba el territorio nacional y que su recuerdo pervive “grabado no sólo en un monumento, sino, sin palabras, en el espíritu” de cada mexicano. Pero la gesta política cuya luz no ha perdido intensidad hasta nuestros días es la expropiación petrolera de 1938.

A la distancia es posible decir que el General fue fiel a sí mismo. “Cárdenas no dejó de ser Cárdenas”, dirá con admiración Carlos Fuentes más de siete décadas después de aquel marzo fundacional, aun cuando reconocerá que “éste ya no es el México de Lázaro Cárdenas. Pero el México de hoy no existiría sin Lázaro Cárdenas.

 

Molcajete…

La altivez imperial. Hace unas semanas un joven palestino desempleado, Jalil Shreateh, descubrió una falla en Facebook y la reportó para ganarse la recompensa de 500 dólares que la empresa ofrece a quien encuentre desperfectos en esa red social. Mandó el informe y fue ignorado. Entonces por el mismo hueco se coló a la página personal del millonetas Mark Zuckerberg y demostró la vulnerabilidad. Ardió Troya. Los yuppies cibernéticos quieren la cabeza de Jalil por allanamiento en línea. El episodio me recordó el caso de Srinivasa Ramanujan, el genio matemático indio, tan pobre como Jalil, quien fue despreciado por la academia inglesa a principios del siglo pasado hasta que el gran Harold Hardy lo llevó a Cambridge. Creo que lo mismo sucederá con Jalil, y que en Facebook tendrán tiempo para mesarse los cabellos y rechinar los dientes. ¡Ay, la Pérfida Albión!

 

 

 

28/8/13

Tuit: @sanchezdearmas 

Blog: www.sanchezdearmas.mx

Si desea recibir Juego de ojos en su correo, envíe un mensaje a: juegodeojos@gmail.com

 

Enhanced by Zemanta

El mirador europeo cerró sus ojos: Mariano Cebrián Herreros (1943-2013)

La comunidad española de investigadores en comunicación se encuentra de luto por el fallecimiento de Mariano Cebrián Herreros, catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid, quien fue uno de los más prestigiados y prolíficos estudiosos, en habla hispana, de los medios audiovisuales.

La pérdida también se siente en Latinoamérica, donde el investigador mantuvo hasta sus últimos días una intensa relación de trabajo, producto de sus libros, seminarios, ponencias, asesorías y conversaciones que ofreció en universidades y en diversos foros de estudio de la región.

 

mariano

Por Raúl López Parra

Editor Revista Mexicana de Comunicación

 

En México, además de su invaluable trabajo académico, se le recordará por su generosidad y sencillez.

Testimonio de ello son los cientos de artículos que Mariano Cebrián publicó como columnista en la Revista Mexicana de Comunicación (RMC) durante poco más de 10 años.

Fue en 1996 cuando aceptó la invitación a colaborar por parte del director de la RMC, Omar Raúl Martínez, a pesar de que no se conocían personalmente.

En la edición 44 de la RMC (1996) apareció el primer artículo del investigador, con el título “Horizonte de los géneros informativos audiovisuales”, donde presentaba sus observaciones en la recomposición en las estructuras narrativas en los medios electrónicos y la aparición de los nuevos medios.

En 1997, durante una visita a México en atención a un compromiso académico,  el director de RMC aprovechó para entrevistarle. Además de conocerse en persona, la ocasión fue una oportunidad para que le invitara a participar como columnista.

En aquel momento, como fue durante toda su vida, Cebrián estaba colmado de trabajo y tenía que concluir la escritura de textos para algunas publicaciones, no obstante, ofreció enviar colaboraciones de forma irregular.

En 2002 se oficializó la publicación de su columna Mirador Europeo, la cual apareció por primera vez en la edición 78 de RMC y se anunció de la siguiente forma:

«Con el presente número, RMC inaugura un importante espacio de reflexión y análisis para beneplácito de nuestros lectores: el reconocido y prolífico investigador español Mariano Cebrián Herreros, con su rigor y bagaje acostumbrado, dará cuenta del panorama mediático en el continente europeo».

Desde entonces, Cebrián contribuyó generosamente con el ánimo de aportar su trabajo al esfuerzo de divulgación de la RMC, que contra viento y marea se ha mantenido hasta ahora gracias a, justamente, aportaciones de personas como él.

En México, la RMC se convirtió en su espacio, donde puntualmente nos ofreció sus análisis sobre las tendencias en el campo de los medios audiovisuales y el periodismo.

Cebrián tenía un diagnóstico muy preciso sobre la crisis generalizada por la que atraviesan las organizaciones periodísticas y, en particular, los periodistas, causada por los avances tecnológicos, la caída de los anunciantes y los cambios de hábitos de los públicos.

Así lo documentó en la edición de RMC 133 (2013) cuando analizó el caso español, cuyo diagnóstico bien puede aplicarse al caso latinoamericano.

Con las innovaciones técnico-comunicativas, escribió Cebrián, se han incorporado otros medios, otras formas de comunicación y otros servicios.

 “Se pensó inicialmente que esto podría suponer un trasvase de profesionales de los medios tradicionales a los nuevos o que éstos dieran origen a unas necesidades laborales que permitirían absorber a muchos más profesionales en espe­cial a los jóve­nes que por su men­ta­li­dad empren­de­dora ven­drían mejor pre­para­dos para el manejo de las nue­vas herra­mien­tas, otros dise­ños perio­dís­ti­cos y la inno­va­ción de otras moda­li­da­des infor­ma­ti­vas. Pero la reali­dad está demos­trando lo con­tra­rio. Lejos de esta evo­lu­ción, lo que se ha pro­du­cido ha sido una mayor dis­per­sión y una más amplia zona de desastres”.

El catedrático entendió que la tecnología no ha sido la tierra prometida para generar empleos a los jóvenes periodistas, por el contrario, ha acelerado el despido de los más expertos, incentivando el subempleo o el freelanceo y, de plano, eternizando el becarismo de graduados universitarios que, con la esperanza de ser contratados, aportan su esfuerzo sólo para al final darse cuenta que no hay espacio para ellos.

Con franqueza,  Cebrián nos dijo en su columna que los jóvenes “son utilizados como sustitutos de profesionales».

«Cuando terminan las prácticas son reemplazados por otros becarios y, así, sucesivamente, lo cual conduce a que no haya necesidad de contratar a profesionales que se mantengan por más tiempo en la redacción. Es echarse la soga al cuello. El estudiante ve satisfechas sus aspiraciones de adquisición de experiencia, pero inmediatamente comprueba que al repetirse la operación con los siguientes, él mismo se cierra las puertas de ingreso como profesional”.

El problema es de dos vías. Con la ilusión llamada “gratuidad de la información”, los públicos no están dispuestos a pagar por lo que leen en Internet.

Mariano Cebrián nos detalló por qué:

 “Los medios naci­dos de Inter­net no aca­ban de con­se­guir unos mode­los de nego­cio que per­mi­tan encon­trar otras fuen­tes de ingreso sufi­cien­tes para com­pen­sar las pér­di­das de los medios tra­di­cio­na­les. Los nue­vos medios apor­tan otras poten­cia­li­da­des de difu­sión y venta de infor­ma­ción, pero los usua­rios no lo ven así. Se niegan a pagar por la misma infor­mación que pue­den reci­bir gra­tui­ta­mente en otros medios. Los inten­tos de obli­gar a pagar por la entrada en los ciber­me­dios han sido un fra­caso. Incluso aque­llos que han dejado gran parte de la infor­ma­ción abierta al acceso gra­tuito de los usua­rios y otra parte de pago por los aná­li­sis y comen­ta­rios de per­so­na­li­da­des reco­no­ci­das pro­fe­sio­nal o inte­lec­tual­mente, tam­poco con­si­guen que la gente pague por seguirlos”.

Además de los problemas externos, el investigador desentrañó un tema del que poco se abunda en los análisis sobre la crisis de los periódicos, la desigualdad dentro de las mismas organizaciones periodísticas. La brecha salarial entre directivos y reporteros de base genera malestares que propician la división en las redacciones.

“Los direc­ti­vos pro­fe­sio­na­les man­tie­nen o aumen­tan sus suel­dos mien­tras que reba­jan los de los pro­fe­sio­na­les o les arro­jan al paro por impe­ra­tivo de los direc­ti­vos y eje­cu­ti­vos de las empre­sas mediá­ti­cas. Ello pro­duce un enfren­ta­miento muy cris­pado y una divi­sión en los equi­pos de redac­ción. Las pro­tes­tas, mani­fes­ta­cio­nes y huel­gas apa­re­cen por doquier en cual­quier medio. En el sec­tor perio­dís­tico ya no se trata de una lucha entre patro­nes y tra­ba­ja­do­res, sino entre los pro­pios pro­fe­sio­na­les: perio­dis­tas direc­ti­vos y perio­dis­tas pro­fe­sio­na­les, todos diri­gi­dos eco­nó­mi­ca­mente por los ges­to­res empresariales».

Gracias a este tipo de análisis que explican de forma sencilla problemas complejos, tanto en sus artículos periodísticos como en sus libros, Mariano Cebrián se convirtió en una referencia en el campo de la comunicación.

De acuerdo con el H Index Acholar, el índice bibliométrico entre académicos de universidades públicas españolas, recopilado en Google Acholar, Mariano Cebrián Herreros es el autor más citado en el área de comunicación.

Desde que se doctoró en 1976 en Filología Hispánica con el trabajo La televisión una nueva narrativa» (1976), Mariano Cebrián no paro de publicar libros, artículos, ensayos en innumerables medios científicos y de divulgación.

Dentro de su obra se contabilizan más de una veintena libros cómo autor individual y 40 en coautoría, según su currículo oficial, sin mencionar los cientos de artículos y ensayos publicados en diversas revistas.

Mariano Cebrián tenía la esperanza de recuperar su salud para retomar su imparable actividad, así se lo confió al director de RMC en octubre de 2012, la última vez que se reunieron en la Ciudad de México.

En aquella ocasión a Cebrián le dio gusto saber que la Revista Mexicana de Comunicación celebraría en septiembre de este año su 25 aniversario, en una historia de la que él mismo formó parte como un protagonista de alto nivel. En ese encuentro habló de los proyectos de sus nuevos libros.

Hace cuatro meses le comunicó al director de RMC que no podría “enviar textos porque se sentía alicaído”. Sólo pudo entregar una columna.

El pasado 18 de agosto todos nos enteramos de su lamentable partida.

Contrario a lo que se suele decir en estos casos, Mariano Cebrián Herreros “no nos deja un vació difícil de llenar”. Nos deja un espacio muy lleno. Nos hereda todas sus obras, su ejemplo de trabajo incansable y, por sobre todo, nos deja el recuerdo de su calidez humana.

El Mirador Europeo cerró sus ojos, pero en sus reflexiones y trabajo académico nos invita a que nosotros sigamos mirando en el estudio de los medios, con la pasión con la que él lo hizo toda su vida.

Descanse en paz Mariano Cebrián Herreros (1943-2013).

Su legado 

Libros de autoría individual

1.        Introducción al lenguaje de la televisión (1978)

2.        Diccionario de radio y televisión (1980) Siglario internacional de radio y televisión (1981)

3.        La mediación técnica de la información radiofónica (1983)

4.        Fundamentos de teoría y técnica de la información audiovisual (varias ediciones desde 1983)

5.        La información audiovisual: un servicio a la sociedad (1983)

6.        Bibliografía de la información audiovisual (1986)

7.        Libro de estilo de RNE (1988)

8.        El vídeo empresarial e institucional en España (1991)

9.        Géneros informativos audiovisuales (1992, edición en México con inclusión de un vídeo, 1996 y 2000)

10.   Certamen de vídeo empresarial e institucional del País Vasco (II, 1990; III, 1991; IV, 1992; V, 1993; VI, 1994); Información radiofónica: Mediación técnica, tratamiento, programación (1994)

11.   Cine documental e informativo de empresa (1994)

12.   Información audiovisual: Concepto, técnica, expresión y aplicaciones (1995)

13.   Información televisiva: mediación, contenidos, expresión y programación (1998)

14.   La radio en la convergencia multimedia (2001)

15.   Análisis de la información audiovisual en las aulas (2003)

16.   Estrategia multimedia de la televisión en Operación Triunfo (2003)

17.   Modelos de televisión: Generalista, temático y convergente con Internet (2004).

18.   Información multimedia (2005).

19.   Nuevas modalidades de televisión (2006).

20.   Modelos de radio, desarrollos e innovaciones (2007).

 

Para seguir sus artículos en RMC

 

*Editor RMC

 

Reforma de Telecomunicaciones: Críticas e interpretaciones

  • Los medios la presentan como parte de una temática muy especializada.
  • La reforma pide discutir qué tantas diferencias entre el viejo modelo de relación medios-gobierno-sociedad y lo que ahora se avizora con la nueva reforma y si efectivamente podrá revertir el rezago y atender.
Foto: "Acompañando a Enrique Peña en la Promulgación de la Reforma Constitucional en Materia de Telecomunicaciones" por Eruviel Ávila @ Flickr

Foto: «Acompañando a Enrique Peña en la Promulgación de la Reforma Constitucional en Materia de Telecomunicaciones» por Eruviel Ávila @ Flickr

Por Tanius Karam

La recientemente promulgada reforma a la Ley de Telecomunicaciones el pasado 11 de junio de este año abre una serie de debates y tensiones en distintos sectores del rubro. Frecuentemente los medios la presentan como parte de una temática muy especializada, cuando como hemos dicho en otros espacios representa uno de los debates centrales en el proceso de democratización en el país.

Hay que decir también que la reforma a Telecom, es algo más que una reforma al texto, y supone una serie de abanicos temáticos que de hecho van apareciendo dentro de la agenda pública, como los recientes incidentes vinculados al frustrado inicio del apagón analógico en Tijuana; a ello se suman los debates sobre las características del sector, los derechos de las audiencias y sobre todo las rutas para conformar los organismos respectivos así como los consejeros y comisionados que corresponden. La reforma Telecom pide también discutir qué tantas diferencias existen entre el viejo modelo de relación medios-gobierno-sociedad y lo que ahora se avizora con la nueva reforma y si efectivamente podrá revertir el rezago y atenderlo.

De manera reciente en el Seminario para el análisis de la nueva Ley Telecom, que convocó el pasado 27 de junio, el Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación (CONEICC) fue una oportunidad para realizar un análisis más sopesado a lo que frecuentemente aparece en notas escuetas o comentarios aislados que se realizan sobre todo en la radio. Vale la pena realizar estos ejercicios, que aun cuando el campo de las escuelas y la investigación parecería un espacio natural de reflexión, quizá el carácter legal y algunos aspectos de especialización alejan a no pocos de una reflexión imprescindible para quien tenga algún interés en la comunicación social.  En el seminario participaron como expositores expertos académicos amplísimamente conocidos en el campo académico y con gran trayectoria de reflexión sobre los medios. En lo general Javier Esteinou de la UAM-X hizo una presentación esquemática del contexto político social, pacto por México, la reforma constitucional telecom; posteriormente tanto Beatriz Solís y Gabriel Sosa, también de la UAM-X detallaron las características de la propuesta original; así como las principales modificaciones de la cámara de diputados y senadores.

La primera pregunta sobre la que cabe reflexionar es por qué hasta ahora. Para Javier Esteinou al no funcionar el viejo modelo de articulación medios-sociedad-gobierno que operó eficientemente para modelar los sentimientos, valores, expectativas, imaginarios de una sociedad es ahora distinto, es necesario construir nuevas bases. Durante el “viejo modelo”,  el marco regulatorio se centró en la caduca Ley Federal de Radio y TV de los sesenta, emitida cuando ya de alguna manera las bases prácticas de la operación de los medios estaban funcionando en las industrias; luego vino la Ley de Telecomunicaciones de 1995 que supuso una tímida actualización en una década ya abierta a las nuevas tecnologías y telecomunicaciones con la popularización del Internet. Con los gobiernos de la alternancia a partir del 2000, se generó en un sector de la sociedad la expectativa de un cambio significativo en el modelo y régimen Telecom, lo que lejos de ocurrir, se generó una inversión al modus operandi tradicional donde ahora el Estado se puso por debajo del poder de la televisión, como se verificó, entre otros incidentes con el tristemente célebre “decretazo” de octubre de 2002 y más tarde la Ley Televisa de noviembre 2005, que por fortuna meses después pudo detener la Suprema Corte de Justicia.

En los últimos años ha imperado la idea, en este “nuevo modelo” de relación, de “formula cero” en la intervención del Estado, cuyo rectoría ha dejado de ser operante para las nuevas empresas y empresarios, los mercados convergentes y los nuevos competidores, y que abogaría a que el sector se ajuste a la venia y  autorregulación de los concesionarios.  Ello tiene también como contexto una modificación en el papel de los Partidos Políticos, su escasa credibilidad y la injerencia de los grupos de interés mediáticos en las bancadas. El marco más amplio es el fortalecimiento de las “televisoras” como uno de los principales “poderes fácticos” y quienes a través de poderes meta-constitucionales se imponen ante la sociedad,  el estado y sus intereses.

 

Entre virtudes, retos y limitaciones

La Reforma Telecom, en lo general ha recibido reconocimientos de los principales especialistas, empero se impone una mirada crítica que por una parte reconozca el esfuerzo de algunos sectores por la democratización de las comunicaciones y la histórica demanda de algún puñado de colectivos que han hecho una labor significativa, frecuentemente silenciosa y silenciada. Sin regatearle mérito, la  Reforma no puede verse como algo acabado. Dentro de las críticas que se ha mencionado, la señalan como algo más relacionado para facilitar planes de negocio a través de la competitividad; o promover modelos de negocios, en lugar de beneficiar a la ciudadanía y a la sociedad en general.

Algunas de las virtudes, señaladas por Sosa Plata durante el Seminario CONEICC, es la construcción de un nuevo marco semántico para definir a los “medios” y las telecomunicaciones como entidades de servicio público e interés general. Este es un cambio que apenas ahora se formula por vez primera, aunque existían bases previas para su formulación, éstas no se habían llevado integralmente a una legislación. La definiciones tiene varias connotaciones: se supone que ahora el Estado tendría la obligación de velar por el interés público con respecto a los servicios de la radio y TV, lo que le obligaría a intervenir, por ejemplo, en el polémico tema de las tarifas finales que pagan los usuarios, a garantizar una mayor participación, a salvaguardar los derechos de audiencias, entre muchas otras cuestiones. Hay que señalar, como es histórico, que generalmente los concesionarios reaccionan muy críticamente contra cualquier intento de regulación por parte del Estado, el cual siempre es visto moralinamente como atentado a la libertad de expresión e información.

Sosa Plata señaló que añadir la cuestión del Servicio Público no es únicamente una cuestión nominativa, sino que incluye una serie de componentes —por ejemplo cómo consolidar la autonomía técnica, operativa, de decisión y de gestión necesaria— que garanticen su consolidación, sin lo cual, dicho servicios no son posibles o estarían condenados—como históricamente ha sucedido— a sucumbir o perderse en los medios y servicios gubernamentales que son cuestiones muy distintas.

Durante el seminario CONEICC se pasó revista a varios aspectos considerados inconclusos por los especialistas, como por ejemplo los aspectos contenidos en el 10° Transitorio de la Reforma relacionado con la independencia editorial que los medios públicos deberían tener y lo que toca al también viejo debate sobre la reducción “público” por gubernamental. Otro asunto importante es la pregunta sobre el financiamiento de estos medios y que en el pasado ha llevado al resquebrajamiento de cualquier intento, de generar medios gubernamentales con sustentabilidad.  Y es que en la Reforma parecen abrirse la posibilidad de otras opciones de financiamiento, lo que será uno de los principales temas a discutirse en la ley secundaria que se realizará en los siguientes meses. Una de las opciones que han dado los especialistas, es conciliar la defensa del espíritu ajeno al lucro, pero que por ejemplo, algunos programas sí pudieran ser objeto de comercialización y con ello generar recursos que pudieran invertirse en su infraestructura, lo que también ayudaría a garantizar su calidad; es un mito pensar que no pueden tenerse medios públicos con calidad. Lo que es un hecho inequívoco es que sin exploración o garantía de un financiamiento eficiente, no se pude consolidar esta concesión de uso público.

Junto con la Ley hay el reto de generar una serie de instrumentos, organismos e instituciones. De estas nuevas instancias la que está prevista ya en la Reforma es la creación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL): este órgano sustituiría en sus funciones a muchas de las que venía realizando la COFECO. Este  IFETEL integrará cuestiones de competencia económica, que entre otras tareas debe promover la simetría en la participación, e imponer límites a la concentración de frecuencias. El establecer las bases de esas acciones antimonopolios y favorecer la competencia en el sector tendría que ser una contribución deseable como parte de la democratización del espectro radial.

De los temas más polémicos se establece la generación de tribunales especializados en materia de telecomunicaciones. Esos tribunales podrán recibir las demandas de amparo  de parte de las empresas sobre las resoluciones que emitan el IFETEL y la Comisión Federal de Competencia Económica (CFCE). El Poder Judicial trabaja en integrar estos organismos para atender las quejas contra IFETEL y CFCE. Se espera que una vez en funciones, estas dependencias podrían atender cerca de 650 casos al año, que es el promedio de juicios que se interponen ante las actuales Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y Comisión Federal de Competencia (CFC).

En cuanto contenidos de los medios. Hasta ahora la COFETEL no ha participado en ello, y eventualmente ha coadyuvado la  PROFECO, la Secretaria de Salud e incluso la SEP dentro de un galimatías jurídico donde al parecer hay muchas manos y procesos de decisión que poco hacen en realidad antes los excesos y contradicciones de los medios privados. Es decir, hasta ahora hemos tenido una legislación poco clara, que ha conllevado igualmente una aplicación errática, y que otro de los retos del IFETEL sería promover más riqueza, apertura en contenidos sociales y culturales. Ahora el IFETEL tendrá atribuciones para ver la cuestión de contenidos y particularmente vigilar el cumplimiento de los tiempos máximos de publicidad. La ley prevé sanciones cuando no se observen las restricciones de mensajes dirigidos a la población infantil en cuanto contenido, horarios, tipo de producto, etc. Esta tarea, igualmente venía ejerciéndola de manera muy irregular la famosa dirección general de Radio, Televisión y Cinematografía de la SEGOB (DGRTyC) que es esperable desaparezca —lo cual no se sabe si sucederá— y sea retomada por el IFETEL.

Ahora bien, sin dejar de conceder su carácter histórico, la ley presenta imprecisiones, cuando contradicciones, algunas de las cuales, señaladas por los expositores del seminario CONEICC durante su presentación. Una de ellas es la opinión de la SHCP en contraprestaciones y servicios vinculados y que no está suficientemente explicitado en la Ley. También hay que mencionar que dentro de las atribuciones al IFETEL, algunas se dejan al Ejecutivo Federal en la toma de decisiones, lo cual no se sabe cómo va a funcionar; el Presidente participaría en la elaboración de políticas, lo que centralmente contradice —por pequeña que pudiera ser esta participación—  la supuesta autonomía del IFETEL, que sería uno de los principales logros de la Reforma si ésta se logra. El gobierno ha dicho que el Poder Ejecutivo participaría de la política general, pero siempre de la mano del IFETEL.

Otra de las críticas previsibles para el IFETEL es el de las consecuencias que genera un órgano, que al contar con tantas atribuciones y poderes, podría colocar en riesgo a derechos fundamentales; preocupación que esto se lleva a lo político también.

Ya mencionamos que algunos críticos han señalado que Reforma TELECOM fue en lo general pensada para promover la nueva competencia. El vínculo con las nuevas tecnologías es muy poco y al parecer no hay debate sobre impulsar por ejemplo la creación de un Ministerio de Tecnología y Telecomunicaciones como lo hay en otros países.

En lo general, el calendario que sigue a la publicación de la Ley parece muy apretado para los próximos 180 días donde se tienen que generar las más de diez reformas secundarias, las cuales incluyen entre otras, la ley convergente de telecomunicaciones, la de inversiones extranjeras, la de los tribunales especializados, la de los contenidos de televisión (must offer, must carry), la de la red troncal CFE-Telecom, así como la que regirá al organismo descentralizado de medios audiovisuales. No es de extrañar que actores particulares como el Consejo Coordinador Empresarial ha mostrado preocupación y desconfianza, lo que explica quizá que de 120 originales, se haya extendido el plazo a 180, sobre todo por que este organismo considera una agenda ambiciosa.  Esta desconfianza aumenta en algunos sectores con poder y capacidad de presión, que no sabemos si finalmente logren generar algún tipo de influencia. Ya de hecho la Ley amplió el plazo a 6 meses para dar más tiempo a la licitación.

Si bien este es un escenario deseable para la democratización del país, dentro de los competidores más sólidos para estas dos nuevas cadenas nacionales, se mencionan a Vázquez Raña (quien ya tiene el Canal 28) y el sempi-poderoso Carlos Slim, quienes no son actores sociales de tradición democrática e incluyente.

Una temática más de debate y discusión ha sido el conflicto o apoyo entre las dos bandas principales de 700 Mhz y 2.5 GHz que pueden ayudar para mejorar, por ejemplo, los servicios existentes de telefonías y cuyos litigios no se han podido resolver. En otros países estas bandas se han privatizado; además el complicado apagón analógico que debe llegar a las grandes ciudades del país para finales del 2015, va a permitir liberar espectro lo que podría utilizarse para abonar en calidad de servicios. El polémico tema de la banda de 2.5 Ghz que generó problemas con la familia Vargas, la empresa MVS, es ahora lo que se plantea también con la banda de 700 Mhz. El caso de MVS no se ha resuelto del todo, pero se puede plantear, algo que de hecho ha señalado MVS que en lugar que el gobierno se las expropie, la empresa pueda seguir usufructuándola mediante el arrendo.

En suma lo que podemos ver es que hay una sobre-posición entre las virtudes y polémicas de la Ley, lo que dista mucho de cualquier actitud triunfalista. Una reforma histórica sin la normativa secundaria que le apoye tendría poco valor y podría redundar en lo contrario de lo que busca. Quedan, como hemos señalado, cuestiones pendientes.

 

Colofón, “¿Y las escuelas de comunicación?”, “Bien, gracias”.

Una de las temáticas más esperadas, por la institución convocante es la precisa reflexión, análisis y balance sobre la Reforma y las escuelas de comunicación. Tradicionalmente éstos no han sido espacios muy significativos o de resonancia con alguna importante significación social. Hay que celebrar la iniciativa de CONEICC, la cual al margen de las posibilidades reales de impacto, es necesaria una difusión entre formadores y formados, profesores y estudiantes, ya que si algún sector debe responder sensiblemente es éste. Es cierto que quizá el tema que más puede preocupar a las escuelas, es cómo la Reforma impactará la formación de periodistas, comunicadores y comunicólogos.  Por lo pronto, las noticias pueden ser vistas con mesurado optimismo, ya que cabe pensar se abrirán algunas —no muchas— fuentes de empleo en los nuevos medios y organizaciones que se generarán. Pero ahí la principal área de oportunidad radica en la posibilidad de construir un proyecto amplio de participación social y política, de desarrollo cultural con los nuevos espectros.

Definimos a las escuelas de comunicación como un tipo particular de actor social caracterizado por su carácter demográfico, su desorganización conceptual y social, sus débiles organizaciones y su precario desarrollo (la inmensa mayoría de los académicos por ejemplo, no se pueden dedicar centralmente a profesionalizar la docencia). Estas “escuelas” se aglutinan principalmente en el CONEICC —de aquí la importancia en el Seminario que comentamos—, creado como sabemos por decreto presidencial hace ya casi 40 años, son un componente más del llamado “campo académico de la comunicación”. Creemos que el CONEICC y con él, las escuelas tendrían que ser un actor protagónico en la difusión de la Reforma Telecom. A reserva de hacer un juicio general, en sus 50 años de historia, desde que fueron mudando de escuelas de periodismo a las de comunicación, pocos son los momentos estelares o de protagonismo social. Tradicionalmente algunos de estos momentos se recuerdan en torno al debate por el Derecho a la información en los setenta y donde muchos, entonces jóvenes académicos e investigadores, realizaron una labor para difundir sus ideas, en un entorno donde solamente algunos cuantos cuestionaban o veían posibilidades reales de un cambio dentro de los medios de comunicación. Lejos de un actor protagónico, las escuelas de comunicación, en el mejor de los casos, han sido un actor débil con muy poca visibilidad. A diferencia de los campos académicos en otros países, ha faltado en el nuestro creatividad y fuerza para esos vínculos políticos efectivos que paulatinamente permitan a tomadores de decisiones voltear hacia los opinadores y líderes de opinión en materia dentro del campo. Si bien la opinión de especialistas como Trejo o Sosa Plata es importante y muy valiosa, hacen falta resonadores y vínculos, una mayor relación estratégica no solamente entre CONEICC, AMIC o AMEDI —la cual por cierto ha logrado un posicionamiento importante, sino en otros actores.

En términos generales para la sociedad mexicana la reforma TELECOM es un tema de pocos especialistas. Con la excepción de las manifestaciones del lastimosamente debilitado #YoSoy132, que puso en el centro de la agenda la manipulación de los medios y la importancia de su democratización, no ha habido en la historia reciente del país un factor de movilización que conceda a este tema su lugar protagónico en la transición democrática. Aquí vemos ciertamente un área de oportunidad para todos los sectores preocupados del tema, pero sobre todo para las escuelas, que con esos miles de profesores y jóvenes quienes tendrían una oportunidad para construir nuevas tendencias que alimenten las prácticas de comunicación educativa, educación para los medios, recepción crítica con relación a la Reforma. Si a alguien corresponde des-especializar el debate de los medios es a las escuelas quienes en todas las regiones del país tienen el reto —frecuentemente más difícil en muchas ciudades pequeñas— de la democratización, o la pedagogía de esa transformación socio-cultural, que pasa por la posibilidad de una nueva relación audiencias-medios-realizadores-Estado. Se abre la posibilidad de refundar una tradición pedagógica de las telecomunicaciones que como hace décadas lo pretendía la recepción crítica, más que analizar mensaje o regímenes legales, fundar las bases de una democracia integral e incluyente, inconcebible sin las tele-comunicaciones hoy día.

Si la materia o asignatura que en muchos currículos consignan con aspectos legales y jurídicos había perdido vitalidad e importancia, o fue simplemente un aspecto secundario sin mucha importancia vital en la formación, hoy adquiere un nuevo aliento y renovado protagonismo, y se eleva por encima de su aparente especificidad para convertirse en un espacio de reflexión estratégico para pensar no sólo regímenes legales, sino y sobre todo problemas culturales, políticos, económicos, empresariales y sociales vinculados a los medios, las tecnologías, a sus proveedores de servicio, y sobre todo, a los nuevos retos que ahora enfrentarán sus audiencias.

 

Tanius Karam

Facultad de Comunicación /

Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada

Universidad Anáhuac México Norte

twitter@taniuskaram

facebook@tanius.karam

tanius@yahoo.com, tanius.karam@anahuac.mx

 

Seguridad vs. Privacidad: Finfisher en México

  • El caso Snowden ha reavivado el debate sobre el derecho a la privacidad y el espionaje.
  • Muchos Estados y corporaciones usan programas computacionales de espionaje de forma sistemática.
  • En México se ha documentado la operación de Finfisher, uno de estos spywares.

 

8300022073_844da3e47c

Por Paola Ricaurte Quijano

Twitter: @paolaricaurte

Las filtraciones de Snowden relativas al programa de espionaje masivo conducido por Estados Unidos, nuevamente han puesto en la agenda -a nivel local y mundial- la discusión entre el poder del Estado y los derechos de los ciudadanos. El argumento que sostienen los estados para justificar el espionaje es el de la seguridad, que colocan por encima del derecho a la privacidad. Nos encontramos frente a un falso dilema ético y jurídico, que nos demuestra que el derecho a la privacidad, asentado en el artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y ratificado por las constituciones de los estados democráticos, enfrenta importantes desafíos en la era digital debido a la disponibilidad de herramientas tecnológicas que permiten recoger información masiva e imperceptiblemente.

Si bien es claro que todos los estados cuentan con programas de inteligencia, es necesario que cumplan con dos condiciones fundamentales de los sistemas democráticos: la transparencia y la rendición de cuentas. No deberíamos tener que enfatizar que los derechos humanos deben ser respetados siempre. Los estados no pueden, bajo ninguna circunstancia, recolectar información y datos personales de los ciudadanos sin que exista un marco jurídico declarado de manera pública que defina con detalle (no de manera ambigua como lo hace el PAA en Estados Unidos y que termina resultando inconstitucional) las condiciones bajo las cuales es posible recoger información personal. En otras palabras: quién puede recoger qué tipo de información sobre quién, bajo qué razón legal, con qué objetivos, durante cuánto tiempo y a través de qué medios.

El escándalo provocado por la revelación de los mecanismos utilizados para sostener una vigilancia masiva a escala mundial tanto de ciudadanos como de países, pone en tela de juicio el papel de las empresas que ofrecen servicios de telefonía e Internet y que colaboran con los gobiernos proporcionándoles información de los ciudadanos que desconocen este hecho. Además, sin órdenes judiciales o normativas legales de por medio que avalen esta acción. En la recolección masiva de datos llevada a cabo por Estados Unidos aparecieron involucradas las compañías Verizon, AT&T, Spring (proveedores de servicios telefónicos), pero también los gigantes Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, Skype, AOL y Apple. En el caso de México aparecen involucradas UNINET (filial de Telmex) y IUSACELL.

Por otra parte, a esta lista se suman los enemigos corporativos de Internet, los “mercenarios digitales”, como los denomina la organización Reporteros sin Fronteras, compañías que desarrollan productos “utilizados por los gobiernos para violar los derechos humanos y la libertad de información”. Entre esos mercenarios, se encuentra la compañía Gamma Internacional, desarrolladora del programa FinFisher, el software de vigilancia descubierto en los servidores de las compañías mexicanas UNINET y IUSACELL, y que se vende únicamente a agencias de inteligencia y gobiernos.

De acuerdo con Reporteros Sin Fronteras, en la era de los mercenarios digitales: “la vigilancia en línea es un peligro cada vez mayor para los periodistas, blogueros, ciudadanos-periodistas y defensores de derechos humanos. Los Spyfiles que WikiLeaks publicó en 2012 mostraron el alcance del mercado de la vigilancia, su valor (más de 5 mil millones de dólares) y la sofisticación de sus productos.” Si queremos hablar de libertad, un Internet libre debe garantizarse a partir del derecho de ciudadanos a comunicarse sin ser espiados ni censurados.

La ONU ha realizado un llamado a defender la privacidad ante los programas de vigilancia masiva. De acuerdo con Rupert Colville, vocero del ACNUDH: «sin una legislación adecuada y normas jurídicas que garanticen la privacidad,…no se puede estar seguro de que sus comunicaciones no estarán sujetas al escrutinio de los Estados».

La situación en México

En México existe un programa de cibervigilancia federal desde 2002 con la creación de la Policía Cibernética, dependiente de la SSP, y otros programas relacionados con el monitoreo de Internet por parte del CISEN acerca de los cuales los ciudadanos tenemos poco conocimiento y que se suman a los métodos de vigilancia tradicional. En este marco, resulta preocupante que en el estudio del Citizen Lab se alertara sobre la presencia de software de vigilancia en los servidores de compañías mexicanas.

Según la Ley Federal de Protección de Datos Personales los ciudadanos “somos dueños de nuestros datos personales y somos quienes decidimos cómo, cuándo, a quién y para qué entregamos nuestra información personal, salvo las excepciones que marquen las leyes”. La legislación mexicana protege la información personal registrada en las bases de datos de cualquier persona física o moral y regula la forma y condiciones en que estas compañías deben utilizar nuestros datos. El IFAI tiene la responsabilidad de garantizar este derecho, ya que se le asignan, entre otras, “las atribuciones de supervisión enfocadas a vigilar y verificar el cumplimiento de las disposiciones contenidas en la ley por parte de las instituciones públicas y de las empresas privadas”.

Por tanto, ningún programa de vigilancia de Estado puede estar por encima de los derechos de los ciudadanos. Este derecho justifica que agrupaciones ciudadanas exijan al IFAI que inicie el proceso de verificación de la presencia del software de vigilancia FinFisher en los servidores de UNINET y IUSACELL y que el Estado rinda cuentas a los ciudadanos sobre el alcance de sus programas de vigilancia. Se requieren procesos impecables de transparencia, fiscalización y control de estos programas y sistemas involucrados, en aras de la democracia y la plena libertad de expresión.

 

Enhanced by Zemanta

¿Afina la Secretaría de Gobernación su estrategia de espionaje?

  • “Planea Gobernación monitorear actividad de “influenciadores” en las redes sociales”
  • La dependencia encargada de la política interior pretende centralizar no sólo los asuntos relacionados con información digital.
  • Quizá tendríamos que ver a la Red de Información Digital en funcionamiento.
Fotografía: "Our computers II" Por Pablo Ruiz @ Flickr

Fotografía: «Our computers II» Por Pablo Ruiz @ Flickr

 Por Clau­dia Benassini

Planea Gobernación monitorear actividad de “influenciadores” en las redes sociales”, cabecea la nota firmada por Gustavo Castillo García y publicada en La Jornada, el domingo 30 de junio de 2013. El primer párrafo nos introduce de lleno al tema:

La Secretaría de Gobernación (SG) planea construir un “ecosistema digital” para monitorear el pulso de los “influenciadores” que son identificados como “actores sociales, académicos, periodistas, dirigentes cívicos o sociales”, para saber “¿qué dicen?, ¿cada cuándo?, ¿cómo lo dicen?, ¿por qué lo dicen?” en las redes sociales, además de controlar el contenido de las páginas web y las cuentas, contraseñas y mensajes que cada instancia tenga en YouTube, Twitter y Facebook”.

El resto de la nota da cuenta de la conformación de la “Red de Información Digital” que dependerá de la Dirección de Comunicación Digital, dependiente de la SG.

Ciertamente, no queda claro si el monitoreo de personas influyentes formará parte de la Red de Comunicación Digital, o si se tratará de una actividad adicional de esta instancia. De cualquier manera, este seguimiento es en sí mismo grave. ¿Cuál es el criterio para elegir a estos líderes? Porque cualquiera que utilicen no está exento de errores. ¿Por el número de seguidores en Twitter y las Fan Pages de Facebook? Puede ser un indicador de utilidad, pero habrá que cruzarlo con otras variables, como el número de mensajes que publica cotidianamente el “actor social” en cuestión y el perfil de sus seguidores. En el primer caso, el número de mensajes es de utilidad para ver los contenidos y las veces en que dichos mensajes son replicados. Pero si la persona en cuestión no trabaja cotidianamente en sus redes sociales, es muy probable que el liderazgo provenga de sus actividades profesionales, como sucede en los casos de políticos, legisladores y profesionales de la comunicación, entre otros. Asimismo, el número de seguidores no necesariamente toman decisiones porque reconocen el trabajo de la persona: muchas veces lo hacen para cuestionarlos.

Dos ejemplos que apenas dan cuenta del universo de criterios para determinar liderazgos en las redes sociales, sean actores sociales, académicos, periodistas y dirigentes cívicos o sociales. Si vamos dos pasos adelante podemos hacernos dos preguntas. Primera, por los criterios realmente empleados para la selección. Segunda, el uso que se dará a la información recabada sobre ciertos usuarios que utilizan las redes sociales. En la misma nota se especifica que “si bien Twitter es más abierto y el monitoreo se puede realizar más fácilmente si tienen oportunidad de hacer una búsqueda sobre videos y espacios en Facebook es importante”. Formuladas estas preguntas  regreso al destino de la información. ¿Se pretende construir una relación de las personas influyentes a criterio de la SG y archivarla para su eventual empleo, o se incorporará a la Red de Información Digital? En cualquiera de los casos los objetivos no quedan suficientemente claros.

No obstante, si relacionamos el hecho con el resto de las actividades de la SG el rompecabezas comienza a completarse. Tal parece que, en lo que se refiere a actividades de comunicación, la dependencia encargada de la política interior pretende centralizar no sólo los asuntos relacionados con información digital. En general, se vislumbra un panorama poco alentador que implica que las estrategias en la materia procedentes de distintas dependencias gubernamentales se canalizarán hacia allá. Y más allá: es claro que Gobernación pretende estar al tanto de todo lo que sucede en el país. De hecho, es como si su titular Miguel Ángel Osorio Chong quisiera devolver a la SG la fuerza que tenía antes de los gobiernos panistas, cuya cauda de titulares contribuyó a su desdibujamiento cada vez más notorios por observadores y analistas del tema.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, construir una base de datos a partir de los liderazgos ejercidos en las redes sociales, es una suerte de espionaje soterrado. Se trata de información que la SG tiene más que confirmada. Eventualmente se encontrará con una que otra sorpresa, como francotiradores que, no necesariamente por iniciativa propia, utilizan Twitter para golpear a los influenciadores que está buscando. También corroborará información previamente recabada a través de otros canales, como la ya señalada previamente a propósito de los profesionales de la comunicación. Pero detrás del escudo de que las redes sociales están abiertas y esto facilitará el trabajo, la SG encubre otra estrategia. Se trata de un refinado espionaje cuyos fines, insisto, no quedan claros a primera vista. Lo que sí queda claro es que los usos que podrían darle a esa información se relacionan con argumentos soterrados sobre la seguridad nacional y la eventual amenaza que representan ciertos “actores sociales”.

Quizá esta reflexión es demasiado prematura. Quizá tendríamos que ver a la Red de Información Digital en funcionamiento. Habrá que darle seguimiento. Sobre todo para ver hasta dónde llega la estrategia de la SG en la puesta en marcha y activación de una estrategia que a todas luces se visualiza como la fórmula idónea para completar los perfiles de personas incómodas desde la perspectiva de la política interior del país. Porque los influenciadores que buscan no son los mismos de siempre, sino otros que llevan a cabo su activismo en las redes sociales. El espionaje legitimado a través de la libertad, abierta total o parcialmente, con la que podemos acceder a los perfiles de Facebook y Twitter o a los canales de YouTube. Definitivamente, un asunto a seguir…

 

Enhanced by Zemanta

La mítica campaña de Obama, explicada en detalle

  • Claves de una estrategia pensada para la era digital.
  • «En la víspera de la campaña constitucional el equipo online de Obama ya trabajaba a su máxima potencia, en cambio el de McCain no había encendido los motores; en la campaña del republicano la campaña de Internet prácticamente no existía durante el verano».
  • Fragmento del libro ¿Cyberrevolución en la política? Mitos y  verdades sobre la ciberpolítica 2.0 en México de Germán Espino.
Fotografía: “Obama 2008 Presidential Campaign” por Barack Obama @ Flickr

Fotografía: “Obama 2008 Presidential Campaign” por Barack Obama @ Flickr

Por Germán Espino

 

Capítulo III. La campaña de Obama, la revolución de la ciberpolítica 2.0

De la campaña tierra a la mediatización de la política

En los Estados Unidos desde su fundación se estableció la costumbre de celebrar elecciones para los principales cargos públicos –quizá en oposición al sistema inglés tan detestado después de la independencia—. Elegían desde sheriff, juez, alcalde, gobernador, legisladores… hasta la presidencia.

Desde el siglo XIX las campañas electorales en los Estados Unidos eran básicamente campañas de proselitismo directo, lo que hoy en día se denomina “campaña tierra”. Los candidatos realizaban giras por todo el país, en tren llevaban el espectáculo de la política a las ciudades y pueblos. Los candidatos hacían presentaciones públicas, mítines, hablaban con la gente de la calle… La publicidad era básicamente publicidad de calle, estandartes, banderolas, pasacalles…

En este proceso comenzaron a interactuar algunos factores que promovieron el desarrollo de técnicas más sofisticadas de campaña electoral, por ejemplo, la existencia de un poder ejecutivo fuerte —con un presidente elegido mediante el sufragio universal— promovió grandes inversiones en las campañas; se empezaron a usar cada vez más métodos de relaciones públicas aplicados a la política para acceder a los cargos…

A principios del siglo XX los líderes políticos comenzaron la costumbre de hacer propaganda en la radio. El Presidente Franklin D. Roosevelt utilizó la radio para hablarle a la gente a través del programa “Charlas junto al fuego de la chimenea” (Fireside Chats); con esto buscaba generar apoyo a sus iniciativas durante la Gran Depresión y luego durante la Segunda Guerra Mundial.

   En 1948 el candidato Harry Truman realiza una campaña tradicional en la cual, a lo largo de tres meses, toma parte en 356 actos públicos, establece contacto con 15 ó 20 millones de electores, recorre 50 mil kilómetros, estrecha la mano de 500 mil personas… Pero, ya en esta fecha graba un spot publicitario para la televisión. Sin embargo, en esta época sólo el 3% de los hogares tienen televisión, por lo cual el spot resulta intrascendente para su campaña. (Salgado, 2002)

 

Marketing comercial aplicado a la política

Diversos autores (Trad e Ibinarriaga, 2009) señalan que el primer político en aprovechar el potencial de la televisión fue Dwight D. Eisenhower. Antes de éste, los políticos sólo transmitían sus eventos públicos, pero Ike Eisenhower contrató a especialistas de marketing comercial de la firma Markets Facts. Estos investigaron el mercado y encontraron que a la gente le gustaba hablar de cómo se sentían con respecto a Eisenhower, en cambio les costaba más trabajo hablar de temas políticos. A partir de estos descubrimientos tomaron como slogan de la campaña una frase rítmica y pegajosa: “I like Ike” (“A mi me cae bien Ike”). Esta fue la primer campaña que adaptaba los recursos de la mercadotecnia y la publicidad comercial a la política. Para ello grabaron 36 spots publicitarios muy diferentes de los tradicionales comerciales propagandísticos de los políticos de la vieja escuela.

Hasta antes de Ike Eisenhower los candidatos utilizaban la televisión para hablarle de forma tradicional al electorado sin traducirla a la forma propia del medio. Transmitían discursos de campaña comprando barras de media hora de duración, en las que esperaban impactar sus electores. La principal fortaleza del adversario de Eisenhower, el demócrata Adlai Stevenson, era la oratoria, lo que le daba amplias ventajas al segundo sobre el primero en éste particular terreno de juego. Entonces fue cuando el equipo de Ike decidió lanzar una campaña televisiva utilizando por primera vez en la historia, el formato de los spots publicitarios de hasta un minuto de duración para “anunciar” a un candidato a la Presidencia. (Trad e Ibinarriaga, 2009)

En 1960 el marketing político registra un renacimiento debido a las campañas de John F. Kennedy contra Richard Nixon. Por primera vez se realizan debates televisivos. Kennedy es el primer candidato que recibe entrenamiento profesional para actuar delante de las cámaras de televisión, lo cual aparentemente le ayuda a ganar la elección. En cambio Nixon descuida su presentación personal y pierde el primer debate por televisión. La paradoja es que quienes escucharon la radio pensaron que Nixon había ganado el debate; los que vieron televisión fueron seducidos por Kennedy, el poder de la imagen visual se impuso sobre el discurso político.

En 1964 durante la campaña entre Lyndon B. Johnson contra B. Goldwater se realiza un anuncio “excesivamente negativo” que sólo se transmite una sola vez, el famoso “Daisy spot”. En esta campaña Johnson también implementa un “cuarto de guerra”, un grupo de especialistas de la campaña que manejaran la agenda pública a favor de su candidato. Este equipo de campaña desarrolla el esquema básico de las campañas negativas que será reproducido masivamente en todo el mundo.

Durante la campaña de 1992 el multimillonario Ross Perot hace temblar al partido demócrata y al republicano, se comprueba que con una gran inversión un solitario personaje rico puede incursionar en los medios y amenazar las campañas de los partidos tradicionales. Este presagio se cumplirá en Italia, donde el magnate Silvio Berlusconi, dueño de los corporativos mediáticos, crea un partido y con sólo dos meses de campaña gana las elecciones legislativas.

Algunos autores sugieren que con la mediatización de las campañas se desplaza el viejo modelo de campaña tierra. Hay que aclarar que en la práctica la campaña tierra sigue siendo un área estratégica de cualquier campaña, pero con la mediatización (la campaña en medios electrónicos, principalmente en televisión y radio) ha cobrado una importancia decisiva. Desde este momento, la arena donde se debatirá la vida pública será el espacio virtual construido por los medios electrónicos.

El modelo que murió con la llegada de los candidatos a la televisión, era un modelo cuyo centro de gravedad era el partido político. Los candidatos utilizaban a la organización del partido como principal vehículo para comunicar su mensaje a todos los electores a lo largo y ancho del territorio nacional porque era la única manera de cubrir todo el espacio en el tiempo con el que los candidatos contaban. Con la telepolítica, los candidatos ya no necesitaban al partido para llegar a todos lados, lo único que tenían que hacer era presentarse en frente a las cámaras para decir su mensaje. El nuevo centro de gravedad de las campañas era el candidato mismo. Así, el viejo paradigma de la organización partisana dejó su lugar al nuevo paradigma de la imagen. Con la utilización de la televisión, pasó lo que muchos habían advertido y otros después denunciaron: los políticos se convirtieron en celebridades y su imagen en el capital más importante. Esto los convertía a ellos en el vehículo privilegiado de comunicación por encima de los partidos. (Trad e Ibinarriaga, 2009)

 

 

Campaña de Howard Dean, la era de la ciberpolítica

La nueva frontera en tecnología de campañas será marcado por el uso de la Internet. En 2003, Howard Dean, candidato demócrata en las primarias presidenciales, realiza una exitosa campaña para recaudar fondos a través de la Internet. Dean llega a recaudar 50 millones de dólares entre pequeños donantes (menos de 80 dólares en promedio). Este tipo de recolección de fondos rompe con la tradición de que los candidatos presidenciales  tuvieran que recaudar fondos entre los empresarios más poderosos del país. El problema de la forma de recaudación tradicional es que los candidatos tenían que establecer compromisos muy fuertes con los lobbies que financiaban sus campañas; cuando fueran electos presidentes tendrían que cuidar los intereses de sus benefactores.

Aunque Dean no logra triunfar, su forma de recaudar fondos será retomada por la campaña de Barack Obama, quien desarrollará el potencial de la Internet social a su máximo.

 

Contexto de crisis económica, política y moral en los USA

Las elecciones intermedias de 2006 en Estados Unidos representaron un barómetro de la popularidad del gobierno de Bush. El resultado fue una derrota estrepitosa para los republicanos debido al desastre en Irak y los graves problemas económicos. El partido del presidente perdió ambas cámaras, senadores y representantes.

En la guerra contra el terrorismo islámico el gobierno de Bush se desfondó. Hicieron la guerra de Irak con el pretexto de que el presidente Sadam Hussein había desarrollado armas químicas de destrucción masiva. Pero después de que el ejército estadounidense destronó a Hussein se descubrió que el gobierno iraquí no poseía armas químicas de destrucción masiva, la guerra del presidente Bush se había basado sobre una mentira escandalosa. Además después de la ocupación comenzaron muchas acciones de resistencia del pueblo iraquí, los soldados americanos muertos se contaron por miles y el país árabe se hundió en un violento caos. Las inversiones económicas en esta guerra fueron cuantiosas en un momento en que la economía de los Estados Unidos era un desastre.

Dentro de esta guerra contra el terrorismo también se cuenta que el gobierno de los Estados Unidos emprendió políticas que lo llevaron al descrédito mundial, una de ellas fue la legalización de la tortura; otra fue la supresión de los derechos civiles en los casos que podían vincularse al terrorismo. Un tema que abonó al sentimiento antiestadounidense en el mundo fue la política de George Bush quien se negaba a firmar tratados internacionales para aliviar el problema del calentamiento global, tema que Al Gore supo introducir en la agenda mundial y que le valió el Premio Nobel de la Paz.

Otro tema que motivo la caída del prestigio del presidente Bush fue el ineficiente rescate de las regiones afectadas por el Huracán Katrina. El problema de la inmigración ilegal tampoco recibió un solución del gobierno. Muchos analistas de los Estados Unidos hablaban de que el segundo gobierno de Bush era el peor que se había registrado en la historia de este país. En las encuestas la gente otorgaba una calificación de 3.8 al presidente Bush en una escala de 0 a 10; además el 77% de la población consideraba que el país marchaba en la dirección errónea. (Kenski et al, 2010)

En los últimos años de la administración Bush, la economía estadounidense vivió una caída acelerada en sus principales indicadores: aumento del desempleo; aumento de los precios estimulada por los altos precios del petróleo; los servicios de salud aumentaban de precio continuamente lo que implicaba que millones de ciudadanos se quedaran sin servicios de salud. La gasolina, por ejemplo, en 2005 se cotizó en 2 dólares el galón, para enero de 2008 ya valía 3 dólares y para marzo de este año alcanzó los 4 dólares.

El déficit público estaba en 5.7 trillones cuando Bush comenzó su primer mandato, pero ascendió a 7.6 trillones de dólares al comienzo de su segundo mandato y llegó a los 9.2 trillones en enero de 2008, justo cuando comenzaban las primarias.

Pero el momento más crítico estalló justo en el momento de las campañas presidenciales. Fue en septiembre de 2011 cuando la burbuja inmobiliaria llevó al colapso de la economía estadounidense y a una recesión en el mundo entero. La bancarrota del sector inmobiliario de los Estados Unidos motivó la bancarrota de las hipotecarias, de las aseguradoras, de los bancos y de la bolsa norteamericana. En plena campaña, el septiembre y octubre el gobierno de Bush tuvo que realizar un rescate financiero de la economía norteamericana, para lo cual invirtió 700 mil millones de dólares, este sólo era el primero de los grandes rescates que se tendrían que hacer a cuenta de las finanzas públicas del gobierno estadounidense.

El desastroso gobierno de Bush suponía una pesada carga para quien resultara nominado por el partido republicano. Por esta mala evaluación el vicepresidente Cheney no se postuló y el mismo George Bush se ausentó de la campaña de los candidatos de su partido para no contaminarlos con su mala fama.

 

La campaña como un drama de la videopolítica

Barack Hussein Obama fue hijo de un becario keniano y una madre anglosajona de Kansas. Cuando Barack Obama tenía menos de dos años se separaron sus padres. Barack Obama se quedó a vivir con su madre en la casa de los abuelos en Hawai. El padre regresó a Kenia y no volvió a saber de su hijo. Barack Obama fue huérfano de padre la mayor parte de su vida. Su madre se casó por segunda vez con un becario indonesio y el pequeño Barack Obama con su madre y su padrastro se van a vivir a Indonesia. Obama regresa a Hawai a los 10 años. Su madre se divorcia nuevamente y, Obama, junto con su madre y su nueva hermana vuelve a la casa de los abuelos en Hawai. La madre como antropóloga regresa a hacer trabajo social en Indonesia y Barack Obama pasa la adolescencia con sus abuelos en Hawai.

Hawai le ofreció a Obama un entorno multicultural respetuoso de la diversidad, muy diferente al de los Estados Unidos continente, pues en aquella época la mayoría de los estados del continente prohibían los matrimonios interraciales. De esta manera Barack Obama nace y se desarrolla en una familia blanca de clase media, de esto hay que concluir, por una parte, que Barack Obama nada tenía que ver con la clase alta o la elite política de los Estados Unidos; además, por otra parte, Barack Obama no proviene de la cultura negra sino de la cultura blanca, muy tolerante de la diversidad racial que se vivía en Hawai. La cultura de los grupos afroamericanos la aprenderá cuando comience a trabajar con comunidades negras. En esta época era un joven abogado y se casa con Michelle Obama.

En lo académico estudió una licenciatura en ciencia política por Columbia, luego estudia derecho en Harvard. Es el primer afroamericano en dirigir la Harvard Law Review. Durante gran parte de su trayectoria académica estuvo estudiando gracias a becas.

De 1997 fue electo legislador local en el estado de Illinois. En el 2000 pierde la campaña por un puesto en la cámara de representantes. En 2004 es electo senador en la cámara de senadores de los Estados Unidos. En julio de 2004 pronuncia el discurso de apertura de la Convención Nacional Demócrata y se vuelve famoso por que transmite una gran esperanza para los Estados Unidos. A partir de este momento se convierte en una figura nacional lo cual le abrirá las puertas para la candidatura presidencial.

Su historia de vida dramática y esperanzadora; su perfil público exitoso, en lo académico, intelectual y político, pero también el drama de su familia jugarán un papel muy importante en la historia que se contará en los medios durante la campaña. Por ejemplo, de su familia africana le vendrán muchas acusaciones algunas falsas y otras ciertas. Se le acusará falsamente de ser islámico, de que no nació en suelo estadounidense. La campaña tendrá que hacer un gran esfuerzo para desmentir estas acusaciones…

Cuatro días antes de las elecciones una tía suya (hermana de su padre) es denunciada por vivir ilegalmente en los Estados Unidos, un juez ya ha emitido una orden de deportación y Barack Obama, interrogado sobre el caso, acepta que se debe cumplir la ley. Un día antes de las elecciones, su abuela muere, ella ha jugado el papel de madre en gran parte de su vida. El no detiene la campaña para ir al funeral; solamente en una presentación comenta su pérdida y llora en un mitin masivo ante sus seguidores, no puede detenerse. Días antes de la elección, el candidato había visitado a su abuela en Hawai para despedirse, ella había figurado como madre sustituta durante la ausencia de la verdadera madre de Obama.

Todas las historias que se cuentan sobre Barack Obama son muy importantes en el juego de la videopolítica. Es lo que los asesores de campaña describen como las narrativas de los medios, las cuales influyen profundamente en la forma que la población se conecta con los candidatos.

 

Estrategia de campaña

Hay tres fuentes documentales que nos han resultado de especial importancia para describir la campaña de Obama en este libro: 1) la crónica de la campaña que escribió el coordinador de la campaña David Plouffe (2010); 2) el libro más premiado en las ciencias sociales sobre este tema (Kenski et al, 2010) y; 3) las lecciones que un grupo de mercadólogos internacionales rescatan de la campaña de Obama (Edelman, 2009; Hartman, 2008; Athlekar, 2009; Robinson, 2009; Van Veenendaal y Beuker, 2009). A partir de estas y muchas otras lecturas describiremos el curso y los alcances de la campaña de Obama.

En el 2004, Hillary no contendió por la presidencia porque sabía que el presidente George Bush tenía una posición muy fuerte debido a la cruzada contra el terrorismo. Ella dejó pasar la elección y en 2008 sintió que un viento de cambio soplaba a su favor, sabía que el desastre del gobierno de Bush tenía en una situación muy comprometida a los republicanos, entonces ella emprendió una gran campaña apoyada por la élite política de los Estados Unidos. Hillary era el gorila azul en el partido demócrata. Todos la consideraban la virtual presidente de los Estados Unidos, las elecciones sólo serían un trámite; así lo consideraba la clase política norteamericana, los lobbies, los medios de comunicación e incluso las encuestas.

Obama hizo una lectura, profundamente diferente de la circunstancia crítica que padecían los Estados Unidos. Obama (en Plouffe, 2010, pp. 11-12) creía que el país necesitaba un cambio profundo y trascendental. Los sectores políticos que gobernaban desde Washington no hacían política pensando en el largo plazo, sólo tomaban decisiones de corto plazo que los mantuvieran en el poder, pero estas decisiones en el largo plazo eran contradictorias. Por ejemplo, desde décadas atrás los Estados Unidos afrontaban grandes retos sin que los gobiernos proveyeran soluciones de fondo, estos eran los casos de la energía y el servicio de salud de la población; los grupos de interés y los lobbies habían desarrollado un inmenso poder sobre los gobernantes que impedían muchas soluciones de fondo. El pueblo norteamericano necesitaba involucrarse y creer en su sistema democrático. El país estaba muy dividido. Las clases medias y aquellos sectores que aspiraban a ingresar a la clase media corrían el riesgo de tener menos oportunidades que las generaciones anteriores. Lo que estaba en juego en esta campaña no sólo era el poder para un grupo político, sino el futuro de los Estados Unidos. La gran pregunta que había Obama en las primeras reuniones era si él con su liderazgo podría ofrecer algo profundamente distinto a lo que ofrecían los otros candidatos para enfrentar los desafíos que tenía el pueblo norteamericano.

Obama y el equipo de campaña (en Plouffe, 2010, pp. 11-12) concluyeron que su candidatura si podría representar un cambio respecto a esta forma de gobernar los Estados Unidos. Hillary Clinton provenía de este status quo que había llevado al país al desastre económico y político. Si ella ganara, los Estados Unidos tendrían más de dos décadas con dos dinastías en el gobierno: los Clinton y los Bush. Hillary Clinton como senadora había apoyado a Bush en su desastrosa intervención en Irak; Obama se había opuesto a esa guerra que ahora era una batalla perdida.

Obama y su equipo se deciden por hacer una campaña diferente, en contra del status quo de la política norteamericana. Enfrentan la campaña primaria como una secuencia de elecciones en diferentes estados. Puesto que Hillary Clinton tenía demasiado control de la situación, la única oportunidad para derrotarla pasaba por ganarle la primer contienda de Iowa, tenían que dar un campanazo para demostrar a todos que Obama podía derrotar a la familia Clinton. Si no lograban ganarle las primeras batallas, sería imposible hacer creer a los votantes que Obama podía ganar y a que valía la pena que alguien financiara su campaña. (Plouffe, 2010)

Se plantearon una campaña que se desarrollara basada en el activismo de la gente; en el trabajo de campaña tierra, con activistas que fueran casa por casa, que hicieran proselitismo por Internet con sus amigos; campañas locales basadas en las agrupaciones locales no sólo en los medios de comunicación; una campaña basada en la gente joven que tenía expectativas de cambio. Una campaña que recolectara pequeñas cantidades de dinero entre una gran cantidad de gente, pero que ya no se comprometiera con los lobbies o las grandes empresas. Para el activismo y para recolectar dinero en pequeñas sumas usan masivamente las nuevas tecnologías, los medios sociales de Internet, los mensajes SMS’s e incluso en videojuegos de Xbox.

Aunque el equipo de Obama copia la estrategia de Howard Dean en su idea fundamental, ellos la llevan a un nivel muy superior de lo que hizo el candidato de 2004.

En pocas palabras, se pretendía desarrollar una movilización, un movimiento social que empujara un profundo cambio en el escenario político de los Estados Unidos. Los coordinadores de la campaña también creían en una campaña diferente, eran consultores que ya habían apostado por Obama en su campaña de senador de 2004. (Plouffe, 2010, pp. 20-21)

En las primarias del partido demócrata, Hillary Clinton ganó el apoyo de los actores económicos que más invierten en las campañas y ella pensó que sería fácil eliminar a sus rivales. Tenía el apoyo de los medios de comunicación masiva, de los inversores, de los grandes líderes del partido demócrata y tenía un gran equipo de campaña liderado por el famoso James Carville. Pero Obama cambió las reglas del juego al apostar no por los grandes inversionistas sino por los millones de pequeños donantes que se conectaba a través de las redes de Internet.

 

Principales momentos de la primaria contra Hillary Clinton

En 2007 antes de las primarias Obama da algunos campanazos que lo perfilan como el principal retador de Hillary Clinton en la primaria demócrata. Por ejemplo, logra recaudar más fondos que Hillary Clinton para la primaria, el recauda 50 millones, ella sólo llega a 30; esto demuestra la capacidad del equipo de Obama. También recibe el apoyo de grandes personalidades políticas y de la farándula como  Oprah Winfree.

Puesto que se sabe que el partido republicano está muy alicaído por el descrédito del presidente Bush, se prevé que las primarias demócratas se volverán tan o más competidas que la campaña presidencial. De alguna manera, los equipos de campaña estiman que la primaria demócrata será decisiva, quien resulte electo fácilmente podrá ganar la presidencial.

El 3 de enero de 2008 Obama gana en los caucuses de Iowa, lo cual representó un golpe contundente, pues hasta entonces todos los actores del espacio público americano creían que Clinton sería la ganadora. A partir de este momento, las encuestas nacionales empiezan a favorecer a Obama.

Como contraataque, Hillary Clinton cambia su posicionamiento, juega el papel de mujer víctima de la circunstancia, hace varias entrevistas muy emotivas en la televisión, en una de ellas parece llorar y a partir de entonces comienza a remontar en las encuestas, el 8 de enero logra ganar las primarias de New Hampshire. El equipo de Obama reporta una circunstancia extraña en esta elección, muchos de los votantes independientes que planeaban ir a votar por Obama cambiaron de decisión en el último momento; optaron por dejar la primaria demócrata que les parecía decidida con Obama al frente y optaron por asistir a la primaria republicana para empujar el triunfo final de McCain. Posteriormente, el 19 de enero en Nevada, Clinton obtiene más votos pero Obama consigue más delegados.

Sin embargo, el 26 de Enero Obama gana contundentemente las primarias de Carolina del Sur. A finales de enero, Obama recibe el apoyo público de la familia Kennedy, encabezada por Carolina y Ted Kennedy. Estos lo comparan con John F. Kennedy, cuando éste era candidato presidencial y tenía la agenda del cambio al igual que Obama. Los Kennedy advierten que, como a Barack Obama, a John F. Kennedy también se le criticaba por ser “joven e inexperto”.

El 2 de febrero Wil.i.am, vocalista del famoso grupo de música pop Black Eyed Peas, lanza en Internet el video de la canción “Yes We Can, Song”. Este video será visto más de 50 millones de veces en la campaña. Logra más de un millón de visitas en el primer día de lanzamiento y es uno de los grandes atractivos en el website de Obama, a pesar de no haber sido creado por el equipo de campaña. El video explota una de las grandes fortalezas de Obama, su oratoria. En particular este discurso comúnmente conocido como “Yes we can”, se inscribe en los grandes discursos de la lucha por los derechos civiles de las minorías afroamericanas, rememora discursos como el famoso “I have a Dream” de Martin Luther King, este último también fue muy usado en la campaña de Obama. Desde esta perspectiva, Obama se convierte en un símbolo de esta histórica lucha por los derechos civiles que llevó al martirio a líderes como Martin Luther King. Obama recoge los ideales de esta histórica lucha, ofrece que con su candidatura los Estados Unidos podrán dar la vuelta a la página del tradicional racismo que tenían marcado con sangre y fuego en su historia reciente. A nivel mundial, Obama se convierte en el líder político más famoso y más entrañable por su raíces en esta lucha por los derechos civiles de las minorías afroamericanas.

El supermartes del 5 de febrero Obama gana 13 de los 22 estados que estaban en juego, aunque no representa un triunfo contundente, a partir de este momento la opinión pública norteamericana comienza a visualizar claramente el triunfo de Obama. Posteriormente Obama cogerá una racha ganadora en los siguientes once estados en disputa.

Pero después de la racha triunfadora comienza una pelea estado por estado que desgastara a ambas campañas. Obama logra posicionarse como el retador, el alternativo… Mientras que Clinton se ubica como parte del status quo, la defensora del sistema político tradicional. En muchas ocasiones los posicionamientos de ambos los llevan a identificarse con estas posturas. Por ejemplo, al final de la campaña de Iowa, cuando Hillary comienza a atacar las debilidades de Obama, declara “comencemos a divertirnos” en referencia a que iniciará una campaña negativa. El equipo de Obama critica esta expresión porque muestra la banalidad de los juegos políticos tradicionales que sólo buscan ganar con base en campañas negativas independientemente de las necesidades del país. Desde que Hillary pierde la delantera en las encuestas de manera consistente, después del supermartes, su equipo comienza a realizar una gran campaña negativa, como un intento desesperado de recuperar puntos.

Entre los graves problemas que enfrenta Obama en las primarias destaca la participación pública del pastor de su iglesia, el Reverendo Wright, quien realiza declaraciones consideradas extremistas, por el público, con respecto al famoso racismo y al nacionalismo de los norteamericanos. Obama contradice la postura del pastor y se deslinda del liderazgo del ministro religioso.

Hillary padece aun más problemas que Obama, entre ellos destaca que la cadena de televisión CBS revela las mentiras que Hillary vertió sobre su viaje a Tuzla, Bosnia durante la Guerra de los Balcanes. Ella había declarado que había visitado la zona cuando el conflicto bélico estaba vivo, lo cual era falso.

Después de un largo y sinuoso camino, el 5 de junio de 2008, Obama logra la nominación del partido demócrata al sumar 2 mil 229 votos de los delegados.

 

Los grandes momentos de la campaña de Obama contra McCain

Según David Plouffe (2010, p. 247) la estrategia general de la campaña presidencial contra los republicanos fue similar a la que usaron durante las primarias. Se propusieron desarrollar una gran movilización popular con base en el trabajo de los simpatizantes y activistas en todo el territorio estadounidense, pero sobre todo se enfocaron a los estados que no tenían una preferencia clara hacia los demócratas o los republicanos. Para tener una gran cobertura nacional las actividades de recaudación de fondos eran decisivas.

David Plouffe (2010) señala que el gran trabajo de campaña tierra, con activistas trabajando para la campaña en toda la geografía de los Estados Unidos se mantuvo desde las primarias hasta el cierre de la campaña presidencial. El equipo de campaña y el partido demócrata se convirtieron en una descomunal maquinaria que hacía campaña con y sin candidato en todo el territorio estadounidense.

Al concluir las primarias contra Hillary Clinton, el equipo de campaña (Plouffe, 2010) se propuso triunfar en los momentos estelares de la campaña, en particular: 1) la gira de Obama por Asia y Europa; 2) la selección del candidato de fórmula en la vicepresidencia; 3) la convención del partido demócrata para elegir oficialmente a Obama y; 4) los debates contra McCain.

La gira mundial de Obama representó un gran reto en términos organizativos y de relaciones internacionales para el equipo de campaña. El objetivo de la gira era mostrar al público norteamericano que Obama podría tener éxito en reestablecer relaciones internacionales justas con todos los países del mundo. De esta manera los Estados Unidos volverían a tener un liderazgo moral, pues éste había sido desfondado por la administración Bush que se enemistó con muchos países del mundo. (Plouffe, 2010)

Obama visitó exitosamente los países donde los Estados Unidos tenían tropas de guerra: Irak y Afganistán. Ahí se entrevistó en su calidad de senador con los comandos militares estadounidenses. Posteriormente se entrevistó con el gobierno israelí, era una medida para mostrar al importante sector norteamericano-judío que como presidente seguiría apoyando al Estado israelí.

Posteriormente la gira se enfiló a Europa. Se entrevistó con la primer ministro alemana Angela Merkel; Alemania es el líder económico de la eurozona y tradicional aliado de los Estados Unidos. En Berlín Obama celebró un mitin público al que asistieron más de doscientos mil alemanes. Esta presentación en Berlín lo ubicó en la historia junto con Jonh F. Kennedy y con Ronald Reagan, quienes tuvieron presentaciones exitosas en esta ciudad en la época de la Guerra fría. Posteriormente se entrevistó con el presidente francés Nicolás Sarcozy y con el primer ministro británico.

Uno de los grandes objetivos de la gira era lograr un impacto mediático: mostrar gráficamente a Obama en el territorio de la guerra; triunfando en un mitin en Berlín; entrevistándose con los principales jefes de estado de la Eurozona… Esta misión fue exitosa en la medida en que los grandes medios norteamericanos brindaron una amplia cobertura a los momentos más exitosos de la gira. En cambio, McCain en esta época se fue a vacacionar y las fotos que se obtenían de él era montado en un carro de golf. La contradicción entre las imágenes del Obama triunfador en las relaciones internacionales y el anciano McCain retirado a un campo de golf fueron muy significativas para el público norteamericano según Plouffe (2010).

El equipo de campaña de McCain realizó una serie de spots para ridiculizar la gira mundial de Obama. En el spot más famoso se decía que Obama sólo era una celebridad superficial como Paris Hilton o Britney Spears, pero que no tenía capacidad para ser un buen gobernante. Aunque este spot era muy ingenioso y agradó mucho a los medios de comunicación norteamericanos, el equipo de campaña de Obama realizó una serie de grupos focales para descubrir cual era la interpretación de la gente sobre la gira mundial de Obama. Según Plouffe, los grupos focales demostraron que la gente estaba de acuerdo con los objetivos de la gira, reestablecer el liderazgo de los Estados Unidos en las relaciones internacionales. Aunque los medios mostraron una declinación de la popularidad de Obama en las encuestas, esta caída no se debió a la gira o a los spots (según Plouffe 2010), sino a que en esta semana de la medición, Obama salió de los medios porque se fue de vacaciones a Hawai.

 

La selección del candidato a la vicepresidencia y la convención demócrata

Obama y su equipo de campaña buscaron a un candidato a la vicepresidencia que tuviera un papel importante después de la contienda, no sólo para lograr una buena imagen en la campaña. Eligieron a Joe Biden, senador por Indiana, con una larga experiencia en el manejo de las relaciones internacionales, un punto que Obama tenía que reforzar. Como congresista y político de larga trayectoria también tenía una gran experiencia que podría fructificar en la campaña; en especial en el momento estelar que representa el debate entre los candidatos a la vicepresidencia. También, claro con su buena experiencia podría salir a defender la imagen de Obama y hacer campaña por su propia cuenta para tener varios líderes de la campaña recorriendo el país.

Joe Biden provenía de la clase media, al igual que Obama; entre ambos podían reflejar las aspiraciones del sector poblacional más importante de la campaña. Como vicepresidente, Biden podría manejar las relaciones con el congreso gracias a su larga experiencia legislativa.

El 22 de agosto se informó a dos millones de seguidores a través de un mensaje SMS que Joe Biden sería el candidato de la fórmula, con esto, la campaña ponía a prueba un nuevo canal de comunicación directa con sus simpatizantes. Para el lanzamiento del candidato a la vicepresidencia también se elaboró un video que sería lanzado en YouTube pero que también fue enviado por e-mail a los seguidores.

La convención de demócrata es muy importante para los medios convencionales, TV y Radio, quienes transmiten en directo los principales momentos del evento, pero en esta ocasión también se difundió por Internet. Al evento asistieron no sólo los delegados del partido, sino también una gran cantidad de seguidores que hacían trabajo de activismo para la campaña (entre todos aproximadamente sumaban 80 mil), para ello se realizó en un estadio al aire libre, con todas las complicaciones que esto tenía.

En la convención se difundió la historia de Obama, como una personalidad que provenía de orígenes humildes pero que escaló en la política gracias a su talento y dedicación; se combatieron los rumores que circulaban sobre Obama en Internet: que no era americano y que era musulmán. También se usó el evento para mostrar que Hillary y Bill Clinton brindarían un apoyo decidido a la campaña de Obama, ambos le ofertaron todo su apoyo con sus bases electorales, con su equipo de campaña y los recursos que tuvieran a su disposición. Michelle Obama habló de la calidad humana que Barack Obama había mostrado como esposo, como padre y como ciudadano durante años.

En su discurso de aceptación, Obama habló de su experiencia familiar, de sus propuestas de campaña específicas y de las ventajas diferenciales que tenía con respecto a McCain, esto último implicaba una clara crítica a la candidatura del partido republicano.

 

La fallida estrategia de McCain

La campaña de McCain adoleció de una estrategia coherente, viable; muchas de las grandes decisiones de la campaña resultaban contradictorias; estuvo dando tumbos de un lugar a otro. Por ejemplo, por una parte McCain se proponía como un “Maverick”, como un hombre independiente que podía saltarse las rígidas normas del partido republicano. Esto lo hacía para acercarse al electorado independiente, el cual no suele ser tan cercano a la derecha que representa el partido republicano; lo cual era especialmente importante en 2008, cuando los excesos del gobierno de Bush habían desacreditado no solo a los republicanos sino a la derecha misma. Pero al proponer como compañera de fórmula a la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, una conservadora, cercana a la ultraderecha, la medida contradijo el espíritu de su campaña.

Palin tampoco podía recoger el sentimiento de frustración del voto femenino que había visto perder las primarias a Hillary Clinton, porque mientras la exprimera dama era de corte liberal, Palin era ultra conservadora. Palin reconcilió a McCain con el sector ultra conservador, brindó popularidad a la campaña porque era un personaje controvertido, escandaloso… pero también reforzó de manera decisiva el posicionamiento de Obama, quien criticó a mansalva las contradicciones políticas de McCain y los republicanos. Sarah Palin se volvió tan popular que McCain decidió mantenerla como compañera permanente en las giras, pero al hacer esto, en vez de tener dos candidatos en una gira doble, se unificaron y perdieron capacidad de impactar en más gente.

Sarah Palin se convirtió en el “perro de ataque” contra Obama, denostó al afroamericano de múltiples maneras. Sin embargo, Obama y su equipo de campaña estimaron que la escasa credibilidad de Palin era importante para que la gente desestimara sus rabietas. De facto, el equipo de campaña descubrió que desde la nominación de Palin y sus numerosos ataques, las donaciones a la campaña de Obama se multiplicaron. (Plouffe, 2010, p. 314)

Durante la campaña Palin se vio envuelta en muchos escándalos que mermaron su credibilidad y desgastaron la campaña de McCain. Por ejemplo, era contradictorio que mientras Sarah Palin era ultra conservadora, su hija adolescente tuviera un embarazo no deseado. Además durante la campaña, los medios descubrieron que Sarah Palin cambió su imagen física de “gobernadora ranchera de Alaska” por el de una mujer refinada, pero para ello se gastó cientos de miles de dólares… Con el dinero de la campaña se convirtió en una compradora compulsiva de ropa de moda, las costosas facturas las tuvo que pagar la campaña de McCain.

Además los medios de comunicación se burlaron de la ingenuidad de Palin en muchas ocasiones. Destaca el caso de una estación de radio canadiense que hace creer a Palin que el presidente Sarcozy le está llamando por teléfono. Palin dialoga con el falso Sarcozy y la entrevista se transmite en vivo al público, la candidata queda en ridículo. Otros estaciones de TV se burlarán de ella porque no tiene experiencia internacional, descubren que unas semanas antes de ser candidata ni siquiera tenía pasaporte… La comediante Tina Fey imita a Sarah Palin y se burla de sus extravíos; ambas se vuelven famosas, pero Tina Fey como brillante comediante, Palin como una mujer desquiciada…

 

Estrategia de comunicación

Obama respondió eficientemente con publicidad a los ataques de McCain y realizó spots de ataque solo en los estados donde tenía estrechos márgenes de diferencia. Con el paso del tiempo, las encuestas mostraron un mensaje consistente de Obama, mientras McCain se mostraba amargado y fuera de lugar. Adicionalmente, para combatir los rumores que propagaba la campaña de McCain, el equipo de Obama lanzó un Web site denominado “Combate a los rumores”, a través de este sitio se recopilaban los rumores y se les desmentían, entre los más burdos se encontraban los rumores de que era musulmán y de que no era ciudadano americano.

Cuadro 3. Comparativo de las estrategias de Obama y McCain

Barack Obama John McCain
Eje estratégico de comunicación “Esperanza”, “Un cambio en el cual podemos creer” “Primero el país”, “Un verdadero disidente”
Estrategias de marketing

 

Empoderar a los votantes jóvenes; Irradiar optimismo y esperanza en el momento oscuro que atravesaban los Estados Unidos; Enfatizar las similaridades de McCain’s con Bush Movilizar a la derecha. Atacar las debilidades de Obama. Resaltar la experiencia política y el servicio militar y del candidato. Atacar a Obama a través de Sarah Palin.

 

Fuente: Elaboración propia

 

El “inexperto” Obama gana los debates con base en la disciplina

Un ejemplo significativo de la solidez de las campañas se mostró a finales de agosto y principios de septiembre, cuando la economía de los Estados Unidos se colapsó. En este crítico momento, la campaña de Obama rápidamente produce y transmite a nivel nacional spots donde critica el mal manejo económico del gobierno de Bush y propone alternativas para solucionar la catástrofe. En este preciso momento, la campaña por la esperanza resulta un gran estímulo para el pueblo americano que se ve atemorizado y abatido por los desastres financieros.

Tanto Obama como McCain apoyan el rescate financiero que propone el gobierno de Bush. Sin embargo, mientras Obama demuestra su capacidad de liderazgo, en este momento McCain trastabilla al tratar de propinar golpes mediáticos. Por ejemplo, el 15 de septiembre cuando se desploma la agencia Lehman Brothers y se crea una ola de pánico en la bolsa de valores por la inminencia de la recesión, McCain declara que sólo es una crisis pasajera porque “los pilares fundamentales de nuestra economía siguen sólidos”. Esta declaración desafortunada contrastaba con la debacle del sistema económico, la peor crisis de la historia moderna, excepto quizá, la crisis de 1930. Además, el discurso de McCain era similar al discurso tradicional del presidente Bush, otro motivo para que la gente asociara el desastroso gobierno de Bush con la candidatura de McCain.

Posteriormente cuando es obvio que la recesión es devastadora y se comienza a negociar un plan de rescate en el congreso norteamericano, McCain anuncia que suspenderá la campaña (incluido el primer debate) para asistir al congreso y apoyar el proceso de negociación del rescate. En este momento, nuevamente la campaña de Obama descubre que en el congreso no se necesita la presencia de los candidatos presidenciales, por el contrario ellos estorban en el difícil proceso de negociación. De manera que Obama declara que seguirá adelante con su campaña y que no plantea cancelar el debate como pretende McCain. Finalmente el congreso pasará el rescate financiero y McCain asistirá al debate, pero sus titubeos lo mostrarán como un candidato que trata de jugar con los sentimientos de la opinión pública en cuestiones muy difíciles.

Obama se prepara intensamente para enfrentar los debates, contratan a profesionales para entrenarlo en los rounds de sombra; construyen físicamente auditorios exactamente similares a los reales para el entrenamiento; revisan minuciosamente los puntos clave en los discursos y las respuestas… Los primeros dos debates los gana claramente Obama, las encuestas demuestran que la gente notó su superioridad en la actuación (Plouffe 2010). En el tercero, ambos candidatos logran una buena actuación. Pero lo más importante es que Obama logra transmitir el mensaje de esperanza por el cambio que representa su candidatura; logra conectar con la clase media que está devastada por la crisis; plantea sus proyectos de seguridad social y de recuperación económica. A final de cuentas, Obama logra transmitir la imagen de liderazgo y de capacidad ejecutiva que necesita un buen presidente; McCain con sus errores y extravíos queda deslucido a pesar de su gran experiencia parlamentaria. (Plouffe, 2010)

El debate de los candidatos a la vicepresidencia también logra mostrar a un Joe Biden con capacidad política. Sarah Palin hace un buen papel, pero no logra remontar los graves escándalos que la han perseguido durante toda la campaña; según las encuestas y estudios de grupos focales de la campaña de Obama, la mayoría de la gente no cree que pueda ser una buena vicepresidenta; mucho menos que pudiera ser una buena presidenta en caso de que McCain llegara a faltar, lo cual representa una gran probabilidad porque el senador de Arizona ya cuenta 72 años. (Plouffe, 2010, p. 349)

Desde que la campaña de Obama comienza a triunfar en los debates, se amplia la brecha en las encuestas de manera consistente. Hasta el final de la campaña se mantendrá la supremacía de Obama, la caída de McCain se comienza a pronunciar y llegará a su culmen en la elección.

Los triunfos de Obama en los momentos estelares de exposición mediática redundan en una mayor popularidad y enganchamiento con los simpatizantes. En este momento se baten los records de popularidad de la campaña, por ejemplo se logran 13 millones de contactos en la lista de correos electrónicos. Como la recaudación de fondos ha sido sumamente exitosa en septiembre y principios de octubre, Plouffe y Axelrode planean un infomercial de 30 minutos que se transmitirá en cadena nacional en los horarios de mayor audiencia en la última semana de la campaña. Según Plouffe, el infomercial logra una audiencia del 20% de la población norteamericana que veía televisión. En el comercial, Obama enlaza historias de los problemas que enfrentan los norteamericanos de clase media con las propuestas de solución que propone su campaña.

Personalmente creo que en la contienda se demostró que la campaña de Obama mantuvo una férrea disciplina para mantener coherencia en su estrategia general. En cambio, la campaña de McCain dependió de tácticas llamativas, que daban golpes de efecto, muchos de los cuales (como la candidatura de Sarah Palin) resultaban llamativos, sin embargo, en el largo plazo, estas maniobras distractoras no lograron su objetivo porque la campaña se hundió en numerosas contradicciones al saltar de una táctica a otra sin que estuvieran guiadas por la estrategia general de campaña.

 

El equipo del marketing online

Con mucho tiempo de antelación, antes del fragor de la batalla de 2008 Obama estuvo planeando su estrategia de Internet. La campaña de Obama tenía un equipo de mando integrado por 11 especialistas entre los que destacaban líderes mundiales del movimiento de la Web 2.0, quizá el equipo más importante que se haya reunido para un proyecto político. Entre los más famosos estaban Chris Hughes, quien fue uno de los cofundadores de Facebook; Eric Schmidt,  quien fue CEO de Google; Kevin Malover, uno de los cofundadores de la agencia de viajes online Orbitz y Craig Newmark fundador de la compañía inmobiliaria online Craiglist. A este equipo de mentes brillantes, Obama les dio libertad para trabajar a su gusto, les permitió empoderarse. Era un equipo con experiencia en el trabajo del marketing online que ayudó a desarrollar una estrategia de Internet muy profunda. Mientras que casi todas las campañas habían usado a la Internet como un plus, Obama integró la visión de las redes sociales en toda la estructura de campaña. Joe Rospars, el Director del área de medios y redes sociales reportaba los avances directamente con David Plouffe, Coordinador de la campaña.

Obama entendió perfectamente el potencial social de Internet. Desde febrero de 2007, Obama se reunió con Marc Andreessen, fundador de Netscape y miembro del equipo directivo de Facebook, para desarrollar ideas de redes sociales en la campaña. Más que inventar un nuevo producto, la campaña se montó en los sistemas existentes. Su equipo difundió miles de videos en YouTube. Tanto Obama como su esposa Michelle crearon paginas personales en Facebook, estas eran actualizadas diariamente por ellos mismos. Además el equipo de campaña creó grupos de Facebook para enfocarse a las principales comunidades de Estados Unidos. (Hartman, 2008)

Una de las grandes innovaciones del equipo fue la creación del sitio www.mybarackobama.com el cual servía como una central de mando para organizar a toda la actividad social en Internet. Desde este hub, se organizaban las actividades sociales en Web sites como Linkedin, eVite, Google Maps y Facebook. El equipo de Obama se conectó con las comunidades existentes y formó otras tantas. Lo más importante de esto es que se permitía a los usuarios empoderarse, de manera que los millones de seguidores hicieron la campaña de Obama por su propia cuenta. Muchos de ellos crearon nuevos grupos que tuvieron un profundo impacto en la campaña, entre estos destacan “One Million Strong for Obama”, “I endorse Barack Obama—and I’m telling my friends!”, “One Click for Barack Obama”. Además, claro también había grupos que atacaban a los candidatos McCain y Palin, como el “Yo tengo más experiencia en relaciones internacionales que Sara Palin”.

La contribución de Facebook a la campaña fue inestimable, por ejemplo, se debe citar que el grupo “One Million Strong for Obama” casi logra su cometido, pues convocó a 920,502 seguidores. En cambio el grupo equivalente “One Million Strong for McCain/Palin ‘08” se quedó sólo en 216,711 miembros. Mientras que el grupo “Yo tengo más experiencia en relaciones internacionales que Sarah Palin” logró 251,410 seguidores; así mismo el grupo “Un millón en contra de Sarah Palin” logró 209,673 miembros.

Hay que destacar que la popularidad de estos grupos se basaba precisamente en que eran grupos ciudadanos, no integrados por políticos. Todo esto implica también que la campaña de Obama logró un amplio consenso social con muy poco dinero. El tenía la capacidad de escribir mensajes en Facebook que instantáneamente se retransmitían a millones de seguidores, los cuales a su vez eran retransmitidos a sus amigos. La conjunción de sitios como Youtube, Facebook y otras herramientas sociales de la Internet en el sitio central mybarackobama.com, crearon una red que se movía al unísono a través de los Estados Unidos y del mundo entero. Obama verdaderamente dominó las campañas presidenciales en el Internet gracias a estas poderosas conexiones; además claro, de que también mantuvo una integración de los viejos medios (radio y TV) con los nuevos medios (de Internet).

Podría decirse que Obama dominó al sitio de videos Youtube porque durante 2008 mantuvo a la campaña como uno de los temas más vistos y miles de seguidores crearon miles de videos domésticos que aun circulan por la red.

El canal oficial de la campaña en YouTube tenía más de 2 mil videos, los suscriptores a este canal eran 135 000 personas. Estos videos oficiales fueron vistos más de 80 millones de veces. También había aproximadamente 442 000 videos generados por los usuarios en YouTube (my.barackobama.com.statistics 2009)

La estrategia de campaña de Obama fue exitosa porque hizo su mensaje fácil de encontrar (en todos los sitios importantes) y fácil de entender con mensajes como “Sí podemos” (“Yes we can”) o “Cree en el cambio” (“Believe in change”).

De acuerdo a Google, el 90% de la gente que encuentra una página Web a través de los motores de búsqueda usualmente se queda con el primer resultado de la búsqueda, por tanto, si quieres hacer marketing tienes que estar en el primer resultado de la búsqueda. El equipo de la campaña de Obama comprendió perfectamente esta dinámica, por lo cual creo Web sites con los URLs de las búsquedas más populares para incrementar la probabilidad de que ellos aparecieran en los primeros resultados de las búsquedas en los motores.

Además, cuando la oposición creaba videos criticando a Obama, la campaña lanzaba videos positivos sobre Obama los cuales usaban las mismas palabras de búsqueda de los negativos; de esta manera, cuando alguien buscaba el video negativo se topaba primero con el video positivo.

El equipo de campaña también sabía que más de una tercera parte de la gente no distinguía entre las búsquedas de materiales no pagados y materiales publicitarios (pagados), entonces decidieron explotar esta circunstancia. Para ello crearon muchos materiales publicitarios que dominaban las búsquedas, de manera que la información siempre resultaba orientada por el equipo de la campaña.

 

My Barack Obama.com, una central de operaciones online

La campaña se propuso trabajar con las herramientas que la gente sabía manejar. Es decir, cada red social tiene grupos de gente que han invertido tiempo, energía y capital social en desarrollar estas redes. El 60% de los adultos de los Estados Unidos pertenecen a una red social, pero usualmente sólo pertenecen a una. Cuando alguien quiere conectarse con ellos, tienes que saber donde y con quienes se conectan. Como dijo Scott Goodstein uno de los consultores de la campaña: “Algunas personas solo van a MySpace y ahí se quedan todo el día. Algunos otros solo están en LinkedIn. Nuestro propósito es que cada seguidor online –independientemente de la red con la que se conecte–, tenga una conexión con Obama. Por esta razón Obama tenía perfiles en más de 15 redes sociales; entre ellas las más famosas (Twitter, Facebook, MySpace, LinkedIn… ). Pero también tenía perfiles en las redes sociales más importantes de las minorías latinas, afroamericanas, asiáticas… (AsianAve.com, MiGente.com y BlackPlanet.com).

La campaña de Obama explotó estas plataformas para fortalecer el perfil social de la candidatura ajustándose a las diferentes formas de trabajar de cada red. Tenía 5 millones de amigos en más de 15 redes sociales, tan sólo tenían más de 3 millones de amigos en Facebook, algunos de sus seguidores usaron esta red social de manera creativa para difundir el mensaje de la campaña y del candidato, por ejemplo, algunos de ellos formaron un grupo de Facebook llamado un “millón de personas que apoyan a Obama”, el cual logró integrar a más de 900 mil seguidores. También había grupos de Facebook en casi todos los colegios universitarios de Estados Unidos. La campaña explotó la participación de las redes sociales existentes para reforzar el mensaje a través de las plataformas y crear todos los puntos de contacto de la campaña que fueran posibles.

Los perfiles y páginas de estas redes sociales se articulaban en el Web site de la campaña que funcionaba como un “hub”, un centro de operaciones cibernético para controlar el trabajo de todas las redes y programas sociales en línea de la campaña. Desde ahí se reclutaba a la gente, se empoderaba a los activistas, se recolectaban fondos para la campaña y se organizaban los eventos offline de la campaña, la llamada “campaña tierra”. Tenían más de 35 mil grupos de voluntarios que organizaron 200 mil eventos offline. (my.barackobama.com.statistics 2009) Obama tenía claro que debía permitir e incluso promover que la gente se empoderara e hicieran suya la campaña.

Este sitio Web de la campaña recibía más de 3.5 millones de visitantes al día; en ella se habían creado dos millones de perfiles que generaron más de 400 000 comentarios en blogs. (my.barackobama.com.statistics 2009)

Además, el mensaje de la campaña se articulaba perfectamente con las grandes preocupaciones de la sociedad estadounidense del momento. El desastre económico, las familias con problemas para pagar los costos de las escuelas, los créditos escasos, el alto desempleo, los altos precios de la energía y de la comida… todos estos problemas motivaban a la gente a engancharse con el mensaje de cambio que proponía la candidatura de Obama.

La campaña contrató publicidad en programas que tradicionalmente no aceptaban publicidad política como Comedy Central, VH1 y Spike. Destaca el caso de la publicidad en la cadena MTV que tiene como principal audiencia a los jóvenes, fue la primera vez que MTV transmitió publicidad política de una campaña presidencial.

 

Publicidad y comunicación a través de los celulares y de los videojuegos

La campaña de Obama difundió publicidad a través de los teléfonos celulares para dirigirse a los jóvenes y a los electores independientes en zonas donde estos grupos eran decisivos. Noventa por ciento de los americanos están conectados a sus teléfonos celulares todo el día. La gente aún lee más del 90% de sus mensajes de texto, en cambio una gran cantidad de los correos electrónicos publicitarios nunca son abiertos. Los mensajes SMS y los servicios de Internet en celular ofrecen una excelente oportunidad para que contactar a los seguidores dondequiera que estos se encuentren, en cualquier momento; además es un servicio bastante barato para movilizar a los votantes. En el 2006 se realizó un estudio (New Voters Project) que descubrió que los mensajes de recordatorio por SMS ayudaban a movilizar a los votantes con un costo de sólo 1.56 dólares por voto. En cambio los otros sistemas de movilizar seguidores casa por casa o por llamadas de teléfono fijo, representaban un costo de 20 ó 30 dólares por voto.

La campaña de Obama difundió los grandes eventos a través de los mensajes SMS. Por ejemplo, cuando Joe Biden fue electo como compañero de fórmula algunas encuestadoras revelaron que tuvo la mayor difusión de la historia a través de mensajes SMS. Durante el evento de la toma de protesta de Obama, más de 30 mil personas del público enviaron SMS’s sobre el evento en los momentos en que no había actividad. La campaña también mantenía una línea de comunicación a través de los mensajes SMS, para ello enviaba entre 5 y 20 mensajes cada mes. Incluso los seguidores podían preguntar a la campaña cuestiones de logística y eran guiados eficientemente a través del celular.

En los smartphones aparecían banners y mensajes SMS de la campaña, los usuarios decidían si querían recibir más mensajes e incluso información de los lugares donde podían votar. La campaña diseñó una aplicación de iPhone para que los seguidores pudieran seguir la agenda de la campaña y organizaran sus contactos telefónicos para que pudieran hacer publicidad sobre todo en los territorios en disputa. Al final de la campaña se tenían registrados a tres millones de personas al programa de mensajes SMS. Se realizaron tres millones de llamadas telefónicas tan sólo en los últimos cuatro días de la campaña. (my.barackobama.com.statistics 2009)

Además la campaña compró Billboards (espectaculares electrónicos) en nueve diferentes videojuegos como Madden, NFL 09 y Burnout: Paradise. Con la publicidad en los videojuegos, Obama sorprendió a millones de usuarios de Xbox y creó una corriente de conversaciones por Internet donde se comentaba este acontecimiento. También hay que mencionar que el candidato afroamericano tenía un avatar que interactuaba en Second Life. Obama demostró que dentro de los videojuegos se puede usar publicidad para sintonizar con los usuarios sin que ellos se sientan presionados.

La habilidad para colocar anuncios en espacios locales representa una operación trascendental para cualquier campaña, pero el equipo de Obama llevó esta estrategia a otro nivel. Antes de las primarias en un estado y antes de la elección constitucional, la campaña diseño anuncios de Internet que fueran atractivos para la población de cada lugar. Durante las primarias se desplegaron anuncios en noticiarios locales con mensajes adecuados a cada lugar. Después en la campaña constitucional se difundieron anuncios para pedir a la gente que se registrar para votar por Obama y los candidatos del cambio.

Para enfocar publicidad de Internet a objetivos geográficamente localizados, los anuncios se transmitían en paginas Web locales que eran seleccionadas por consultoras especializadas en medios locales. Una gran parte de la publicidad se dirigía a las comunidades afroamericanas, para lo cual se utilizaban paginas Web especializadas en este público. Por ejemplo, se desplegó una gran cantidad de publicidad en Web sites locales de la página blackplanet. No sólo se desplegaba publicidad, sino también información de la campaña que se actualizaba cotidianamente. La información también estaba seleccionada de acuerdo a las expectativas de cada comunidad. Mientras que las actualizaciones de contenidos en su perfil y en las páginas estatales servía para mantener a la gente informada e interesada, la publicidad se usaba para llamarlos a la acción.

 

Trabajo en comunidades

La comunicación a través de todos los canales relevantes para llegar a consumidores específicos, para crear el sentido de identidad con ellos es decisivo. Obama logró llegar a prácticamente todas las comunidades, en todos los grupos demográficos y a casi todos los perfiles psicológicos, todo ello con una brillante combinación de medios tradicionales y modernas tecnologías.

Los eventos masivos eran un espectáculo magnífico, con coreografías sincronizadas, presentaciones presidenciales impecables. Los centros de venta de sus artículos utilitarios cubrían todo el territorio norteamericano, ofrecían accesorios utilitarios y otros conmemorativos que rememoraban sus mejores eslóganes, como las playeras por “un cambio en el mundo”.

Obama usó la tecnología para atraer simpatías, lealtad y confianza; logro crear una imagen atractiva que pocos podían resistir. El éxito de esta campaña cambio las percepciones previas de una manera inédita no sólo sobre él, sino acerca de los Estados Unidos e incluso del mundo. El trajo a la realidad el American dream e hizo creer a todos que todos eran parte de este sueño.

El equipo de campaña hacía un gran trabajo de investigación del mercado electoral para mejorar la participación de los activistas. Por ejemplo, los productos publicitarios estaban sujetos a un proceso permanente de evaluación y mejora. En el ambiente de la Web 2.0 se les llaman las versiones Beta, sujetas a un cambio permanente para mejorar la atención al usuario. La campaña hacía un seguimiento de los correos electrónicos, los mensajes de texto y las visitas al Web site para averiguar si la campaña tenía una conexión exitosa con el usuario.

Siempre estaban testando las diferentes opciones para ver cual funcionaba mejor: diferentes encabezados, botones vs enlaces, video vs audio vs texto… De esta manera, la campaña desarrolló más de siete mil mensajes para correos electrónicos personalizados, adaptados a las posibilidades individuales, e hizo en tiempo real la mejora de sus materiales. Diariamente se hacían ajustes para mejorar la actuación de la campaña y lograr conectar de mejor manera con los seguidores. En la medida que avanzaba la campaña, la efectividad de los correos electrónicos aumentaba y el porcentaje de seguidores se incrementaba correlativamente. Los siete mil diferentes mensajes escritos se transmitieron más de un mil millones de veces a través de correos electrónicos.

El uso estratégico de correos electrónicos durante la campaña resultó esencial. Esto incluía la segmentación detallada de una base de datos con trece millones de direcciones. Cada vez que se enviaba un correo se estudiaba su recepción (sobre qué se hacía clic, qué información atraía más donaciones) para mejorar el siguiente, lo cual asemeja bastante la manera en que iTunes de Apple recolecta información sobre la música que escuchan los usuarios para ofrecer nuevas sugerencias.

La campaña instrumentó un dispositivo en Facebook para evaluar si los usuarios de esta red social realmente votaron. Mas de 5.4 millones de usuarios marcaron la opción “Ya voté” para anunciarlo a sus amigos y a los encuestadores. El día de la elección Obama proveyó un número telefónico gratuito (01-800) para resolver los problemas que tenía la gente para votar.

 

La campaña en blogs y microblogs

En la campaña se contrató a bloggers profesionales para generar contenidos de calidad. El objetivo de los blogs en la campaña era manejar la agenda pública, elevar el nivel del debate que en los medios es muy superficial, abordar temas que son trascendentales pero poco conocidos en los medios tradicionales, la idea fundamental es llamada “ciberperidismo de proximidad” (González, 2010)

Los medios y los periodistas trabajan en un doble nivel con las comunidades y los blogueros, por una parte como filtradores de noticias y por otra como receptores de ideas de historias. Dichas comunidades y blogs son fuentes con los que hay que mantener una conversación constante, de lo contrario este ecosistema de medios perece. (González, 2010)

Para el blog oficial, se contrató a Sam Graham Felsen, como bloguera en jefe. Ella era la responsable de un numeroso equipo de blogueros profesionales que trabajaron en la generación de contenidos y, fundamentalmente, en la conversación con el ciudadano a través de los blogs. (González, 2010)

De facto, Obama era el Twitterholico más importante de ese momento, tenía 109,892 seguidores. En cambio McCain con 4,402 seguidores no lograba entrar en el grupo de los 100 twitteros mas importantes del mundo. (Ver: www.twitterholic.com)

 

Recaudación de fondos entre pequeños donantes, no con lobbies

La campaña de Obama rompió modelos y muchos records: fue la más cara de la historia de los Estados Unidos; se registró la mayor votación de la historia y, también se logró la mayor diferencia que se haya producido entre un candidato demócrata y un republicano.

De los más de setecientos cincuenta millones que consiguió Obama, 659 millones de dólares provenía de contribuciones individuales. La mayor parte a través del Internet, esto tenía muchos beneficios, por ejemplo, que las donaciones no tienen que utilizarse para sufragar el aparato que las recauda y la horizontalidad del modelo permite adquirir menos compromisos.

Además Barack Obama reportó más de 3 millones  donantes, con un promedio de donación de 100 dólares; este fue un número de pequeños contribuyentes nunca antes visto. La campaña de Obama recaudó aproximadamente $750 millones de dólares. Mientras que el senador McCain recaudó aproximadamente $320 millones, incluyendo $84 millones que aceptó del sistema gubernamental de financiamiento. Estas cantidades no incluyen el dinero gastado por los Comités nacionales de ambos partidos. Si sumamos, por ejemplo, lo que el comité demócrata recaudó al presupuesto de la campaña de Obama, se lograría casi los mil millones de dólares, comparados con los republicanos (partido y candidato) que alcanzaron 630 millones de dólares, los demócratas los habrían superado casi por 400 millones de dólares.

Como el equipo de campaña de Obama vislumbró que tendría una gran recaudación de dinero para la campaña renunció a recibir financiamiento público, pues en caso de que lo hubiera aceptado hubiera tenido que aceptar un tope para las recaudaciones.

 

Fuente: New York Times (2010) elaborado con base en los reportes oficiales de la Federal Election Comission

 

La estrategia fundamental era recolectar entre los simpatizantes, entre los pequeños donadores, sobre todo a través de Internet y en los eventos que hace Obama con sus seguidores. De esta manera Obama evade comprometerse con los grandes lobbies, quienes usualmente logran financiar las grandes campañas presidenciales y logran influir, posteriormente en el gobierno del presidente electo.

 

Cuadro 4. Resumen de la recaudación de la campaña de Obama en 2007 y 2008

Donaciones Dinero recaudado
Individuales $659.127.039
PAC* $1.580
Partido Demócrata $850
Donación del Candidato $0
Donación del gobierno federal $0
Transferencias $86.950.000
Dinero gastado en la campaña $729.482.475
Dinero que no se gastó en la campaña $18.272.367

 

Cuadro 5. Tamaño de las donaciones que recibió la campaña de Obama

Menores de 200 dólares $246.290.137
Entre 200 y 499 dólares $93.823.029
Entre 500 y 999 dólares $72.686.303
Entre 1000 y 1999 dólares $91.949.666
De 2000 o más dólares $136.618.669

Fuente: Comisión Federal Electoral, descargado del Web site el 16 de julio de 2011

*Los PAC son Political Action Committees, fundamentalmente son grupos de interés que invierten en la campaña.

 

Según la Comisión Federal Electoral de los Estados Unidos, Obama recaudó casi 750 millones de dólares en las dos campañas (primarias y constitucional). Gastó 729 millones y dejó sin gastar 18 millones que Obama podría usar en la siguiente campaña de 2012. Quizá la mayor inversión de la campaña fue la publicidad en los medios de comunicación. En este rubro resaltan los gastos en publicidad de televisión. Obama gastó aproximadamente 250 millones de dólares en propaganda en TV, superando con mucho el récord implantado por George W. Bush en 2004, de 188 millones de dólares. Mc Cain reportó un gasto de 118 millones de dólares en ese mismo rubro.

Hay que insistir en que la campaña de Obama fue la primer campaña que tuvo un trabajo profundo con la Internet social, en ese sentido es un modelo de campaña 2.0. Pero esto no quiere decir que la campaña haya descartado a los “viejos medios”. De facto, la mayor parte de la inversión de la campaña se concentró en los medios tradicionales: televisión y radio, como se puede apreciar en el Cuadro 6, la campaña combinó exitosamente el trabajo en viejos medios y nuevos medios. En este sentido, podemos decir, claramente, que sigue siendo una campaña que apuesta tanto a la videopolítica como a la ciberpolítica; este es el modelo de la “convergencia”, en el cual los nuevos medios no vienen a desplazar a los viejos medios sino que viejos y nuevos medios se hibridan. (Jenkins 2009)

 

Cuadro 6. Inversión de la campaña de Obama en medios de comunicación

Tipo de medios Gasto
Medios electrónicos (Televisión y radio) $304,621,047
Medios impresos $15,339,279
Medios de la Internet $14,037,426
Medios diversos $5,567,817
Consultoría de medios $214,001
Total $339,779,570

Source: Open secrets.org 2011

 

Los gastos en viejos y nuevos medios de la campaña de Obama tienen correspondencia con los medios que la gente usó para informarse. Como se puede apreciar en el Cuadro 7, la gente se sigue informando prioritariamente por la televisión, por lo cual, sigue siendo el principal medio para que las campañas presidenciales de USA. No obstante, en 2008, ya también se aprecia un crecimiento muy significativo de la gente que consulta la Internet para informarse de política; en 2008, la Internet ya desplaza a los otros medios, excepto la televisión.

 

Cuadro 7. Fuentes de información que usó la gente en las elecciones presidenciales 2004 y 2008

Tipo de medio 2004 2008
Televisión 76% 68%
Televisión por cable 40% 44%
Noticieros de las grandes cadenas de Televisión* 29% 18%
Periódicos impresos 46% 33%
Radio 22% 16%
Revistas 6% 3%
Internet 21% 36%

Fuente: Pew Research Center for the People and the Press 2008

*Noticieros de cadenas como NBC, CBS, ABC…

 

Cuadro 8. Diferencia en el uso de medios de Internet a través de las edades de los usuarios

Rangos de edades Sitios de noticias Blogs Sitios de los candidatos Videos en Internet Redes sociales de Internet
18-29 59% 42% 38% 65% 28%
30-49 42% 30% 26% 41% 6%
50-64 33% 24% 21% 34% 3%
65 y más 12% 9% 7% 17% 1%

Fuente: Pew Research Center for the People and Press, 2008

 

Cuadro 9. Gastos en la campaña presidencial de Obama 2008

 

Sector

Descripción

Total de Gastos

Administrativo De viaje $ 60.788.187
Salarios y beneficios $ 58.756.288
Varios Administrativo $ 21.183.755
Gastos de envío / transporte $ 16.841.136
Renta / Utilidades $ 10.615.733
Suministros, equipo y muebles $ 4.788.975
Consultores administrativos $ 1.432.820
Alimentos / Reuniones $ 437.144
Los gastos de campaña Eventos de campaña $ 32.012.975
Consultas / Encuestas / Investigación $ 28.043.988
Materiales $ 7.759.721
Campaña de diversos $ 2.561.014
Consultores Políticos $ 2.298.902
GOTV $ 899.546
Campaña de Correo Directo $ 110.000
Contribuciones Partes (Federales y no federales) $ 40.255.727
Contribuciones por reembolsos $ 5.661.816
Comités (Federales y no federales) $ 9.115
Los candidatos (de la Federales y no federales) $ 5.033
Recaudación de fondos Recaudación por Correo Directo / Telemarketing $ 28.481.746
Recaudación de Fondos Varios $ 1.357.740
Eventos de recaudación de fondos $ 162.930
Consultores de recaudación de fondos $ 19.100
Medios de comunicación Medios de difusión $ 244.437.691
Varios medios de comunicación $ 133.211.869
Internet Media $ 26.555.479
Medios de Impresión $ 20.462.672
Consultores de Medios $ 2.676.282
Otro Las donaciones de caridad $ 129.055
Transferencias Transferencia de diversos $ 7.500.000
Federal de transferencia $ 7.002
Desconocido Información insuficiente $ 618.203

Fuente: opensecrets.org 2011, elaborado con base en los reportes oficiales de la Federal Election Comission

 

Convencer jóvenes para convertirlos en seguidores y activistas

Obama uso el poder de la Web 2.0 para movilizar a la gente hacia los eventos públicos de la campaña. Para ello creó un E-center que fue adoptado por cientos de miles de seguidores, ellos se comunicaban con sus pares, lo cual hacía más creíble su publicidad; fue el E-center más grande de la historia, milagrosamente operó con costos muy bajos. Se diseñaron aplicaciones de Internet para que los seguidores llamaran a sus amigos a través de Internet, esto fue especialmente importante en los distritos donde había un voto independiente que les podía dar la victoria. La campaña elaboraba guiones para conducir los diálogos que entablaban los seguidores de Obama. Este tipo de aplicaciones permitía a los voluntarios grabar las respuestas de los entrevistados en una base de datos de la campaña.

 

Enrolar y entrenar a los seguidores

Durante la primaria de los demócratas, el equipo online de Obama se enfocó –más que los otros candidatos— en involucrar a los simpatizantes para convertirlos en seguidores que desarrollaran actividades de proselitismo.

El equipo ofrecía diversas oportunidades para que los simpatizantes de Obama se involucraran con la campaña; sobre todo proveía oportunidades de mayor impacto y compromiso para el grupo más pequeño de activistas de la campaña.

En la medida que los simpatizantes ascendían peldaños en la escalera del compromiso, la campaña les ofrecía un trabajo más profundo. Entre las numerosas actividades que realizaban se encuentra el hablar con conocidos para que voten por Obama; el envío de correos electrónicos; las llamadas telefónicas para contactar simpatizantes; participar en operativos de proselitismo casa por casa … La campaña ofrecía a los simpatizantes y seguidores un menú de opciones ascendente:

  1. A los que se iniciaban como seguidores les solicitaban que llamaran a sus amigos a involucrarse con la campaña de Obama a través de sus redes sociales. Que informaran a través de mensajes SMS y/o enviando correos electrónicos para informar sobre el avance de la campaña, para pasar al siguiente nivel debías realizar alguna donación económica o registrarte en las listas de voto anticipado.
  2. En el segundo nivel debían comenzar a hacer publicidad para la campaña en los perfiles de sus amigos. Lo común es que se den de alta y creen una cuenta en el Web site de la campaña (mybarackobama.com), en este central de mando se proveen herramientas para crear grupos de apoyo.
  3. Debían convertirse en animadores del grupo de apoyo, para ello debían: postear en la red social, subir fotos, escribir post en un blog y crear videos de apoyo para la campaña, estos deberían subirse a YouTube. Con información y orientación del equipo de la campaña, debían realizar reuniones presenciales donde solicitaran a los asistentes que aportaran dinero a la campaña, que se registraran para votar, que llamaran a sus conocidos a votar por Obama o que hicieran llamadas telefónicas para hacer proselitismo.

 

Una operación online que se puede proyectar a niveles masivos

El equipo de campaña diseñó un proyecto modesto al principio pero que podía escalar a millones de seguidores. Durante las primarias y la campaña constitucional, el equipo continuó mejorando el sistema de  Internet. A través de la social media diseñaron un sistema llamado: gatea, camina, corre, vuela (Gráfico 7). A pesar de algunos errores iniciales, el equipo de campaña online ofreció a los seguidores apoyo para que ellos crearan sus propios proyectos de proselitismo (blogs, grupos de apoyo en redes sociales, producción de videos…); reto que ninguna campaña había desarrollado satisfactoriamente.

El Web site de la campaña contenía videos, discursos, fotos y guías para orientar las actividades de proselitismo; este arsenal de recursos estaba a disposición de los seguidores para el trabajo electoral en sus comunidades. A cambio, los seguidores crearon más de 400 000 videos y los subieron a YouTube. También escribieron más de 400 000 comentarios de blogs en el Web site de la campaña. Quizá ni la misma campaña por sí misma hubiera podido generar todos estos contenidos, pero además fue mejor que los mismos ciudadanos lo hicieran por sí mismos, pues el proselitismo de la gente común y corriente resultaba más creíble que el de los políticos.

La creación de contenidos debía provenir de las raíces sociales, desde la gente, no desde arriba, desde los políticos o los dirigentes de la campaña. De esta manera los contenidos eran más creíbles. La campaña de Obama comprobó que cuando la gente se empodera, ellos mismos crean y diseminan sus propios contenidos y sus propios mensajes. Cuando alguien quería hacer un video sobre Obama, el equipo de campaña no sólo autorizaba el proyecto sino que proveía discursos, literatura, fotos e incluso videos de la campaña. Prácticamente no había reglas para que los seguidores crearan contenidos, no había peleas por el copyright; todo era gratuito, de manera que la campaña ahorraba grandes cantidades de dinero en producción y publicidad.

De esta manera los seguidores hacían suya la campaña, creaban contenidos desde su propia perspectiva, cosas personales y nuevas. Esta apertura permitió una explosión de creatividad y diversión en la campaña; gracias a todo ello, muchos de los productos promocionales de la campaña funcionaron como marketing viral. Entre los productos más exitosos podemos citar los videos de la “Obama girl”, el video “Yes we can” del vocalista de los Black Eye Peas, la gran cantidad de carteles y playeras que copiaban tendencias artísticas.

El equipo de Obama comprendió rápidamente que se debe integrar a las comunidades en la campaña. Una comunidad es influida por los conectores, en la campaña los seguidores más comprometidos fueron motivados a crear sus propios grupos de Facebook, a sincronizar estos grupos con el Web site de la campaña (mybarackobama.com) y para que reenviaran correos electrónicos a sus amigos que no estaban tan comprometidos. Pero una comunidad es tan fuerte como sus miembros. Obama promovió que las comunidades se fortalecieran, para ello proveyó a sus miembros herramientas que les ayudaban a desarrollar las comunidades. El promovió que los seguidores se empoderaran, para ello les cedió el control de las comunidades. De esta forma el leit motiv de la campaña pasó de “Si se puede” a “Si se pudo”. La campaña de Obama explotó eficientemente las redes sociales de Internet para motivar una vida real en comunidades geográficamente ubicadas.

El Web site de la campaña ofrecía un banco de datos y orientación sobre la forma en que se debía trabajar el proselitismo electoral, como organizar un debate del partido, como hacer visitas casa por casa, como hacer llamadas para difundir la campaña, etc. Los seguidores comprometidos tenían acceso al banco de datos con los números y correos electrónicos de otros seguidores; los eventos locales de la campaña eran anunciados en las páginas y perfiles, también eran geolocalizados en las páginas Web y se podían rastrear incluso por el código postal. Los seguidores que se inscribían en el Web site de la campaña se sentían acompañados por el equipo de campaña y tenían muchos recursos a su disposición para hacer su trabajo. Estas herramientas habilitaban a los seguidores para que se convirtieran en organizadores comunitarios en sus propios vecindarios. De esta manera, Obama no creó a las comunidades, solamente promovió que sus seguidores organizaran las suyas; esto permitió a los seguidores dirigir y administrar los recursos para que las comunidades crecieran por si mismas.

 

Ejemplos de comunidades organizadas por el cambio

Citemos un estudio de caso (González, 2010) para mostrar como funcionó la articulación de la campaña con las comunidades locales en Carolina del Norte. Este estudio analiza a una organización no gubernamental denominada Generation Engage. Esta agrupación no tenía afiliación política o religiosa, pero estaba dedicada a conectar a jóvenes con la clase política mediante el impulso de iniciativas que permiten el acercamiento de líderes políticos a la juventud. Esta organización asentada en Carolina del Norte utiliza su infraestructura y contactos para impulsar las inquietudes de la juventud y que así ésta tenga una voz en el proceso político. Esta agrupación realiza una gran actividad a través de la Red. Por ejemplo, a través de la Internet consiguieron atraer el interés de muchos jóvenes universitarios de este estado por la política real.

Generation Engage está basada en tres premisas fundamentales: los jóvenes carecen de acceso a la política (no es un problema de falta de interés); la democracia debe ser un diálogo y no un monólogo; y la mejor inversión en el futuro de una democracia es en los jóvenes líderes a nivel local.

El estudio (González, 2010) considera que gracias a esta nueva forma de hacer política que involucra a la gente desde la base, el número de voluntarios con los que contó el Partido Demócrata fue abrumador, Obama pasó diez veces por Carolina del Norte con su gira, la articulación del candidato con las estructuras locales permitieron que la campaña triunfara en las elecciones.

El estudio (González, 2010) también analiza el caso de la agrupación Moms for Obama. Aunque es muy diferente, en su estrategia y estructura, a la organización de Generation Engage, el caso de las Moms for Obama es el ejemplo perfecto de pequeñas redes vecinales que van creciendo exponencialmente hasta aglutinar a miles de mujeres que llaman a votar por Obama.

La misión de las Mamás por Obama, durante un año (2008), fue organizar todos los sábados pequeñas reuniones en su casa, con no más de diez mujeres, para hablar de política, fundamentalmente local. Las reuniones daban lugar a otras reuniones en otras casas y así sucesivamente por todo el estado, recaudándose fondos para la campaña demócrata, organizándose rifas, cenas benéficas y otras acciones solidarias y de concienciación política”.

La investigación (González, 2010) realizó una encuesta en Carolina del Norte. Un 51% de los encuestados aseguró que alguno de sus progenitores había participado en reuniones, charlas informativas o actividades de asesoramiento o propaganda. Un 38% de los encuestados destacó que su madre había participado directamente o  indirectamente en las actividades de Moms for Obama. Incluso un 65% dijo conocer Generation Engage, bajando hasta un 45% los que habían participado en algunas de las sesiones o actividades organizadas por esta organización. El 90% de los estudiantes encuestados siguió la campaña a través de redes sociales, fundamentalmente My Space y Facebook, así como por los medios online.

En conclusión, el Partido Demócrata, con Obama a la cabeza, consiguieron un vuelco político sin precedentes en Carolina del Norte, gracias al apoyo ciudadano fraguado “puerta a puerta” sustentado en el trabajo de los 27.000 voluntarios del propio partido, como de otras organizaciones independientes progresistas como Generation Engage o Moms for Obama que hicieron didáctica electoral en un momento político clave para el estado y para el conjunto del país.

 

Modelo para la mercadotecnia social

La campaña de Obama realizó lo que cualquier mercadólogo sueña hacer en el nuevo paradigma tecnológico económico: más que enfocarse en la conversión de ciudadanos comprometidos con otra opción, se enfocó a los nuevos mercados que no estaban comprometidos con una opción política: los jóvenes. La campaña se proponía convertir a los seguidores en activistas, para ello tenía que convencer a los jóvenes para que  involucraran en la campaña; para convertirlos en motivadores de los grupos y; convertirlos en representantes de la campaña.

Los seguidores que se transformaban en activistas fueron el centro de la campaña, activistas que convencían a otros seguidores para que también se volvieran activistas, todo ello tenía un efecto multiplicador.

El objetivo de la conversión de seguidores era obtener votos en parcelas que no estaban ganadas por sus competidores. Su triunfo electoral mostró los frutos de su estrategia, ganó con 365 delegados sobre los 162 de McCain, triunfó en 10 estados que en 2004 habían votado por los republicanos. Este éxito se basó en el proselitismo que los millones de seguidores estuvieron realizando.

Los mercadólogos tradicionalmente se preguntan si el marketing viral funciona, o si vale la pena usar la social media en el plan de marketing. Desde la campaña de Obama estas preguntas se han transformado. Ahora la cuestión es si una campaña está preparada para permitir que sus seguidores se empoderan y se conviertan en los medios de comunicación. Si el candidato y la campaña son tan buenos que puedan sobrevivir e incluso florecer en ese mercado que es la comunicación “de boca en boca”.

La campaña de Obama se sincronizó con esta nueva sociedad abierta. A diferencia de lo que hacen tradicionalmente las industrias culturales, la publicidad e incluso el entretenimiento, la campaña permitió que sus contenidos circularan libremente, que fueran reinterpretados, resignificados; la campaña incluso promovió el desarrollo de un movimiento social que tomó vida y curso por si mismo.

La campaña de Obama permitió que la gente se empoderara y escribiera una nueva historia junto con el candidato y su equipo. La campaña no hizo política como tradicionalmente se realiza, sino que retomó las inquietudes de la gente de su momento y las articuló con un impresionante movimiento social por el “cambio”, por la “esperanza”; no era solo la presidencia, sino un profundo cambio en las estructuras políticas de los Estados Unidos y del mundo.

 

Contrastes de la campaña de Obama y McCain

Durante el verano, en la víspera de la campaña constitucional el equipo online de Obama ya trabajaba a su máxima potencia, en cambio el de McCain no había encendido los motores; en la campaña del republicano la campaña de Internet prácticamente no existía durante el verano. La campaña de McCain tenía un página muy deficiente, gran parte de las aplicaciones estaban “en construcción”. Era una página Web 1.0 muy tradicional. Los seguidores no podían subir fotos, mucho menos videos o vincular los blogs de los usuarios.

La campaña de Obama comprendió la importancia del video para marcar la agenda y aceptó el reto. Aunque McCaín también usó el YouTube, no comprendió su importancia, por ello no logró tanta proyección como Obama en este espacio.

El canal de Obama en Youtube tuvo más éxito ente los jóvenes y las mujeres. McCain tenía más seguidores entre los adultos mayores. Los videos de Obama fueron vistos más de 300 millones de veces que los de McCain (Ver Cuadro 10).

La diferencia no solo era la cantidad sino también la calidad, la pareja republicana tenía la imagen de pasado en comparación con la imagen que logró Obama. Sara Palin y John McCain fueron blanco de muchos más ataques en la Web que Obama. Por ejemplo, cuando la cuenta de Yahoo de Sarah Palin fue crackeada.

En la red social MySpace, Obama tenía una superioridad de 6 a 1 de amigos sobre McCain (Ver Gráfica 8). En Facebook mas o menos se repitió la historia (Ver Cuadro 11).

Cuadro 11. Seguidores en Facebook de los dos candidatos presidenciales

Oficial Obama McCain
Seguidores individuales y en grupo 5,066,446* 583.518*
Número de posts en el muro 572,383 Ninguno
Características especiales en el perfil de la página** Videos, localización del sitio donde votar, registro de votante Ninguno

Source: http://www.facebook.com/johnmccain

Source: http://www.facebook.com/barackobama

Source: http://www.facebook.com/group.php?gid=25652988786

Source: http://www.facebook.com/group.php?gid=2231653698

*   El grupo no oficial “un millon para McCain/Palin’ tenía 200,251 miembros.

El grupo no oficial “un millon de apoyos para Barack” tenía 986,470 miembros.

 ** Además de elementos básicos como posts, eventos, foros, vínculos…

Data from February 4, 2009

 

El triunfo electoral de una campaña innovadora

El porcentaje de electores que asistió a las urnas (63%) también marcó un nuevo récord. De manera que Obama triunfó tanto en el colegio electoral (365 contra 173 representantes) como en el voto popular (52.9% contra 45.7%). La innovadora campaña permitió a Obama ganar con más de 9 millones de votos. Para todo ello mantuvo los estados que Kerry había ganado en la elección de 2004, pero además los demócratas lograron una mayoría de apoyo en nueve estados que habían apoyado a Bush en la presidencial de 2004. Obama incluso ganó en estados que eran considerados bastiones del partido republicano como Ohio, Florida, Indiana, Virginia y Carolina del Norte. También logró triunfos contundentes en Nevada, Colorado, Nuevo México y Florida que tradicionalmente eran territorios republicanos.

Obama sabía que podía ganar los estados con una mayoría de votantes indecisos. El se atrevió a trabajarlos con ahínco y tomar las decisiones difíciles para lograrlo. Desde las primarias concentró sus fuerzas en los estados indecisos. Necesitaba triunfos rápidos y ajustados a su presupuesto. Una estrategia que comprendía a los 50 estados es una estrategia que apostaba por el progreso en todos ellos y por el país entero, no concedió ningún estado sin pelearlo.

La prioridad en los estados indecisos era: el promover el registro para votar, ayudar a los candidatos demócratas que estaban abajo en las encuestas y construir organizaciones de activistas en cada estado (Ver Gráfica 10).

Fuente: http://www.slideshare.net/patricklebedinski/obama-presentation-653261

 

Composición del electorado de Obama

Cuando analizamos la votación se descubre que el 43% de la población blanca votó por Obama; también entre las mujeres obtuvo el triunfo con el 55% (Athlekar, 2010). Fue lógico que el 66% de los jóvenes menores de 30 años le dieran su voto; incluso el 55% de jóvenes blancos votó por el. Ya desde las primarias, 6.5 millones de electores menores de 30 años cambiaron su voto para favorecer a Obama. Aproximadamente 44 millones de americanos de entre 18 y 29 años tenían la posibilidad de votar en el 2008.  En este sector, 17 millones eran estudiantes universitarios, un sector especialmente preocupado por los problemas de las colegiaturas.

La juventud de Obama (47 años) inspiró a muchos de los jóvenes que votaron por primera vez. Entre los electores que votaban por primera vez, 71% lo hicieron por los demócratas. McCain sólo obtuvo el 29% de los primeros votantes, comparado con el 53% que obtuvo Kerry en 2004. (Athlekar, 2010)

El 56% de las mujeres votaron a Obama, lo cual excedió por mucho la tradicional ventaja de los demócratas en este sector; Obama sólo perdió entre las mujeres blancas por el 7%. Esta identidad de Obama con las mujeres fue crucial para su victoria; con ello también se demostró que la selección de Sarah Palin por parte de McCain no funcionó para atraer el voto femenino. El 84% de los demócratas que en las primarias votaron a Hillary votaron por Obama. (Athlekar, 2010)

El 49% del voto masculino se decidió por Obama, con ello redujo la gran diferencia que el partido republicano obtuvo en 2004. El 41% de los hombres blancos votaron a Obama, con lo cual se colocó como el primer demócrata desde Jimmy Carter en obtener más de 38% en esta categoría. (Athlekar, 2010)

El 95% de los votantes afroamericanos votaron por Obama y sólo el 4% por McCain. Así el candidato demócrata logró movilizar el voto afroamericano el cual, a pesar de tener una fuerte raíz demócrata, en las últimas elecciones había sido muy abstencionista. De facto, como ha sucedido en las últimas elecciones, fueron más las mujeres afroamericanas que los hombres quienes acudieron a votar.

Obama tuvo una gran actuación entre las minorías. En la más importante, el 66% de los latinos votaron por Obama, el cual ha sido el promedio más alto para un demócrata. McCain sólo obtuvo el 31% del voto latino, a pesar de cortejarlo fuertemente en su campaña, por ejemplo, McCain visitó México. También hay que recordar que Obama realizó anuncios en español para llamar a los latinos, entre ellos cosechó la antipatía que Bush había dejado en este sector. También el 63% de los votos asiáticos apostaron por Obama y sólo el 34% por McCain. Los judíos fueron un sector muy comprometido, pues el 78% votó por Obama, ya en elecciones anteriores el voto judío se había perfilado como demócrata. (Athlekar, 2010)

Por religión, el 54% de los católicos votó a Obama, 46% por McCain. Los analistas estimaban que los católicos estaban más preocupados por la Guerra de Irak y por el servicio de salud universal que por el tema del aborto. En cambio el 73% de los cristianos evangélicos de raza blanca votó por McCain y sólo el 25% votó por Obama; paradójicamente esto significó un aumento en la votación para los demócratas, quienes sólo habían obtenido 21% en 2004. Algunos especialistas consideran que los demócratas usualmente tienen muchos problemas en las áreas rurales, donde vive la mayoría de este segmento poblacional. (Athlekar, 2010)

Entre los votantes solteros, Obama ganó con una gran ventaja, obtuvo el 66% de estos votos, comparado con el 32% que obtuvo McCain. Entre los casados éste último obtuvo un 51% de votos, mientras que Obama logró 47%. Aun así estos porcentajes representaron una caída para los republicanos que en 2004 habían obtenido 15 puntos más que los demócratas.

McCain obtuvo un triunfo contundente entre los de 65 y más años, quienes representaban un 16% de todo el electorado; con ellos se compensó el holgado triunfo que Obama logró entre los jóvenes menores de 30.

El voto de los suburbios se dividió entre ambos contendientes. En este segmento Bush había ganado claramente en 2004, McCain ganó con el 51% y Obama obtuvo el 47%.

Obama hizo una gran campaña en la red LinkedIn que es muy popular en el mundo laboral, en esta red discutió seriamente sus puntos de vista en cuestiones de negocios, aumentos de impuestos y finanzas. Había muchos grupos de apoyo en esta red, de manera que los seguidores de Obama podían descargar muchos recursos y hacer sugerencias al candidato. Gracias a todo ello, el 53% de los votantes que ganaban más de 200 mil dólares al año votaron a Obama; en cambió McCain sólo obtuvo un 45% de este segmento.

La campaña de Obama deja muchas lecciones para México, pero para introducirnos en el tema en el siguiente capítulo comenzaremos a discutir como está entrando la Web2.0 a México, tanto entre la población como en los políticos.

 

Referencias

Athlekar, Rashmi (2009) Strategic Review of Obama’s Segmenting & Targetting Strategies, en www.slideshare.net, Descargado el 13 de agosto de 2010

Edelman 2009 “The Social Pulpit: Barack Obama’s Social Media Toolkit.” Edelman Digital Public Affairs. 2009. Descargado el 13 de agosto de 2010

González, J.L. (2010): «La base electoral de Obama, redes sociales virtuales y reales: los casos de generation engage y moms for Obama», en Revista Mediterránea de comunicación, 1, pp. 25-35. Recuperado el 12 de marzo de 2011

Hartman, Jalali (2008) Obamanomics, a study in social velocity, Descargado el 13 de agosto de 2010 http://yovia.com/sponsors/become_sponsor.html, Descargado el 13 de agosto de 2010

Jenkins, Henry (2008) Convergente culture, la cultura de la convergencia de los medios de comunicación, Paidós, Barcelona.

Kenski et al (2010) The Obama victory, how media, Money, and message shaped the 2008 election, Oxford University Press. New York.

Paul Van Veenendaal e Igor Beuker 2009 “Case study of effectiveness the Barack Obama campaign”, http://www.ViralBlog.com, Descargado el 13 de agosto de 2010.

Plouffe, David (2010) The audacity to win, Penguin Books, New York.

Robinson Luke (2009) Obama 2.0, Connecting, recruiting and empowering, Lessons for higher education, www.slideshare.net/lukerobinson, Descargado el 13 de agosto de 2010

Trad Hasbun, Roberto y José Adolfo Ibinarriaga Aragón (2009), Política 2.0: México y el neoclasicimo digital. Mimeo.

Nuevas direcciones para la investigación en comunicación participativa

  • De lo normativo a lo práctico.
  • El desafío es diferente: entender flaquezas y fortalezas de la participación tanto en el análisis teórico como la práctica para evitar caer en argumentos puramente idealistas.

 

Imagen: "Social Media 01" por Rosaura Ochoa @ Flickr

Imagen: «Social Media 01» por Rosaura Ochoa @ Flickr

Por Silvio Waisbord / Nancy Morris

El tema de la comunicación participativa para el cambio social, particularmente en sus interacciones con los medios masivos de comunicación, tiene una larga y rica trayectoria en América Latina. A la luz de recientes experiencias en la región, es oportuno revisar cuestiones relacionadas con dichas interacciones. Las continuas movilizaciones populares sobre temas fundamentales en la región  –educación, salud, derechos civiles, medio ambiente–  y la explosión de los “medios sociales” son algunos de los fenómenos que sugieren tanto la vigencia como la complejidad de la cuestión de la participación. Debatir las implicaciones teóricas y analíticas de los casos analizados requiere entender la multi-dimensionalidad de la participación. El propósito de este artículo es discutir las premisas analíticas y normativas que subyacen en el estudio de la comunicación participativa a fin de repensar futuras direcciones de trabajo.

No hay duda de que la idea de participación ha sido adoptada en el estudio de la comunicación para el cambio social, así como en programas de cooperación internacional. Esto no implica que haya sido universalmente aplicada, que sea prioridad, o que haya acuerdo sobre precisamente de qué se trata. El centro de la discusión actual es diferente a décadas atrás cuando enfoques difusionistas, que ponían el acento en la diseminación de información y estaban apoyados en marcos epistemológicos individualistas y psico-sociales, dominaban el campo de la comunicación. Hoy en día, el debate está situado en torno a preguntas sobre la aplicación de premisas participativas en innumerables iniciativas de cambio social, sustentos conceptuales, y sus resultados. De hecho, trabajos recientes (de Cooke & Kothari; Hickey & Mohan) han concluido que hay una nueva tiranía según la cual la participación se ha convertido en idea imperiosa que tiene, al menos, apoyo retórico.

Por lo tanto, insistir en la importancia de la participación como concepto insignia y horizonte normativo de la comunicación para el desarrollo social no agrega demasiado al debate global. La participación se ha colocado al centro de las ciencias sociales contemporáneas, desde la comunicación hasta la sociología y la geografía. El desafío es diferente: entender flaquezas y fortalezas de la participación tanto en el análisis teórico como la práctica para evitar caer en argumentos puramente idealistas.

Aquí proponemos una serie de temas y preguntas  para mover el estudio de la comunicación participativa en nuevas direcciones, y señalamos los aportes de conceptos y enfoques tomados del estudio de la comunicación y los medios.

 

La ética universalista de la participación

Una cuestión poco tratada en la literatura es la premisa universalista de la idea de comunicación participativa. Si bien está articulada desde una concepción que prioriza la diversidad y equidad de conocimientos frente a visiones homogéneas del cambio social, es innegable que está sostenida en una perspectiva universalista según la cual la participación debe ser la columna vertebral del cambio social. Si bien se critica las ambiciones universalistas del desarrollismo modernista por ofrecer una perspectiva lineal y única sobre sociedades deseables, el participacionismo asume un valor central, válido a nivel global, tanto como horizonte normativo como estrategia para el cambio.  Esta premisa implícitamente se coloca en un debate difícil y sensible sobre las aspiraciones globalistas de ciertos conceptos éticos (como los derechos humanos, la verdad, o la multiculturalidad), al mismo tiempo que reivindica una posición que defiende el particularismo. Subyace una tensión importante entre valores evidentemente contrapuestos que precisa ser discutida.

¿Cómo resolver el dilema de la promoción de la participación en culturas con visiones estrechas de cuándo y quién debe participar ? ¿Quién está autorizado a comunicar y ser protagonistas del diálogo? ¿Qué ocurre cuando se promueve la participación de mujeres y niños en sociedades donde su exclusión se basa en principios locales, es decir, en ideas troncales de la comunicación participativa? ¿Qué hay si la jerarquía se prioriza por sobre el empoderamiento de grupos subalternos? ¿Cómo se conjugan los principios de la participación con el valor de las tradiciones y decisiones locales?

Lamentablemente, estas preguntas están ausentes en el debate sobre la participación a pesar de numerosos ejemplos  de confrontaciones entre principios universalistas y particularistas.  Estas disyuntivas se presentan, por ejemplo, en la eliminación de la circuncisión genital femenina en África Occidental donde, en varias comunidades, las ideas de empoderamiento y de decisión a través de procesos participativos chocan contra argumentos sostenidos en la soberanía cultural de la preservación de prácticas religiosas basadas en tradición. Asimismo, el trabajo de UNICEF sobre el fortalecimiento de los derechos de los niños inevitablemente entra en conflicto con visiones tradicionales que asumen que su voz y participación estén sujetas a los intereses de los jefes de familia. Iniciativas para promover el empoderamiento femenino en torno al acceso a microcréditos y la autonomía en decisiones de negocios y financieras en India están en conflicto con preceptos culturales y religiosos que asigna a las mujeres un rol subordinado a sus esposos y familias políticas. Esta clase de tensión no se ve solamente fuera de Occidente. Por ejemplo, los organizadores de un proyecto de promoción de la salud en una comunidad aislada religiosa canadiense se encontraron en un dilema de principios porque la cultura del grupo se fundaba en la autoridad jerárquica.  De ahí que “una orientación emancipatoria y comunitaria se posiciona en contra de las normas, las expectativas y los deseos de la comunidad”. Estos casos plantean dilemas enraizados en la promoción de la comunicación participativa cuando tal principio contradice creencias y prácticas locales.

No hay alternativa a este dilema: la participación como ideal normativo siempre implica intervenciones que contradicen su principio de la auto-determinación. La participación comunicativa conlleva la expectativa de crear y reforzar normas políticas y culturales que son débiles en comunidades alrededor del mundo. El empoderamiento no es bien recibido universalmente como horizonte del cambio social.

Es equivocado pensar esto desde una perspectiva del consenso ya que el conflicto, especialmente cuando se dirimen cuestiones de poder comunicativo, es inevitable. El problema, a tono con el espíritu de la comunicación participativa, es cuando el cambio es promovido o inducido externamente — cuando la participación y la deliberación aparecen como impuestos desde afuera más que como demandas de procesos locales.

Una manera de lidiar con esta cuestión es identificar las prioridades locales antes de lanzar o apoyar una iniciativa participativa. Esta clase de exploración debe ser en sí una forma de participación, como varios analistas han indicado (entre ellos Chambers y McDivitt). Por otra parte, hay varios grados y clases de participación, que pueden ser interpretados y recibidos de diferentes formas en distintas comunidades. Estas consideraciones deben ser enmarcadas dentro de la persistente falta de una definición única de participación.

 

El significado de la idea de  participación

Aunque el concepto de la comunicación participativa está establecido, y aunque desde hace más de dos décadas alguna medida de reconocimiento del valor de la participación comunitaria ha sido una norma dentro del campo de la comunicación para el cambio social, no existe una definición ampliamente aceptada.

El marco del modelo participativo se remonta al concepto de Paulo Freire de diálogo horizontal, no jerárquico entre maestro y estudiante. Se postula que el diálogo es fundamental para el empoderamiento individual y comunitario que contribuye a prácticas democráticas, y este proceso contribuye a la disminución de la desigualdad social. Los intentos de aplicar estos conceptos generales e idealistas a proyectos específicos de cambio social han cruzado con una gama de definiciones, metas, y estrategias de evaluación.

Las definiciones proveídas por investigadores de la participación para el cambio social varían en sus grados de especificidad, y se ha comentado que es una idea conceptualmente borrosa. La falta de claridad y acuerdo entre los que emplean el término requieren examinarse. Las definiciones de la participación varían en torno a dos ejes: primero, el objetivo de la participación dentro de una filosofía orientadora de la comunicación para el cambio social, y segundo, el grado de participación comunitaria en las distintas etapas de una iniciativa de cambio.

El objetivo de la participación se ve en algunos casos como una herramienta para lograr la meta de algún cambio social deseado. En otros casos, la participación es la meta misma – es un proceso que por involucrar a miembros de la comunidad en diálogo sobre cosas que les afectan es en sí un cambio social. Muchos proyectos evidencian aspectos de ambos propósitos, en diferentes proporciones. Si el objetivo de un proyecto se deriva de las metas típicas del cambio social como son, por ejemplo, el mejoramiento de la salud infantil o del medioambiente, la participación es más bien una estrategia: una categoría de comunicación que se supone conduce al resultado deseado. Por ejemplo, en un libro sobre comunicación para la salud pública que apenas trata el tema de la participación, Haider y Pal sugieren usar “la participación activa” de los grupos comunitarios para extender el alcance de información sobre salud. Al otro extremo, en algunos proyectos la filosofía orientador es la de la participación misma. En tales casos, “el énfasis se pone en los procesos, no en los resultados”, con el objetivo explícito de lograr el empoderamiento y aumentar el control de la comunidad sobre sus asuntos.

El nivel de participación comunitaria necesaria para que un proyecto se considere participativo es otro aspecto del tema sobre el cual no hay acuerdo. Un proceso de cambio social participativo puede incluir la participación en una o todas las fases: de la identificación del  problema social a tratar (la salud infantil, la educación, etcétera), el análisis del problema, la planificación de los pasos a seguir en solucionar el problema, el llevar a cabo el programa, y la evaluación y seguimiento del mismo. Dentro de estas fases, la participación puede variar de la presencia simbólica de un miembro de la comunidad en reuniones a un alto grado de gestión y liderazgo comunitarios.

Estas complejidades se extienden a una multiplicidad de actitudes hacia la evaluación. Ya que tiende a haber metas del cambio social específico por encima de la de la participación en sí, se pueden evaluar ambas clases de metas por separado o en conjunto. A veces se denominan los datos sobre los cambios sociales deseados “indicadores de resultados” y los datos sobre los niveles de la participación comunitaria “indicadores de procesos”. En cuanto a la evaluación de los resultados, se ha empleado medidas típicas como número de niños vacunados o visitas a clínicas. En cuanto a indicadores de procesos participatorios, algunos investigadores han dicho que evidencia del éxito se ve en que se hicieron reuniones que asistieron miembros de la comunidad, o que hubo diálogo, o que los procesos comunitarios se democratizaron.

Dada esta variedad de factores, está claro que la frase “comunicación participativa” no indica en sí de qué se trata, y que puede haber brechas grandes de entendimiento si no se reconoce la falta de una definición acordada de lo que es la participación.

 

La institucionalización de la participación

Un tema central que no ha recibido suficiente atención en el análisis de la comunicación participativa es el contexto institucional. Es imposible entender el proceso de participación por fuera de las estructuras existentes de liderazgo, jerarquía, toma de decisiones, y la canalización de demandas sociales. La participación no existe en un vacío institucional sino que existe dentro de contextos específicos vinculados con la existencia y funcionamiento de una variedad de organizaciones. Es preciso resaltar la importancia de cómo la participación fluye en instituciones o se institucionaliza con prácticas y normas determinadas. Por ejemplo, es ilusorio y equivocado intentar comprender la participación en salud fuera de los sistemas de salud o las instituciones locales vinculadas a estos temas (desde grupos de madres hasta organizaciones religiosas y no gubernamentales que brindan servicios sociales).

Aun si se hiciera un proyecto espontáneo por fuera de los canales establecidos, es factible que eventualmente se articulara con reglas y regímenes institucionales. Este tema es una vieja preocupación de la ciencia política interesada en la institucionalización de participación y la representación en organizaciones determinadas, desde los partidos políticos hasta los parlamentos y los movimientos sociales. Sin embargo, los contextos institucionales de la participación es una cuestión que aun permanece poco estudiada en el campo de la comunicación y el cambio social.

Por una parte, la institucionalización de instancias participativas es la última meta, es decir que los miembros de la comunidad sean protagonistas y dueños de un proceso de cambio social. Estos temas figuran prominentemente en las agendas y objetivos de políticas de desarrollo social tanto de agencias de cooperación como de organismos gubernamentales. Trabajos académicos recientes como el de Haider y Pal reflejan este sentimiento:

“Es importante construir capacidad que involucre múltiples sectores responsables de monitorear y gerenciar la planificación, implementación y evaluación de … iniciativas, sin intervención externa”.

La armazón institucional que existe en cualquier comunidad, más allá de sus fortalezas o debilidades, como así también dinámicas políticas, no pueden ser ignoradas para entender la participación ya que tanto brindan oportunidades como ponen desafíos.

Entender el “capital comunicacional” en una comunidad, parafraseando el concepto de “capital social” tan discutido en la literatura sobre desarrollo internacional en las últimas décadas, es crucial para comprender el proceso de participación: dónde la gente conversa sobre problemas comunes, qué recursos institucionales dispone para plantear demandas y sugerir cursos de acción, qué fuentes de información existen, cuál es la influencia de organizaciones locales en el flujo comunicativo. Asimismo, hay situaciones hostiles y otras conducentes a la participación; las posibilidades como los resultados difieren.  A nivel local, pueden existir estructuras partidarias, clientelisticas, comunitarias y caritativas que vinculan diferentes tipos de comunicación participativa. Por otra parte, a nivel internacional, es importante entender cómo se ve la participación desde diferentes instituciones globales que apoyan procesos de cambio social. Si el modelo de la participación comunicativa originariamente surgiera como crítica justificada a la idea de desarrollo y cambio social como inducido desde fuera y controlado por “expertos” técnicos, es preciso entender la interacción entre participación local e iniciativas nacionales y globales. Esta interacción no está únicamente influenciada por el capital comunicacional local, sino también por el enfoque adoptado por organizaciones internacionales, especialmente si éstas últimas están involucradas mediante el aporte de fondos y experiencia técnica.

A pesar del interés y la retórica a favor la participación, persisten obstáculos importantes para apoyar iniciativas locales participativas dentro de las agencias internacionales. Los requisitos burocráticos de predictibilidad impiden que exista un apoyo sostenido e importante.  La participación local previsiblemente opera según dinámicas que no siempre encajan con las prioridades de los organismos internacionales. Además, en general por más participativo que sea un proyecto, más tiempo se necesita para llevarlo a cabo, que a menudo no cabe con el ciclo de propuesta/proyecto/evaluación de las grandes agencias internacionales. La preferencia por enfoques convencionales que contradicen principios de la comunicación participativa está anclada no en cuestiones ideológicas o teóricas, sino en requisitos organizacionales contrarios a las dinámicas que requiere cualquier iniciativa participativa. Por definición, estas son impredecibles ya que su resultado no puede anticiparse, y son inseparables de cuestiones políticas. Tales características son contrarias a la mentalidad de “gerenciamiento” en las agencias de cooperación internacional. Las expectativas habituales dentro de cualquier agencia de cooperación son de programar fondos y desembolsos, obtener resultados medibles según estándares comunes, y controlar el desarrollo y objetivos (Waisbord, 2008). Tales requisitos no siempre pueden ser cumplidos en procesos que son efectivamente participativos.

Considerando estas diferencias, no sorprende que existan tensiones en la vinculación entre participación local y las expectativas de los organismos internacionales, ya que operan según lógicas diferentes que no siempre están en sintonía. Lo que está en discusión es el control de cualquier iniciativa de cambio social. Cualquier donante o agencia técnica tiene expectativas puntuales e intereses en un programa que contribuya a cambios determinados como, por ejemplo, índices de vacunación, aumento de escolaridad, o utilización de microcréditos.

Un paso para enfrentar los requisitos institucionales es sugerido por Thomas Jacobson. A diferencia de los métodos cualitativos etnográficos generalmente empleados para evaluar la comunicación participativa, Jacobson propone usar medidas cuantitativas del “diálogo participativo” siguiendo un modelo Habermasiano, para poder proveer indicadores que presentar a las organizaciones de cooperación que requieren tales clases de datos.

 

La contribución de un enfoque desde el campo de la comunicación

Existen una variedad de enfoques sobre la comunicación participativa, desde aquellos interesados en usos comunitarios de los medios hasta otros focalizados en la vinculación entre medios y redes interpersonales de influencia. En gran medida, los diferentes marcos teóricos respondían a la división entre comunicación masiva e interpersonal y al desarrollo paralelo de tradiciones teóricas e investigativas en el campo del desarrollo y el cambio social. Hoy en día, sin embargo, existe creciente interés en diferentes vínculos entre medios, comunidades y participación, en parte porque los medios digitales superan la separación entre “lo masivo”, “lo comunitario” y “lo personal”. La integración de medios audiovisuales y escritos, y el fin de divisiones entre medios “individuales” y “masivos” sugiere nuevas preguntas para entender el cruce entre comunicación y participación.

Ya que la participación es un concepto extendido en las ciencias sociales, vale la pena aclarar qué agregan los estudios de la comunicación y los medios al debate contemporáneo sobre el tema. Es preciso que el campo de la comunicación reconozca los múltiples abordajes al tema y contribuya a definir la importancia de entender dimensiones comunicacionales en la participación. No hay respuestas fáciles a esta cuestión, en parte debido al pluralismo epistemológico de la comunicación. No hay un solo objeto de conocimiento como resultado de la convergencia de diferentes miradas disciplinarias en el estudio de la comunicación y los medios.

Si el interés está puesto en las redes interpersonales de comunicación, el foco está en entender como esas redes contribuyen a o inhiben la participación. En cambio, desde perspectivas centradas en los medios, el análisis apunta a entender la utilización de varias tecnologías en procesos participativos. En la literatura latinoamericana, es claro que el primer tema ha recibido escasa atención, mientras que el segundo ha sido objeto de gran cantidad de estudios y experiencias.

Históricamente, la radio y el video fueron consideradas como tecnologías con enorme potencial para promover la participación. Tanto las experiencias en radio en la década del cincuenta como en video en los setenta en America Latina estuvieron basadas en la noción que ambas tecnologías ofrecen facilidad de acceso, particularmente comparadas con la televisión, que permite catalizar procesos participativos. Esto generó experiencias a lo largo de la región en utilizar medios con fines participativos y comunitarios. Ya sea en situaciones de dictadura o democracia, los usos participativos de los medios permiten la expresión de una diversidad de intereses que suelen estar ausentes o son distorsionados debido a intereses y sesgos propios en los “grandes medios.” Asimismo, la convicción que determinados medios pueden ofrecer plataformas participativas motivó la movilización en torno a la legislación de medios comunitarios como así también debates públicos y parlamentarios sobre la necesidad de priorizar el amplio acceso a medios controlados por organizaciones cívicas. Tales preocupaciones y esperanzas continúan vigentes, como lo demuestran experiencias recientes alrededor del mundo según las cuales los usos participativos de las “viejas tecnologías” ofrecen importantes alternativas para la expresión y el dialogo comunitario. Frente al comercialismo e insistencia en información de única vía de los grandes medios, los medios comunitarios permiten mayor interactividad y ofrecen posibilidades para la comunicación entendida como proceso iterativo.

Más allá de las oportunidades que continúan ofreciendo los “viejos medios” para canalizar la participación, el análisis reciente se ha focalizado en las tecnologías digitales. La noción de “participación digital” no solamente está al centro de varias agendas de investigación, sino que se convirtió en objetivo para una amplia variedad de organizaciones y movimientos. No es exagerado decir que la idea de “medios participativos” está en todas partes y que ya no es solo objeto de interés de movimientos alternativos. Está presente en la publicidad de empresas de tecnologías y redes sociales como Facebook y YouTube que alaban la participación y se presentan como modelos de nuevas formas de comunicación. También se manifiesta en la organización de acciones colectivas contra el capitalismo, el cambio climático, el desempleo y otras cuestiones; las nuevas tecnologías ofrecen nuevas formas de vehiculizar  opiniones y canalizar expresiones. Asimismo, existe como principio rector en una variedad de iniciativas destinadas a capitalizar las oportunidades de las tecnológicas digitales para fortalecer la participación ciudadana. Desde la instalación de kioscos tecnológicos para facilitar acceso a computadores e Internet hasta la puesta en marcha de plataformas para promover el “gobierno electrónico”, una gama de experiencias muestran las posibilidades que ofrecen las tecnologías digitales para estimular la participación y superar barreras “comunicacionales”.

Comparada con la participación bajo las nuevas tecnologías, la gran diferencia de la “participación 2.0”  es que las tecnologías están absolutamente incorporadas a la vida cotidiana. A medida que disminuye la brecha digital, los usos participativos de las nuevas tecnologías se vuelven comunes. La disponibilidad de una variedad de vías de acceso a Internet sumada a la popularidad de las redes sociales permitió que la participación comunicacional se convirtieras en fenómeno habitual más que una práctica puntual o esporádica. Oportunidades para el diálogo ya no residen en un lugar separado –en el estudio de radio o centros comunitarios–  sino que están al alcance de la mano para quienes tienen acceso Internet. La telefonía móvil y otras plataformas ofrecen puntos de entrada permanentes para emitir opinión, compartir ideas, mantener diálogo. Son canales múltiples que facilitan la interacción entre varios públicos simultáneamente a diferencia del consumo convencional de medios tradicionales. La realidad de públicos permanentemente conectados obliga a repensar cuestiones vitales de la comunicación participativa.

 

Dos temas van más allá de las clásicas cuestiones en la literatura.

Un tema es la relación  –o falta de relación–  entre la comunicación participativa y el cambio social. La cuestión de la participación no es únicamente un problema de acceso a tener voz, a poder expresar opiniones y discutir problemas comunes, sino que también debe considerar la vinculación entre comunicación, procesos políticos y toma de decisiones. Entender la participación comunicacional principalmente como una cuestión de diálogo y pluralidad de perspectivas es importante pero no es suficiente si no se entienden las implicaciones para la vida pública y su vinculación con instancias de decisión. Aun cuando existan oportunidades para que diferentes voces sean expresadas, no es claro que sean igualmente escuchadas o tenidas en cuenta en momentos de decisión y asignación de recursos. Solicitar a los ciudadanos opiniones por radio o correo electrónico sobre determinadas cuestiones, proveer “pizarras públicas” para la expresión de demandas, o instituir diálogos en plataformas digitales no garantiza que el cúmulo de opiniones tenga influencia alguna en decisiones. La multiplicación de posibilidades de diálogo es bienvenida en tanto permite reducir desigualdades de expresión, pero, por si sola, no combate o debilita jerarquías que afectan la distribución de recursos, políticas, o responsabilidades. De aquí, que es importante analizar el diálogo participativo en conexión con procesos más amplios políticos y de gobernabilidad a nivel local, nacional o global. La cuestión no es solamente “¿Quién habla?” o “¿Quién puede hablar?” sino “¿Quién escucha?”  y “¿Quién responde?” El diálogo es un paso importante, pero no equivale al cambio social si entendemos que éste se vincula a la justicia social y la igualdad de oportunidades. La formación de esferas participativas, ancladas en medios tradicionales o digitales, debe vincularse con su articulación (o falta) con la toma de decisiones.

Otro tema importante es quiénes participan en diálogo comunitario – si son personas con perspectivas similares o diferentes. La cristalización de públicos segmentados según posiciones sociales, demográficas, ideológicas, políticas, y religiosas no necesariamente conduce a diálogos entre visiones diferentes ya que pueden perfectamente conversar sin estar expuestos a ideas diferentes. La presencia de “islas ideológicas” es preocupante en tanto la democracia supone la comunicación en diversidad. No es, por lo tanto, una cuestión solamente de oportunidades para el intercambio de ideas sino además de entender las características de públicos y el tipo de conversación.

Más que conclusiones definitivas sobre la comunicación participativa, surgen nuevos interrogantes debido a las características y oportunidades de las tecnologías digitales,  la complejidad cultural y social de la democracia, y la creciente multiculturalidad en medio de la globalización de flujos de personas, culturas, e ideas. Argumentar que es necesario que existan “medios participativos” para promover comunicación horizontal es importante pero es demasiado abstracto. No porque los “grandes medios” se hayan convertido en aliados de la comunicación participativa  –aunque es cierto que eso ha sucedido en los casos del uso comunitario de recursos comerciales como Twitter, Facebook, y YouTube–  sino debido a la multiplicación de oportunidades para que diferentes públicos dialoguen sobre temas comunes. Insistir en la necesidad de mecanismos que faciliten la comunicación participativa, tales como legislación que favorezca medios comunitarios o la inclusión de diferentes instancias participativas en la política, es fundamental. Es necesario, sin embargo, repensar estas cuestiones en una ecología mediática de la abundancia, revolucionada por la creciente penetración de tecnologías que permitan la comunicación de red.

Aquí el campo de la comunicación puede ofrecer guías sólidas  para entender las interacciones entre individuos y grupos y saber cómo facilitarlas, especialmente en cuanto a fomentar diálogo entre grupos que tienen perspectivas distintas.  Los estudiosos de la comunicación interpersonal pueden aportar sus conocimientos. En cuanto al uso de la tecnología, los estudiosos de los medios ofrecen el análisis de las nuevas tecnologías como canales de comunicación que están inscritos en sistemas y contextos más amplios.

Los enfoques característicos del estudio de la comunicación       –los análisis de los procesos e instituciones involucrados en crear mensajes, de los textos mismos de los mensajes, y del público y su recepción de los mensajes–  proveen marcos que pueden enriquecer el entendimiento de la comunicación participativa.  Además, es imprescindible tener en cuenta que no se puede estudiar la comunicación fuera de su contexto amplio político-socioecónomico.

Dentro de los límites y las posibilidades ofrecidos por el contexto amplio se sitúa la posición de los creadores de los mensajes. Ver la creación de mensajes como producto del contexto tanto como del grupo social es necesario para confrontar las tensiones y las premisas universalistas de la participación. Pasando de la creación a los mensajes mismos, nos encontramos con artefactos  –imágenes o palabras grabadas, vistas o escuchadas–  que son por una parte objetivamente perceptible y estudiable. Por otra parte, estudios de comunicación y recepción demuestran que analizar el texto no significa saber cómo lo va a interpretar diferentes individuos y públicos. Hemos aprendido que lo que se intenta decir y lo que se entiende no son necesariamente iguales, aún con mensajes muy sencillos o dentro de comunidades relativamente monolíticas.

Como se señaló anteriormente, cualquier instancia de comunicación participativa tiene que estar entendida dentro de su contexto institucional y político particular. Tal contextualización también implica analizar tradiciones de participación. No hay modelo único ni experiencias iguales. En algunas comunidades hay amplia experiencia de participación en un sinnúmero de cuestiones, en otras no. Por lo tanto, es posible pensar que la comunicación participativa adquiere diferentes significados en distintos contextos y que haya expectativas opuestas sobre la factibilidad y los resultados. Tomar en cuenta estas cuestiones sería un paso hacia una consideración de la comunicación participativa que puede tratarla desde un punto de vista menos normativo y más práctico.

Conclusión

Las reflexiones expuestas están basadas en la convicción de que es preciso colocar la agenda de investigación sobre comunicación participativa mas allá de los parámetros originariamente delineados hace medio siglo. El mundo comunicacional cambió sustancialmente en épocas de abundancia de oportunidades y tecnologías. Décadas después, tenemos una cantidad de experiencias y documentaciones sobre la suerte de diferentes intervenciones y experiencias guiadas por principios participativos.

La participación requiere autonomía, rasgo que a menudo choca con necesidades burocráticas. Por lo tanto, es preciso entender los contextos institucionales externos e internos que afectan experiencias participativas. Esto implica ir más allá de asumir la participación como valor deseable, y profundizar el análisis de factores que promueven o dificultan la participación. Adoptar una perspectiva comparada sobre participación y contextos institucionales es importante para entender las ventajas y desafíos que existen en diferentes comunidades.

A la vez, insistir que la participación es en sí la solución a problemas de desigualdad social es simplista.  ¿Podemos decir con confianza que cualquier instancia de cambio social fue únicamente alimentada por procesos participativos? ¿Se puede argumentar que procesos comunicativos participativos inevitablemente desembocan en justicia social mayores derechos? ¿Es factible construir un argumento teórico que resuma lo que sabemos sobre la contribución de la comunicación participativa al cambio social?

Declamar la importancia de la participación no es suficiente sin considerar nuevas preguntas y afinar argumentos sustentados en la riqueza empírica. Principios normativos y teóricos sirven como horizonte y referencia de cuestiones que precisan ser analizadas, pero no agotan la necesidad de revisar supuestos sobre la importancia de la comunicación participativa en el cambio social. Sin tener una mirada crítica, que recoja e integre la riqueza de experiencias y desarrollos teóricos en torno al tema de la participación, es factible que terminemos argumentando lo que ya sabemos. Esto último no solamente es poco interesante sino que va contra los principios del pensamiento crítico que sustenta la tradición de investigación y practica en comunicación participativa.

Anunciar que la participación es importante y precisa estar al centro de la comunicación para el cambio social es repetir lo ya sabido o dirigirse a quienes ya están convencidos sobre sus méritos. Nuestro interés principal es levantar la presencia de las cuestiones mencionadas y contribuir al desarrollo de una sensibilidad sobre las premisas que guían el trabajo. De este modo, se pueden formular nuevas líneas de investigación que respondan a desarrollos teóricos y empíricos recientes e indaguen más profundamente sobre nuevas condiciones y oportunidades comunicativas.

 

 

Bibliografía

Brunt, J.H., Lindsey, E., & Hopkinson, J. (1997). Health promotion in the Hutterite community and the ethnocentricity of empowerment.  Canadian Journal of Nursing, 29, 17-28.

Carpentier, N. & Scifo, S. (2010). Introduction: Community media’s long march. Telematics and Informatics, 27(2), 115-118.

Chambers, R. (2005). Ideas for development. London: Routledge.

Chilvers, J. (2009). Deliberative and participatory approaches in environmental geography. In: Castree, N., Demeritt, D., Liverman, D. & Rhoads, B. (Eds.). A Companion to Environmental Geography  (pp. 400-417). Oxford: Blackwell.

Clark, J. (2009). Public Media 2.0: Dynamic, Engaged Publics. White Paper Center for Social Media, American University School of Communication, Washington, D.C. Accessed March 2, 2012: http://www.centerforsocialmedia.org/sites/default/files/whitepaper.pdf

Cooke, B. & Kothari, U. (Eds.). (2001). Participation: the new tyranny? London: Zed.

Cornwall, A. & Brock, K.  (2005). What do buzzwords do for development policy? A critical look at ‘participation’, ‘empowerment’ and ‘poverty reduction’. Third World Quarterly 26, 1043-1060.

Cornwall, A. & Jewkes, R. (1995). What is participatory research? Social Science and Medicine, 41, 1667-1676.

Dasgupta, P., & Serageldin, I. (Eds.). (2000). Social Capital: A Multifaceted Perspective. Washington, D.C.: World Bank.

Felt, U., & Fochler, M.  (2008). The bottom-up meanings of the concept of public participation in science and technology. Science and Public Policy, 35 (7), 489-499.

Freire, P. (1970).  The pedagogy of the oppressed. New York: Seabury.

Gazi, A., Starkey, G. & Jedrzejewski, S. (Eds.). (2012). Radio Content in the Digital Age: The Evolution of a Sound Medium. Chicago: University of Chicago.

Goggin, G. & J. Clark (2009). Mobile phones and community development: a contact zone between media and citizenship. Development in Practice, 19 (4), 585-597.

Gumucio Dagrón, A. (2001). Making Waves: Stories of participatory communication for social change.  New York: Rockefeller Foundation.

Haider, M. & Pal, R. (2005).  Epilogue. In Haider, M. (Ed.), Global public health communication: Challenges, perspectives, strategies (pp. 421-432). Sudbury, MA: Jones & Bartlett.

Hall, S. (1993). Encoding, Decoding. In During, S. (Ed.). The Cultural Studies Reader (pp. 90-103). London: Routledge.

Hancock, L., Sanson-Fischer, R.W., Redman, S., Burton, R., Bustler, J., Girgis, A. & Walsh, R. (1997).  Community action for health promotion: A review of methods and outcomes 1990-1995. American Journal of Preventive Medicine, 13, 229-239.

Hickey, S. & Mohan, G. (Eds.). (2006). Participation: from tyranny to transformation?: exploring new approaches to participation in development.  London: Zed.

Howley, K. (Ed.). (2010). Understanding community media. London: Sage.

Huesca, R. (2000). Communication for social change among Mexican factory workers on the Mexico-United States border. In K.G. Wilkins (Ed.), Redeveloping communication for social change: Theory, practice, and power (pp. 73-87). Lanham, MD: Rowman & Littlefield.

Jacobson, T. (2007, Feb. 5). Participatory communication: The case for quantitative assessment. The Drum Beat 381. http://www.comminit.com/drum_beat381.html.

Leal, P.A. (2007). Participation: the ascendancy of a buzzword in the neo-liberal era Development in Practice, 17, 4-5.

Mari Sáez, V.M. (2010). El enfoque de la comunicación participativa para el desarrollo y su puesta en práctica en los medios comunitarios.  Razón y Palabra, 15 (No. 71). Leido 1 de Marzo, 2012:  http://www.razonypalabra.org.mx.

McDivitt, J. (1991). The HealthCom project in Jordan: Final case study evaluation project. Center for International, Health, & Development Communication Working Paper 1004.  Philadelphia, University of Pennsylvania Annenberg School for Communication.

Midgley, J. (1986). Community participation: History, concepts and controversies. In J. Midgley (Ed.)., Community participation, social development and the state (pp. 13-44). London: Methuen.

Morris, N. (2003). A comparative analysis of the diffusion and participatory models in development communication. Communication Theory, 13(2), 225-248.

Morris, N., Gilpin, D., Lenos, M., & Hobbs, R. (2011). Interpretations of cigarette advertisement warning labels by Philadelphia Puerto Ricans. Journal of Health Communication,16, 908-922.

Noar, S. M. (2007).  A 10-year retrospective of research in health mass media campaigns: Where do we go from here?  Journal of Health Communication, 11, 21-42.

Rogers, E. (1962).  Diffusion of Innovations.  New York: Free Press.

Rowley, K.C., Daniel, M., Skinner, K., Skinner, M., White, G.A., & O’Dea, K. (2000).  Effectiveness of a community-directed “health lifestyle” program in a remote Australian Aboriginal community.  Australian and New Zealand Journal of Public Health, 24, 136-144.

Sarri, R.C. & Sarri, C.M. (1992). Organizational and community change through participatory action research.  Administration in Social Work, 16, 99-122.

Waisbord, S. (2008). The institutional challenges of participatory communication in international

aid, Social Identities, 14(4), 505-522.

Waisbord, S. (2011).  The global promotion of media diversity.  In M. Price and S. Abbott (Eds.), Evaluating the evaluators: Measures of press freedom and media contributions to development (pp. 321-337). New York: Peter Lang.

Wilkins, K. (2000). Accounting for Power in Development Communication. In K. Wilkins (Ed.), Redeveloping Communication for Social Change: Theory, Practice & Power (pp. 197-210). Boulder, CO: Rowman & Littlefield.

Reinventar el periodismo: La prensa de referencia ante las nuevas tecnologías

  • “En la actualidad es como si estuviésemos  dos días después de la invención de la imprenta por Gutemberg. Todo es experimental”, comentó Alan Rusbnidger, director The Guardian, durante la conferencia inaugural de la escuela de Periodismo de Sciences Po en Paris, el 7 de septiembre de 2012.
  • El periodismo ha entrado en una revolución sistémica, como apunta Ignacio Ramonet en su última obra L’explosion du journalisme (Galilée, 2011).
  • Asistimos a una carrera hacia la innovación en que las nuevas tecnologías están marcando un ritmo frenético a la información. Aparecen nuevas versiones de periódicos digitales, nuevas aplicaciones de móviles y de tabletas para adaptarse al lector digital. Y en esta carrera por la innovación hay que reinventar el periodismo. ¿Qué porvenir le espera en este nuevo escenario a la prensa de referencia en un país tan emblemático como Francia?

 

Fotografía: "Silencio Forzado: El Estado, cómplice de la violencia contra la prensa" por jpazkual @ Flickr

Fotografía: «Silencio Forzado: El Estado, cómplice de la violencia contra la prensa» por jpazkual @ Flickr

Por María Santos-Sainz

En los últimos años, la cimentación sobre la que se ha asentado el periodismo del siglo XX se ha resquebrajado debido a la irrupción de Internet con su Web 2.0, los iPhone y los iPads, la caída de la publicidad y su desplazamiento a otros soportes, la competencia de los periódicos gratuitos, los altos costes de producción, el progresivo abandono de la prensa escrita por parte de las jóvenes generaciones y la crisis de confianza de los lectores con los medios.

Sin embargo, no todo es negativo: nuevos proyectos y realidades irrumpen con fuerza en Francia. Un periodismo de calidad se va abriendo paso en Internet.  Periodistas de prestigio están al frente de periódicos online como Médiapart, fundado y dirigido por Edwy Plenel, antiguo responsable de la redacción de Le Monde. En solo cinco años de existencia se ha convertido en toda una referencia por sus revelaciones informativas como por ejemplo en el caso Woerth-Bettencourt o el reciente affaire Cahuzac.

Para buscar nuevas vías de financiación al periodismo online aparecen iniciativas interesantes. En enero de 2011  nació una plataforma1 de donaciones para que los internautas financien diarios digitales, blogs u otros proyectos informativos de Internet, desde un reportaje a la creación de una nueva sección, con la finalidad de desarrollar y auspiciar un periodismo de calidad en Internet. Otros medios se han lanzado a esta nueva moda de financiación (crowfounding) de reportajes, como Mediavox.fr, un portal inaugurado en agosto de 2012. Asímismo se va consolidando un periodismo participativo que renueva viejos cánones como es el caso de diarios digitales como Rue 89 o agoravox. Otro medio pionero en el periodismo ciudadano como lepost.fr (a iniciativa de Le Monde Interactive y el grupo Lagardère) naufragó y cerró el 23 de enero de 2012, entre otras cosas, porque no hubo un riguroso fact cheking respecto a la difusión de los rumores difundidos por los internautas.

En paralelo al despegue de Internet han nacido con éxito proyectos editoriales impresos como la Revista XXI, fundada en 2008, que apuesta por un periodismo de textos largos, donde el reportaje se convierte en protagonista, primando la profundidad y la calidad de la información. Por otra parte, se han multiplicado plataformas de discusión2 que buscan nuevas vías a la crisis de la prensa.

 

Tres revoluciones

En Francia, la crisis de la prensa también responde más a una crisis de tipo estructural y de época que a una crisis derivada tan solo de las dificultades de la crisis económica actual. Hay que añadir a los motivos ya evocados, los elevados costos de producción que tienen los diarios franceses respecto a los de otros países europeos3. La pérdida de lectores ha sido drástica: Le Monde en el ultimo decenio perdió  25% de sus compradores, Le Figaro 12,5% y Libération en 2009, 10%. En realidad tres revoluciones se han acumulado4 en este último decenio:

1. La revolución digital. La irrupción de Internet en el venerable imperio del periodismo escrito de referencia ha sembrado confusión e incertidumbre. La prensa ha pasado de un modelo industrial a un modelo de Redes. En este nuevo sistema, los periodistas ya no tienen la exclusividad de la fuente. El periodista ya no es el único historiador del presente: todo el mundo se ha convertido en media. Hoy la actualidad nos llega también por nuestra Red social (Facebook o Twitter), incluso a veces antes.

La competencia en Internet es tan ardua que incluso los periódicos digitales de la prensa de referencia muestran videos, webdocumentales, diaporamas de fotos, sonido y hasta han contratado jóvenes periodistas para animar redes (community manager).5 Estamos en la era del media global, en un periodismo interactivo 24/7. Para no perder este tren
de alta velocidad tecnológico, cabeceras de la prensa de referencia como Le Monde acaban de crear un departamento llamado “Nouveaux écrans”, capitaneado fundamentalmente por programadores con el fin de explorar nuevas aplicaciones para iPhones e iPads.

2. El descenso drástico del interés de las jóvenes generaciones por lo escrito. La pérdida de lectores de la prensa de referencia prosigue cada día que pasa. La edad media de los lectores de la prensa diaria por Internet en Francia ha pasado de 37 años en el 2000 a 42 años en 2005. La media del lector sobre papel es de 55 años. La versión en papel queda restringida a las élites y a las personas mayores. No hay relevo generacional. Estas cifras muestran el fracaso de la estrategia de los periódicos por conquistar un público joven de 25-35 años.

Las nuevas generaciones se informan por Internet a través de sus ordenadores y cada vez más a través de su móvil, un 46,6% de franceses está equipado con un Smartphone, según Mediametrie, pero no acuden a los diarios digitales de la prensa de referencia. Entre las páginas web más visitadas en Francia, según un estudio de Mediametrie publicado en octubre del 2012, destacan en las primeras posiciones: Google, Facebook, MSN/Windows Live, seguidos de YouTube, Dailymotion, Microsoft, los operadores de móviles Orange, Free, SFR, Wikipedia, Leboncoin, y Yahoo!

De lejos se sitúan la prensa de referencia. El primer diario mas leído en su versión digital es Le Figaro con 8.7 millones de visitantes únicos. Le Monde baja al tercer puesto tras Le Parisien, con 6.8 millones de visitantes únicos. Los periódicos digitales, presentes únicamente por Internet, están todavía hoy lejos del seguimiento de la prensa de referencia. La lista es encabezada por la versión francesa de Huffington Post con 2.1 millones de visitante únicos, delante de Rue 89 con 1.785 millón, Slate (947 000), Atlantico (877 000) y Mediapart (569 000).

Para paliar la deserción de los jóvenes de la prensa de referencia se están desarrollando en Francia políticas educativas destinadas a la “Educación en los medios”, coordinadas por organismos como el Clemi6, con el fin de formar a los futuros ciudadanos en el arte de informarse y que sean exigentes con la calidad de los medios.

3. La caída de los ingresos publicitarios. En Francia, el fenómeno ha sido muy destacado. Podemos hablar de una verdadera hemorragia publicitaria. Los anunciantes ya no financian la información. Han diversificado sus anuncios fuera de los medios (carteles, folletos en los buzones, en el cine, los móviles, en Internet…). Todo ello representa los dos tercios del presupuesto publicitario. “El modelo económico sobre el que se ha erigido la prensa desde hace décadas se desintegra hoy”, afirmaba el entonces director de Le Monde, Eric Fottorino7, tras nuevas ampliaciones de capital para sacar a flote la mítica cabecera.

Numerosos medios de comunicación franceses se han visto obligados, por la caída de los ingresos publicitarios, a realizar recortes draconianos: cierre de corresponsalías en el extranjero; despidos, prejubilaciones, en especial de los periodistas más veteranos y experimentados. Estas restricciones suponen un peligro al abaratar la producción de la información con el riesgo de hacer peligrar la calidad de los contenidos. El precio a pagar puede ser caro, ya que el periodismo de investigación y los grandes reportajes corren el riesgo de verse tambaleados.

En paralelo, hay un deterioro muy grave de las condiciones de trabajo. En este sentido, hay que señalar el incremento de la precarización y proletarización de la profesión periodística. La precarización8 creciente de la profesión viene de la mano del periodismo digital. Un ar-
tículo de Le Monde publicado en mayo de 2009 denunciaba la situación de precariedad que padecen los denominados: Forçats de l’info, también llamados los “pakistaníes de la información” o “pollos en batería”. Con estos términos se refieren a los periodistas treintañe-
ros que trabajan en las redacciones digitales con salarios mínimos. El artículo exponía las diferencias de estatus entre los periodistas de la redacción papel y la redacción digital, pero también se refería a las condiciones difíciles de trabajo: rapidez a ultranza9, la reescritura de las noticias de agencia, etc. La polémica fue inmediata. Han surgido numerosas reacciones del propio colectivo como de sus responsables, asimilados a “negreros”. Unos se defendieron alegando que el retrato respondía más bien a una caricatura y que ese periodismo de googlelización está desapareciendo…

Desde las escuelas de periodismo en Francia se observa con inquietud otro fenómeno que se va confirmando: la profesión tiende al “nomadismo”. Frente a la dificultad de conseguir un contrato fijo, cada vez son más los periodistas jóvenes que acaban abandonando el oficio ya que no se les ofrece ninguna perspectiva estable ni interesante de trabajo.

La crisis de la prensa no es solamente una cuestión de crisis por la buena o mala gestión o por la caída en picado de la publicidad o por el descenso de las ventas. También es una crisis de la oferta de contenidos y sobre todo por la pérdida de confianza del público en los medios. Un público al que se le propone a menudo una información homogénea o de insuficiente calidad (periodismo de low cost), ante la que duda de su objetividad y del respeto a las buenas prácticas profesionales.

Los sondeos anuales realizados por el Instituto de encuestas Sofres y el diario La Croix, siguen mostrando cada año la desconfianza que tienen los franceses hacia la prensa escrita (la radio resulta el medio que goza de mayor credibilidad). Una gran parte de los ciudadanos acusa a los periodistas de falta de independencia frente a las presiones de los poderes político y económico. Y consideran que no se les ha informado con el rigor necesario sobre una actualidad cada vez más compleja y difícil de descifrar. Es verdad que en general también sufren un gran descrédito  otros poderes e instituciones públicas: pero la prensa ha sido una de las principales víctimas de la pérdida de confianza de los ciudadanos.

Para superar la actual crisis, los medios tienen que reflexionar sobre su propio rol y preocuparse de su verdadero capital: el público, los lectores. El dilema reside en que se producen dos búsquedas que no confluyen. Por una parte, los lectores están a la búsqueda de un contenido y un rigor que ya no se les ofrece; por otra parte, la prensa está a la búsqueda de unos lectores que ya no existen… Diversos estudios demuestran que los periódicos que resisten mejor a la crisis son los más exigentes con sus contenidos. Igualmente, los periodistas que permanecerán serán aquellos que demuestren su valor añadido.

 

Reinventar la prensa de calidad

Hasta hace diez años ningún periodista de la prensa escrita de referencia tenía un blog o dirigía entonces un diario digital. Hoy las cosas han cambiado. Algunos de los miembros más influyentes de la prensa de calidad dirigen nuevas cabeceras de la prensa on line. La mayoría provienen de Le Monde y de Libération, donde diversos reajustes les despidieron de sus redacciones.10

Una parte de la batalla del periodismo de mañana se está librando en el frente de Internet. Numerosos analistas subrayan que el futuro de la prensa viene de la mano de Internet, pero más que su acceso por el ordenador, considerado ya como un broncosaurio, por el iPhone o por las tabletas iPad. El desafío sigue siendo el construir un periodismo digital de calidad.11

Entre los que han apostado por el periodismo de investigación y de calidad únicamente on line destaca Médiapart,12 fundado en 2006 por Edwy Plenel, ex-director de la redacción de Le Monde. Y es una apuesta también como modelo económico, ya que hay que abonarse tras el pago de nueve euros mensuales. Con casi 50 mil suscriptores se mantiene en la cuerda floja de modelo de rentabilidad, como la gran mayoría de los medios en Internet.

Entre las apuestas de periodismo digital de calidad destaca también la versión francesa de Slate13, dirigida por Jean-Marie Colombani, ex-director de Le Monde. Otro ejemplo de adaptación numérica: Arrets sur images.14 Su director Daniel Schneidermann, ex columnista de Le Monde y de Libération, trasladó a la red el concepto de programa de televisión que tanto éxito le deparó hasta que se lo suprimieron. Su portal se consagra únicamente al análisis crítico de la información. Desde un principio apostó por la fórmula de pago.

En esta fase de transición que estamos viviendo, en la que viejos modelos mueren y otros nuevos brotan, la irrupción de estos  signos de renovación permiten mantener cierto optimismo. Están naciendo nuevos géneros en Internet15 como el webdocumental. Y aunque hasta la fecha tampoco se ha encontrado un modelo económico que permita su rentabilidad, algunos jóvenes periodistas16 están apostando por ello.

Otro elemento esperanzador es el periodismo participativo que ha irrumpido como un balón de oxigeno para reconquistar el público volatilizado. El periodista baja de su pedestal y entra en interacción con su comunidad de lectores. Este nuevo periodismo participativo tiene su mejor exponente en Rue 8917, un pureplayer de información creado por antiguos periodistas de Libération. Realiza un periodismo a tres bandas entre jóvenes periodistas, expertos y público. Incluso han sacado una versión impresa. Ante la ausencia de modelo económico por Internet, algunos de estos diarios consiguen salir a flote completando sus ingresos con ofertas de formación y otros servicios, como hace Rue 89.

A pesar de este potente despegue de Internet, para las élites políticas y económicas de Francia el periodismo de referencia lo siguen encontrando en la prensa escrita de calidad. La migración del papel a la pantalla no resulta tan rotunda.

Han nacido, además, nuevos proyectos editoriales que gozan de éxito, cuando nadie apostaba nada por ellos. Esta es la historia de una revista trimestral XXI18, lanzada el 17 de enero del 2008 y realizada por ex periodistas de Le Figaro, que han apostado por el periodismo de calidad. Publican reportajes de actualidad, de larga extensión (de 20 a 30 páginas) y con una visión mundial. Con cuatro números al año, tiene una tirada de 40 mil ejemplares. Los modelos que les inspiran son las revistas americanas tipo The New York Times Magazine, The New Yorker o Vanity Faire y la inglesa Granta, de venta en librerías.

Como conclusión, podemos afirmar que con la crisis y el cambio de época que estamos viviendo ciertas formas de periodismo tienden a desaparecer mientras que otras están naciendo. Uno de los desafíos para superar la situación actual de crisis es ganar de nuevo la confianza del público ofreciendo contenidos de calidad. Ante este crítico panorama debiera existir la voluntad de recuperar el buen hacer, el orgullo y la dignidad de la profesión; de volver a lo fundamental, a la esencia del periodismo. Con un “periodismo de orientación” frente a la infobesidad y de profundidad frente a la información low cost.

Para algunos analistas, la prensa de referencia se salvará gracias a un “periodismo aumentado”, como propone Eric Sherer en su libro A-t-on encore besoin des journalistes? Manifeste pour un journalisme augmenté (Puf, 20011). Éste consiste en enriquecer el periodismo de todas las extraordinarias posibilidades dadas por esta revolución de la información digital. Un periodismo de valor añadido, más democrático y donde la nueva función de filtro sea preponderante. Buscar, elegir, verificar, agregar, relacionar acontecimientos entre ellos, darles sentido, contextualizar, son las misiones de nuevo periodista.

Para terminar quizás nos consuele citar el aforismo que nos recuerda que “los aviones no han reemplazado a los barcos”, como la televisión no acabó con la radio. La Internet no tiene por qué terminar con el modelo de exigencia, rigor y calidad, características de la prensa escrita de referencia.

 

Notas

1) http://www.jaimelinfo.com, y http://www.mediavox.fr/

2) Entre los numerosos foros y encuentros destacan: Les entretiens de l’info (http://entretiens.zeblog.com), dirigidos por el investigador Jean-Marie Charon, Information et citoyennet, el colectivo de periodistas ça presse (http://www.capresse.org) o Assises Internacionales du Journalisme (ver http://www.journalisme.com). En Francia la crisis de la prensa escrita se ha convertido en un debate de gran actualidad que ha entrado incluso en la agenda política, ya que incluso provocó en 2009 la convocatoria de los Estados generales de la prensa por parte del Presidente de la Republica, Nicolas Sarkozy. De ahí salieron toda una serie de medidas impuestas por el estado para ayudar a la prensa y que están ayudando a salir a flote en estos tiempos difíciles. Ver http://www.etatsgenerauxdelapresseecrite.fr

3) Respecto a la difusión de la prensa diaria en Europa, Francia se sitúa en el vigésimo lugar por cada 1000 habitantes, según World Press Trenes, AMJ de 2007, con 155 ejemplares vendidos por cada 1000 habitantes.

4) POULET, Bernard, 2009, La fin des journaux et l’avenir de l’information, Paris, Gallimard.

5) “Sur le net, les journalistes se muent en animateurs pour doper les audiences”, Le Monde, 23 de julio de 2009.

6) Centre de liaison de l’enseignement et des médias de l’information. www.clemi.org. Cada año, durante el mes de marzo todos los colegios celebran la “Semana de la prensa”.

7) Eric Fottorino, “A nos lecteurs”, Le Monde, 19 de avril de 2008.

8) ACCARDO, A., (dir.), 1998, Journalistes précaires, Bordeaux, Editions Le Mascaret,.

9) Según el informe publicado en Estados Unidos sobre el estado de los medios de comunicación, titulado: “Proyecto por la Excelencia en el Periodismo 2005” ya se apuntaban nuevas tendencias frente al modelo tradicional de periodismo. Así mientras que antes “los informadores se preocupaban principalmente por la verificación de hechos” ahora está dando paso a “un nuevo modelo en los medios en el cual se da información sin hacer grandes esfuerzos para comprobar su veracidad”. Esto se ve tanto en la televisión por cable y en las tertulias radiofónicas como en los blogs y en los diarios digitales cuya norma es “publicar cualquier cosa y dejar que se compruebe o no después”.

10) Libération, echó a 150 periodistas tras dos planes sociales en 2005 y 2007. Por su parte, Le Monde lanzó dos convocatorias de despidos voluntarios en 2004 y en 2008. El primero eliminó a 35 periodistas de la redacción, y el segundo a 65. Ver la revista Le journaliste, organe du Syndicat national des journalistes. Nº spécial, octobre 2010, pp, 17-18. Le Figaro anuncia en diciembre de 2012 un plan social.

11) Desde el 22 de octubre de 2009 la prensa digital ya tiene un sindicato que les represente: Syndicat de la presse indépendante d’information en ligne. : http://www.spiil.org. Con más de sesenta miembros, el 22 de octubre de 2010 organizaron sus primeras jornadas de balance y debates sobre el futuro de la prensa on line.

12) www.mediapart.fr

13) http://www.slate.fr

14) http://www.arretssurimages.net

15) Flujos RSS, servicios web, blogging, bookmarking, widgets, planet, digg-like, las redes sociales como Facebook, Twitter, etc.

16) Dirigida por jóvenes periodistas la sociedad de producción Honkythonk, situada en París, ha vendido algunos de sus webdocumentales a medios como lemonde.fr. Ver http://www.honkythonk.fr

17) http://www.rue89.fr

18) http://www.leblog21.fr

 

Doctora en Ciencias de la Información y de la comunicación por la Universidad Complutense de Madrid. Es profesora titular de Periodismo en el Institut de Journalisme Bordeaux Aquitaine de la universidad Michel de Montaigne de Burdeos, cuya dirección ha asumido desde 2006 a 2012.  Presidente de CEJER, Chercheurs en Journalisme des Ecoles Reconnues.

Enhanced by Zemanta

Rigor periodístico

  • El rigor periodístico distingue a un auténtico profesional de un improvisado que tiene acceso a las herramientas modernas de la información y el entretenimiento.
Foto: 005/365 - fotoperiodismo por publikaccion.es @Flickr

Foto: 005/365 – fotoperiodismo por publikaccion.es @Flickr

Por José Luis Esquivel

El periodismo de hoy vive una serie de transformaciones debido a las teconologías de punta que han validado, como nunca, la actualidad informativa y, por tanto, la difusión de los hechos en tiempo real, pero también la influencia de las redes sociales está revolucionando a los medios tradicionales para modificar sus contenidos con temas más cercanos a la gente y más divertidos.

La televisión principalmente está en un parteaguas de su historia constatando que su axioma «No audiencie, no party» ahora encuentra plenitud en sus noticieros no solamente con los asuntos políticos y segmentos de sangre o desastre, sino que su devoción por el rating tiene como foco de atención la frivolidad en primer término y el show de los periodistas en la pantalla.

Las audiencias están cada vez más volviéndose adictas a Facebook o a You Tube o a leer las noticias en el iPad o a revisar minuto a minuto cuanto material contienen sus teléfonos móviles y, en estas circunstancias, son sus prácticas de uso, reapropiación y consumo, las que determinan el rumbo de la producción televisiva y plantearse la necesidad de adaptarse al cerebro de las nuevas generaciones de receptores, cabalmente en el terreno de la información de actualidad.

Sin embargo, los principios del periodismo son inamovibles para la televisión como lo siguen siendo para la prensa en general, para la radio y para cualquier otro medio digital que desee transmitir noticias por el sistema que sea y trátese de la plataforma que se trate.

Y uno de esos postulados básicos, sobre todo del profesional de los medios, es el rigor periodístico lo que significa verificar los datos explorados y confrontar la diversidad de fuentes hasta que haya plena constancia de la realidad que se va a exponer. Y como la verdad –la verdad propia, es decir de quien da testimonio de ella en los medios– es muy lenta, hay que dar la cara por ella hasta que pueda ser demostrada en forma contundente.

Así es como se construye la credibilidad, que es el bien preciado de quien se ostenta como representante legítimo de eso que llamamos opinión pública y que, en un sistema democrático, es fruto de la libertad de prensa y de expresión así como del pleno ejercicio del derecho a la información.

Por el rigor periodístico se representa y se construye la realidad que merece conocer las masas, y por ese rigo periodístico se combate la manipulación, la mentira y la parcialidad hacia los poderes político y económico, además de encontrar apoyo en él para pedir perdón por los errores comunes en un oficio sometido a presiones y a cargas emocionales muy especiales.

El rigor periodístico distingue a un auténtico profesional de un improvisado que tiene acceso a las herramientas modernas de la información y el entretenimiento. Porque si no se sabe contrastar una noticia se corre el riesgo del amarillismo o la difamación.

Las salas de redacción en el siglo XXI y el periodismo de largo aliento

  • Quizá las redacciones ya no son lo que eran, pero no hay tecnología alguna que sustituya el trabajo en equipo de un grupo de especialistas, imprescindible  para ofrecer a la sociedad la información que necesita para ser libre y autogobernarse.
  • Los ideales del propio García Márquez, “contar historias”, y de Galeano, “dar voz a los que pierden”,  aún son el eje de la labor periodística, aunque cambien los instrumentos, los métodos y las formas.

 

Fotografía: "El País de España" por Esther Vargas @ Flickr

Fotografía: «El País de España» por Esther Vargas @ Flickr

Por Maricarmen Fernández Chapou

Las salas de redacción han poseído a lo largo de la historia algo de mítico y de romántico. Los periodistas de la vieja guardia suelen referirse a ellas como quien recuerda un antiguo amor. Y es que en ellas, al menos hasta hace unos 50 años, se libraron batallas en las que se ha ganado o perdido el valioso honor del respetado periodista. Sin ir muy lejos, este fragmento escrito por Gabriel García Márquez en “El mejor oficio del mundo”, da cuenta de ello:

Hace unos cincuenta años no estaban de moda las escuelas de periodismo. Se aprendía en las salas de redacción, en los talleres de imprenta, en el cafetín de enfrente, en las parrandas de los viernes. Todo el periódico era una fábrica que formaba e informaba sin equívocos, y generaba opinión dentro de un ambiente de participación que mantenía la moral en su puesto. Pues los periodistas andábamos siempre juntos, hacíamos vida común, y éramos tan fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo. El trabajo llevaba consigo una amistad de grupo que inclusive dejaba poco margen para la vida privada. No existían las juntas de redacción institucionales, pero a las cinco de la tarde, sin convocatoria oficial, todo el personal de planta hacía una pausa de respiro en las tensiones del día y confluía a tomar el café en cualquier lugar de la redacción. Era una tertulia abierta donde se discutían en caliente los temas de cada sección y se le daban los toques finales a la edición de mañana. Los que no aprendían en aquellas cátedras ambulatorias y apasionadas de 24 horas diarias, o los que se aburrían de tanto hablar de lo mismo, era porque querían o creían ser periodistas, pero en realidad no lo eran.

Los tiempos han cambiado. Como dice el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, ese “mundo mágico de las imprentas, el olor del plomo, el universo del tipógrafo, los cuerpos de letras de hierro y de madera” casi han llegado a su fin:

Un mundo que se ha transformado mucho. El bullicio de las redacciones en las que yo me metí desde chico, el tableteo de las máquinas, el griterío, la humareda de los cigarrillos; eso cambió. Es un mundo más aséptico, ahora te metes en una redacción y parece que estuvieras en un hospital.

Quizá las redacciones ya no son lo que eran, pero no hay tecnología alguna que sustituya el trabajo en equipo de un grupo de especialistas, imprescindible para ofrecer a la sociedad la información que necesita para ser libre y autogobernarse. Los ideales del propio García Márquez, “contar historias”, y de Galeano, “dar voz a los que pierden”, aún son el eje de la labor periodística, aunque cambien los instrumentos, los métodos y las formas.

Así lo entiende, por ejemplo, Germán Castro Caycedo, el más importante periodista de investigación colombiano, quien habla de la pasión reporteril como “la sensibilidad y la observación que crece con la experiencia”, y está  –refiere Marco Lara–  “convencido de que la transformación de la empresa mediática, y en particular la informatización del trabajo del reportero, trajo ‘un cambio radical en la mecánica del oficio, mas no en lo fundamental. Siempre he pensado que el periodismo tiene que ver en forma irremediable con el ser humano, con su medio, su cultura, y por tanto sus sentimientos, sus expectativas, sus historias de vida, sus desafíos”.

Y es que ser periodista tiene también una carga emotiva. Muchos de los grandes del periodismo adoptaron esta profesión como un modo de vida; más aún, como una identidad inseparable de ellos mismos. Hedonistas, apasionados, valientes, intrépidos, osados y hasta héroes son adjetivos adjudicados a los cazadores de noticias.

Pero así como han sido admirados, los reporteros se han ganado en ciertos contextos un gran desprestigio. En la mayoría de los casos, ello ha sido consecuencia del mal uso del micrófono, del abuso del llamado cuarto poder, de la falta de ética y de profesionalismo de algunos miembros del gremio y de un sistema tanto mediático como social deficiente.

Por fortuna, el oficio se ha profesionalizado y cada vez existe una mayor presión hacia medios y periodistas por observar estándares éticos y profesionales estipulados a nivel internacional. Además, la sociedad civil cada vez exige mayor calidad.

 

Sobrevivir y aumentar rendimientos

En su camino hacia la multimediatización, es decir, al incursionar en medios virtuales y electrónicos, las empresas editoras de diarios han tenido que reorganizarse. En lugares como México, ese camino aún es titubeante pues, asienta Marco Lara Klahr, “el reportero de investigación o el que ejerce el periodismo de proximidad, y aquel productor de noticias característico de las sinergias productivas constituyen fuerzas en tensión”. Algunos de los riesgos que corren los periódicos en ese camino los explica así el mismo Lara:

Sobrevivir y aumentar rendimientos exige a las empresas optimizar costos, actualizarse tecnológica, financiera y mercadológicamente, y diversificar sus fuentes de captación publicitaria. Para ello deben contener los salarios de sus periodistas y obtener del trabajo de éstos el mayor volumen posible de subproductos noticiosos (breves y perezosas notas para la versión on line, y en audio o video para los medios electrónicos); privilegiar los contenidos espectaculares sobre los útiles, y estrechar con anunciantes  oficiales o privados  lazos que deriven en connivencias y sumisiones, perniciosas sin duda para el derecho a la información.

Peor aún, el mayor peligro para los diarios es que, al buscar el menor costo y la mayor cantidad de datos y formatos, implique dejar de lado la calidad de los contenidos y los valores profesionales que debiera atender. Esto, en contraposición con la exigencia cada vez más alta del lector participativo, así como de la sociedad civil como nuevo actor en el proceso de producción informativa, ha ocasionado en gran medida la llamada crisis del periódico: “Tal entramado de factores se traduce en pérdida de competitividad de los diarios y explica el desplome de sus tirajes o su desaparición”, advierte Lara Klahr.

Pero ante eso han surgido alternativas más equilibradas que ofrecen un panorama más alentador. Las redacciones integradas, son un ejemplo. Éstas, apropian un proceso multidimensional que, facilitado por la implantación generalizada de las tecnologías digitales de telecomunicación, afecta al ámbito tecnológico, empresarial, profesional y editorial de los medios de comunicación, propiciando la integración de herramientas, espacios, métodos de trabajo y lenguajes anteriormente disgregados de forma que los periodistas elaboran contenidos que se distribuyen a través de múltiples plataformas, mediante lenguajes propios de cada una.

Según el periodista Ramón Salaverría, “el futuro de los medios de comunicación actuales se juega en las redacciones”, y de su adaptación depende el perfil del periodista y de los negocios de la información. Para el autor español, “la oportunidad para reconvertir la organización de las empresas periodísticas del siglo XX en empresas informativas del siglo XXI, es la convergencia periodística”.

Esta reconfiguración de las redacciones de periódicos requiere, en primer  lugar, adaptar las nuevas herramientas multimedia a las tradicionales y hacer que funcionen juntas. En segundo lugar, que el periodista que trabaja en los nuevos grupos multiplataforma tome conciencia del entorno y adapte su perfil profesional, “entendiendo las reglas de la nueva relación con el público, anticipándose a los cambios que se imponen en la estructura interna e interiorizando las claves de la edición multiplataforma”, advierte Salaverría. La flexibilidad laboral y los cambios en cuanto a los espacios y el tiempo son dos rasgos inherentes a la Sociedad de la Información.

 

Un cambio cultural

Se observa, asimismo, una convergencia de tipo cultural, en la que los consumidores también son creadores de contenidos (prosumers, de la unión de producer y consumer). Aquí, como sostiene el investigador Henry Jenkins, estamos ante una “nueva audiencia empoderada por computadoras, teléfonos móviles y aplicaciones interactivas”. Consecuencia de esto es la segmentación de mercados y mayores retos para la calidad de la información que reciben los ciudadanos.

Para algunos teóricos contemporáneos, en la actualidad no se concibe ningún medio de comunicación tradicional que, al margen de su canal de distribución específico, no utilice Internet como soporte para distribuir sus contenidos. El paso del medio lineal al medio en red implica profundas transformaciones en la estructura, la organización, la relación con la audiencia y el propio negocio de los medios de comunicación. No obstante, es fundamental combinar la veteranía profesional con el conocimiento digital, y tender hacia un periodismo integrado.

La digitalización de la producción informativa y la consolidación de internet como medio de comunicación social y soporte de distribución de contenidos han alterado los esquemas de los medios de comunicación tradicionales; sin embargo, los roles del periodista como profesionista con responsabilidad social y ética, y al mismo tiempo como pieza de la dinámica industrial, pueden coexistir “siempre y cuando los criterios de independencia, autonomía y profesionalización estén bien asentados en su ejercicio periodístico, y que, cual sea el medio para el que trabaje, tenga criterios de calidad progresiva y actualización”, resalta Lara Klahr.

La diferencia, sustitución o negociación entre los periodistas profesionales (los veteranos de la investigación) y los reporteros-clon (los multiusos posmodernos, en palabras de Lara), se jugarán en su ejercicio diario: la cobertura de las noticias. Así, como adelanta Marco Lara, ante los tiempos difíciles en el periodismo, “sobrevivirán los reporteros independientes que persistan y se pertrechen con armas para investigar y narrar” la realidad social.

Gabriel García Márquez señala en su reflexión en torno al “mejor oficio del mundo”:

[Hace 50 años] el periódico cabía entonces en tres grandes secciones: Noticias, crónicas y reportajes, y notas editoriales. La sección más delicada y de gran prestigio era la editorial. El cargo más desvalido era el de reportero, que tenía al mismo tiempo la connotación de aprendiz y cargaladrillos. El tiempo y el mismo oficio han demostrado que el sistema nervioso del periodismo circula en realidad en sentido contrario. Doy fe: A los  19 años  siendo el peor estudiante de derecho  empecé mi carrera como redactor de notas editoriales y fui subiendo poco a poco y con mucho trabajo por las escaleras de las diferentes secciones, hasta el máximo nivel de reportero raso”.

En contraste, Ignacio Ramonet dibuja al periodista del siglo XXI de la siguiente forma:

En las webs de noticias on line, los “periodistas del papel” son relevados por una nueva generación de “freelance superexplotados” no menos abusados que los precarios de la prensa escrita. Xavier Ternisien describe así a los nuevos “esclavos de la información”: Media de edad: 30 años. Tez pálida de típico friki, estos drogados de informática se pasan el día delante de la pantalla […]. Hacen jornadas de 12 horas y guardia los fines de semana o las noches. Después de haber hecho estudios más largos que la mayoría de sus mayores y de haber adquirido una considerable experiencia en materia de Internet, esos jóvenes periodistas apenas consiguen un estatus de “operarios de la web”, de “enganchados al teclado”… Pero tienen dos fuertes convicciones: siempre ha habido “galeotes de la información”, y, en este caso, el futuro del periodismo les pertenece.

Y es que los diarios han sufrido también algunos cambios en cuanto a la organización de las noticias en las distintas secciones, sobre todo marcados por el diseño y la fotografía, sin mencionar que el periódico digital presenta cada vez con mayor claridad una personalidad nueva, con una estructura, un lenguaje y una interactividad con los lectores propios.

No obstante, los estándares en la conformación de la prensa siguen siendo  los mismos. El término prensa se refiere a un conjunto muy amplio y heterogéneo de productos informativos; cada publicación se refiere a un ámbito específico de la realidad e intenta tener una personalidad y estilo propio que le identifique y diferencie del resto.

 

Internet y periodismo

La inmediatez, la competitividad y las nuevas maneras de recopilar información están configurando al periodismo actual. La forma de trabajar de los periodistas está cambiando. La Encuesta de medios de PRWeek y PR Newswire 2010 reveló que hay importantes incrementos en el uso de las redes sociales por parte de reporteros con respecto a años anteriores: el 37% de los periodistas tradicionales mantiene una cuenta en Twitter; el 39% manifiesta escribir para algún blog como parte de sus deberes profesionales; el 46% asegura utilizar los blogs para investigar y el 33 % redes sociales.

Es decir, hoy Internet y las herramientas que éste nos brinda se convierte en un factor clave para el desarrollo del periodismo, ya sea como una fuente de información o como una herramienta útil para generarla.

A través de la red se distribuyen en la actualidad miles de fuentes susceptibles de contener información útil para los periodistas: páginas web, bases de datos, obras de referencia, informes técnicos y científicos, y nuevos sistemas de obtención de información como los foros o el correo electrónico. Aunque para muchos las redes sociales son espacios de entretenimiento, para el profesional de la información se están convirtiendo en una herramienta de investigación.

Esto ha permitido establecer conexiones con sus fuentes y conseguir información de una manera más rápida y, en muchas ocasiones, sin salir de la redacción. Asimismo, blogs, Facebook y Twitter marcan tendencias en la agenda informativa, por lo que suelen ser utilizados para medir el pulso de la opinión pública y las tendencias temáticas. Muchas veces de esos foros surgen pistas que el periodista puede seguir en su búsqueda de la noticia.

Todos los días se registran 300 mil nuevos usuarios en Twitter. También, son generados 55 millones de tuits en menos de 24 horas en todo el mundo y 20% de los habitantes en Venezuela ya se han sumado a esta red, según se corroboró en Chirp, conferencia anual de Twitter. Se trata de un torrente de información, de datos y testimonios que son publicados día a día en 140 caracteres y que comienzan a tener relevancia en la profesión del periodista.

Pero entre tanta información, ¿es Twitter realmente una herramienta útil en el medio periodístico? Para el periodista español y Consultor en Organización e Integración de Redacciones, Toni Piqué, Twitter se ha convertido en un elemento práctico y mandatorio a la hora de realizar una investigación:

Es una herramienta colosal para el reporteo, para el trabajo con las fuentes. Al menos permite al periodista publicar información con inmediatez a los hechos y tener a mucha gente ayudándole en la fase de reporteo. La capacidad del periodista se multiplica con Twitter.

Como en el caso de las fuentes tradicionales, el uso de este tipo de fuentes de información debe también estar regido por las normas de verificación, responsabilidad social y ética periodística. Al ser un campo abierto a cantidades colosales de información y opinión de origen muy diverso, el periodista debe tener la competencia profesional para discernir los rumores de las noticias o las fuentes fiables de las que no lo son, así como cuidar con mayor ahínco la veracidad de los datos que obtiene por estas vías.

Si bien herramientas como Twitter tienen límites  –140 caracteres es poco para explicar o analizar un asunto–, pueden ser recursos que ayuden con eficacia al periodista en su labor. Tampoco la cercanía entre evento y publicación garantiza la precisión. Como toda herramienta, se puede usar bien o mal.

Otra ventaja de las redes sociales en el periodismo es invitar a los usuarios a participar y convertirse en fuente para investigaciones periodísticas. Además, permite trabajos colaborativos con resultados interesantes, como es el caso de Reporting Networks, del medio digital ProPublica, que realiza investigaciones de denuncia en Estados Unidos:

Un mayor acceso a más información –sostienen Reddick y King–  sólo puede llevar a un mejor periodismo. “[…] Lejos de reducir el papel del reportero al de filtro de la información, la explosión del acceso a un amplio rango de fuente hace que su rol como informador tenga más valor. Los periodistas podrán desarrollar historias mucho más rápido. Y sobre todo, los reporteros serán los únicos en situación de sintetizar la información, proveniente de tantas y dispares vías, que sea relevante para sus lectores.

De este modo, incorporar fuentes virtuales al trabajo del periodista representa grandes retos que exigen preparación, capacitación y sobre todo, profesionalismo. No obstante, hay que reconocer que pueden ser utilizadas para un mejor y más profundo trabajo informativo.

 

Referencias

García Márquez, G. (1996) El mejor oficio del mundo. Discurso ante la 52ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Los Ángeles, EE.UU., 7 octubre 1996. www.fnpi.org/fileadmin/documentos/imagenes/…de…/elmejor.pdf

Lara Klahr, M. (2005). Diarismo. México: E.

Ramonet, I (2011). La explosión del periodismo. Madrid: Clave Intelectual.

PRWeek/PR Newswire Media Survey (2010): Recuperado el 30 de septiembre de 2001 de http://multivu.prnewswire.com/mnr/prnewswire/43321/

Franco, C. (2010) “Los periodistas potencian el uso de las redes sociales”. Recuperado el 1 de octubre de 2012. http://www.tendencias22.net/Los-periodistas-potencian-el-uso-de-las-redes-sociales_a4462.html

Profesora investigadora del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.

Enhanced by Zemanta